Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 jul 2019

Paz Vega, un año de luces, sombras y Hacienda

La actriz vive un buen momento profesional, a la vez que su nombre aparece por primera vez en la lista de morosos con una deuda de 2,49 millones.

Paz Vega y su marido Orson Salazar, en el Festival de Cannes el pasado mayo.
Paz Vega y su marido Orson Salazar, en el Festival de Cannes el pasado mayo. GTRESONLINE
Paz Vega está viviendo un año de luces y sombras.
 Su vida personal parece estable y feliz al lado de su familia, a quien denomina "la tribu": su marido Orson Salazar y sus hijos, Ava, Lenon y Orson junior. 
Profesionalmente, la televisión, el cine y la publicidad le han abierto las puertas que un día parecieron cerradas para ella en España, hasta el punto de obligarla a trasladar su residencia a Los Ángeles, en California, para buscar las oportunidades que parecían haber desaparecido en su país.
 "No trabajo en España no porque no quiera, sino porque no me ofrecen nada", dijo entonces la intérprete.
 Pero la globalización de las producciones, su goteo constante de trabajo durante la etapa americana, donde ha vivido durante 14 años, y su éxito como imagen publicitaria para marcas de nivel internacional, han dejado atrás el abismo que se abre para cualquier actriz que ve cómo los guiones no llegan ni para poder rechazarlos.
El curso empezó para ella de forma inmejorable después de quedar en segundo lugar en MasterChef Celebrity, el reality de cocina de La 1 que durante 11 semanas la convirtió en una más de la familia para muchos hogares españoles en los que se sigue este programa de televisión.
 Una más que se ganó la simpatía del público por su constancia, esfuerzo y sentido del humor, además de por ofrecer una imagen sencilla y colaboradora con sus compañeros que la mostraba como una mujer cercana y perseverante alejada de la imagen sofisticada de los posados de alfombra roja.
La semana pasada llegaron las sombras. 
Por primera vez el nombre de la actriz aparecía en la lista de morosos que publica anualmente la Agencia Tributaria y la deuda que mantiene con el fisco es más que respetable: en total 2,49 millones de euros. 
Los problemas de la actriz con Hacienda se remontan a 2016 pero hasta ahora María Paz Campos Trigo —su nombre real— no había formado parte de esta lista porque su deuda era inferior al millón de euros.
 Ese año se supo que "sus diferencias con Hacienda", como ella misma las calificó, habían provocado el embargo preventivo, que no ejecutivo, de dos inmuebles que la actriz posee en Sevilla y Madrid.
Paz Vega junto a Sylvester Stallone en el último festival de Cannes.
Paz Vega junto a Sylvester Stallone en el último festival de Cannes. GtresOnline
La actriz se casó en 2002 con Orson Salazar Roa en Caracas, Venezuela, país de origen de él.
 Y en 2005 repitieron ceremonia para contraer matrimonio por la iglesia.
 Desde 2017 la familia volvió a vivir en Madrid y sus ingresos económicos, y también sus problemas fiscales, no se limitan a los que genera Paz Vega con su trabajo como intérprete, ya que mientras ella se ha centrado en su profesión de actriz e imagen publicitaria, su marido ha ido ampliando la actividad empresarial de cada uno de ellos por separado y en unión.

