Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 ago 2018

Villarejo fabricó un informe del CNI para amedrentar a Corinna Larsen

El director del Centro Nacional de Inteligencia explicó el engaño en su comparecencia a puerta cerrada en el Congreso.

Miguel González

 

El comisario José Manuel Villarejo recurrió al engaño para amedrentar y presionar a la examiga íntima de Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein (Larsen de soltera). 
A su cita de 2015 en Londres, donde la grabó acusando al Rey emérito de tener cuentas en paraísos fiscales o de utilizarla a ella como testaferro, acudió el policía con un falso informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), fabricado por él mismo, con un supuesto plan para meterla en la cárcel.
¿Cómo logró ganarse Villarejo, un policía de modales rudos y lenguaje zafio, la confianza de una sofisticada y cosmopolita lobbista internacional casada en segundas nupcias con un aristócrata alemán cuyo apellido sigue utilizando?

La explicación la dio el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán, durante su comparecencia del pasado día 26 en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso. 
El jefe del espionaje español mostró a puerta cerrada a los diputados los dos documentos que exhibió Villarejo ante la germano-danesa para ganarse su confianza, convenciéndola de que necesitaba su protección.


El más importante era un supuesto plan del CNI para mandarla a la cárcel.
 Zu Sayn-Wittgenstein, que ya estaba convencida de que el servicio secreto español estaba detrás de los supuestos robos de documentación que había sufrido en Londres y Montecarlo, era proclive a creerse esa falsificación, por burda que fuera.
Pero quizá no hubiera tragado el anzuelo si Villarejo no le hubiese mostrado el segundo documento: el contrato del Fondo Hispano-Saudí de Infraestructuras, del que ella fue comisionista.

El fondo fue una iniciativa del Ministerio de Exteriores, en la época en que lo dirigía Miguel Ángel Moratinos, para engrasar el desembarco de las empresas españolas en Arabia Saudí.
 Se trataba de que españoles y saudíes lo nutriesen a partes iguales. Hasta 14 empresas españolas pusieron más de 20 millones, pero los saudíes no desembolsaron un euro, por lo que se acabó disolviendo. Aunque no se hizo ninguna inversión, los gestores se embolsaron más de cuatro millones.
 Su representante era la amiga íntima de Juan Carlos l.

Aunque Villarejo intentó inquietar a su interlocutora sugiriendo que los que perdieron su dinero podrían denunciarla, la exhibición del contrato no servía tanto para amenazarla como para ganarse su credulidad: el documento era auténtico y una copia del mismo figuraba entre la documentación que supuestamente le fue sustraída, según ella sospechaba, por el espionaje español.
El hecho de que Villarejo lo tuviera en su poder daba credibilidad al disfraz bajo el que se presentaba: él era un íntegro y patriota agente del CNI enfrentado a su despótico y corrupto director.
Si la amiga del Rey se creía que Villarejo había sacado de los archivos del servicio secreto la copia del contrato del Fondo Hispano-Saudí, también podría creerse que había obtenido del mismo sitio el supuesto plan para meterla a ella en la cárcel. 
La estrategia funcionó a la perfección.
Concluida la operación de amedrentamiento y captación, se inició el diálogo cuya grabación fue difundida el pasado 11 de junio por los digitales OKDiario y El Español.
 Con el expresidente de Telefónica, Juan Villalonga, como maestro de ceremonias, la aristócrata fue desgranando, a preguntas de Villarejo, un rosario de revelaciones escandalosas y supuestos delitos atribuidos al rey Juan Carlos, desde el cobro de comisiones por el contrato del AVE a La Meca al regalo de una finca en Marrakech por parte de Mohamed VI.
La finca, aseguró Sanz, no se llegó a inscribir y no pasó de un ofrecimiento del rey de Marruecos en un momento en el que deseaba atraer a la jet-set a una ciudad golpeada por el terrorismo islamista. 
Según el jefe del CNI, el Rey no cobró del AVE y tampoco lo hizo su amiga, aunque esta intentó sin éxito repetir el negocio del Fondo Hispano-Saudí.
El director del servicio secreto dijo en el Congreso que no había investigado el patrimonio de Juan Carlos I en el extranjero porque ni el Gobierno se lo había ordenado ni ningún juez se lo había autorizado.
 A quien sí investigó, por indicación del Gobierno y con autorización judicial, fue a su amiga.

Sin nadie detrás

La orden se la dio a finales de 2011 el presidente Zapatero, de acuerdo con la Casa del Rey, ante el temor de que una persona que se había introducido en el círculo más íntimo de don Juan Carlos y tenía creciente influencia sobre él pudiera responder a intereses de alguna potencia extranjera y comprometer la seguridad nacional. Pese a sus relaciones con magnates rusos, la investigación concluyó que tras ella no había nadie más que ella.
En mayo de 2012, un mes después del accidentado safari de Botsuana, por el que Juan Carlos I tuvo que pedir públicamente disculpas, el director del CNI viajó a Londres a ver a la mujer con conocimiento del Rey.
 La conversación se desarrolló en términos cordiales, según aseguró a los diputados el general Sanz, quien negó rotundamente las supuestas amenazas a las que se refirió ella en su conversación con Villarejo.
La relación entre Juan Carlos I y su amiga germano-danesa se rompió en la Pascua Militar de 2014, cuando un Rey desorientado y titubeante evidenció su creciente incapacidad para llevar la Jefatura del Estado. 
Seis meses después abdicaría en su hijo Felipe VI.
Relevado en el trono Juan Carlos I y rotos sus vínculos con su examiga íntima, el CNI perdió interés por ella. 
Pero en 2015, poco después de la cita de Londres, elaboró una nota secreta en la que advertía de la nueva conexión entre Villarejo y Zu Sayn-Wittgenstein.
 El general Sanz se la mostró a los diputados.
Con Villarejo en prisión desde noviembre por los delitos de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, el director del CNI no descartó nuevas revelaciones escandalosas.
 La ventaja es que todo el material, 30 terabytes de información, está ya en poder de la Justicia.





