Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

31 may 2017

Karen Armstrong, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2017

Entre los 25 aspirantes figuraban el entomólogo y biólogo estadounidense Edward Osborne Wilson, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han y la ensayista española Celia Amorós.

La escritora británica Karen Armstrong en 2015, en su domicilio en Londres. Foto: CARMEN VALIÑO. Vídeo: ATLAS

Cuando Karen Armstrong (Wildmoor, Reino Unido, 1944) ingresó con 17 años en una congregación de monjas que se autoflagelaban y llevaban una cadena con pinchos en el brazo, dificilmente imaginó que cinco décadas después sería una figura pública galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2017, en reconocimiento de una obra en la que aborda el hecho religioso y la historia de distintas creencias (cristianismo, islam, judaísmo, budismo o hinduismo) desde una mirada t trascendental y antidogmática.
 Sus 25 libros, como Una historia de Dios (1993); Jerusalén, una ciudad y tres religiones (1996) o La religión y la historia de la violencia (2015), le han concedido este miércoles el favor del jurado por encima de otros favoritos, como el filósofo y ensayista surcoreano Byung-Chul Han, la ensayista española Celia Amorós o el economista Ramón Tamames. 
El premio está dotado con una escultura de Joan Miró, 50.000 euros, un diploma y una insignia.
Armstrong dista del estereotipo de estudiosa encaramada a su torre de marfil: escribe artículos en la prensa, protagonizó una de las famosas charlas TED (que le dio su premio anual en 2008) y aprovechó el éxito para promover un documento en defensa de "devolver la compasión al centro de la moralidad y la religión" y que han firmado entre otros el Dalai Lama, el Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, el cineasta David Lynch, la escritora Isabel Allende y músicos como Peter Gabriel y Paul Simon.
 También integra el grupo de expertos para la Alianza de Civilizaciones de la ONU, la iniciativa que propuso el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
"Soy una aficionada. No soy ninguna académica. Soy completamente autodidacta, no tengo ningún título en estos temas", reconocía en 2010 al diario británico The Guardian
 Sus libros no son farragosos estudios llenos de notas a pie de página, sino ágiles ensayos documentados y permeados por una idea: la religión no es una simple explicación mágica del mundo, sino una creación humana que hace bien a la gente y llena una necesidad espiritual que tenemos como especie. 
Armstrong publicó su primer ensayo en 1970, Through the Narrow Gate, cuando trabajaba como profesora de un colegio privado femenino en Londres.
 El relativo éxito de su opera prima le llevó a los platós de televisión y aupó sus siguientes ensayos a las listas de los más vendidos.

“Hay quien dice que la religión está detrás de todas las guerras, pero aquí en Occidente tuvimos dos guerras mundiales, el Holocausto, el gulag, Hiroshima”, recordaba esta inglesa de ascendencia irlandesa en una entrevista con EL PAÍS en 2015. Armstrong, que siempre ha tratado de desmontar los mitos sobre el islam en libros como Mahoma: biografía del profeta (1991), Islam (2001), o el más reciente Campos de sangre, aumentó sus llamamientos ecuménicos a partir de los atentados de 11 de septiembre de 2001. 
Armstrong, que no predica ninguna religión monoteísta en concreto sino que en todas anida la compasión, insiste en que el Corán contiene un mensaje de paz y una actitud más positiva hacia las demás religiones que el Antiguo y el Nuevo Testamento.
 Y aboga por una reforma interna en el mundo musulmán, no impuesta por Occidente. 
Un cambio que, lamenta, dificulta la creciente islamofobia al colocar a esta religión a la defensiva.
Miembros del jurado como el politólogo Sami Näir y la filósofa Amelia Valcárcel se habían referido antes del fallo a la importancia de Armstrong y el tema religioso en el tiempo actual.
 El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales se concede a aquellos "cuya labor creadora y/o de investigación contribuya de manera extraordinaria y a nivel internacional, al progreso y bienestar social a través del cultivo y perfeccionamiento del conocimiento en los campos de la historia, el derecho, la lingüística, la pedagogía, la ciencia política, la psicología, la sociología, la ética, la filosofía, la geografía, la economía, la demografía y la antropología, además de en las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos ámbitos".
 Con el fallo del jurado, presidido por el exrector de la Universidad Complutense Rafael Puyol, el de Ciencias Sociales será el quinto galardón en otorgarse de los ocho premios que concede anualmente la Fundación Princesa de Asturias y que este año alcanzan su XXXVII edición.

