Un nuevo asesinato machista eleva a 70 las víctimas mortales por la violencia de género, 14 más que en todo 2009 - Este mes hubo un feminicidio cada tres días .
Este año va camino de pasar a engrosar la lista de los más negros de la violencia machista. En lo que llevamos de 2010 son ya al menos 70 las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas -las autoridades tienen otros tres casos en investigación-. Además, diciembre se está convirtiendo en un mes particularmente triste. En solo 17 días se han registrado cinco víctimas mortales, una cada tres días. Y la policía sigue buscando a la joven desaparecida el domingo en Madrid, después de que el jueves se hallase ahorcado a su ex novio. En todo 2009 fueron 56 las asesinadas por los machistas, una cifra que ahora parece un espejismo, y ante la que los expertos se plantean qué ha vuelto a fallar.
Igualdad atribuye el repunte al "debate neomachista" y a un efecto imitación
Preocupa el repunte de las víctimas menores de 30 años -son ya 16-, un colectivo en el que se habían reducido los crímenes hasta hace un par de meses, y en el que parecían haber calado las campañas de prevención y denuncia pero en el que se han cebado varios de los últimos crímenes. También es alarmante el incremento de los suicidios o las tentativas de ello por parte de los agresores. El 17,1% de los asesinos machistas se quitó la vida tras su crimen y el 22,8% lo intentó; frente al 37,5% o el 30,3% que se suicidó o lo intentó en 2009 y 2008, respectivamente.
Entre las causas del repunte está el "debate neomachista de la victimización de las mujeres" junto a la polémica de las denuncias falsas, opina Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. También observa un posible efecto imitación o paso a la acción y la existencia de una bolsa de maltrato que no termina de emerger en forma de denuncia.
El último caso se produjo ayer en Santa Maria de Palautordera (Vallès Oriental, Barcelona). Allí, Francisco L. C., de 35 años asesinó a su esposa, Rosa María García Venteo, de 43 en su casa. Tras matarla, el agresor intentó quitarse la vida varias veces. Al no conseguirlo se presentó en la comisaría de la policía local de Sant Celoni y confesó el homicidio. Eran las seis de la mañana. El hombre estaba malherido, así que fue trasladado y atendido en un centro sanitario, donde permanece bajo custodia judicial.
El cuerpo de la víctima no presentaba signos externos de violencia de arma blanca o de fuego, así que la autopsia determinará la causa de la muerte, según los Mossos. Tampoco la mujer había denunciado a su pareja por malos tratos, según las autoridades. Sin embargo, la familia de la víctima asegura que Francisco L. C. era un hombre "violento" y "muy celoso". "En una ocasión [el agresor] rompió la televisión y, en otra, el aire acondicionado. Teníamos miedo de que un día el golpe se lo diera a ella", explicó Mercedes Sánchez, una prima de la víctima. A pesar de esto la familia no denunció nunca.
Y como Rosa María, otras 50 asesinadas este año no había denunciado a sus verdugos. Algo ante lo que las autoridades parecen no tener aún respuesta. "Ha mejorado la respuesta judicial, pero, a pesar de ello y de que puede mejorar más, la justicia actúa cuando ya se ha producido la violencia", sostiene Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio de la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial, que insiste en que se debe incidir en la prevención para evitar estas situaciones.
Las más de 100.000 denuncias al año y 145.000 condenas dictadas en los cinco años de Ley Integral de Violencia de Género no han bastado para evitar los 398 crímenes machistas que se han producido desde 2005. "El cambio no ha llegado a cada uno de los rincones y a aquellos que más necesitan cambiar, que son los maltratadores", opina Lorente. Da un dato: además de las 70 fallecidas este año se han producido al menos otros 17 casos de agresiones machistas graves sin resultado de muerte. Sin embargo, sostiene que a pesar de la gravedad del análisis del año, la ley ha logrado mucho: "Sin la normativa estaríamos hablando de más de diez muertas al mes, sin ninguna duda".
Lorente, al igual que la ministra de Sanidad Política Social e Igualdad, Leire Pajín, asegura que la polémica sobre las denuncias falsas está haciendo un "flaco favor" a las víctimas de esta lacra. "Ese debate alimenta la violencia y provoca que quien ya está en una situación así sea más violento", considera.
Igualdad también estudia el factor "imitación o paso a la acción" como uno de los factores a considerar en estos crímenes y al que dar respuesta: asesinatos cometidos dentro de una misma comunidad en días muy seguidos, o que emplean la misma arma o siguen el mismo patrón. Un elemento que parece, además, tener particular impacto en los agresores de menor edad.
"Es preocupante que aparezcan en los jóvenes patrones de dominio y sumisión que creíamos patrimonio del pasado", analiza Montalbán. "Y eso no hace más que reforzarnos en que hace falta más trabajo en ese ámbito preventivo y educativo". Son muchas las mujeres que han logrado salir de una situación de violencia. Que han sobrevivido y que han comenzado una nueva vida. Pero las 70 asesinadas por los machistas revelan que las campañas aún no funcionan. Y que no bastan.
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