El abogado de 'La Manada' reprocha a Joaquín Prat

que no hable de la detención del marido de Ana Rosa Quintana.

 

Agustín Martínez, abogado de tres de los miembros de 'La Manada', ha sido entrevistado este jueves en El Programa del Verano de Telecinco, presentado por Joaquín Prat, que le ha preguntado por la detención de uno de ellos tras robar unas gafas e intentar atropellar a dos vigilantes de seguridad.
Martínez, que ha asegurado que no le hace "ni pizca de gracia" este asunto, ha vivido un momento de tensión con Prat, quien advirtió al abogado de que iban a analizar el historial delictivo previo del detenido.
"De lo que vamos a hablar es de este asunto concreto o de otros que no tienen por qué tener relación. El primero que has hecho o descrito un perfil de la forma que tienen tus clientes de conducirse por la vida has sido tú", ha dicho el presentador.
A lo que Martínez ha respondido lo siguiente: "Joaquín, tú habla de lo que quieras o de lo que te dejen".
 Una frase que ha vuelto a repetir con cierta sorna en referencia a la detención de Juan Muñoz, empresario y marido de la presentadora Ana Rosa Quintana, de la que no se ha hecho eco el programa desde que se produjo.

1 ago 2018

El joven que rechazó 100.000 dólares con 27 años gana el 'Nobel' de las matemáticas

El alemán Peter Scholze recibe la medalla Fields junto al iraní Caucher Birkar, el australiano Akshay Venkatesh y el italiano Alessi Fegalli.

medalla fields peter scholze
El alemán Peter Scholze, director del Instituto Max Planck de Matemáticas.
Con 17 años tocaba el bajo en un grupo de rock, con 24 se convirtió en el catedrático más joven de la historia de Alemania —tras estudiar la carrera de Matemáticas en solo año y medio— y con 27 rechazó un premio New Horizons para jóvenes matemáticos prometedores, dotado con 100.000 dólares.
 Hoy, con 30 años, Peter Scholze es uno de los cuatro investigadores reconocidos con la medalla Fields, considerada como un premio Nobel para matemáticos menores de 40 años. 
 Los otros tres ganadores son el iraní Caucher Birkar, el australiano Akshay Venkatesh y el italiano Alessi Fegalli.
 Los cuatro eran habituales en las quinielas de los premios. 
Scholze, nacido en Dresde en 1987 y recién nombrado director del Instituto Max Planck de Matemáticas, es el padre de una nueva clase de estructuras geométricas, los espacios perfectoides, que han sido muy útiles en el llamado Programa Langlands. 
Se trata de “una teoría fascinante que teje una telaraña de sensacionales conexiones entre campos matemáticos que a primera vista parecen encontrarse a años luz de distancia: álgebra, geometría, teoría de números, análisis y física cuántica”, según describe el ruso-estadounidense Edward Frenkel en su libro Amor y matemáticas.
 “Si vemos estos campos como continentes en el mundo oculto de las matemáticas, el Programa Langlands constituiría el dispositivo definitivo de teletransporte, capaz de llevarnos instantáneamente de uno a otro, de ida y de vuelta”, añade Frenkel.

Scholze nunca ha explicado por qué rechazó el premio New Horizons y sus 100.000 dólares, pero en algunos foros matemáticos se especula con que, siendo ya uno de los mejores de su disciplina con 27 años, no veía sentido a recibir un premio para investigadores prometedores. 
“Está considerado como uno de los matemáticos más brillantes de su generación”, ha explicado hoy en un comunicado José Ignacio Burgos, investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT).
Los ganadores de la medalla Fields —que se entrega cada cuatro años— se han dado a conocer en el Congreso Internacional de Matemáticos que se ha inaugurado hoy en Río de Janeiro (Brasil). La iraní Maryam Mirzakhani, fallecida el año pasado a los 40 años, es la única mujer entre los más de medio centenar de premiados desde 1936.
 Los cuatro varones galardonados en esta edición comparten su precocidad. Akshay Venkatesh, nacido en 1981 en Nueva Delhi (India) y criado en Australia, ganó con solo 12 años una medalla en la Olimpiada Matemática Internacional. 
Con 13 años, empezó la carrera de Matemáticas y Física en la Universidad de Australia Occidental.
 Con 20 años, acabó su doctorado en la Universidad de Princeton, en EE UU. 
Y desde los 27 años es profesor en la Universidad de Stanford.

Caucher Birkar nació en 1978 en Marivan, una región kurda de Irán, en la frontera con Irak. 
Su especialidad es la geometría algebraica, un mundo multidimensional en el que multitud de ecuaciones definen otra multitud de formas, como las elipses y los llamados óvalos de Cassini, según resume el congreso brasileño en un comunicado. Birkar, tras estudiar Matemáticas en la Universidad de Teherán, emigró al Reino Unido. 
Hoy, ya con la nacionalidad británica, es catedrático de la Universidad de Cambridge.
El cuarto galardonado es el italiano Alessio Figalli (Roma, 1984). El matemático, hoy catedrático de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, hizo su tesis doctoral en solo un año, bajo la supervisión del francés Cédric Villani, una de las caras más conocidas de las matemáticas mundiales gracias a su peculiar manera de vestir. Figalli ha realizado “contribuciones fundamentales” a la llamada teoría de regularidad del problema del transporte óptimo, según destaca el ICMAT.
 “Esta cuestión consiste en distribuir recursos de forma que el coste de un cierto proceso sea el menor posible
. Por ejemplo, la transmisión de oxígeno a las células, o la distribución de mercancías entre un almacén central de una cadena y todos sus supermercados”, detalla la institución.

 

Los mejores desnudos masculinos de la historia del arte

A lo largo de la historia, y con diversos enfoques (de la exaltación a la cosificación), han sido muchos los artistas que se han inspirado en la belleza del cuerpo del hombre.

