Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 abr 2015

Famosas como vallas publicitarias.......................................................... Leticia García

Las firmas recurren a actrices para promocionar sus colecciones. 

 Blake Lively se cambió 11 veces en un día. En España la más solicitada es Paula Echevarría.

Blake Lively
La actriz Blake Lively lució 11 distintos vestuarios en un solo día. / GC Images

De entre todas las celebridades actuales, probablemente Blake Lively sea la que mejor sabe rentabilizar su estatus de prescriptora global.
 Es, literalmente, una marca en sí misma: su página web, Preserve, ejerce como blog de estilo de vida, gabinete psicológico y vitrina publicitaria de todo lo que pasa por sus manos (probablemente, previo contrato), de los pañales de su hija a productos alimentarios
. Su propia persona también funciona como un potente escaparate.
 Hasta el punto de cambiarse 11 veces de ropa en un solo día durante la promoción de su último filme, The Age of Adaline.
 Once modelos de once marcas distintas (algunas a la venta en su web) y con estilos que oscilaron entre lo conceptual, lo clásico, lo sexy o lo glamouroso
. La protagonista de Gossip Girl suele jactarse de no necesitar un estilista.
 Lo cierto es que, en vista de sus cambios de atuendo desenfrenados, se basta y se sobra para rentabilizar su imagen.
Lively es una de las famosas que lleva a cabo esta estrategia de una más forma explícita, pero por supuesto no es la única que se une a ciertas enseñas de moda mediante lucrativos acuerdos (y normalmente exitosos por ambas partes).
 Se sabe que la actriz Jennifer Lawrence tiene un contrato con Dior que algunos cifran en 15 millones de euros.
 Tiene el único deber de lucir sus trajes de alta costura en las ceremonias de premios.
 Durante años, se habló de que Penélope Cruz hacía lo propio con Ralph Lauren (aunque en esta ocasión sus obligaciones se extendían más allá de las galas) o que Cate Blanchett está subiendo la popularidad de Armani.
Eso, al menos, es lo que concluye una investigación realizada recientemente por la revista francesa Challenge y la consultora Lexis Nexis Business
. Analizaron el impacto mediático que tuvieron ciertas estrellas (y sus respectivos vestidos) durante el primer trimestre de 2014.
 El tándem Blanchett y Armani lideraba el ranking, con más de 4.000 artículos internacionales referenciándolos y con un porcentaje nada despreciable de comentarios negativos. Le siguieron de cerca David Beckham (y su colaboración con H&M), Rihanna (imagen de la casa francesa Balmain) y Kate Moss (cara visible de Burberry)
. Curiosamente, la oscarizada Lupita Nyong’o, quien fuera el fenómeno viral del pasado año, no rentabilizó como debiera su asociación con Prada (y su línea menor, Miu Miu) y aparece en la octava posición.
En España, la situación es similar, si bien el criterio para asociarse con famosas pasa por una condición inamovible: han de tener un blog de estilo alojado en una cabecera importante.
 Dicho de otro modo: no basta con que luzcan las prendas en eventos varios, han de fotografiarlas en sus respectivas bitácoras.
De entre las celebridades patrias, Paula Echevarría, podría considerarse la Blake Lively española. “Hacerle un regalo a Paula es muy difícil porque las marcas le regalan de todo”, confesaba su marido, David Bustamante
. Empresas como Tous, Blanco, Intimissimi o Women’s Secret saben que ella, Blanca Suárez y Sara Carbonero agotan las prendas que lucen en público.
 De ahí que muchas prescindan de modelos y opten por ellas como imagen de sus campañas.
 Entre las tres, copan prácticamente el mercado nacional
. El internacional no es muy distinto, y abrir hoy una revista de moda es sinónimo de toparse con más publicidades protagonizadas por actrices que por top models.
 Ni vallas, ni desfiles multitudinarios.
 Parece que esta industria no puede mantener la fascinación únicamente con sus propios recursos
. La visibilidad y la aspiración hoy pasan por una famosa con una agenda repleta y una buena cuenta de Instagram.

 

Entonces, ¿quién es una mujer real?..................................................CARMEN LÓPEZ

Entonces, ¿quién es una mujer real?

La moda por fin adopta nuevos modelos de belleza, pero a veces no se etiqueta como reales a las mujeres de complexión delgada ¿Acaso no somos todas personas reales?.