 

Guerlain da un salto al futuro sin renunciar a su pasado............. Silvia Ayuso

“Nuestro deseo es ser la marca más reputada de perfumes de lujo del mundo”, asegura el presidente de la firma Laurent Boillot.

La tienda de Guerlain en la Rue Saint-Honoré de París.
La tienda de Guerlain en la Rue Saint-Honoré de París.

 

Del pequeño local en el número 42 de la Rue de Rivoli de París, donde Pierre-François Pascal Guerlain abrió su primera perfumería en 1828, hasta el majestuoso 392 de la Rue Saint-Honoré, donde se inauguró en 2016 la primera boutique personalizada Guerlain, hay una distancia casi tan larga como los 190 años de historia de una de las sagas perfumeras más antiguas de Francia y del mundo.
 Un rastro que se puede seguir a lo largo de fragancias de referencia como el Agua de Colonia Imperial creada para la esposa del emperador francés Napoleón III, la emperatriz Eugenia, en 1853; Jicky, considerado el primer perfume moderno y que vio la luz en 1889 o, ya entrado el Siglo XX, Shalimar, la primera fragancia oriental para la mujer.

Renovada, imbuida dentro del conglomerado de lujo LVMH y enfrentada a un mundo globalizado donde a menudo lo rápido predomina sobre lo artesanal, Guerlain ha lanzado su última apuesta, consolidarse como marca internacional.
“Nuestro deseo, nuestra visión, es ser la maison más reputada de perfumes de lujo del mundo”, resume la nueva estrategia el presidente de Guerlain, Laurent Boillot, en entrevista con EL PAÍS en París.
Solidificadas en los últimos años las diferentes líneas de una marca que abarca también los cosméticos y el cuidado de la piel, pero que sabe que debe su fama a sus perfumes, Guerlain, que se enorgullece de mantener al 100% su made in France, quiere dar ahora el verdadero salto internacional.
 Y lo hace de la mano de una figura con tanta personalidad como la que afirma tienen sus fragancias, la actriz, productora y embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas Angelina Jolie.
 Ella es la “portavoz” del nuevo perfume con el que Guerlain aspira a ser una marca conocida en cada recoveco del planeta, Mon Guerlain, una fragancia concebida como un “manifiesto”, dice Boillot, de la centenaria casa de perfumes. 


Laurent Boillot, presidente de Guerlain.
Laurent Boillot, presidente de Guerlain.
“Un perfume Guerlain es un perfume de carácter y Angelina Jolie es una persona poco común”, explica Boillot sobre la elección de una actriz que se prodiga poco en el mundo de la publicidad y con la que discutió personalmente una colaboración que asegura mira al largo plazo
 “Nos gustaba mucho tanto su belleza como su carácter, que hace que sea algo más que solo una buena actriz o una cara bonita.
 Es también una mujer comprometida”.
Según Boillot, Jolie tiene además una característica especial que busca la casa perfumera en sus clientes: “Tiene un recuerdo emocional muy intenso con la marca”, debido a que su madre, la también actriz Marcheline Bertrand, usaba un maquillaje perfumado de la misma marca que ahora representa su hija.
 Porque para Boillot no hay nada más “íntimo y sublime” que lo que una fragancia puede llegar a evocar.
 “El perfume tiene una relación emocional muy fuerte, un perfume puede hacer pensar en un amigo, en una madre, y se puede considerar incluso como patrimonio de una persona”.
De ahí que el segundo gran eje en el que se basa la internacionalización de la marca sea la inauguración de boutiques de perfumes personalizados como la que abrió el año pasado en París y, hace menos de un mes, en Bruselas.
 Es un plan ambicioso, asegura Boillot.
 En los próximos 15 años, Guerlain quiere haber inaugurado 150 boutiques de este tipo en todo el mundo, a una media aproximada de diez por año.
 Antes de que acabe este 2017, habrá al menos seis nuevos locales de este tipo, uno de ellos en China, su principal mercado tras el francés, y el resto en Europa, adelanta. 
En ellas, los clientes gozarán de asesoría personalizada para encontrar el perfume —Guerlain, por supuesto— que más se ajuste a ellos.
 Desde clásicos a nuevas fragancias.
 Porque el perfume, asegura Boillot, es como la literatura. “Se pueden releer los grandes autores y también leer los contemporáneos. 
Y podemos redescubrir un Shalimar o un Mitsouko (dos de los perfumes clásicos) e interesarnos a la vez por un Mon Guerlain”. 