 Hemos pedido a cuatro especialistas los mejores ejemplos de desnudos artísticos masculinos: el historiador y novelista Bruno Ruiz-Nicoli, especializado en la antigüedad clásica;

 los artistas Carmen González Castro y David Trullo, que desde una mirada contemporánea suelen emplear el motivo del desnudo en su obra; y el periodista cultural Ianko López.

 Este es el resultado.

   ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza.    ¿Por qué es tan bueno?  Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.   

 'Marte' (hacia 1638), de Diego de Velázquez. Museo del Prado

 ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”.    ¿Por qué es tan bueno?  “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.    

'Hombre en el baño' (1884), de Gustave Caillebotte. Museo de Bellas Artes de Boston .

 

Los 20 mejores desnudos masculinos de la historia del arte

A lo largo de la historia, y con diversos enfoques (de la exaltación a la cosificación), han sido muchos los artistas que se han inspirado en la belleza del cuerpo del hombre. Hemos pedido a cuatro especialistas los mejores ejemplos de desnudos artísticos masculinos: el historiador y novelista Bruno Ruiz-Nicoli, especializado en la antigüedad clásica; los artistas Carmen González Castro y David Trullo, que desde una mirada contemporánea suelen emplear el motivo del desnudo en su obra; y el periodista cultural Ianko López. Este es el resultado

  •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza.    ¿Por qué es tan bueno?  Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
    1'Marte' (hacia 1638), de Diego de Velázquez. Museo del Prado (Madrid) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza. ¿Por qué es tan bueno? Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
  •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”.    ¿Por qué es tan bueno?  “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
    2'Hombre en el baño' (1884), de Gustave Caillebotte. Museo de Bellas Artes de Boston ¿Pero qué hace este hombre desnudo? El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”. ¿Por qué es tan bueno? “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
  •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  “Edipo se enfrenta desnudo a la Esfinge porque es un héroe y un hombre. Los esqueletos que le rodean muestran las consecuencias que provocaría un error al responder al acertijo. ¿Qué ser camina sobre cuatro patas, sobre dos y sobre tres? Edipo responde inclinando su torso hacia el monstruo en una afirmación de su propia identidad. Lo tienes ante ti, parece decir”, explica Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Jean-Auguste-Dominique Ingres (Francia, 1780-1867) es uno de los pintores más excéntricos de la historia del arte. Clásico y anticlásico a la vez, modernísimo y arcaico, ha desconcertado a muchos historiadores. Sea como fuere, aquí nos fascina por la cualidad alabastrina de la piel del protagonista, que parece invitarnos a tocarla.   
    'Edipo y la Esfinge' (1802), de Jean-Auguste-Dominique Ingres. Museo del Louvre (París) 
     
     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Caravaggio (Italia, 1571-1610) revolucionó la pintura religiosa tomando como modelos a personas que encontraba en las calles, con lo que logró un extra de realismo que supuso un avance respecto a los modos manieristas inmediatamente anteriores. Y eso se transmite a los desnudos, incluidos los de personajes de los Evangelios.    ¿Por qué es tan bueno?  “La carga homoerótica que transmite el joven que representa a San Juan Bautista radica en su realismo. El abrazo al carnero y el apoyo sobre la piel de cabra enfatizan la sensualidad de la composición en espiral”, analiza Bruno Ruiz-Nicoli.   
    'San Juan Bautista' (Doria-Pamphilj) (1602), de Caravaggio. Galleria Doria-Pamphilij. Roma. 
     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En la antigua Grecia, el gimnasio (o “palestra”) formaba parte del día a día de todo hombre con categoría de ciudadano. Y el semidiós Hércules o Heracles, hijo de Zeus, era epítome del superhombre, lleno de arrojo y vigor. “La desnudez era propia de los dioses, los héroes y los atletas”, explica sobre esta obra de Lisipo (hacia 370 antes de Cristo-hacia 318 antes de Cristo) el especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Para Ruiz-Nicoli, todo radica en la originalidad del momento elegido por el artista: “Lisipo, a quien se atribuye el original de esta obra, reflejó el cansancio de Hércules tras finalizar sus doce trabajos. El reposo de su masiva musculatura oculta la clave de la obra: las manzanas de las Hespérides de su mano derecha”.    
    'Hércules Farnesio' (siglo IV a.C.), de Lisipo. Museo Arqueológico de Nápoles 

    Los 20 mejores desnudos masculinos de la historia del arte

    A lo largo de la historia, y con diversos enfoques (de la exaltación a la cosificación), han sido muchos los artistas que se han inspirado en la belleza del cuerpo del hombre. Hemos pedido a cuatro especialistas los mejores ejemplos de desnudos artísticos masculinos: el historiador y novelista Bruno Ruiz-Nicoli, especializado en la antigüedad clásica; los artistas Carmen González Castro y David Trullo, que desde una mirada contemporánea suelen emplear el motivo del desnudo en su obra; y el periodista cultural Ianko López. Este es el resultado

