Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

27 ene 2020

El pin de Karelys...............................................Boris Izaguirre

Mis padres no hubieran pasado el examen pero nos enseñaron a ser libres

Karelys Rodríguez, en una imagen de su Instagram.
Karelys Rodríguez, en una imagen de su Instagram.

 

Karelys, la examiga del diestro Cayetano Rivera, ha abierto la boca y el corazón exclusivamente para la revista ¡Hola! y le ha entregado uno de los mejores titulares posibles: 
“Quiero hablar y aclararlo todo”.
 Desde Freud y el psicoanálisis lo oral es como una nueva fe, sobre todo eso de que con tan solo hablar con el corazón en la mano como tanto le gusta al semanario, todo se resuelve como por arte de magia.
 Ojalá fuera así. Pero no lo es.
 Lo que sí ha ocurrido es que, tras abrir la boca, Karelys se ha convertido en una nueva vip, de la que esperamos más.
 Queremos saber su opinión de oráculo sobre casi todo: desde el Satisfyer plus y el punto P hasta el pin parental.
Karelys se ha citado con ¡Hola! en un entorno semifamiliar mientras repartía su tiempo entre el deseo de esconderse tras el escándalo de sus fotos con el torero en una anodina cafetería en Londres, y el de disfrutar las fiestas navideñas con su familia. 
En la entrevista, Karelys defiende que es una persona con valores, palabra que, en mi opinión, se ha puesto muy de moda coincidiendo con el ascenso de VOX y de los nacionalismos.

 De repente, todo el mundo exhibe valores como Karelys exhibe un poco de busto.
El príncipe Enrique habló para tratar de explicar el Megxit y también citó los valores. 
Rafael Tarradas, nuevo escritor miembro de La Junta y de la familia Bultó, también habla de valores. 
Y qué no decir de la diputada Rocío Monasterio en televisión, vestida de medio luto, presumiendo de valores.
 Los valores son la nueva divisa. 

Rocío Monasterio, en la Asamblea de Madrid, el pasado 9 de enero. 
Rocío Monasterio, en la Asamblea de Madrid, el pasado 9 de enero.
Como Monasterio, Karelys invoca la importancia que la ética tiene en su educación y pone el ejemplo de su madre, una mujer luchadora que ha criado a tres hijos. 
Una madre valerosa que parece una pre heroína del MeToo. 
El problema es que el salto a la fama de Karelys es lo menos MeToo posible: apareciendo como una inquietante tercera figura en una familia con un pin parental bastante conservador y taurino. Karelys, por supuesto, declara que cuando salió con Rivera el torero vivía un paréntesis en su noviazgo con Eva González. Siempre fascina la facilidad del famoso para saltar de pareja a amistades que duran lo que tarda en restablecerse el amor con la futura madre de tus hijos. 
Es carne de pin parental y algo que está a la orden del día en los realities
Pero Karelys tiene tiempo en su confesión a ¡Hola! para plantear que no sabe qué futuro tendrá su relación con Cayetano.
Claro, ¡no pueden ni hablar! Y sin hablar no hay arreglo ni psicoanálisis posible. Me gustaría confesar que me gusta más Eva González, porque ha conseguido atravesar esta terapia en silencio. Y eso tiene auténtico valor.
Con tantísimos valores no sería sorprendente que Karelys hiciese carrera como abogada defensora del pin parental
Pero podría costarle un poco más ese volver al anonimato que desea porque, aunque ella lo niegue, se nota que le encanta compartir portada con Meghan y Enrique y Laura Vecino, que anuncia una nueva línea de ropa, en medio de todo este jaleo de aristócratas sin títulos y amigas conflictivas.
Por eso, viendo a Karelys con sus valores expuestos y metida en un traje sastre tan blanco como estratégicamente abotonado pensé en el pin parental y concluí que mis padres difícilmente pasarían el examen.
 Por ejemplo, no estaban casados cuando me concibieron y cuando lo hicieron en el Registro civil fue bajo un decreto que legalizaba los concubinatos.
 Como no siempre podían pagar personas que me cuidaran, me llevaban con ellos a sus fiestas y me ponían a dormir en el sofá de sus anfitriones mientras ellos seguían bebiendo, fumando y discutiendo de política y literatura. 
Tampoco cooperaron para que me bautizara e hiciera la Primera comunión. “Todos los trajes de Primera comunión pican y son incómodos”, deslizaba mi madre.
No, mis padres no habrían superado el pin parental pero puedo asegurar que celebramos el 89 cumpleaños de mi padre, Rodolfo Izaguirre, emocionados, agradeciéndole su cariño, que haya estado siempre próximo, directo, enseñándonos a ser un poco más libres. Él nos escuchó atentamente, porque también está un poquito sordo, y nos dijo suavemente que agradecía nuestra comprensión.
 “Me hubiera gustado hacer dinero pero solo pude haceros ricos en amor”.
 E inteligencia, me atreví a sugerir. Ese es el pin parental que yo uso.