 

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Candice Huffine en la campaña de bañadores de Violeta by Mango y Dree Hemingway en la de Lisa Marie Fernandez..
 La batalla entre Lane Bryant y Victoria’s Secret tuvo lugar a principios de abril y ocupó titulares de medios en todo el mundo. Tallas grandes contra cuerpo perfecto e inalcanzable. Detrás de este desafío, dos marcas comerciales manejando los hilos y recibiendo atención mediática. Aquí se publicitaba mucho más que unos sujetadores y unas braguitas. Aquí se cuestionaba desde el lenguaje publicitario el ideal de cuerpo femenino. Si hubiese que escoger una ganadora en cuanto imagen de marca, Lane Bryant venció por goleada. Su campaña #ImNoAngel (No soy un Angel) cumplió su objetivo de viralidad. Enfrentarse directamente a una marca de reconocimiento global (la emisión del último desfile de Victoria's Secret en EE UU generó más de un millón de tuits en apenas 30 minutos) le valió apropiarse de esa fama a su favor. Millones de personas conocieron el no-tan-famoso nombre de Jane Bryant apelando a las mujeres reales. Atacar al ideal imposible de Victoria's Secret puso de su lado a las mujeres que no son ángeles (veáse, la amplía mayoría de la población femenina)..

Hay muchos términos clave en el párrafo anterior –cuerpo perfecto, campaña, ángel de Victoria's Secret–, pero el más importante es real
. Una palabra que no deja de resonar en nuestras cabezas, un mensaje enviado desde múltiples altavoces: no os preocupéis, ya podéis parar con el auto-odio, sois normales y ha llegado la hora de que reivindiquéis vuestro derecho a salir en las portadas de las revistas y los anuncios de la televisión.
 Un mensaje que certifica la necesaria amplitud de miras de los injustos y estrictos canónes de la moda y que se ha traducido en líneas especiales de las marcas (Violeta by Mango, Ad+ de Adolfo Domínguez, Asos Curve, etc), el despunte de modelos de tallas más allá de la 42 como Candice Huffine o Tara Lynn y la comercialización de la cosmética para la belleza real.

Una de las firmas abanderadas de esta tendencia desde hace años y que apela directamente al mensaje de las mujeres reales como lema es Dove.
 En 2004 realizaron un estudio con la Universidad de Harvard que desprendía que sólo el 2% de las mujeres se definían como guapas.
 Ese dato les pareció “alarmante” y lanzaron la campaña StopGap “con la misión de cerrar este gap (en castellano sería “brecha”) de 98% de mujeres que no se describen como guapas y hacer que todas aprecien la belleza que hay en ellas”. explica María Lemonidou de Unilever, grupo del que forma parte la marca.
 Desde entonces, sus campañas buscan reforzar la autoestima femenina con mensajes poderosos (y muy virales).
Dove abrió la veda de la publicidad que celebraba las mujeres 'reales'. Nike vio el filón y en 2005 los medios aplaudieron su campaña que incluía frases como "mi culo es grande" y que "intentaba reflejar lo que es real, lo opuesto al ideal
". Desde entonces, multitud de firmas han relajado las restricciones sobre los ideales de belleza y lo habitual ahora es lanzar campañas que publicitan no tener photoshop sobre sus modelos y con diferentes prototipos de belleza.
 Celebrar que no sólo los ángeles de victoria's secret son el prototipo ideal es un fantástico avance al que nos ha costado mucho llegar.
 El problema viene dado cuando el mensaje de mujer real se reduce a otro determinado tipo de físico, el contrario. ¿Qué pasa con las chicas que no responden a este nuevo ideal? ¿No son reales?
La periodista Raquel Marcos publicó un tuit en el que expresaba su hartazgo sobre este tipo de lemas: “Ya sé que soy real”, compartió en la red social. Al pedirle la versión extendida de esa opinión señaló el paternalismo del mensaje y comentó: “¿Estamos las mujeres tan acomplejadas, somos tan inseguras, que tienen que decirnos las marcas lo bonitas que somos? Todas las mujeres somos reales, no es necesario promover una guerra de tallas para que las que no tenemos el cuerpo de Karlie Kloss nos sintamos mejor y, en definitiva, nos identifiquemos y adquiramos un producto determinado”.

Está claro que esta reflexión no es compartida por una gran parte de la sociedad.
Desde Dove afirman que nunca les han acusado de oportunistas por utilizar el mensaje de belleza real siendo una firma de cuidado personal que mejora el aspecto del cuerpo.
“Las mujeres que inspiramos a cuidarse y verse bellas, cada día, nunca nos han acusado
. La conversación que tenemos con ellas desde más de 10 años y el comienzo del concepto de la belleza real nos ha traído testimoniales inspiradores y emotivos, donde mujeres de todo el mundo comparten con nosotros historias de superación y de transformación.
Nos sentimos muy orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena en esta transformación (...) Además, hemos llevado nuestro propósito mucho más lejos, impartiendo talleres de autoestima en colegios para niños y niñas entre 11-14 años, queriendo transmitirles esta actitud positiva hacia su cuerpo”.
No obstante, sí que se han dado críticas a sus campañas de autoestima o la "inconsistencia" de definir como real a un espectro de mujeres muy definido (como, por ejemplo, en su campaña Tested on curves).
Y los hombres, ¿no son reales?