    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza.    ¿Por qué es tan bueno?  Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
      1'Marte' (hacia 1638), de Diego de Velázquez. Museo del Prado (Madrid) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza. ¿Por qué es tan bueno? Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”.    ¿Por qué es tan bueno?  “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
      2'Hombre en el baño' (1884), de Gustave Caillebotte. Museo de Bellas Artes de Boston ¿Pero qué hace este hombre desnudo? El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”. ¿Por qué es tan bueno? “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  “Edipo se enfrenta desnudo a la Esfinge porque es un héroe y un hombre. Los esqueletos que le rodean muestran las consecuencias que provocaría un error al responder al acertijo. ¿Qué ser camina sobre cuatro patas, sobre dos y sobre tres? Edipo responde inclinando su torso hacia el monstruo en una afirmación de su propia identidad. Lo tienes ante ti, parece decir”, explica Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Jean-Auguste-Dominique Ingres (Francia, 1780-1867) es uno de los pintores más excéntricos de la historia del arte. Clásico y anticlásico a la vez, modernísimo y arcaico, ha desconcertado a muchos historiadores. Sea como fuere, aquí nos fascina por la cualidad alabastrina de la piel del protagonista, que parece invitarnos a tocarla.
      3'Edipo y la Esfinge' (1802), de Jean-Auguste-Dominique Ingres. Museo del Louvre (París) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? “Edipo se enfrenta desnudo a la Esfinge porque es un héroe y un hombre. Los esqueletos que le rodean muestran las consecuencias que provocaría un error al responder al acertijo. ¿Qué ser camina sobre cuatro patas, sobre dos y sobre tres? Edipo responde inclinando su torso hacia el monstruo en una afirmación de su propia identidad. Lo tienes ante ti, parece decir”, explica Bruno Ruiz-Nicoli. ¿Por qué es tan bueno? Jean-Auguste-Dominique Ingres (Francia, 1780-1867) es uno de los pintores más excéntricos de la historia del arte. Clásico y anticlásico a la vez, modernísimo y arcaico, ha desconcertado a muchos historiadores. Sea como fuere, aquí nos fascina por la cualidad alabastrina de la piel del protagonista, que parece invitarnos a tocarla.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Ah, esa parte del cuerpo masculino. “La parte más hermosa del cuerpo de un hombre creo que está allí donde el torso se asienta”, ha dicho el autor de esta obra, el fotógrafo Duane Michals (Pensilvania, Estados Unidos, 1932). Y no es el único en pensarlo.    ¿Por qué es tan bueno?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli nos recuerda que Duane Michals hace explícita su opinión a través del texto y manifiesta así lo que, a lo largo de la historia, permanecía codificado en la propia obra: “Las líneas gemelas, de una gracia femenina, envuelven el tronco, guiando los ojos hacia abajo, hacia su intersección, el punto de placer.”
      4'The most beautiful part of a man’s body' (La parte más hermosa del cuerpo de un hombre) (1986), de Duane Michals ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Ah, esa parte del cuerpo masculino. “La parte más hermosa del cuerpo de un hombre creo que está allí donde el torso se asienta”, ha dicho el autor de esta obra, el fotógrafo Duane Michals (Pensilvania, Estados Unidos, 1932). Y no es el único en pensarlo. ¿Por qué es tan bueno? El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli nos recuerda que Duane Michals hace explícita su opinión a través del texto y manifiesta así lo que, a lo largo de la historia, permanecía codificado en la propia obra: “Las líneas gemelas, de una gracia femenina, envuelven el tronco, guiando los ojos hacia abajo, hacia su intersección, el punto de placer.”
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Caravaggio (Italia, 1571-1610) revolucionó la pintura religiosa tomando como modelos a personas que encontraba en las calles, con lo que logró un extra de realismo que supuso un avance respecto a los modos manieristas inmediatamente anteriores. Y eso se transmite a los desnudos, incluidos los de personajes de los Evangelios.    ¿Por qué es tan bueno?  “La carga homoerótica que transmite el joven que representa a San Juan Bautista radica en su realismo. El abrazo al carnero y el apoyo sobre la piel de cabra enfatizan la sensualidad de la composición en espiral”, analiza Bruno Ruiz-Nicoli.
      5'San Juan Bautista' (Doria-Pamphilj) (1602), de Caravaggio. Galleria Doria-Pamphilij. Roma. ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Caravaggio (Italia, 1571-1610) revolucionó la pintura religiosa tomando como modelos a personas que encontraba en las calles, con lo que logró un extra de realismo que supuso un avance respecto a los modos manieristas inmediatamente anteriores. Y eso se transmite a los desnudos, incluidos los de personajes de los Evangelios. ¿Por qué es tan bueno? “La carga homoerótica que transmite el joven que representa a San Juan Bautista radica en su realismo. El abrazo al carnero y el apoyo sobre la piel de cabra enfatizan la sensualidad de la composición en espiral”, analiza Bruno Ruiz-Nicoli.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En la antigua Grecia, el gimnasio (o “palestra”) formaba parte del día a día de todo hombre con categoría de ciudadano. Y el semidiós Hércules o Heracles, hijo de Zeus, era epítome del superhombre, lleno de arrojo y vigor. “La desnudez era propia de los dioses, los héroes y los atletas”, explica sobre esta obra de Lisipo (hacia 370 antes de Cristo-hacia 318 antes de Cristo) el especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Para Ruiz-Nicoli, todo radica en la originalidad del momento elegido por el artista: “Lisipo, a quien se atribuye el original de esta obra, reflejó el cansancio de Hércules tras finalizar sus doce trabajos. El reposo de su masiva musculatura oculta la clave de la obra: las manzanas de las Hespérides de su mano derecha”.
      6'Hércules Farnesio' (siglo IV a.C.), de Lisipo. Museo Arqueológico de Nápoles ¿Pero qué hace este hombre desnudo? En la antigua Grecia, el gimnasio (o “palestra”) formaba parte del día a día de todo hombre con categoría de ciudadano. Y el semidiós Hércules o Heracles, hijo de Zeus, era epítome del superhombre, lleno de arrojo y vigor. “La desnudez era propia de los dioses, los héroes y los atletas”, explica sobre esta obra de Lisipo (hacia 370 antes de Cristo-hacia 318 antes de Cristo) el especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli. ¿Por qué es tan bueno? Para Ruiz-Nicoli, todo radica en la originalidad del momento elegido por el artista: “Lisipo, a quien se atribuye el original de esta obra, reflejó el cansancio de Hércules tras finalizar sus doce trabajos. El reposo de su masiva musculatura oculta la clave de la obra: las manzanas de las Hespérides de su mano derecha”.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Cristo siempre ha sido representado ligero de ropa durante su Pasión, y el 'quattrocento' italiano no supuso una excepción a esto, como demuestra esta obra de Antonello da Messina (Italia, 1430-1479). Sobre todo cuando se trata de mostrar en toda su crudeza las terribles heridas abiertas en la carne del mesías cristiano.    ¿Por qué es tan bueno?  “El cuerpo del Cristo muerto sostenido por un ángel es de una belleza difícil de describir. El hijo de Dios todopoderoso, al que seguían miles sobre la tierra, ahora ha perdido su alma y solo queda su carcasa, su cuerpo, lánguido, inflamado, su cuello nacarado y el pecho marmóreo. Sin atributos, bastaría tapar su herida en el costado y omitir la presencia de la calavera que asoma tras él para encontrar una imagen ambivalente en una escena de sensualidad inusitada”, explica la artista Carmen González Castro.
     'Cristo muerto sostenido por un ángel' (1475-1476), de Antonello da Messina. Museo del Prado. 