Coleta de burbujas, el nuevo peinado de la reina Letizia

La edición estadounidense de 'Vogue' alaba su estilo en un acto celebrado en Madrid este lunes

La reina Letizia en un acto celebrado de la agencia Europa Press celebrado este martes.
La reina Letizia en un acto celebrado de la agencia Europa Press celebrado este martes. Getty Images

La reina Letizia, cada vez más aficionada a ofrecer una nueva imagen con su pelo, ha sorprendido en uno de sus últimos actos con una coleta de burbujas, o bolas, más conocida por el término en inglés bubble ponytail.
  La Reina optó por este peinado, de plena tendencia desde hace unas temporadas, unas horas después de que la edición estadounidense de Vogue alabara su estilo y acierto —hablando de un "soplo de frescura"— por la elección del conjunto que este lunes llevó a un acto de la Fundación Microfinanzas de BBVA.
La Reina optó por la coleta de burbujas para acudir al acto del 60 aniversario de la agencia Europa Press, para el que vistió un vestido de Nina Ricci en gris perla con incrustaciones con motivos originales y estrellas. 
Lo acompañó de unas sandalias de charol y piel metálica color plata de Magrit.
Su look que dejaba gran protagonismo al peinado. Se trata una coleta fácil de hacer que también han probado actrices como Blake Lively, la modelo Heidi Klum o Kendall Jenner. 
Diseñadores como Ralph Lauren o Valentino también lo han incluido en sus desfiles.
 Uno de los peinados más comentados de la reina Letizia ha sido el falso bob —un recogido que simulaba una melena corta— y que puso de moda.
 
La reina Letizia en un acto celebrado de la agencia Europa Press celebrado este martes.
La reina Letizia en un acto celebrado de la agencia Europa Press celebrado este martes. Getty Images
La reina Letizia, a su llegada al acto de celebración del X aniversario de la Fundación Microfinanzas BBVA.
La reina Letizia, a su llegada al acto de celebración del X aniversario de la Fundación Microfinanzas BBVA. EFE

La Reina optó por la coleta de burbujas para acudir al acto del 60 aniversario de la agencia Europa Press, para el que vistió un vestido de Nina Ricci en gris perla con incrustaciones con motivos originales y estrellas.
 Lo acompañó de unas sandalias de charol y piel metálica color plata de Magrit.
Su look que dejaba gran protagonismo al peinado.
 Se trata una coleta fácil de hacer que también han probado actrices como Blake Lively, la modelo Heidi Klum o Kendall Jenner. Diseñadores como Ralph Lauren o Valentino también lo han incluido en sus desfiles.

Hay varias formas para hacerse la coleta burbuja.

 Para una versión más pulida, como la que lleva la Reina hace falta hacer bolas de papel de aluminio, tantas bolas como divisiones o burbujas se quieran lucir y según el tamaño que se prefiera.

 A continuación, hay que camuflarlas dentro del  cabello e ir haciendo divisiones con gomas de pelo.

 De esta manera quedarán redondas. Las gomas del pelo van camufladas con mechones. 

 El conjunto que ha provocado los halagos de la revista Vogue estaba formado por una falda de tubo roja y una blusa romántica blanca con encaje en las mangas.

