El coreógrafo David Dawson actualiza en una versión contemporánea el ballet romántico .
Giselle es el ballet romántico por excelencia. Una historia de inocentes campesinas y desaprensivos príncipes, de corazones rotos y almas de doncellas traicionadas que vagan aterrorizando a los hombres desde el más allá. Concebido por el poeta y crítico de arte francés Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy, Adophe Adam compuso la música y Jules Perrot y Jean Coralli crearon la coreografía para su estreno el 28 de junio de 1841 en París. La versión que Marius Petipa estrenó en 1884 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo inmortalizó este ballet romántico al que el coreógrafo británico David Dawson (Londres, 1972) le ha quitado tutús y mallas en una recreación minimalista para el Semperoper Ballet, la compañía de danza de la Ópera de Dresde. El conjunto alemán presenta desde hoy y hasta el 15 de noviembre en el Teatro del Liceo de Barcelona esta nueva versión del popular ballet.
Dawson, ex bailarín y coreógrafo residente de la compañía hasta 2009, revisó en 2008 el popular ballet romántico para los bailarines del conjunto alemán con el propósito de aportar una visión contemporánea de la obra a través de un lenguaje coreográfico más próximo al público del siglo XXI, pero sin abandonar la técnica clásica del ballet ni renunciar a la narratividad de la pieza.
El coreógrafo libera la obra del poso edulcorado que el romanticismo le ha depositado para presentar una versión limpia y austera, que centra el foco en amor y la tragedia de la campesina Giselle, enamorada de Albert y traicionada por él, que muere de amor. Todo ello con una puesta en escena desnuda donde la campiña del primer acto es un espacio blanco y diáfano que contrasta con la oscuridad del mundo de las wilis, las ninfas malignas que en vida fueron mujeres engañadas, del segundo acto.
Para crear esta versión, David Dawson ha contado con la complicidad del compositor y director de orquesta David Coleman, responsable musical de las funciones del Liceo al frente a la Orquestra Simfònica del Vallès que ocupará el foso, quien se ha responsabilizado de los arreglos musicales del ballet de Adolphe Adam para adaptarlo a la nueva versión del coreógrafo.
Con dos siglos de historia, el Semperoper Ballet de Dresde, integrado por 60 bailarines, empezó a forjar su prestigio en la década de 1920 bajo la dirección de Ellen Cleve-Petz. Su repertorio abarca desde los ballets de repertorio romántico y clásico a coreografías neoclásicas y modernas. Desde 2006 el canadiense Aaron S. Watkin es el director artístico de la compañía.
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