     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Miguel Ángel (Italia, 1475-1564) aplicó al héroe bíblico el mismo patrón formal que los antiguos griegos y romanos utilizaron para sus mitos y guerreros. Pese a su juventud (contaba solo 26 años cuando comenzó a esculpirlo), pretendía ser reconocido por este trabajo como el mejor artista de su tiempo, y desde luego la prueba infalible del paso del tiempo ha decidido a su favor.    ¿Por qué es tan bueno?  Al natural impresiona hasta lo indecible, pese a las multitudes que siempre la rodean. La terribilità, esa cualidad única de las esculturas de Miguel Ángel que convierte a sus figuras en titanes de fuerza sobrehumana, se materializa en esa mano surcada de venas que David apoya en su cadera. Hoy en día, ¿quién no ha utilizado la comparación con el David de Miguel Ángel para señalar la máxima expresión de la belleza del cuerpo masculino?   
    'David' (1501-1504), de Miguel Ángel. Galleria dell'Accademia, Florencia 
     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Se cree que la pieza que hoy se conserva es una copia romana de un original anterior. Dada su naturaleza fragmentaria, no está claro a quién representa, aunque se ha hablado de que podría tratarse de Hércules o Ajax, dos clásicos héroes griegos: de ahí su impresionante musculatura.    ¿Por qué es tan bueno?  Es el desnudo clásico masculino por antonomasia, por no tener rostro ni apenas extremidades. Su influencia en el arte del Renacimiento y el Barroco fue enorme: solo hay que mirar la obra de Miguel Ángel para comprenderlo.   
    'Torso Belvedere' (siglo I a.C.), Anónimo. Museos Vaticanos 
      

    Los 20 mejores desnudos masculinos de la historia del arte

    A lo largo de la historia, y con diversos enfoques (de la exaltación a la cosificación), han sido muchos los artistas que se han inspirado en la belleza del cuerpo del hombre. Hemos pedido a cuatro especialistas los mejores ejemplos de desnudos artísticos masculinos: el historiador y novelista Bruno Ruiz-Nicoli, especializado en la antigüedad clásica; los artistas Carmen González Castro y David Trullo, que desde una mirada contemporánea suelen emplear el motivo del desnudo en su obra; y el periodista cultural Ianko López. Este es el resultado