El hombre no ha aparecido hasta el momento por ningún lado.
 Lencería femenina, modelos curvy, mujeres bellas
 ¿Qué pasa con ellos? Es obvio que a los hombres también se les vende el aspiracional cuerpo perfecto como de Beckham, pero ¿la idea que se transmite es la misma?
Para Raquel Marcos no lo es en absoluto
: “Las marcas saben que pueden vender su producto a un hombre calvo o pasado de peso sin necesidad de consolarle previamente
. Es cierto que vivimos en una sociedad que rinde culto a la belleza y la juventud en general, pero la publicidad y las marcas dan por sentado que las mujeres son más inseguras, y hasta más frívolas, que los hombres.”

Una conclusión está clara y es que todas las mujeres son reales, no hacía falta darle demasiadas vueltas. Los ángeles de Victoria’s Secret también están incluidas porque no todos los cuerpos femeninos tienen curvas acentuadas o tendencia a engordar.
 No se pueden excluir porque hasta ahora hayan sido el modelo aspiracional que se intentaba vender. Si todo el problema es el canon de belleza, la duda radica en si la solución a este conflicto pasa por cambiar el actual por el barroco de Rubens
. O si las marcas como Lane Bryant ayudan a ello o lo que intentan es ampliar su mercado dentro del espectro femenino fomentando una guerra de tallas
. No olvidemos que de lo que se trata es de incluir
. Nunca de excluir.

El seísmo en Nepal: ¿Tragedia anunciada?.......................................... JUANITA MALAGÓN .

La autora, que vivido y trabajado en el país, explica cómo todo el mundo presagiaba un nuevo temblor pero apenas se previno.

 

En enero de 2013, mientras vivía en Katmandú, escribí un artículo relacionado con terremotos para el periódico local Nepali Times.
 El semanario publicaba cada año un artículo en conmemoración del terremoto del 15 de enero de 1934 que devastó la ciudad y mató 18.000 personas en todo Nepal e India.
Uno de los objetivos del texto era hacer un balance de lo que se estaba haciendo y cómo prevenir una tragedia anunciada.
 No porque se pudiera advertir del terremoto en sí, sino para saber qué hacer para minimizar el impacto en el peor de los casos.

En los tres años que viví en Nepal, “el gran terremoto” era un tema de conversación frecuente entre amigos y colegas, en oficinas y colegios
. Incluso cada 15 de enero los medios de comunicación hacen todavía gran despliegue del Día Nacional de Seguridad contra Terremotos (National Earthquake Safety Day) que conmemora el devastador seísmo de 1934.
 Año tras año, no han faltado los discursos del gobierno en los avances en la materia, la presencia de organizaciones internacionales, los nuevos programas de prevención de desastres, etc.
La gente conocía las consecuencias de un terremoto, sin embargo en una ciudad densamente poblada como Katmandú se seguían construyendo edificios y escuelas que no eran sismo-resistentes, no se fortalecían suficientemente las construcciones ya hechas, y se ampliaban vías sin mucha planeación. En general, no había conciencia de qué hacer después del desastre.
Conocíamos la frase que rondaba por todas partes “no se trata de si habrá el gran terremoto sino cuándo lo habrá”
. La mayoría, si no todos, sabíamos del sismo de 1934 y la alta posibilidad de que uno de tal o mayor magnitud se repitiera.
 Reportes históricos mostraban que cada 70 años había un movimiento telúrico de grandes proporciones y se sabía que Katmandú quedaba en la falla donde chocan las placas de India y Euro-Asia, haciéndola una de las ciudades más vulnerables del mundo.
En colegios y oficinas había planes detallados de qué hacer en caso de una fuerte sacudida, cómo debía protegerse, la red de contactos y el lugar de reunión después del temblor, entre otros.
 Se recomendaba tener en general provisiones de comida, ropa, agua, cobijas (mantas), suficientes para mínimo dos semanas guardadas en un lugar seguro afuera de la casa, un morral a la mano con documentos, dinero, linterna y cosas de primera necesidad.
 A los niños les enseñaban qué hacer en caso de un temblor, y tenían frecuentes ejercicios de evacuación.
Y algunas veces creíamos que eran exageraciones.
 Sí, era importante prevenir, pero no era necesario ser paranoicos.
 Nuestras casas se veían seguras, igual que los colegios y oficinas, pero, ¿qué pasaba en los lugares públicos, en los cinco minutos que se va al mercado local o en el recorrido de los espectaculares monumentos históricos (como los que se derrumbaron), en las casas viejas construidas con ladrillos que abundaban?
Hoy, dos días después del terremoto, no hay luz ni agua la mayor parte del día, la conexión a internet es intermitente, las líneas de teléfono trabajan y aunque no salen ni entran llamadas a celular, los mensajes de texto sí funcionan.
 Desde el sábado, la gente en Nepal que puede se comunica vía redes sociales como Facebook, Twitter, Whatsapp y Viber. Dicen que hay frecuentes réplicas tan fuertes como un terremoto en sí y que derrumban lo que queda de algunas construcciones ya afectadas.
Desafortunadamente, no sé puede decir que lo peor ha pasado, lo peor está por venir.
 Con la comida y el agua escaseando en una ciudad que en condiciones normales ya tenía racionamientos fuertes de agua, luz, gasolina y la escasez de algunos alimentos, el panorama no es alentador.
Es que no sólo fueron casas las que se destruyeron y las vidas que se perdieron.
También fueron sus monumentos –muchos, patrimonio cultural de la humanidad de la Unesco-, fueron sus templos, su historia, su cultura.
 Todo esto se derrumbó en los 40 segundos que duró el terremoto. Y ni qué decir de los efectos devastadores en las regiones, donde el acceso es realmente difícil.
El gobierno hace lo que puede, la ayuda internacional ya llega.
 Con la inestabilidad política del país de los últimos años, la gente en Nepal sabe que debe ayudarse entre sí y no depender del gobierno
. El sentido de comunidad en este país del Himalaya es enorme
. Los nepalíes son generosos y respetuosos, tan espirituales que esa será su fortaleza para seguir adelante.
Gente en Katmandú me ha dicho que se siente afortunada.
 Afortunada por estar viva, porque sus familiares y cercanos estén físicamente bien, porque que la tragedia no pasó en la época del Monzón ni en invierno, o entre semana cuando los niños van al colegio, o de noche cuando la gente duerme en su casa
. Todo podría ser peor.
Ahora viene lo más difícil, reconstruir una nación y la propia vida, con tan poco.
 Como dijo un conocido nepalí: “Lo hicimos una vez (refiriéndose al terremoto de 1934) y lo haremos otra vez
. Lo más importante es que seguimos vivos”.
Periodista y antropóloga colombiana, con experiencia profesional en África y Asia.
 Estuvo tres años colaborando con el Nepali Times. Actualmente vive en Jartum, Sudán

