Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 abr 2015

Long bob: todas sus versiones Es el corte estrella de la temporada. Celebs y tops nos enseñan a reinventarlo. Cabello Rostro Ana Morales — Nos lo avanzaba la estilista María Baras al final de verano. "La nueva melena de Jennifer Aniston es una de las más demandadas". Se refería al imitadísimo long bob que tanto está calando entre celebs y tops y que anónimas de todo el mundo estamos intentando replicar con la excusa de cambiar de look.


Eva Mendes para Estee Lauder
© Cortesía de Estée Lauder
Ésta es la imagen que Estée Lauder ha publicado en su perfil oficial de Twitter para dar a conocer el fichaje.
Eva Mendes, nueva imagen de Estée Lauder

Siete meses después de ser mamá, la actriz ficha por la marca cosmética



Hay nueva chica en Estée Lauder. Tras el reciente fichaje de Kendall Jenner para la firma de cosméticos, ahora es la actriz de origen cubano la que se incorpora a la casa como imagen de una nueva línea de cuidado facial, New Dimension, que se lanzará después del verano en el mercado internacional.

¿Los motivos? “Es aspiracional y real al mismo tiempo”, ha afirmado Jane Hertzmark Hudis, presidenta global de la marca. Y ha añadido: “Como actriz, empresaria y ahora madre, Eva entiende el poder de transformación que es la esencia de nuestro nuevo enfoque de la belleza
 La calidez y cercanía de Eva nos ayudará a compartir esta historia increíble con las mujeres de todo el mundo”. Eva, por su parte, ha mostrado su admiración por la marca desde que era adolescente y su ilusión por este nuevo proyecto.
"Estoy emocionada de ser imagen de New Dimension porque me identifico personalmente con lo que representa, el poder que tenemos como mujeres para tomar el control y transformar nuestra propia belleza”.
Con motivo de este fichaje la actriz ha concedido una entrevista a Estée Lauder, publicada en su web oficial, en la que habla de belleza y maternidad. “Mi bebé ha empezado a dormir toda la noche así que ahora tengo más tiempo para mi ritual de belleza”, ha contado. Sobre el paso del tiempo, reconoce que su rostro  “está cambiando.
Y quiero ser capaz de aprovechar este proceso”. Y sobre su idea perfecta de felicidad, es rotunda (y sencilla).
“Levantarme tarde y comer una deep dish pizza. El estilo Chicago”. También ha alabado las bondades de los tacones, de unos boyfriend jeans, del verano en el campo y el invierno en la ciudad, de su obsesión por levantarse tarde, del Krav Maga (un sistema de combate y defensa personal), de por qué Eduardo Manostijeras es su película favorita y de lo mucho que le gustaría tener “talento para responder preguntas de forma interesante”. ¿Acaso no lo tienen todas estas respuestas?

De Niro celebra el 25º aniversario de ‘Uno de los nuestros’ en Tribeca


De Niro en el festival de Tribeca
De izquierda a derecha, Nicholas Pileggi, Ray Liotta, Lorraine Bracco, Robert De Niro, Paul Sorvino y el moderador Jon Stewart, en el festival de Tribeca. / Eric Thayer (REUTERS)