    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza.    ¿Por qué es tan bueno?  Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
      1'Marte' (hacia 1638), de Diego de Velázquez. Museo del Prado (Madrid) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? En un contexto tan puritano (de puertas para afuera) como la España del Barroco, la mitología ofrecía una interesante coartada para representar cuerpos desnudos. Así que Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660), el pintor real, representó al dios romano de la guerra para Felipe IV y la obra se integró, junto a otras de Rubens con motivos similares, en la decoración de uno de sus pabellones de caza. ¿Por qué es tan bueno? Parece ser que Velázquez utilizó como modelo a un veterano de guerra, y el realismo con el que lo retrató es lo que más llama la atención del cuadro. No se trata solo de la increíble autenticidad de la carne, sino de algo que va mucho más allá de lo que podría tocarse u olerse: la melancolía del personaje rompe con la clásica rigidez y la idealización con que se representaba a los dioses clásicos, y siglos después nos hace pensar irremediablemente en el ocaso de un imperio basado en el poder –ya herido de muerte– de las armas.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”.    ¿Por qué es tan bueno?  “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
      2'Hombre en el baño' (1884), de Gustave Caillebotte. Museo de Bellas Artes de Boston ¿Pero qué hace este hombre desnudo? El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli destaca la excepcionalidad de esta obra de Gustave Caillebotte (Francia, 1848-1894), realizada en un momento en el que por lo general se representaba a mujeres en este tipo de actitudes: “Si la intimidad femenina ha sido representada en el arte como espacio erotizado desde el siglo XVIII, el aseo masculino se ha mantenido en un terreno marginal”. ¿Por qué es tan bueno? “Caillebotte burla el tabú con un gesto enérgico. La figura ha salido de la bañera dejando un rastro de humedad y seca con fuerza su espalda”, analiza Ruiz-Nicoli. El vigor realista y la sensualidad del momento nos interpelan.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  “Edipo se enfrenta desnudo a la Esfinge porque es un héroe y un hombre. Los esqueletos que le rodean muestran las consecuencias que provocaría un error al responder al acertijo. ¿Qué ser camina sobre cuatro patas, sobre dos y sobre tres? Edipo responde inclinando su torso hacia el monstruo en una afirmación de su propia identidad. Lo tienes ante ti, parece decir”, explica Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Jean-Auguste-Dominique Ingres (Francia, 1780-1867) es uno de los pintores más excéntricos de la historia del arte. Clásico y anticlásico a la vez, modernísimo y arcaico, ha desconcertado a muchos historiadores. Sea como fuere, aquí nos fascina por la cualidad alabastrina de la piel del protagonista, que parece invitarnos a tocarla.
      3'Edipo y la Esfinge' (1802), de Jean-Auguste-Dominique Ingres. Museo del Louvre (París) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? “Edipo se enfrenta desnudo a la Esfinge porque es un héroe y un hombre. Los esqueletos que le rodean muestran las consecuencias que provocaría un error al responder al acertijo. ¿Qué ser camina sobre cuatro patas, sobre dos y sobre tres? Edipo responde inclinando su torso hacia el monstruo en una afirmación de su propia identidad. Lo tienes ante ti, parece decir”, explica Bruno Ruiz-Nicoli. ¿Por qué es tan bueno? Jean-Auguste-Dominique Ingres (Francia, 1780-1867) es uno de los pintores más excéntricos de la historia del arte. Clásico y anticlásico a la vez, modernísimo y arcaico, ha desconcertado a muchos historiadores. Sea como fuere, aquí nos fascina por la cualidad alabastrina de la piel del protagonista, que parece invitarnos a tocarla.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Ah, esa parte del cuerpo masculino. “La parte más hermosa del cuerpo de un hombre creo que está allí donde el torso se asienta”, ha dicho el autor de esta obra, el fotógrafo Duane Michals (Pensilvania, Estados Unidos, 1932). Y no es el único en pensarlo.    ¿Por qué es tan bueno?  El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli nos recuerda que Duane Michals hace explícita su opinión a través del texto y manifiesta así lo que, a lo largo de la historia, permanecía codificado en la propia obra: “Las líneas gemelas, de una gracia femenina, envuelven el tronco, guiando los ojos hacia abajo, hacia su intersección, el punto de placer.”
      4'The most beautiful part of a man’s body' (La parte más hermosa del cuerpo de un hombre) (1986), de Duane Michals ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Ah, esa parte del cuerpo masculino. “La parte más hermosa del cuerpo de un hombre creo que está allí donde el torso se asienta”, ha dicho el autor de esta obra, el fotógrafo Duane Michals (Pensilvania, Estados Unidos, 1932). Y no es el único en pensarlo. ¿Por qué es tan bueno? El especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli nos recuerda que Duane Michals hace explícita su opinión a través del texto y manifiesta así lo que, a lo largo de la historia, permanecía codificado en la propia obra: “Las líneas gemelas, de una gracia femenina, envuelven el tronco, guiando los ojos hacia abajo, hacia su intersección, el punto de placer.”
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Caravaggio (Italia, 1571-1610) revolucionó la pintura religiosa tomando como modelos a personas que encontraba en las calles, con lo que logró un extra de realismo que supuso un avance respecto a los modos manieristas inmediatamente anteriores. Y eso se transmite a los desnudos, incluidos los de personajes de los Evangelios.    ¿Por qué es tan bueno?  “La carga homoerótica que transmite el joven que representa a San Juan Bautista radica en su realismo. El abrazo al carnero y el apoyo sobre la piel de cabra enfatizan la sensualidad de la composición en espiral”, analiza Bruno Ruiz-Nicoli.
      5'San Juan Bautista' (Doria-Pamphilj) (1602), de Caravaggio. Galleria Doria-Pamphilij. Roma. ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Caravaggio (Italia, 1571-1610) revolucionó la pintura religiosa tomando como modelos a personas que encontraba en las calles, con lo que logró un extra de realismo que supuso un avance respecto a los modos manieristas inmediatamente anteriores. Y eso se transmite a los desnudos, incluidos los de personajes de los Evangelios. ¿Por qué es tan bueno? “La carga homoerótica que transmite el joven que representa a San Juan Bautista radica en su realismo. El abrazo al carnero y el apoyo sobre la piel de cabra enfatizan la sensualidad de la composición en espiral”, analiza Bruno Ruiz-Nicoli.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  En la antigua Grecia, el gimnasio (o “palestra”) formaba parte del día a día de todo hombre con categoría de ciudadano. Y el semidiós Hércules o Heracles, hijo de Zeus, era epítome del superhombre, lleno de arrojo y vigor. “La desnudez era propia de los dioses, los héroes y los atletas”, explica sobre esta obra de Lisipo (hacia 370 antes de Cristo-hacia 318 antes de Cristo) el especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli.    ¿Por qué es tan bueno?  Para Ruiz-Nicoli, todo radica en la originalidad del momento elegido por el artista: “Lisipo, a quien se atribuye el original de esta obra, reflejó el cansancio de Hércules tras finalizar sus doce trabajos. El reposo de su masiva musculatura oculta la clave de la obra: las manzanas de las Hespérides de su mano derecha”.