Un holandés, condenado por llamar a la reina Máxima “cerda asquerosa”

Un varón neerlandés llamó a la esposa del rey Guillermo de Holanda "perra" e "hija de un asesino" delante de la policía y deberá cumplir con 40 horas de servicio comunitario.

Maxima de Holanda, en octubre.
Maxima de Holanda, en octubre. CORDON PRESS

 

Un hombre neerlandés de 63 años ha sido condenado a cumplir 40 horas de servicios comunitarios por llamar a la reina Máxima de Holanda “hija de un asesino”, “cerda asquerosa” y “perra”. 
Los hechos ocurrieron el pasado octubre en la ciudad de Utrecht, en el centro del país, cuando la policía imponía una multa de 104 euros a otra persona en un centro comercial. 
En el mismo grupo se encontraba el varón ahora condenado, que insultó así a la soberana consorte.

El hombre multado se enfadó en 2019 cuando vio que la policía imponía el correctivo al cliente de un comercio, y dijo: 
“Este dinero irá, a través de los impuestos, a la hija de un asesino”. 
Aludía con ello a Jorge Zorreguieta, el padre de Máxima, nacida en Argentina, que fue secretario de Estado de Agricultura y Ganadería durante la dictadura del general Videla. 
Los reyes se encontraban en ese momento a miles de kilómetros: estaban en Japón para asistir a la entronización del príncipe Naruhito. 
Como el sancionado ya había insultado antes a los soberanos, el juez dictó la orden de servicio comunitario.
Hasta 2019, ultrajar a los reyes se consideraba un delito de lesa majestad y podía costar hasta cinco años de cárcel. 
El Parlamento neerlandés decidió que las injurias a la Corona convertían al monarca, en ese caso, en un ciudadano superior al resto, y procedió a igualarle al resto.
 En estos momentos, las penas por insultarle son similares a las que se impondrían por afrentar a un funcionario: un máximo de cuatro meses de cárcel, y las variaciones, ya sean multas en efectivo, o bien tareas sociales, decidas por los tribunales en cada caso.
 La propuesta fue aprobada por 120 votos a favor y 30 en contra.
 La cuestión sobre las injurias había surgido cuando, en 2014, el periodista holandés de origen iraquí Abulkasim Al-Jaberi fue detenido por decir obscenidades contra el rey, la reina y la monarquía.
 Afrontaba una multa de cinco años de cárcel y 20.000 euros, pero la Fiscalía decidió que sus palabras eran parte del "contexto del debate público" y el caso no llegó a los tribunales.
A pesar de que fue apercibido por los agentes, el hombre persistió en su actitud y ha sido sancionado porque el juez y la fiscalía han decidido que sus palabras “son inaceptables, y no encajan en la figura de la libertad de expresión al no contribuir al debate público”. 
Las injurias al rey, su familia o bien otros jefes de Estado reciben en los Países Bajos la misma penalización que las dirigidas a cualquier funcionario.
En España, el pleno del Congreso acordó en octubre de 2018 a propuesta de Unidas Podemos y con el voto del PSOE eliminar el delito de injurias a la Corona, tipificado en el Código Penal con penas de entre cuatro y 24 meses de prisión. 

Antonio Banderas: “He sido el eterno nominado”

El actor se prepara para una semana final de promoción por la estatuilla de Hollywood, y asegura que el futuro de su teatro le ocupa pero no le preocupa.

Antonio Banderas en un momento de su actuación en la gala de los Goya. En vídeo, declaraciones del actor malagueño tras la entrega de los premios. Foto: Alejandro Ruesga | Vídeo: EFE

 

