Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 mar 2015

Mediaset, multada con 167.000 euros por ‘Sálvame Deluxe’

La Audiencia confirma la multa por la redifusión del espacio con calificación inadecuada.

Salvame Deluxe

La Audiencia Nacional ha confirmado la multa de 167.001 euros que Industria impuso a Mediaset por una redifusión del programa Sálvame Deluxe un sábado por la tarde, en horario no protegido, con la calificación de no recomendada para menores de 12 años cuando su contenido era para mayores de 18.
Así lo ha acordado la sección octava de la sala de lo Contencioso-Administrativo de este tribunal en una sentencia, contra la que no cabe recurso, que ha anulado además la multa de 50.000 euros con la que la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Setsi) ya había sancionado al grupo por la emisión de ese programa un día antes en Telecinco.
"Se trata de una única conducta infractora que se ha sancionado en dos expedientes sancionadores", destaca la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, que subraya que dicha conducta "se consumó en el momento de hacer dicha calificación" y no se ha procedido una nueva por el hecho de volverlo a emitir "en otro horario y en otra cadena" (La Siete).

Para el tribunal, no obstante, Mediaset ha vulnerado la Ley General de Comunicación Audiovisual ya que el contenido de Sálvame Deluxe no se adecúa a la calificación dada por el operador, según los criterios que establece el Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia.
 Dicho precepto prohíbe la emisión de contenidos audiovisuales que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores, y, en particular, la de aquellos programas que incluyan escenas de pornografía, maltrato, violencia de género o violencia gratuita.
"Está acreditado en el expediente que el programa emitido en La Siete, aún después de eliminar algunos contenidos de la primera emisión en la otra cadena, incluía escenas y comentarios de relaciones sexuales, espectáculos pornográficos y exhibición de artículos de sexo", subraya el tribunal.
 Además, añade, el espacio presentaba "temas de esoterismo y paraciencia", que los magistrados consideran "susceptibles de perjudicar el desarrollo físico, mental o moral de los menores".
Para la sala, en este caso concurre, "cuando menos, aquella forma de culpabilidad que es la imprudencia", además de considerar que al tratarse de empresas audiovisuales, "los estándares de diligencia exigibles alcanzan el mayor nivel".

 

La Reina optó por una pieza de Mango para la inauguración de la exposición Santa Teresa de Jesús

Efe
El Rey Felipe VI y Doña Letizia en la Biblioteca Nacional de Madrid
A Doña Letizia le gusta utilizar los pantalones y tops de una sola pieza, tradicionalmente conocidos por «monos» y ahora frecuentemente denominados por el término anglosajón «jumpsuit».
En años pasados, acudió a varias recepciones en la Zarzuela, con monos de distinto color pero corte similar.
 Esta semana utilizó un modelo que era casi réplica exacta de un mono que había llevado en otras ocasiones. El modelo de Hugo Boss negro que utilizó en noviembre de 2013 en el Hotel Ritz, cuando se entregaron unos premios de periodismo, le quedaba excesivamente amplio y le hacía enormes arrugas.
 Lo combinó con unos zapatos abotinados con abertura peep-toe de Hugo Boss, que hacían que el pantalón reposase en exceso sobre el empeine.
Había estrenado este conjunto en Barcelona dos años antes, en un acto de la Asociación Española contra el cáncer, pero aquella vez iba más favorecida: era verano, lo combinó con un discreto cinturón del mismo tono, con las sandalias que utilizó esta semana de nuevo y con el cabello suelto.
El pasado miércoles, la Reina lució un modelo de mono negro muy similar, si bien le quedaba mejor y era de la marca española Mango 
. Lo conjuntó con las ya mencionadas y muy amortizadas sandalias de Magrit doradas, originales y favorecedoras; las ha llevado en numerosas ocasiones, entre otras en su primera recepción como Reina en Mallorca el pasado verano.
 Pero quizás, acudir vestida de este modo a la conmemoración del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús no fuese lo más adecuado
. Recordemos que el mono nació como «herramienta» de trabajo y sigue siendo prenda laboral indispensable de mecánicos y pintores
. Añadir un escote pronunciado o una manga muy corta no mejoró las cosas. 
Como decía Santa Teresa: «Cuando oración, oración; cuando perdiz, perdiz».

Isabel Preysler y su adicción a la cirujía....................Si pudiera, cambiaría un poco de todo.

La «socialité», que hoy cumple 64 años, recibe a ABC con motivo del lanzamiento de su línea de cosmética.

