Sobre todo si es como ésta. No me extraña que Karen Blixen se quedara colgada de África y de sus kikuyus.
Pues si, el lugar para mitómanos (soy uno de ellos) al que me refería en los alrededores de Nairobi es la casa donde vivió la escritora danesa (de sorprendente parecido con Meryl Streep) autora de Memorias de África (Out of África) y donde tuvo su famosa plantación de café. La casa está en lo que hoy es el barrio residencial de Nairobi, una zona de clima bonancible, calles asfaltadas y cuidadas mansiones rodeadas de césped.. y de guardas de seguridad.
Karen vivió en ella con su marido, el barón Bror Blixen-Finecke, y en ella recibía a su amante, el cazador y aventurero inglés Denys Finch Hatton (de sorprendente parecido con Robert Redford, vaya por Dios) hasta que en 1931, tras la muerte de Denys en un accidente de avioneta y la ruina de su cafetal por los bajos precios del mercado, tuvo que venderla y regresar a a Dinamarca. Allí fue donde empezó a escribir su más famosa obra:
"Yo tenía una granja en África, a los pies de las colinas Ngong..."
Las colinas siguen viéndose desde el cuidado jardín que rodea la hacienda, con su perfil alomado como unos nudillos envueltos en niebla azul. Dentro se conservan muchos muebles originales de Karen, fotografías de ella y su familia durante aquellos años felices, recuerdos de cacerías, de reuniones sociales...
Se puede ver el dormitorio original, también algunos de los trajes que Meryl Streep usó en la película y ediciones de Out of África en todas las lenguas.
Hay fotos curiosas, como las que se ve a Blixen con dos sombreros. Era un poco maniática y decía que el sol de África te secaba el cerebro, por eso salía de cacería o de paseo con dos de ellos puestos.
Están también las lámparas de aceite que encendía para comunicarle a Denys Finch Hatton que estaba sola y tenía vía libre para entrar...
En fin, que la casa es una delicia, con toda la calidez y la atmósfera sosegada de una época pasada en la que los blancos que vivían aquí, vivía muy bien. A costa de los de siempre, claro. Lástima que no dejen hacer fotos en el interior, por eso solo os la enseño por fuera.
Si te emocionó Memorias de África tienes que venir por aquí. A Sidney Pollack tenían que hacerle un monumento en Kenia: pocas películas han hecho tanto por la promoción turística de un país como ésta.
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