Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 jul 2009

""DESPEDIDAS""" CINE



A pesar de que algunos de sus acontecimientos se pueden calificar de previsibles, la película está repleta de pasajes conmovedores que se combinan a la perfección con ligeros apuntes humorísticos. Magnífico trabajo de su reparto.

De las pocas sorpresas que acontecieron durante la celebración de la última ceremonia de los Oscar®, la que sin duda nos pilló a todos completamente desprevenidos fue la de “Despedidas”, cinta que se llevó el premio a la Mejor Película de Habla No Inglesa. A pesar de la fuerte competencia, encontrándonos con títulos como “Vals con Bashir” o “La clase”, la propuesta japonesa obtuvo la codiciada estatuilla dorada, acumulando otro importante galardón a los muchos que ya había alcanzado en tierras asiáticas (a todo ello hay que sumar su incuestionable éxito en su país de origen, donde recaudó unos extraordinarios 61 millones de dólares). Aunque no nos hallamos ante una joya del cine, lo cierto es que puedo entender el porqué de este reconocimiento, ya que la cinta aborda con especial sensibilidad un tema tan peliagudo como es el de la muerte, mostrándonos lo que ésta supone para las personas que pierden a un ser amado.



Daigo Kobayashi es un violonchelista que se queda sin trabajo debido a que el patrocinador de la orquesta en la que toca ha decidido no invertir más dinero en ella, puesto que son muy pocas las personas que acuden a estos recitales. Es entonces cuando le propone a su esposa que se vayan a vivir a la pequeña ciudad en la que él nació, ya que allí se encuentra la casa que ha heredado de su fallecida madre. Su mujer, que se dedica a diseñar páginas de Internet, acepta los deseos de su marido y se muestra encantada de vivir en un lugar que nada tiene que ver con el bullicio de Tokio. Por supuesto, Daigo ha de buscar un empleo, y encuentra uno como ayudante de un hombre que realiza un ritual que consiste en adecentar los cadáveres antes de introducirlos en el ataúd. El problema está en que poca gente ve con buenos ojos un oficio que él tan sólo ha aceptado por lo bien pagado que está, puesto que sus primeras experiencias al observar cómo se visten o maquillan a los muertos no es que sean precisamente muy agradables.



“Despedidas” es una película conmovedora, un sólido reflejo del dolor de unos familiares que pierden a sus seres queridos.
El director, Yôjirô Takita, transmite las emociones de estos personajes al espectador sin caer en ningún momento en el sentimentalismo barato, de ahí que para ello utilice una puesta en escena sobria y deje que sea el elenco el que lleve el peso del relato (cabe destacar la labor de Masahiro Motoki y la de la joven Ryoko Hirosue, a quien en Occidente conocemos gracias a “Wasabi, el trato sucio de la Mafia”, si bien la interpretación que en verdad sobresale es la del veterano Tsutomu Yamazaki, un habitual del cine del gran Akira Kurosawa).
Además, tanto el realizador como el guionista consiguen que nos creamos cómo se van desarrollando las distintas relaciones de la historia, desde la del protagonista con su esposa, que atraviesa no pocos vaivenes, hasta la de aquél con su jefe o la secretaria (así, poco a poco van descubriéndose los secretos y las inquietudes de cada uno de ellos).
No es una propuesta redonda y, ciertamente, el desenlace resulta previsible, por no hablar de que a cierta parte del público no le gustará el lento devenir de la narración, mas, a pesar de estos problemas, la cinta posee suficientes cualidades como para recomendar su visionado.

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