Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

27 jun 2019

La marca de belleza de Hailey Baldwin, bloqueada por culpa de su esposo Justin Bieber

La modelo no ha podido registrar su firma de cosméticos Bieber Beauty debido a que el cantante posee ese mismo nombre comercial desde 2009.

Justin Bieber y Hailey Baldwin, por las calles de Los Ángeles, el pasado octubre.
Justin Bieber y Hailey Baldwin, por las calles de Los Ángeles, el pasado octubre.
Ser la esposa de Justin Bieber también puede tener algún inconveniente. 
Y es que la modelo Hailey Baldwin ha visto frustrado uno de sus sueños solo por llevar el apellido del cantante canadiense, con quien se casó a finales del pasado verano
Según informa The Blast, Baldwin, de 22 años, quiso registrar la marca Bieber Beauty para lanzar una línea de belleza y cosméticos, pero la solicitud ha sido rechazada por la oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos debido a una posible confusión con otras marcas comerciales que ya son propiedad de su esposo.
Desde 2009, cuando Justin Bieber publicó su primer disco My World, el cantante registró su nombre como marca comercial y, además de sus trabajos musicales, durante la última década ha estado vinculada también a cosméticos, jabones, champús y perfumes. 
El mismo sector en el que Baldwin quiere adentrarse desde el pasado abril.
Sin embargo, no todo está perdido para las ambiciones de moda y belleza de la supermodelo. 
Según el portal estadounidense Page Six, Hailey Baldwin había presentado anteriormente su marca bajo su nombre de soltera, Rhode, su primer apellido, unas solicitudes que no han sido rechazadas aunque el alcance no será el mismo que con el apellido del cantante canadiense.
 Eso sí, basta con una simple autorización por parte del intérprete de Sorry para que su esposa pueda ver su sueño hecho realidad.
Justin Bieber, de 25 años, y Hailey Baldwin, de 22, se casaron el pasado septiembre, solo dos meses después de haberse comprometido.
 Ambos eran amigos desde hace casi 10 años, pero en 2016 empezaron una relación, aunque con muchas idas y venidas —mientras Bieber retomó su relación con Selena Gomez y Baldwin salió con el cantante Shawn Mendes—.
 Finalmente, retomaron su relación en mayo de 2017 y, desde entonces, han sido inseparables.
El pasado noviembre, la modelo y sobrina del actor Alec Baldwin, cambió su apellido por el del cantante, una costumbre generalizada entre las mujeres casadas de los países anglosajones.
 Aunque en su trabajo como modelo sigue utilizando Rhode como primer apellido, en sus redes sociales y con sus amigos ya ha pasado a ser Hailey Bieber.


 

Diccionario de diversidad sexual

La diversidad hace referencia a la diferencia, la variedad y la abundancia de cosas distintas o la desemejanza. 
 Si los seres humanos son diferentes entre sí, más aún es la orientación sexual.
 Este es un diccionario de diversidad sexual contado en primera persona.
Pincha en cada letra e identifícate con la tuya. 

La niña que contó el golpe de Pinochet en su diario

 

Francisca Márquez tenía 12 años el 11 de septiembre de 1973. Casi medio siglo después, se publica su mirada infantil sobre el inicio de la dictadura.

Francisca Márquez, en Santiago de Chile.
Francisca Márquez, en Santiago de Chile.
En agosto de 1973, la chilena Francisca Márquez, de 12 años, comienza su sexto diario de vida.
 A la mayor entre cuatro hermanas mujeres y admiradora de Ana Frank, los problemas de salud la empujaron por el camino de la observación y la escritura temprana.
 "Mi gran sueño es hacer un libro y que se publique y se haga famoso", escribe en la primera página. 
"Tal vez algún día sea una gran escritora o a lo mejor solo una escritora.
 O nada". 
En las 40 hojas de un cuaderno escolar cuadriculado, la niña describe la vida infantil de comienzos de los años setenta en Chile y, sobre todo, la cotidianidad de un país inexistente –con sus vocablos, formas de vida y su tensión política y social– que se quebró con un golpe de Estado que irrumpió en la vida de todos los ciudadanos
"Dios mío, he sabido una cosa espantosa: Allende se suicidó", escribe a las nueve y cincuenta de la noche del 11 de septiembre de 1973, según se lee en El diario de Francisca, un libro-objeto recientemente publicado en Chile, que contiene el escrito de hace casi medio siglo, arropado de una decena de ensayos académicos que lo contextualizan.
"Cuando dimos con el diario en 2014, lo encontré maravilloso. Primero, porque está muy bellamente escrito", relata la psicoanalista Patricia Castillo, una de las editoras del libro junto a la asistente social y poeta, Alejandra González.
 Investigadora de la experiencia de los niños en la represión –tiene una página de Facebook llamada Infancia en dictadura–, Castillo indica que "como ningún otro objeto, el diario de Francisca permite dar cuenta de la reflexión ético-política de una niña y de los hechos que marcan su ambivalencia con las valoraciones del período".
 El libro, de la editorial Hueders, se compone de cuatro cuadernillos: junto a la reproducción exacta del diario, en otro se presenta la transcripción textual, para facilitar la lectura.
 Los ensayos de distintas disciplinas están organizados en dos facsímiles, Preludio y Fuga.
 