26 abr 2015

Letizia pone de moda el corte bob (al menos en internet)

La página en Wikipedia del "corte bob" quintuplica sus visitas, aumenta la popularidad de los vídeos que enseñan a hacer el corte en casa y las búsquedas en Google tanto de Letizia como de su nuevo peinado se disparan.

 



Letizia pone de moda el corte bob (al menos en internet)



Primera aparición de la reina Letizia con su nuevo corte de pelo el pasado 21 de abril
Primera aparición de la reina Letizia con su nuevo corte de pelo el pasado 21 de abril. GETTY IMAGES
La reina Letizia presentó su nueva imagen en los premios de la revista Woman que se entregaron el pasado 21 de abril. Ha pasado de la melena al conocido como corte bob. Su pelo ahora termina unos centímetros por encima de los hombros.
Este estilo se impuso a principios de 2013 cuando la modelo Karlie Kloss optó por el tijeretazo y la edición estadounidense de la revista Vogue, con la complicidad del periódico The New York Times, lo consagraron como el corte del año. En aquel momento, Estados Unidos recogió la tendencia como propia, con los consiguientes efectos colaterales en la industria de la moda, el cine y la música.
Han tenido que pasar dos años para que el corte bob explote en España gracias a la decisión de la Reina. Durante esta semana, y aunque despistara a unos pocos con el moño que lució durante la entrega del premio Cervantes, las búsquedas en internet sobre este estilo capilar se han multiplicado como demuestran estos cinco datos.
1. Las búsquedas de las palabras "corte bob" han crecido en España los últimos días como se puede ver en este gráfico de tendencias de Google.
En este mapa se puede ver que la comunidad con mayor interés por el corte de pelo es Asturias, donde nació la Reina.
2. No solo Letizia ha puesto de moda el corte bob, parece que el corte bob también ha puesto de moda a Letizia. Al introducir su nombre en la herramienta de estadísticas del buscador se comprueba que también se han acrecentado las búsquedas. También creció en junio de 2014 con la abdicación del rey Juan Carlos I.
3. El fenómeno bob ha provocado que un vídeo de YouTube de 2013 explicando cómo hacerse este corte en casa haya revivido y se sitúe entre lo más visto de esa web.
Al revisar las estadísticas se confirma el crecimiento (medido hasta el 22 de abril, un día después del estreno del corte de pelo de la Reina).
4. Tal vez, la tendencia más significativa es la que demuestran las cifras de Wikipedia. La entrada en español sobre el "corte bob" ha quintuplicado las visitas.