Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 jun 2016

Catherine Deneuve, eternamente joven a los 72.................................................... Álex Vicente

Después de Eastwood, Scorsese y Almodóvar, la actriz será la primer mujer que recibe el premio Lumière.

 Otro reconocimiento más a una larga trayectoria que sigue siendo intachable.

Catherine Deneuve, en el Festival de Cannes de 2015.

Catherine Deneuve será la próxima destinataria del premio Lumière, que concede cada mes de octubre el festival del mismo nombre, considerado el principal certamen de cine clásico en el mundo.

 Auspiciado por el cineasta Bertrand Tavernier y el poderoso director artístico del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, el certamen se celebra desde 2009 en Lyon, la ciudad donde los hermanos Lumière inventaron el cine. Deneuve, de 72 años, será la primera actriz que reciba el premio, que ya tienen cineastas como Clint Eastwood, Quentin Tarantino, Martin Scorsese y Pedro Almodóvar.

 “Ha tenido una carrera inmensa y es una mujer que ha seguido siendo misteriosa y moderna”, explicó Frémaux al anunciar el premio. 


Catherine Deneuve será la próxima destinataria del premio Lumière, que concede cada mes de octubre el festival del mismo nombre, considerado el principal certamen de cine clásico en el mundo.
 Auspiciado por el cineasta Bertrand Tavernier y el poderoso director artístico del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, el certamen se celebra desde 2009 en Lyon, la ciudad donde los hermanos Lumière inventaron el cine.
 Deneuve, de 72 años, será la primera actriz que reciba el premio, que ya tienen cineastas como Clint Eastwood, Quentin Tarantino, Martin Scorsese y Pedro Almodóvar.
 “Ha tenido una carrera inmensa y es una mujer que ha seguido siendo misteriosa y moderna”, explicó Frémaux al anunciar el premio.
Si se ha hecho una excepción con ella, tal vez sea porque su trayectoria se asemeja a la de un cineasta.
 Esa es, por lo menos, la teoría del director Arnaud Desplechin, autor de la recién estrenada Tres recuerdos de mi juventud y que ha dirigido a Deneuve en dos ocasiones.
 “Cuando veo todas sus películas, descubro en ellas un rasgo singular, que no podría conferir a otros intérpretes: existe en ellas un gesto de autor”, le dijo en una entrevista conjunta en 2010. Desplechin también la bautizó como “el Bob Dylan francés” por su tendencia a reinventarse continuamente, en lugar de dormirse en los laureles de sus éxitos pasados.

Catherine Deneuve, en una imagen de 1965.
que le regaló el papel de esteticien enloquecida en Repulsión (1965), la primera cinta de la historia donde se escuchó un orgasmo femenino.
 Después encadenó con la esposa burguesa (y prostituta ocasional) de Belle de jour, a las órdenes de Luis Buñuel, quien logró romper para siempre con su imagen de joven mojigata.
 No por casualidad, su palabra favorita es impertinente, en la primera acepción del diccionario: “Que no viene al caso, o que molesta de palabra o de obra”.

El cine su religión

El cine nunca fue su vocación, pero ha acabado siendo algo parecido a una religión. 
Se la acostumbra a ver en viejas salas del barrio parisiense de Saint-Germain como L'Arlequin, muy cerca de su domicilio, situado frente a la iglesia de Saint-Sulpice. 
Pese a su look de gran dama de la alta sociedad parisiense, Deneuve nunca ha dejado de aceptar riesgos y entrar en terrenos resbaladizos.
 Su nueva película, Tout nous sépare, la enfrenta al rapero francés Nekfeu, conocido por sus letras agresivas.
 Su última ocurrencia consistirá en dar voz a los tuits asesinos sobre el mundo de la moda que publica el periodista Loïc Prigent, que darán pie a un espacio televisivo en el canal francoalemán Arte. 
Pese a esa colaboración, Deneuve dice sentir aversión por las redes sociales.
 Considera que las imágenes que circulan por ellas son “feas y ordinarias”, además de resultar “dañinas” para su profesión.
 “Cada vez hablamos menos de cine y más de ropa, maquillaje, peinados y joyería”, protestó hace unos meses en la revista Purple. 
 “En la era de Instagram ya no quedan estrellas.
 No queda misterio, ni charme, ni fantasía.
 Mi vida privada es solo mía. La comparto con mis seres queridos y nadie más.
 ¿Para qué compartirla públicamente hasta terminar destruyéndola?”.