Francisca Márquez en 1973.
Francisca Márquez en 1973.
Francisca Márquez, la niña de 1973, con los años se convirtió en una destacada antropóloga. 
"Escribía porque yo era muy enferma", recuerda hoy sobre sus textos íntimos.
 "Mis diarios se explican por mi permanente postración, pero también por una familia de alto capital cultural". 
Relata que fue su madre la que por décadas guardó los 17 diarios de vida que escribió desde que a los siete años la operaron de un riñón hasta los 27, cuando contrajo matrimonio.
 No había valorado lo que contenían sus páginas hasta que, en 2003, para los 30 años del golpe, por primera vez comentó de su existencia fuera de su círculo familiar y le pidieron publicar un extracto en un número especial de una revista. 
Sus diarios de la niñez aparecieron luego en un documental de televisión para los 40 años del golpe, en 2013, hasta que decidió a donarlos al Museo de la Memoria, que relata el golpe de Estado y la dictadura de Pinochet a través de la experiencia de las víctimas.
Pero ni Francisca ni su familia fueron víctimas de la dictadura, parte del valor de los documentos que ahora se publican: 
"Casi no hay trabajos sobre esa parte de la sociedad que estuvo bajo el régimen dictatorial y le tocó tomar posición, aunque no haya participado de la resistencia e incluso haya sido pro régimen", señala la editora Castillo. 
Sus padres, profesionales de clase media, menos preocupados de la política que de la cultura, habían decidido junto a un grupo de amigos enviar a sus respectivas hijas a un colegio lejano de donde vivían, pero de excelencia: el establecimiento de la elite santiaguina Santa Úrsula, mayoritariamente conservador. 
Francisca, por lo tanto, no pertenecía al mismo mundo que sus compañeras de clase, lo que le permitió escribir con cierta distancia lo que observaba a su alrededor. 
Porque su diario, aunque releva episodios típicos de una niña de 12 años –"la Angélica y la Paula ya no son muy amigas mías"–, muestra la forma en que la sociedad chilena se fue transformando en una nación de enemigos. 
"La pelea fue por una niñita que es amiga mía.
 Ella se llama Francisca Sotomayor. Sus padres son U.P. [partidarios del Gobierno de Allende de la Unidad Popular]".
Las colas para comprar el pan en los tiempos de escasez.
 Los líos sociales y las peleas, que la niña describe utilizando una palabra que prácticamente ya no se ocupa en Chile: boche. El 11 de septiembre de 1973:
 "Son las 11.45 am.
 El ejército, la marina y la aviación han decidido echar a Allende y a sus ministros. 
Allende está en La Moneda.
 Y el ejército, la marina y la aviación le dijeron a Allende que se rindiera porque si no se rendía iban a atacar por tierra y aire. Resultado:
 Allende no se rindió y bombardearon La Moneda. 
Y se empezó a incendiar".
 El ambiente que se vivió esa jornada en su barrio, en el municipio de Ñuñoa:
 "Por mi calle todas las casas pusieron una bandera chilena en la ventana.
 Y unas personas hasta sacaron una mesa para la calle.
 Y empezaron a dar café". Sus propios sentimientos ante lo que sucedía en su país:
 "A mí me da pena que maten o destierren a Allende"
  La empatía de una niña de 12 años: 
"No creí que para hacer rendirse a los U.P. se tuvieran que sacrificar tantas vidas".
De acuerdo a la editora, Patricia Castillo, tanto los niños de las familias de derecha como de izquierda comenzaron, desde entonces, a sufrir por la propia inseguridad de los padres: 
"Los niños intuyen que los padres no saben lo que va a pasar y hay pocas cosas que desestructuren más a un niño que la falta de estabilidad y proyección". 
 Francisca recuerda que su propia casa era un lugar de paso para los adultos que partían al exilio y dejaban a sus niños alojando algunos días en su hogar: 
"Me acuerdo de ese permanente pasar". 
Las monjas de su colegio, en tanto, recolectaban dinero para entregarlo a la Junta del Gobierno militar:
 "Desde septiembre, cada curso está juntando plata para la restauración de Chile. 
Y hoy día como es el día del colegio, una monja fue a dar la plata a la junta", escribió Francisca el 23 de octubre de 1973.
 Pero la autora parecía simpatizar más con el bando caído y comienza a quedar en evidencia los cambios de su pensamiento político: "...es de lo más U.P.", decía sobre una amiga. 
"Ella me habló. Y en casi todas las cosas le hallé razón. 
No es que yo sea socialista sino que comprendo a los pobres.
 Y que la U.P. los ayudaba", escribió en la última página de ese diario.
Hoy, Francisca Márquez piensa que "no todos los niños pueden escribir tanto" y que es lo único excepcional del texto: 
"Que una niña, con alto acceso a consumo cultural, pudiera expresar lo que le estaba pasando". 
Su diario, en el que escribía que su gran sueño era hacer un libro, se publicó 46 años después y comienza poco a poco a hacerse famoso.