      6'Hércules Farnesio' (siglo IV a.C.), de Lisipo. Museo Arqueológico de Nápoles ¿Pero qué hace este hombre desnudo? En la antigua Grecia, el gimnasio (o “palestra”) formaba parte del día a día de todo hombre con categoría de ciudadano. Y el semidiós Hércules o Heracles, hijo de Zeus, era epítome del superhombre, lleno de arrojo y vigor. “La desnudez era propia de los dioses, los héroes y los atletas”, explica sobre esta obra de Lisipo (hacia 370 antes de Cristo-hacia 318 antes de Cristo) el especialista en historia del arte Bruno Ruiz-Nicoli. ¿Por qué es tan bueno? Para Ruiz-Nicoli, todo radica en la originalidad del momento elegido por el artista: “Lisipo, a quien se atribuye el original de esta obra, reflejó el cansancio de Hércules tras finalizar sus doce trabajos. El reposo de su masiva musculatura oculta la clave de la obra: las manzanas de las Hespérides de su mano derecha”.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Cristo siempre ha sido representado ligero de ropa durante su Pasión, y el 'quattrocento' italiano no supuso una excepción a esto, como demuestra esta obra de Antonello da Messina (Italia, 1430-1479). Sobre todo cuando se trata de mostrar en toda su crudeza las terribles heridas abiertas en la carne del mesías cristiano.    ¿Por qué es tan bueno?  “El cuerpo del Cristo muerto sostenido por un ángel es de una belleza difícil de describir. El hijo de Dios todopoderoso, al que seguían miles sobre la tierra, ahora ha perdido su alma y solo queda su carcasa, su cuerpo, lánguido, inflamado, su cuello nacarado y el pecho marmóreo. Sin atributos, bastaría tapar su herida en el costado y omitir la presencia de la calavera que asoma tras él para encontrar una imagen ambivalente en una escena de sensualidad inusitada”, explica la artista Carmen González Castro.
      7'Cristo muerto sostenido por un ángel' (1475-1476), de Antonello da Messina. Museo del Prado. ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Cristo siempre ha sido representado ligero de ropa durante su Pasión, y el 'quattrocento' italiano no supuso una excepción a esto, como demuestra esta obra de Antonello da Messina (Italia, 1430-1479). Sobre todo cuando se trata de mostrar en toda su crudeza las terribles heridas abiertas en la carne del mesías cristiano. ¿Por qué es tan bueno? “El cuerpo del Cristo muerto sostenido por un ángel es de una belleza difícil de describir. El hijo de Dios todopoderoso, al que seguían miles sobre la tierra, ahora ha perdido su alma y solo queda su carcasa, su cuerpo, lánguido, inflamado, su cuello nacarado y el pecho marmóreo. Sin atributos, bastaría tapar su herida en el costado y omitir la presencia de la calavera que asoma tras él para encontrar una imagen ambivalente en una escena de sensualidad inusitada”, explica la artista Carmen González Castro.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Miguel Ángel (Italia, 1475-1564) aplicó al héroe bíblico el mismo patrón formal que los antiguos griegos y romanos utilizaron para sus mitos y guerreros. Pese a su juventud (contaba solo 26 años cuando comenzó a esculpirlo), pretendía ser reconocido por este trabajo como el mejor artista de su tiempo, y desde luego la prueba infalible del paso del tiempo ha decidido a su favor.    ¿Por qué es tan bueno?  Al natural impresiona hasta lo indecible, pese a las multitudes que siempre la rodean. La terribilità, esa cualidad única de las esculturas de Miguel Ángel que convierte a sus figuras en titanes de fuerza sobrehumana, se materializa en esa mano surcada de venas que David apoya en su cadera. Hoy en día, ¿quién no ha utilizado la comparación con el David de Miguel Ángel para señalar la máxima expresión de la belleza del cuerpo masculino?
      8'David' (1501-1504), de Miguel Ángel. Galleria dell'Accademia, Florencia ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Miguel Ángel (Italia, 1475-1564) aplicó al héroe bíblico el mismo patrón formal que los antiguos griegos y romanos utilizaron para sus mitos y guerreros. Pese a su juventud (contaba solo 26 años cuando comenzó a esculpirlo), pretendía ser reconocido por este trabajo como el mejor artista de su tiempo, y desde luego la prueba infalible del paso del tiempo ha decidido a su favor. ¿Por qué es tan bueno? Al natural impresiona hasta lo indecible, pese a las multitudes que siempre la rodean. La terribilità, esa cualidad única de las esculturas de Miguel Ángel que convierte a sus figuras en titanes de fuerza sobrehumana, se materializa en esa mano surcada de venas que David apoya en su cadera. Hoy en día, ¿quién no ha utilizado la comparación con el David de Miguel Ángel para señalar la máxima expresión de la belleza del cuerpo masculino?
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Discípulo de Ingres, el pintor neoclásico Hippolyte Flandrin (Francia, 1809- Italia, 1864) fue becado para estudiar durante cinco años en la Academia Francesa de Roma, lo que le obligaba a enviar de vez en cuando algún trabajo que demostrara que sus habilidades progresaban adecuadamente. Aquí utiliza el cuerpo masculino como excusa para un alarde de dibujo que en lo formal es pura academia. Pero hay mucho más en él.    ¿Por qué es tan bueno?  Lo explica la especialista Carmen González Castro: “Es especialmente bello por lo enigmático de la situación que describe. No queda claro si algo ha sucedido o está a punto de suceder, pero en cualquier caso el desenlace queda fuera de campo. Su postura de introspección y la vista de su perfil en ese fuerte claroscuro que vela el pecho y el rostro lo convierten en un icono atemporal”.
      9'Joven desnudo junto al mar' (1835-1836), de Hippolyte Flandrin. Museo del Louvre (París) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Discípulo de Ingres, el pintor neoclásico Hippolyte Flandrin (Francia, 1809- Italia, 1864) fue becado para estudiar durante cinco años en la Academia Francesa de Roma, lo que le obligaba a enviar de vez en cuando algún trabajo que demostrara que sus habilidades progresaban adecuadamente. Aquí utiliza el cuerpo masculino como excusa para un alarde de dibujo que en lo formal es pura academia. Pero hay mucho más en él. ¿Por qué es tan bueno? Lo explica la especialista Carmen González Castro: “Es especialmente bello por lo enigmático de la situación que describe. No queda claro si algo ha sucedido o está a punto de suceder, pero en cualquier caso el desenlace queda fuera de campo. Su postura de introspección y la vista de su perfil en ese fuerte claroscuro que vela el pecho y el rostro lo convierten en un icono atemporal”.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Se cree que la pieza que hoy se conserva es una copia romana de un original anterior. Dada su naturaleza fragmentaria, no está claro a quién representa, aunque se ha hablado de que podría tratarse de Hércules o Ajax, dos clásicos héroes griegos: de ahí su impresionante musculatura.    ¿Por qué es tan bueno?  Es el desnudo clásico masculino por antonomasia, por no tener rostro ni apenas extremidades. Su influencia en el arte del Renacimiento y el Barroco fue enorme: solo hay que mirar la obra de Miguel Ángel para comprenderlo.