Una madre exigente y peculiar

Sus dos hijos han dando pistas sobre el tipo de madre que es Deneuve.
 Christian, fruto de su romance con Roger Vadim y por quien ha confesado que se tiñó de rubio por primera vez, ha explicado que su madre se “enfureció” al descubrir que quería ser actor.
 Chiara, a quien tuvo con su gran amor, Marcello Mastroianni, explicó que su madre siempre ha sido “imposible de satisfacer”. “No era malvada, pero sí exigente", explicó, mientras recordaba que una vez la comparó “con un hipopótamo” por su sobrepeso.


 

Porque pueden......................................................Rosa Montero

¿Por qué suceden todas estas atrocidades contra las mujeres en el planeta? La respuesta es simple: porque no se toman en serio este lento, silencioso genocidio.

Debo confesar que a veces me siento incapaz de afrontar algunas noticias. 
Por ejemplo, me he pasado unos cuantos días huyendo de un suceso atroz: una mujer quemada viva en Pakistán por no querer casarse.
 No leer la información, no enterarme de los detalles, olvidar que ha sucedido. Eso es lo que intenté.
 Cobarde, lo sé, pero a veces me parece que no puedo con el peso del horror del mundo.
 Pero, claro, el horror es tenaz, redundante.
 Una semana después de esa noticia que procuré evitar llegó otra aún más sobrecogedora: Zeenat Bibi, una adolescente de 17 años, fue rociada con queroseno por su madre y quemada viva en Lahore por casarse sin el permiso familiar.
 Y ahí ya no pude seguir corriendo por delante de mis miedos y me empapé de todos los pormenores, tanto de este crimen como del anterior.
 La chica asesinada días antes era una profesora de 19 años que se negó a casarse con el hijo del dueño de la escuela en la que trabajaba.
 Así que llegaron cinco hombres, la torturaron y luego la quemaron viva.
 Era gente instruida y sucedió en Murree, cerca de la capital, no en un rincón remoto del país. 
Son los llamados crímenes de honor y son muy comunes en el sur de Asia. 
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, tan sólo en ese país y en 2015 murieron 923 mujeres por medio de horrendas ejecuciones de este tipo.
 Siempre brutales, porque son didácticas: quieren implantar el terror en las demás mujeres y obligarles así a ser esclavas.
 La foto que acompañaba la noticia del asesinato de Zeenat Bibi era espeluznante: un rellano de escalera totalmente negro, calcinado, con briznas de sustancias achicharradas pegadas al suelo.Y dos crías de unos ocho años mirando el lugar de la pira con ojos redondos y espantados, unos ojos demasiado adultos para ser tan niñas.
 Así van aprendiendo, así se van domando, hasta llegar a ser las ejecutoras de su propio tormento, como la madre que echó el queroseno sobre Zeenat (pero varios hombres de la familia sujetaban a la chica), o como esas otras madres que les cortan el clítoris a sus niñas (ellas también están rebanadas, por supuesto). 
De todos es sabido que los individuos verdaderamente oprimidos son los primeros en defender los valores que los esclavizan, porque les han arrebatado incluso la libertad esencial de pensar distinto.
Hay una directora de cine paquistaní, Sharmeen Obaid, que ganó su segundo Oscar por un documental sobre una de las víctimas de este horror.
 Tras el éxito en el extranjero de la película, el primer ministro de Pakistán prometió combatir esta barbaridad, pero aún no ha hecho nada. 
Y esa es la clave de la cuestión: ¿por qué suceden todas estas atrocidades contra las mujeres en el planeta?
 Las niñas y mujeres secuestradas, rociadas con ácido, quemadas vivas, lapidadas, mutiladas, azotadas, apuñaladas, apaleadas, torturadas, violadas y asesinadas a lo largo y ancho de este espantoso mundo… La respuesta es simple: les hacen eso porque pueden. 
Porque no hay leyes suficientes, y si las hay no se aplican con celo.
 Porque los organismos internacionales no se toman en serio este lento, silencioso genocidio. Porque los Gobiernos mundiales están enseguida dispuestos a negociar con terroristas (como los talibanes, por ejemplo) aunque para ello condenen a todas las mujeres de la zona a un horrible martirio.
 El tema de la seguridad de las mujeres, una seguridad tan básica como el derecho a no ser quemada viva por no querer casarse, nunca está sobre la mesa de los negociadores, nunca es prioritario. 
Nunca hay embargos comerciales por la tortura y esclavitud de la mitad femenina de la población (sí los hubo, sin embargo, cuando se trataba de una mitad de negros, por ejemplo). Estoy cansada, estoy espantada.
 En el crecimiento del islam más retrógrado veo cómo se consolida la opresión de las mujeres, cómo aumenta la crueldad.
 Y en el miedo de Occidente a la radicalización terrorista preveo nuevas concesiones en materia de derechos humanos. Una vez más la libertad de las mujeres será moneda barata para pagar acuerdos.
 No podemos permitirlo. No podemos cerrar los ojos, como yo intenté hacer en mi desconsuelo.
 Hay que reaccionar, organizarse, exigir. Hacer algo.COLUMNISTAS-REDONDOS_ROSAMONTERO

