Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 ago 2010

Harry el Sucio contra Al Qaeda



Frank Miller enciende la polémica con su última creación: un héroe pos 11-S
En los comic-books de los años cuarenta, Superman y el Capitán América pateaban literalmente a Hitler.
Los grandes héroes de las editoriales DC y Marvel lucharon codo a codo con los aliados contra los nazis, pero parece que Batman se quedó en casa esperando un mejor momento. Una ocasión que, para el dibujante Frank Miller, llegó tras el 11-S.

"Es más equilibrado que Batman, aunque mate a 100 personas en una historieta"
En la WonderCon de San Francisco de 2006 (convención anual de cómics y ciencia-ficción), el que en su día revolucionara el concepto del hombre murciélago con Batman: The Dark Knight Returns -y, de paso, todo el concepto de superhéroe, al abrir una nueva etapa del género-, anunciaba que el personaje tendría su oportunidad con la nueva novela gráfica que estaba preparando.
Holy Terror Batman! enfrentaría al emblemático personaje contra el terrorismo de Al Qaeda para "recordar a la gente que lo ha olvidado contra quien nos enfrentamos".

Un arriesgado planteamiento que no arredraba al creador de Sin City, habituado a que la controversia acompañe sus obras, como la que generó la versión de Batman que firmó junto al dibujante Jim Lee, All Star Batman and Robin. Hiperbólica en su concepción de la violencia hasta la parodia, no ha sido bien aceptada por sus seguidores.

En la reciente ComicCon de San Diego (la mayor convención del mundo del cómic), Miller recupera aquel proyecto de hace cuatro años, con importantes cambios: "Llevé a Batman tan lejos como podía, pero dejaba de ser Batman. He decidido que no sea una historia de Batman.
Está mucho más próximo a Harry el Sucio.
Es un héroe que lucha contra Al Qaeda". Para el autor, el nuevo personaje que ha creado, The Fixer, "es muy diferente a Batman, no es un alma torturada, es un tipo más equilibrado, aunque tenga que disparar a cien personas en el curso de la historia".
Un personaje que deja total libertad a Miller para entrar de nuevo en sus obsesiones temáticas: el héroe y su función como elemento catalizador de una moralidad colectiva, siempre desde una perspectiva muy particular, con ideas y opiniones más allá de la corrección política que, con seguridad, darán lugar a las más encendidas polémicas.

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