Todo se queda en casa en Tribeca. No es un festival de cine como los demás.
 Tiene aspiraciones internacionales, pero al final siempre vuelva a mirar dentro y en su 14ª edición aún tiene claro el objetivo con el que nació de revitalizar Nueva York
. Por eso, este año inauguraron con el documental Live From New York! para celebrar el 40º aniversario de uno de sus emblemas, el programa Saturday Night Live.
  Y, por eso, el Festival se clausuró este sábado con la proyección y reunión de parte del equipo de Uno de los nuestros, otro símbolo cinéfilo neoyorquino, que también cumplía años, 25.
“Era el aniversario y es una copia digital remasterizada genial”, contó Jane Rosenthal de por qué decidieron cerrar esta edición con el filme de Scorsese, quien supervisó la restauración sacada de un negativo original.
“Si no lo hacíamos nosotros, alguien más lo iba a hacer”. Y, además, ellos jugaban con ventaja siendo De Niro miembro fundador de las dos familias, la de Scorsese y la de Tribeca.
Durante la proyección, el público neoyorquino aplaudía y repetía cada línea de diálogo de unos personajes que consideran unos de los suyos
. “Es simplemente increíble que 25 años después la gente aún responda así a la película”, dijo Ray Liotta, tras el pase de la película, acompañado en el escenario del teatro Beacon por Robert De Niro, Lorraine Bracco, Paul Sorvino y el guionista Nicholas Pileggi; y por una decena más de actores sentados entre el público (Debi Mazar, Kevin Corrigan…).
Scorsese y su mítico productor Irvin Winkler no pudieron acudir a la celebración porque están en Taipéi rodando su nueva película Silence, pero mandaron un vídeo en el que el director italoamericano recordó la escena a la que tiene más cariño: esa en la que su propia madre, Catherine, interpretando a la madre del personaje de Joe Pesci, cocina unos espaguetis para los ‘chicos’ en mitad de la noche.
Además, Marty se acordó de las malas reacciones en el estreno de la película.
“Recuerdo que los pases previos fueron una de las peores experiencias de mi vida.
 Parecía que la audiencia tenía que estar preparada para lo que iba a ver, pero hubo mucha controversia”. Y continuó, dirigiéndose a su coguionista, Pileggi: “¿Te acuerdas de aquel buen restaurante italiano en Tribeca al que solíamos ir? ¿Y cuando la película se estrenó, el propietario nos prohibió la entrada porque al parecer la película denigraba a cierto grupo étnico?”.
Uno de los nuestros no era un cuento de hadas sobre la mafia italoamericana de Nueva York entre los sesenta y los ochenta.
 Era un retrato crudo y violento del crimen organizado, una obra cumbre de un género que casi reinventó. “No sé si lo reinventó –dijo Liotta el sábado–, creó su propia versión”.
“No es ni siquiera parte del género”, añadió Paul Sorvino. “Es parte de la iconografía americana.
 Es una de las tres o cuatro mejores películas de la historia, y si tienes la suerte de hacer algo así en tu carrera, eres muy afortunado”.
Sorvino, protagonista de una de las escenas más recordadas de Uno de los nuestros cuando corta el ajo con cuchillas de afeitar en la cárcel, fue el más hablador de todos los asistentes, que, a pesar de los esfuerzos del showman Jon Stewart como moderador, parecían poseídos por la regla básica de sus personajes: no irse nunca de la lengua.
El actor contó que a punto estuvo de abandonar el rodaje a los dos días:
“Llamé a mi agente y le dije: ‘Sácame de aquí, no puedo hacerlo”. Sin embargo, un día después mientras se colocaba la corbata delante del espejo, se vio como Paul Cicero. “Y me dio miedo”.
Liotta recordó que él, en cambio, sabía que podía interpretar al mafioso e informador, Henry Hill, y rogó a Scorsese, de quien contó que no tuvo problemas en convertirse en un capo durante el rodaje. “Me dijo: ‘Quiero rodar esto como un gángster. Si quiero congelar planos, si quiero poner voz en off, si quiero lo que sea…’ Y eso es lo que hizo. Le dio mucha libertad ser él mismo”.
Ray Liotta también contó cómo Joe Pesci improvisó su famosa escena “Gracioso, ¿por qué?”, que Jon Stewart confesó haber usado durante años como coletilla en sus monólogos.
Pesci, tampoco pudo acudir, pero mandó una nota que De Niro leyó entre risas en esta especial reunión familiar para él: “Fuck, fuck, fuckity fuck fuck”, decía la nota.
 “Lo traduciré –dijo el actor y fundador de Tribeca–: ‘Querido, Bob, Disculpa que no pueda estar allí. Con cariño, Joe”.

Dice Rajoy : “Yo quiero ser candidato, confíen en mí, les irá bien”.......J.avier Casqueiro.

Rajoy Cuando vayas a Madrid 
voy a hacerte emperador deLavapies
y alfombrarte con claveles la gran vía
y a bañarte con vinillo de jerez

En chicote un agasajo postimero
con la crema de la intelectualidad
y la gracia de un piropo retrecehero
mas castizo que la calle de Alcalá 


Rajoy, Rajoy, Rajoy 

presidente de la España en que naci
por algo te hizo Dios la cuna del
del corrupto y de cheques negros,

como el piche que trajistes a Canarias

Rajoy Rajoy Rajoy

como dices piensa mucho en mi
por el sabor que tienen tus berbenas
por tantas cosas buenas que soñamos

sin confiar nunca en ti
, y vas a ver lo que es canela
porque nunca te votaremos
y no confiamos nunca en ti

Rajoy..
https://youtu.be/SYkOeKq_834



https://youtu.be/7ghLFgMH5mg

Famosas como vallas publicitarias.......................................................... Leticia García

Las firmas recurren a actrices para promocionar sus colecciones. 