LA ZONA FANTASMA. 26 de junio de 2016. ‘Lo contraproducente’......................................Javier Marias

Aparte de resultarme estomagantes, siempre he desconfiado de los cursis, lo mismo que de los melodramáticos, los histéricos, los quejumbrosos.
 Por frívolo que suene en esta época plagada de injusticias, el estilo cuenta e influye
. Desde que hace mucho volvieron a proliferar los mendigos, uno se ve abordado por tantos en cualquier trayecto que no le queda sino “elegir” a cuáles ayuda, ya que a todos sería imposible.
 Me doy cuenta de que no me acabo de creer a los más chillones y exagerados, a los que están de rodillas o tirados, entonando una letanía de desdichas de forma machacona.
 Lejos de mí suponer que mienten, pero sus aparatosas escenificaciones me son contraproducentes, y me siento más inclinado a rascarme el bolsillo ante aquellos más pudorosos y sobrios, los que conservan un ápice de entereza o de picardía en medio de su infortunio.
 De hecho me conmueven más los que no se esfuerzan por lograrlo que los aspaventeros que proclaman su desesperación.
 Otro tanto sucede con las imágenes de los refugiados por toda Europa: los hay muy dignos y pacientes, que piden con tono y gesto serenos, y sus miradas ensimismadas y tristes apelan a nuestra compasión con mayor eficacia (sigo hablando por mí) que los desgarrados aullidos de otros, que los arrebatados y exhibicionistas.
 No digo que éstos no padezcan, claro, pero, al no tener reparo en explotar su padecimiento, consiguen que, aun siendo verdadero, parezca falso, una suerte de representación
. En suma, cuanto más grita alguien “Ay ay ay qué dolor”, más tiende uno a pensar, quizá injustamente: “Ya será para menos”.