 La publicación incide en que la combinación en rojo del bolso y los zapatos desterraban "el mito de que no se pueden coordinar los colores de un modo en el que parezca algo fresco". 

 

Lady Di murió cuando viajaba en un coche averiado.......... Álex Vicente

Tres periodistas de ‘Paris-Match’ dan nuevos datos sobre el accidente que costó la vida a Diana de Gales cuando se cumplen 20 años de su muerte.

Diana de Gales, en noviembre de 1985.

No fue una conspiración, ni un atentado terrorista, ni un asesinato urdido por los lobbies de la industria del armamento. Los autores de Qui a tué Lady Di? (¿Quién mató a Lady Di?), un nuevo libro que llega este miércoles a las librerías francesas, desmienten las teorías del compló que circulan desde la muerte de Diana de Gales, de la que se cumplirán 20 años a finales de agosto.

 Los autores son tres periodistas de la revista Paris-Match, Pascal Rostain, Bruno Mouron y Jean-Michel Caradec’h, que han tenido acceso a las 8.000 páginas de la investigación judicial y se reafirman en lo que ya se sabía. 

La causa del siniestro fue la velocidad a la que circulaba el chófer de la princesa, que además había bebido y tomado antidepresivos.

Pero el libro también aporta datos novedosos sobre el coche que transportaba a la princesa, un Mercedes S280 que era propiedad del Ritz parisino donde se alojaban Diana y su compañero, Dodi Al-Fayed

 “Ya tuvo un accidente una primera vez, dio varias vueltas de campana, antes de ser destruido.

 Después se obtuvo la autorización para que fuera reconvertido en vehículo”, explicó el martes Rostain a la radio RTL. 

“Ese coche del Ritz era chatarra y nunca debería haber vuelto a circular”, añadió el periodista. 

Uno de los antiguos chóferes del lujoso hotel parisino, Karim Kazi, da una versión parecida en un documental emitido el martes por la noche por el canal francés M6. 

Ese conductor afirma haber advertido a su jerarquía de que el coche debía ser apartado de circulación. “A partir de 60 kilómetros por hora, es imposible controlarlo”, explica Kazi. 

El Mercedes siniestrado en el que perdieron la vida Diana de Gales y Dodi Al-Fayed, tras un accidente el 31 de agosto de 1997.
El Mercedes siniestrado en el que perdieron la vida Diana de Gales y Dodi Al-Fayed, tras un accidente el 31 de agosto de 1997.
Pese a todo, esta nueva versión no exime al conductor del vehículo, Henri Paul, de su responsabilidad en el siniestro.
 “Tomaba dos medicamentos por su alcoholismo y tres antidepresivos, y tenía 1,81 gramos de alcohol en la sangre.
 No tenía permiso para turismos de lujo y no tenía derecho a conducir ese coche”, sostiene Rostain.
 El periodista afirma haber contrastado las “teorías complotistas” formuladas por Mohamed Al-Fayed, padre del compañero de Lady Di y propietario hasta 2010 de los grandes almacenes Harrods, que aludió a un asesinato urdido por la casa real británica, que no habría aprobado que la princesa fuera a casarse con un hombre de origen egipcio.
Rostain terminó desechando esas tesis. 
Una investigación judicial británica abierta en 2004 ya descartó toda conspiración, igual que la justicia francesa en los documentos que manejan los autores. 
“¿Por qué Al-Fayed se gastó tantos millones en investigaciones privadas? 
¿Por qué puso en duda los análisis de sangre? Porque se siente responsable”, asegura Rostain, ya que el propietario del Ritz lo era también del coche en el que se estrelló la pareja.
 Rostain no espera una respuesta de Al-Fayed. “El caso está cerrado.
 Creo y espero que su luto habrá terminado”, concluye el autor.
Lady Di y su novio, Dodi Al-Fayed, de vacaciones en Saint Tropez en el verano de 1997.
Lady Di y su novio, Dodi Al-Fayed, de vacaciones en Saint Tropez en el verano de 1997.