Entonces afirmó que no se trataba de ningún tipo de delito ni de evasión de capitales sino de "disparidades de criterio" con la Agencia Tributaria que seguían un proceso de reclamación.
 En 2016 las anotaciones de embargo se realizaron para responder a casi 700.000 euros de deuda, en octubre de 2018 la cantidad ascendía a más de 1,17 millones, una cifra que ha seguido aumentando hasta la actual, en parte por los intereses que generan las cantidades que se deben al fisco y de las que ya se han quejado otros actores españoles que se han encontrado en la misma situación que Paz Vega.
El nombre de Paz Vega aparece en varias sociedades, entre ellas Espejito, espejito S.L. constituida en 1998 y Mas Club 69 O P S.L., activa desde 2003, ambas dedicadas a actividades de postproducción cinematográfica, de vídeo y programas de televisión; y Orpasa Patrimonio S.L., creada en 2005, cuyo objeto es la promoción inmobiliaria y en la que también figura su marido. Por su parte Orson Salazar aparece en un total de siete empresas: en tres como administrador único (Klik Gráfica S.L:,
 Pro Aicos Independent S.L., Aicos Agencia Internacional Creativa SL.); en otras dos como administrador (las ya mencionadas Orpasa y Mas Club 69 O P; como administrador mancomunado en Fik Brothers SL aparece y como administrador solidario en Victory Gens Partners Trust SL. 
Además figura como socio en tres de ellas.
Si Hacienda preocupa al matrimonio no lo reflejan en sus apariciones públicas, en las que la actriz sigue mostrando su imagen más sonriente y glamurosa, como ocurrió el pasado mes de mayo en el Festival de Cannes, donde Paz Vega acudió junto a Sylvester Stallone para presentar la quinta entrega de Rambo (Rambo V: Last Blood), una de las películas que consolidó la fama del actor.
 Este año también ha protagonizado Ay mi madre, una comedia dirigida por Frank Ariza y actualmente participa en una producción de Televisa que se rueda en México, Cuna de lobos;  
 también ha formado parte del elenco de la serie de misterio The OA, cuya segunda temporada se estrenó en marzo en Netflix, y ha rodado en Bulgaria American Night, del director italiano Alessio Della Valle, cuyo estreno está previsto también para este año.
Un año intenso en todos los sentidos, enturbiado por una deuda fiscal cuya resolución se conocerá en los próximos meses.



 

Se vende el refugio de Jackie Kennedy

Su hija Caroline quiere deshacerse de la mansión de la isla de Martha’s Vineyard, por la que pide 57 millones.

Jackie Kennedy, en un retrato de los años 60
Jackie Kennedy, en un retrato de los años 60 Getty Images
La granja de la cancela roja vuelve a abrir sus puertas, que estaban prácticamente cerradas desde 1994. Red Gate Farm, la finca y casa que compró y construyó Jacqueline Kennedy Onassis, sale a la venta. 
Así lo ha dado a conocer su hija, Caroline Kennedy, que ha realizado un vídeo para explicar los motivos por los que la propiedad ha salido a la venta y por nada menos que 65 millones de dólares (57,3 millones de euros).
La ex primera dama de Estados Unidos compró la finca en 1979 por 1,1 millones de dólares del momento, cuando era simplemente una granja de ovejas y su única construcción era una cabaña de cazadores.
 Lo hizo tratando de construirse su propio refugio "y protegiendo el lugar de su potencial desarrollo", según cuenta la Vineyard Gazette, la publicación local de la isla, que la califica como "una propiedad ecológicamente singular". 

Desde niña, Jackie era una apasionada del mar y siempre quiso vivir cerca de él.
 Por eso, cuando ya era viuda y trabajaba como editora en Nueva York se decidió por esta propiedad, entonces casi vacía.
 El prestigioso arquitecto Hugh Newell Jacobson le construyó una casa de dos plantas y 600 metros cuadrados con cinco dormitorios, tres chimeneas, cinco baños, cuatro habitaciones de invitados, dos garajes, casa para el guardés, embarcadero, piscina y pista de tenis que estuvo acabada en 1981. 
Los jardines fueron creados por Bunny Mellon, que ya había diseñado el jardín de rosas de la Casa Blanca cuando ella la ocupaba. 
 Ella decidió cómo dar forma a los interiores de forma minuciosa, y dio indicaciones precisas al servicio de todos los detalles e incluso de donde tenían que colocarse las flores frescas.
La piscina de la casa de Jackie Kennedy Onassis en Martha's Vineyard. 
La piscina de la casa de Jackie Kennedy Onassis en Martha's Vineyard. CHRISTIE'S REAL ESTATE
Jackie se hizo con la finca cuatro años después de la muerte de su último marido, el magnate griego de las navieras Aristoteles Onassis. 
 Pero ya conocía la zona de su primera matrimonio con el expresidente Kennedy, cuya familia tenía una residencia en Hyannis Port, en las costas de Massachussets, frente a la isla. "Mi madre se enamoró de Martha's Vineyard", explica Caroline Kennedy en ese vídeo
 "Le encantaba explorar el cabo, navegar por Nantucket con mi padre y participar de las actividades familiares de Hyannis Port. Pero cuando mi hermano y yo crecimos, quería un sitio para ella misma".
 Fue entonces cuando decidió hacerse con el lugar, de 1,2 kilómetros cuadrados, dos estanques y dunas que llevaban hasta la playa.
Como cuenta Caroline, a su madre "le encantaban las paredes de piedra vieja, la garza azul que vivía en el estanque de las dunas, colocar cestas para langostas en Menemsha Pond, las leyendas del lugar, construir una casa en el árbol para sus nietos". 
Pero ella misma confiesa: "Ahora esos nietos ya han crecido y ha llegado el momento de seguir el ejemplo de mi madre y crear nuestros propios mundos. 
Esperamos que otra familia atesore este lugar como lo hemos hecho nosotros. 
Todavía es el lugar más bello de la tierra". De ahí que, ya en 2005, reorganizaran la propiedad y, en 2013, decidieran ceder parte del terreno a una sociedad de conservación de la isla.
 Y por eso ahora han decidido sacar la casa a la venta a través de la casa Christie's.
 