Tengo observado que los cursis no sólo resultan empalagosos, sino que con frecuencia esconden a individuos aviesos, sin apenas escrúpulos
. En el articulismo es muy detectable.
 Los prosistas capaces de las más lacrimosas ñoñerías suelen ser también los que se muestran más soeces, mezquinos y zafios, según les pille el día.
 A veces alcanzan una inverosímil mezcla de las dos cosas, grosería y edulcoramiento
. Son los que escriben necrológicas dirigiéndose al muerto, más ocupados en que se vea lo destrozados que están ellos que en hacer el elogio del fallecido
. O bien en relatar cuánto los apreciaba el difunto de turno
 (“Me dio un premio”, “Me felicitó por mi obra”, cosas así).
Hoy hay elecciones, y una posible manera de orientarse a la hora de votar, más allá de las ideologías, es fijarse en los estilos, en esa cursilería y ese dramatismo de los que vengo hablando, en la falta de sobriedad.
 Creo que Rajoy y su partido aprendieron hace ya años la lección de lo contraproducente, cuando el aún Presidente imaginó a una tierna niña a la que deseaba toda suerte de males (los que él trajo en cuanto tuvo el poder), y eso se le volvió en contra con gran virulencia.
 Todavía no han aprendido esa lección, en cambio, los representantes de Unidos Podemos, a los que no se les ha ocurrido otra ñoñez que poner en su logo un corazonzuelo con colorines, hablar de “sonrisas” y decir que “nosotros nos tocamos mucho, nos queremos” (¡aargg!, como se leía en los antiguos tebeos)
. Claro que todo esto poco tiene de sorprendente si se recuerda el texto de su gran mentor Monedero ante la agonía de Hugo Chávez: “He amanecido con un Orinoco triste paseándose por mis ojos”.
 No quiero sacar conclusiones, y siempre hay excepción a la regla, pero la experiencia me ha enseñado que las personas capaces de expresarse tan impúdicamente (“Mírenme qué sensible y poético soy, mírenme cómo lloro y me estremezco y vibro”) a menudo también lo son de la más absoluta falta de piedad.
 La niña de Rajoy y los Orinocos de Monedero son dos caras de la misma moneda, a mi parecer. Y, siento decirlo, pero al oír o leer estas sensiblerías, no puedo nunca dejar de acordarme del monólogo del futuro Ricardo III en Enrique VI de Shakespeare, sobre todo de los siguientes fragmentos:
“Vaya si sé sonreír, y asesinar mientras sonrío; y lanzar ¡bravos! a lo que aflige mi corazón; y humedecer mis mejillas con lágrimas artificiales. Ahogaré a más marinos que la Sirena; mataré a más mirones que el basilisco; engañaré con más astucia que Ulises.
 A mi lado le faltan colores al camaleón, y el criminal Maquiavelo es un aprendiz. Y si sé hacer todo esto, ¡quia!, ¿cómo no voy a arrancar una corona?”



COLUMNISTAREDONDA_JAVIERMARIAS

¿Qué tienen en común las elecciones de hoy 26 J y el futbol de este Mundial?

A simple vista salta lo que tienen en común.
NO HAY MUJERES ni juegan el mundial ni son Arbritos ni nada y los candidatos son tb solo Hombres.....la figura de la mujer no es que se vea a través de un techo de cristal, no, es que no hay. Una Presidenta mujer no, no la hay. Si la hubiera o hubiese una sola se vería rapidamente descalificada.
 Como el Padre Angel que está en los cielos y que hace todo para sus pobres y le preguntan por un sacerdocio femenino y dijo una frase enigmática pero en conclusión es que no hay mujeres sacerdotes porque no. 
Los descalificativos son diferentes para hombres y para mujeres. No los voy a repetir porque bastante se ceban los hombres con las mujeres, y ni es bonito ni es bueno.
Los hombres son corruptos inútiles, y todo lo que se les pueda descalificar por sus obras.
De las mujeres siempre el resultado va a ser que son.......eso que es lo que conocen muy bien los hombres. Y desgraciadamente la violencia machista por lo bajo siempre dicen "Algo haría".....
En fin, que si quiero ser Presidenta de Gobierno o Portera de futbol......pues me tendría que aguantar porque los balones de Cristiano o de Ramos o Casillas o Busquets me los tirarian directamente a la cara....