 

 

Judi Dench defiende el trabajo de Harvey Weinstein y Kevin Spacey

La veterana actriz asegura que las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre ellos no deben empañar su "talento" profesional.

Judi Dench, en el festival de San Sebastián, el pasado septiembre.
Judi Dench, en el festival de San Sebastián, el pasado septiembre.
Judi Dench condenó el comportamiento de Kevin Spacey y Harvey Weinstein cuando aparecieron las primeras acusaciones de acoso sexual, pero no no pone en duda su trabajo.
 En una entrevista con The Radio Times, la veterana actriz británica habló de la eliminación de Spacey de la película Todo el dinero en el mundo de Ridley Scott en 2017.
 "¿Qué tipo de agonía es esa? ¿Vamos a negar 10 años en el Old Vic y todo lo que hizo [como director artístico]? ¿Cuán maravilloso ha sido en todas esas películas?
 ¿No vamos a ver todas esas películas que Harvey produjo?", preguntó la actriz.
El teatro de Londres The Old Vic recibió al menos 20 testimonios personales de presunta conducta inapropiada por parte de Spacey, quien fue su director artístico entre 2004 y 2015.
 Ninguno condujo a un proceso penal. 
El actor de House of Cards apareció a principios de este mes en un tribunal de Massachusetts como parte de un caso en el que se le acusa de abusar de un joven en 2016, algo que él niega.
La veterana actriz, de 84 años, tenía una relación cercana tanto con Weinstein como con Spacey.
 Al primero ha declarado deberle su carrera en Hollywood, y del segundo también ha confesado en el pasado guardarle gratitud por el apoyo que le mostró durante la filmación de la película Atando cabos, en 2001, poco después de que falleciera el marido de la intérprete, Michael Williams. “No puedo aprobar de ninguna manera lo que dicen que ha hecho, pero ¿todos los compañeros que han cometido en el pasado algún tipo de falta van a ser marginados y excluidos de la industria cinematográfica? ¿Tenemos que ir atrás y excluir a cualquier persona que en el pasado se haya comportado mal? Es un actor maravilloso y un buen amigo”, insistió la actriz sobre Spacey en una entrevista con este periódico el pasado septiembre, cuando fue galardonada con el Premio Donostia del Festival de Cine de San Sebastián.

"No se puede negar a alguien su talento", dijo.
 "Es mejor entonces que nunca mires un cuadro de Caravaggio [el pintor del Renacimiento también fue un asesino] o que nunca hayas ido a ver a Noël Coward [el dramaturgo británico fue acusado de comportamiento depredador]", continuó en su discurso.
La actriz ha sido una colaboradora habitual de Weinstein, pero fue rápida en condenar su comportamiento tras las denuncias de las que ella dijo que no sabía nada. 
Weinstein ha negado todos los cargos de sexo no consentido.