      10'Torso Belvedere' (siglo I a.C.), Anónimo. Museos Vaticanos ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Se cree que la pieza que hoy se conserva es una copia romana de un original anterior. Dada su naturaleza fragmentaria, no está claro a quién representa, aunque se ha hablado de que podría tratarse de Hércules o Ajax, dos clásicos héroes griegos: de ahí su impresionante musculatura. ¿Por qué es tan bueno? Es el desnudo clásico masculino por antonomasia, por no tener rostro ni apenas extremidades. Su influencia en el arte del Renacimiento y el Barroco fue enorme: solo hay que mirar la obra de Miguel Ángel para comprenderlo.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Thomas E. McKeller era botones del Hotel Copley Plaza de Boston cuando conoció a John Singer Sargent (Italia, 1856-1925) en uno de sus ascensores en 1916. Y posó para él en varios estudios. Curiosamente, este retrato permaneció oculto hasta la muerte del artista.    ¿Por qué es tan bueno?  “Combina su particular estilo 'grandeur' de retrato con un engañoso aspecto 'academia', y tanto el modelo como la pose resultan inquietantes: la frontalidad que expone el sexo de un afroamericano en 1920 es toda una declaración”, explica el artista David Trullo.
      11'Thomas E. McKeller' (1917-1920), de John Singer Sargent. Museo de Bellas Artes de Boston ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Thomas E. McKeller era botones del Hotel Copley Plaza de Boston cuando conoció a John Singer Sargent (Italia, 1856-1925) en uno de sus ascensores en 1916. Y posó para él en varios estudios. Curiosamente, este retrato permaneció oculto hasta la muerte del artista. ¿Por qué es tan bueno? “Combina su particular estilo 'grandeur' de retrato con un engañoso aspecto 'academia', y tanto el modelo como la pose resultan inquietantes: la frontalidad que expone el sexo de un afroamericano en 1920 es toda una declaración”, explica el artista David Trullo.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Milón de Crotona era un mítico atleta del siglo VI a.C., originario de Magna Grecia (el actual sur de Italia). Mucho después, en el Barroco francés, el artista Pierre Puget (Francia, 1620-1694) lo tomó como tema de una de sus esculturas en mármol, aportando a su figura un elemento conceptual muy de la época: el paso del tiempo y lo efímero de las glorias terrenales.    ¿Por qué es tan bueno?  “El cuerpo hercúleo de Milón de Crotona contiene una carga poderosísima de erotismo”, indica la artista Carmen González Castro. Y añade: “Su brazo se ha quedado atrapado en el tronco de un árbol y eso lo mantiene indefenso ante el ataque del león. Como Prometeo, o un Ecce Homo atado a la columna, experimenta el dolor. Y en ese llegar al extremo del sufrimiento físico hay algo que remite primitivamente al placer, cerrando el clásico binomio dolor-placer como formas indistinguibles”.
      12'Milón de Crotona' (1671-1682), de Pierre Puget. Museo del Louvre (París) ¿Pero qué hace este hombre desnudo? Milón de Crotona era un mítico atleta del siglo VI a.C., originario de Magna Grecia (el actual sur de Italia). Mucho después, en el Barroco francés, el artista Pierre Puget (Francia, 1620-1694) lo tomó como tema de una de sus esculturas en mármol, aportando a su figura un elemento conceptual muy de la época: el paso del tiempo y lo efímero de las glorias terrenales. ¿Por qué es tan bueno? “El cuerpo hercúleo de Milón de Crotona contiene una carga poderosísima de erotismo”, indica la artista Carmen González Castro. Y añade: “Su brazo se ha quedado atrapado en el tronco de un árbol y eso lo mantiene indefenso ante el ataque del león. Como Prometeo, o un Ecce Homo atado a la columna, experimenta el dolor. Y en ese llegar al extremo del sufrimiento físico hay algo que remite primitivamente al placer, cerrando el clásico binomio dolor-placer como formas indistinguibles”.
    •  ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  De nuevo, el martirio masculino cristiano siempre lleva aparejada la desnudez, total o parcial. Y el maestro barroco José de Ribera (España, 1591- Italia, 1652) fue uno de quienes mejor representaron la piel humana, con su belleza y también sus imperfecciones.    ¿Por qué es tan bueno?  “Es el Torso Belvedere, pero también tu vecino. Sufre pero baila. Y provoca tanto devoción como compasión y deseo. En directo este cuadro da escalofríos”, explica el artista David Trullo.
      'Martirio de San Felipe' (1639), de José de Ribera. Museo del Prado. 
       ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Se trata de la primera estatua griega en emplear el 'contrapposto', ese efecto por el que el peso se carga en una sola pierna, aportando vida y movimiento a la figura. El típico motivo del efebo desnudo realizaba así un avance técnico fundamental. Luego vendrían los otros a cargo de Policleto, Lisipo o Praxíteles.    ¿Por qué es tan bueno?  El especialista en arte David Trullo tiene sus preferencias en lo que a estatuaria griega se refiere, pero destaca lo revolucionario de esta obra: “Me siguen gustando más los arcaicos, aunque este es fascinante: emerge de la piedra, y empieza a moverse. Ese incipiente 'contrapposto' que hará que ya nada sea lo mismo…”.   
    'El efebo de Kritios' (480 a.C.). Anónimo. Museo de la Acrópolis (Atenas) 
     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  Este Abel moribundo –después de haber sido atacado por Caín, se entiende- pertenece a la primera generación de quienes no han conocido un paraíso terrenal del que fueron expulsados sus padres, Adán y Eva. Y, por tanto, va desnudo por la vida, apenas cubierto púdicamente su sexo por la piel de un animal. Todo con la suavidad típica del romanticismo academicista de su auto, Giovanni Dupré (Italia, 1817-1882).    ¿Por qué es tan bueno?  “Es una pura contradicción del material. Una transubstanciación de la carne al mármol y del mármol —casi— al marfil, que se diría cálido. El escultor se ha recreado en el vello de su axila y su sexo. Como Salomé a la vista de la cabeza sin cuerpo del Bautista, invita a hacernos decir: 'Besaré tu boca, Jokanaán”, explica Carmen González Castro.  'Abel' (1842), de Giovanni Dupré. Museo del Hermitage (San Petersburgo) 
     ¿Pero qué hace este hombre desnudo?  El fotógrafo alemán Wilhelm Von Gloeden (1856-1931) retrató obsesivamente a los jóvenes sicilianos, utilizando las poses clásicas como coartada para la desnudez.    ¿Por qué es tan bueno?  “Aquí versiona el ‘Joven desnudo frente al mar’, de Flandrin, carnalizándolo, y lo llama ‘Caín’. Muy osado. Von Gloeden baja a tierra a los clásicos y los despoja de su inmaculada perfección. Apolo es Dioniso, y Dioniso un chico de la calle”, analiza David Trullo.  'Caín' (1902), de Wilhelm Von Gloeden