1 ago 2010
ROMY
Una semana antes de su muerte, Romy se marchó con Delon a Niza. Tenían la presentación en una cadena de Televisión, con motivo de un homenaje a "los romances mas celebres del cine". Laurent Petit no estuvo nunca de acuerdo con este viaje, recordaba las palabras de su amigo Piccoli, y temía por la tristeza que se abatiría sobre la pequeña Sarah Biasini, pero Romy insistió, preparó sus mejores galas, y en unión de Alain, de su secretario, su peluquera, y un buen numero de maletas partió en avión hacia la Costa Azul. Ella recordaba los días que había pasado con Delon en Niza, en los tiempos en que Luchino Visconti andaba tras ella para que aceptara ser la co-protagonista de LUÍS II y de paso que estudiara la proposición de ser compañera de la Garbo en el proyecto inacabado de Visconti, de llevar al cine EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, donde el director quería tener a Romy otra vez a su lado. Luchino amaba, adoraba y veneraba a la actriz, y según confesiones hechas a Helmut Berger: "No podía estar sin sentir su sonrisa y su voz", pero Romy abandonó durante mas de una semana el domicilio donde compartía su vida con Petit y su hija y se entregó a los brazos del amor de su vida.
Delon, en aquellos días estaba vigilado por la policía francesa, con motivo del asesinato de su guardaespaldas, pero a pesar de todo ello, la pareja partió para Niza y estuvieron mas de una semana perdidos por la costa, a bordo de un yate. Sobre estos días no hay datos, pero no hay que ser muy inteligente para adivinar que tanto Romy como Alain vivieron lo que sería sus últimos días de enamorados. El resultado no fué muy halagüeño, pues a la vuelta del viaje, Laurent Petit, al igual que David Nassoy Sr. recibieron a una Romy deteriorada, frágil, sin apenas hablar, con ojeras muy profundas, sin prestar atención apenas a su pequeña Sarah, y encerrándose en sus habitaciones prácticamente todo el día.... ¿que le sucedía?...¿que hacía que Romy obrase así?...tanta era la preocupación de Petit que fué visitada por uno de los mas afamados psiquiatras de Paris.
La situación a primeros de Mayo de 1982 era mucho mas calmada, tenía un tratamiento controlado por el especialista que la visitó y había recibido la oferta de interpretar en teatro la obra FEDRA de Eurípides, y la ilusión volvió a su vida.
Al principio la actriz seguía dejándose llevar por Laurent, por su pequeña Sarah y la constante presencia de amigos en la casa del Productor..... pero todo aquello duró poco. José me cuenta que David Nassoy hijo, siempre le oía a su padre comentar las fiestas, las cenas en el jardín y las partidas de póker que allí se sucedían. Romy se levantaba muy temprano, desayunaba y se ponía a estudiar, le comentó que era un tremendo reto representar en Paris el difícil papel de FEDRA.... Todos creían que la felicidad, y la ilusión había vuelto a la casa, pero a pesar de ser una primavera nueva, después de haber vivido un otoño y un invierno infernal, la estación carecía de algo fundamental, en la casa faltaba entre la pareja, esa compenetración y pasión que vivieron cuando se conocieron.
Romy apenas hablaba con Laurent, estaba casi todo el día en su habitación, dejaba en manos del servicio el cuidado de Sarah y solo salía por la noche, cuando llegaban los primeros invitados. Nassoy cuenta que verla aparecer por la enorme escalera, era como un espejismo, excesivamente maquillada, con risa forzada y vestida siempre con tonos rojos. Nassoy la conocía muy bien, y apreciaba en Romy signos no muy naturales, porque ella siempre se maquillaba sin ganas, y odiaba el color rojo. No era esta una aparición natural, algo estaba formándose en su cerebro, y se lo comentó a Laurent, pero no le dió demasiada importancia, siempre decía que Romy era victima de si misma, que era como una niña mal criada, y que era positivo verla charlar con los invitados....Pero Nassoy no tenía ante sí a la mujer que fotografió tantas veces, a aquella actriz de sonrisa clara, contagiosa y dulce, la Romy que veía ahora era una especie de muñeca rota, un espectro empujado a convivir sin mas.
Michele Morgan, extraordinaria actriz francesa y gran amiga de Romy comentó años después de la muerte de la actriz, lo siguiente:
"Aquellas noches en casa de Petit eran una pesadilla para mí. Nunca debí aceptar las invitaciones que me hacían para jugar al póker, o reunirme con amigos de la profesión. Siempre tenía mis ojos sobre Romy, no los quité ni un solo instante de aquellas dos noches, no podía, vestida con aquel color...... Aquella no era mi querida niña de siempre, había en ella como una sombra antinatural, hablaba de forma incoherente, de cosas que no venían a cuento, y su risa...!cómo olvidar aquella risa!... era lo que mas daño me hacía, porque era diferente. He querido desechar aquellos momentos, días antes de morir, pero no he podido, ni creo que pueda nunca. Cuando me han preguntado sobre su muerte, no he sabido nunca que decir, ni cual era o es mi opinión. Solo puedo decir que entonces ya estaba muerta.
Nunca la olvidaré, era el ser mas alegre, noble, ocurrente y bello que he tenido a mi lado. Solo quiero recordarla así...."
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