A las dos de la madrugada del domingo, con la estatuilla del Goya al mejor actor en la mano, Antonio Banderas (Málaga, 59 años) insistía: “Vivo mi mejor año profesional. De verdad. 
Los premios que he recibido, la apertura del teatro... Estoy profundamente feliz”.
Cansado, tras la función de la tarde de A Chorus Line —la obra que tiene en cartel en su teatro malagueño—, la alfombra roja de los Goya, la ceremonia con premio y la actuación final en la que cantaba y bailaba con sus compañeros del teatro, el malagueño decidía irse a casa. 
Ayer le esperaba de nuevo otra función en el Soho CaixaBank antes de subirse a su avión para presentar hoy en Barcelona el inicio de la gira de A Chorus Line y volar mañana a Nueva York para dar el último empujón de promoción a  su candidatura al Oscar a mejor actor por Dolor y gloria. .
 “Si mi cardiólogo estuviera aquí estaría flipando, porque tengo el corazón a mil”, confesaba en el escenario tras recibir el Goya. El pobre médico debió de sufrir lo suyo el sábado.
 Ayer, horas antes de su actuación vespertina en su teatro, Banderas (Málaga, 59 años) reiteraba por teléfono su felicidad.
 “He estado décadas trabajando en Los Ángeles y por tanto hasta hace poco el Goya parecía un premio lejano. 
Pero he estado nominado cinco veces... 
Agradecí muchísimo el Goya de Honor y la Medalla de la Academia, ahora bien, el del sábado tiene un sabor especial porque yo he estado muchas veces ahí.
 He sido el eterno nominado”.
El actor suelta de carrerilla todas sus candidaturas a grandes premios: Globos de Oro, Tony, Emmy... 
“Y nunca se decía mi nombre al final. 
Al menos he estado 40 años en esa carrera”, recuerda, para acabar confesando: 
“Que se oiga tu nombre es muy especial. Y en un año mágico, con el mejor director de mi vida...  
 Recuerdo cómo hace décadas íbamos a los festivales internacionales con una mano delante y otra detrás y ganábamos premios. 
Hay tantos recuerdos...”. Y por eso decidió dejarse llevar, “surfear la emoción” e improvisar un discurso.
En cambio, para el Oscar sabe que hay pocas posibilidades. 
“Estoy pagando a Batman a ver si se carga al Joker”, bromeó con la prensa.
 Por teléfono, desgrana: “Me pongo en manos de Sony Classics, la distribuidora estadounidense de Dolor y gloria.
 Iré el mismo martes al programa de Stephen Colbert [tras dos coloquios en sendos cines], luego haré el miércoles todos los matinales posibles, el jueves en Los Ángeles apareceré en el late night de Conan O'Brien, y radios...
 Sinceramente, llego tarde porque me he centrado en mi teatro, y para ganar el Oscar hay que tocar los platillos todo el día y hacer mucho ruido.
 Pero pienso disfrutar la ceremonia, ir superrelajado tras este año. Sin discursos en el bolsillo, porque no va a pasar, aunque con el orgullo de estar nominado con una película chiquita y un personaje que habla en español, dejando fuera a Christian Bale, Robert De Niro...”.

El Goya del sábado cerraba una semana con asuntos menos gloriosos que el premio: el abandono de Lluís Pasqual de la dirección artística del Soho CaixaBank, que había asumido en febrero del año pasado.
 Una salida estruendosa, porque Pasqual fue un fichaje estrella de Banderas. 
“Mi teatro me ocupa, pero no me preocupa”, responde el actor. "Hemos empezado muy fuerte, vendiendo 55.000 entradas en cuatro días, haciendo historia en el teatro español.
 Hemos abierto y vamos a tener llenos. 
Esta tarde [por el domingo] voy a meter a gente en banquitos porque no hay sitio.
 ¿Vamos a bajar? Claro, aunque la constancia será la clave.
 La ausencia de Lluís era una ausencia casi programada desde el inicio, porque él me dijo que me ayudaría a lanzar el teatro y que luego ya veríamos. 
Ese ‘ya veríamos’ ha pasado. 
Creo que vendrá a dirigir dentro de poco; ha quedado en el aire, aunque sé que se dará, porque la despedida ha sido sin acritud y dejando aquí un equipo humano maravilloso”.

Banderas insiste en que ya está programando la temporada 2021/2022, en contacto con una red con otros escenarios: 
“En junio es probable que construyamos otro teatro para ligarlo a la escuela. 
El proyecto del Soho no es solo una sala en el centro de Málaga. Incluye una educación de actores y equipos técnicos”. 
Y en el horizonte está su próxima película en España. “Será una comedia con Penélope Cruz”, confirma. 
“Poco más puedo contar”.

La vida de Felipe VI que no está en la agenda oficial

Como otros monarcas del siglo XXI, el Rey, que celebra la próxima semana 52 años, intenta blindar su tiempo privado

 


Rey Felipe VI
El Rey y la princesa Leonor, en la plaza Benavente de Madrid.