 Blake Lively se cambió 11 veces en un día. En España la más solicitada es Paula Echevarría.

Blake Lively
La actriz Blake Lively lució 11 distintos vestuarios en un solo día. / GC Images

De entre todas las celebridades actuales, probablemente Blake Lively sea la que mejor sabe rentabilizar su estatus de prescriptora global.
 Es, literalmente, una marca en sí misma: su página web, Preserve, ejerce como blog de estilo de vida, gabinete psicológico y vitrina publicitaria de todo lo que pasa por sus manos (probablemente, previo contrato), de los pañales de su hija a productos alimentarios
. Su propia persona también funciona como un potente escaparate.
 Hasta el punto de cambiarse 11 veces de ropa en un solo día durante la promoción de su último filme, The Age of Adaline.
 Once modelos de once marcas distintas (algunas a la venta en su web) y con estilos que oscilaron entre lo conceptual, lo clásico, lo sexy o lo glamouroso
. La protagonista de Gossip Girl suele jactarse de no necesitar un estilista.
 Lo cierto es que, en vista de sus cambios de atuendo desenfrenados, se basta y se sobra para rentabilizar su imagen.
Lively es una de las famosas que lleva a cabo esta estrategia de una más forma explícita, pero por supuesto no es la única que se une a ciertas enseñas de moda mediante lucrativos acuerdos (y normalmente exitosos por ambas partes).
 Se sabe que la actriz Jennifer Lawrence tiene un contrato con Dior que algunos cifran en 15 millones de euros.
 Tiene el único deber de lucir sus trajes de alta costura en las ceremonias de premios.
 Durante años, se habló de que Penélope Cruz hacía lo propio con Ralph Lauren (aunque en esta ocasión sus obligaciones se extendían más allá de las galas) o que Cate Blanchett está subiendo la popularidad de Armani.
Eso, al menos, es lo que concluye una investigación realizada recientemente por la revista francesa Challenge y la consultora Lexis Nexis Business
. Analizaron el impacto mediático que tuvieron ciertas estrellas (y sus respectivos vestidos) durante el primer trimestre de 2014.
 El tándem Blanchett y Armani lideraba el ranking, con más de 4.000 artículos internacionales referenciándolos y con un porcentaje nada despreciable de comentarios negativos. Le siguieron de cerca David Beckham (y su colaboración con H&M), Rihanna (imagen de la casa francesa Balmain) y Kate Moss (cara visible de Burberry)
. Curiosamente, la oscarizada Lupita Nyong’o, quien fuera el fenómeno viral del pasado año, no rentabilizó como debiera su asociación con Prada (y su línea menor, Miu Miu) y aparece en la octava posición.
En España, la situación es similar, si bien el criterio para asociarse con famosas pasa por una condición inamovible: han de tener un blog de estilo alojado en una cabecera importante.
 Dicho de otro modo: no basta con que luzcan las prendas en eventos varios, han de fotografiarlas en sus respectivas bitácoras.
De entre las celebridades patrias, Paula Echevarría, podría considerarse la Blake Lively española. “Hacerle un regalo a Paula es muy difícil porque las marcas le regalan de todo”, confesaba su marido, David Bustamante
. Empresas como Tous, Blanco, Intimissimi o Women’s Secret saben que ella, Blanca Suárez y Sara Carbonero agotan las prendas que lucen en público.
 De ahí que muchas prescindan de modelos y opten por ellas como imagen de sus campañas.
 Entre las tres, copan prácticamente el mercado nacional
. El internacional no es muy distinto, y abrir hoy una revista de moda es sinónimo de toparse con más publicidades protagonizadas por actrices que por top models.
 Ni vallas, ni desfiles multitudinarios.
 Parece que esta industria no puede mantener la fascinación únicamente con sus propios recursos
. La visibilidad y la aspiración hoy pasan por una famosa con una agenda repleta y una buena cuenta de Instagram.