Vista de Red Gate Farm, la casa de Jackie Kennedy Onassis. 
Vista de Red Gate Farm, la casa de Jackie Kennedy Onassis. CHRISTIE'S REAL ESTATE

 Las playas de Massachussets y la propia Martha's Vineyard tienen un sabor agridulce para los Kennedy. Frente a las costas de esa pequeña isla del estado de Massachussets murieron John John Kennedy —el hijo de JFK y Jackie— en julio de 1999, tras sufrir un accidente con una avioneta en la que pilotaba él y en la que viaja con su esposa Carolyn Bessette y su Lauren. 
De ahí que, como afirme Caroline Kennedy, "nuestra familia siempre volverá a Martha's Vineyard, pero es momento de descubrir nuevos puertos".


 

La princesa Haya se enfrenta a su esposo, el emir de Dubái, en un tribunal de Londres

La mujer más joven de Mohamed Bin Rashid huyó de Emiratos la semana pasada.

 

La extraña y perturbadora intimidad de la radio

Cuando escribo sobre la radio siento que escribo sobre mí. Creo que muy poca gente es capaz de escribir sobre ella sin desnudarse un poco.

 
Un aparato de radio antiguo.
Un aparato de radio antiguo. GTRES
Se lamentaba Juan José Millás el otro día en una hermosa columna de que escribimos mucho sobre tele pero casi nada sobre radio, “porque la radio es metafísica allá donde solo interesa la física”. Otra explicación menos elegante tiene que ver con el pudor: la tele es pública, pero la radio es privada. 
Por eso es más fácil escribir en los periódicos sobre la primera.

Cuando escribo sobre la tele me llevo la escritura a cualquier terreno e hilar un discurso sobre la actualidad que puede debatirse con esa distancia con la que se manejan los asuntos públicos.
Esos que, en el fondo, no van con nosotros, sino con abstracciones lejanas como el gobierno, el país o el fin del mundo. Cuando escribo sobre la radio, en cambio, siento que escribo sobre mí, y creo que muy poca gente es capaz de escribir sobre la radio sin desnudarse un poco, porque los locutores no son para nosotros tribunos ni figuras públicas, sino voces de las que nos enamoramos y con las que mantenemos relaciones a veces tórridas, complicadas y vergonzosas.
Por eso no entiendo que, acomplejada por la televisión, la radio renuncie a ese superpoder de electrificar la intimidad del oyente. Los estudios, que antes eran covachas con una mesa, unos micros y unos individuos pálidos que exprimían sin apenas recursos todas las posibilidades expresivas de sus aparatos fonadores, se han convertido en platós con cámaras y escenografías luminosas y pirotécnicas que propician un ambiente mucho más dado a la predicación que a la confidencia, y si algo me han enseñado mis maestros, los que me han dejado boicotearles los guiones en directo y hacer todo tipo de gamberradas -Toni Garrido, Juan Carlos Ortega y Carlos Alsina-, es que la radio vive en ese segundo registro, que no se deja teorizar ni comprender del todo. 
El que solo se escucha.