Isabel Presyler cumple 64 años sin Boyer

Mucho se ha escrito sobre los secretos de su eterna juventud.
 Pero, ¿qué hay de cierto en todo lo que se dice?
 Con motivo de la presentación de su nueva línea de cosmética «My Cream», Isabel Preysler recibe a ABC en su casa, en una entrevista exclusiva donde descubre qué come, dónde se cuida, quién la peina, cómo entrena…
 Una sorpresa tras otra. Y todas gratas.
Llego puntual a mi cita y, mientras espero, me fijo en los detalles
. Rosas frescas por todo el salón, bombones Ferrero Rocher (sin el papel), cestos con nueces… Se nota que le gusta cuidar los detalles al máximo
. Al segundo, aparece «Vanilla» (en inglés), el perro de Tamara, que me recibe con la misma alegría que mi entrevistada unos minutos más. 
«Perdona, Teresa, pero estaba con una llamada de Filipinas que no podía dejar», se disculpa, con esa sonrisa que seduce a hombres y mujeres por igual.
 La primera sorpresa me la llevo al verla con coleta y la cara lavada. Pocas mujeres a partir de los 50 resisten la falta de maquillaje, pero a los 64 años que cumple precisamente el día en que publicamos la entrevista (Felicidades), ninguna.
 Ni manchas, ni arrugas, ni un ápice de flacidez.
 Comprendo por qué se ha convertido en un referente de belleza.
 Pide que nos traigan algo de picar. Llega la segunda sorpresa. Esperaba unas tomatitos o unas brochetas de frutas, y su mayordomo nos deja unos deliciosos sándwiches a la plancha, con queso fundido 
. Pienso que ni los probará -son las 7 de la tarde y me anuncia que tiene gente a cenar-, pero ante mi asombro, se toma el primero (de tres que comerá a lo largo de nuestra entrevista)
. Intuyo que voy a descubrir a una Isabel muy distinta de la que algunos medios nos muestran. Me cuenta que desde que era pequeña come mucho y no engorda, herencia de su madre.
 «Soy de las que gano más peso durmiendo que comiendo». 
Lleva vaqueros con una camiseta y no asoma ni un ápice de grasa.
 «Estoy más flaca de lo habitual por culpa de una medicación para las migrañas».
Para mantenerse en forma hace gimnasia dos días a la semana en su casa, con Blas Latorre «un entrenador buenísimo», y un tercero con Prado Martín y el famoso «chaleco» de electroestimulación Miha Bodytech.
 Sonrío, porque tengo la misma entrenadora, y me alegra saber que voy el buen camino.
 ¿Cómo ha encontrado fuerzas después de la pérdida de Miguel Boyer para embarcarse en este proyecto?
 «Empecé cuando mi marido todavía estaba enfermo. Estuve dudando porque no tenía ánimos ni tiempo, pero fue Ana mi hija la que me dio el empujón.
 Se ha implicado mucho en el proyecto, sobre todo en la parte comercial y de marketing. Sin ella no me habría lanzado»
. Más sorpresas. Parece que le pega más a Tamara, comento. «Es posible, pero entonces no vivía en casa -ahora sí- y fue Ana la que se implicó al cien por cien»
. ¿Es usted socia o solo la imagen de los productos como se cree? «Soy socia. Éste es mi negocio y he puesto muchísima ilusión en él.
 Durante dos años he probado todo tipo de cremas para saber lo que quería para las mías, he trabajado al máximo para que la textura fuera ligera porque no soporto la sensación grasa en la piel, me empeñé en que el perfume fuera de peonía, un aroma nada corriente en un cosmético, y lo conseguimos».

Perfeccionista

Es muy perfeccionista, y se nota en todos los detalles del producto
. «He participado en la selección de la tipografía, el logo y hasta en los gramos que tenía que tener el cartonaje.
 Está todo muy trabajado y he puesto mucho de mi». ¿Serán carísimas?, pregunto convencida. «Entre 44 y 49 euros
 . Quería las mejores cremas posibles, a un precio razonable. Y que se vendieran en la farmacia, para que me tomen en serio».
 Las sorpresas se suceden. De sus «secretos» (a voces) de belleza, me confirma que bebe agua templada con lima o limón nada más levantarse (efecto «detox») y que cumple un estricto ritual de nutricosmética, asesorada por un profesional. 
En el desayuno, vitaminas del grupo B, 500 miligramos del vitamina C y magnesio; el mediodía, vitamina E y Calcio, una cápsula para fortalecer el pelo y las uñas y otra de colágeno; y en la cena, calcio, magnesio y colágeno. 
Y me desvela la receta vitamínica que le recomendó un médico hace años, y que pienso adoptar: un «smoothie» (batido) verde, a base de judías verdes, pepino, calabacín, col rizada, brócoli, espinacas, pimiento verde, zumo de lima y manzana verde (estos dos últimos para darle buen sabor). Cuando empiezo a pensar que, por fin, algo cuadra con lo que esperaba oír, me cuenta que esa noche tiene un grupo de amigos para ver una películaen su «home cinema», y que cenará «como todos los viernes» perritos, hamburguesas, patatas fritas, tarta de chocolate y helado.
 «No es tan malo como parece -bromea- porque las hamburguesas son de ternera blanca, y el helado lleva leche desnatada y agave».
 ¡Y yo que pensaba que era macrobiótica! «He estado en la Clínica Sha y me encantó, pero no me “convertí”».
 Toma todos los días chocolate negro, y casi a diario helado.
 Para que luego digan que ayuna. «Hace años, los lunes hacía algo parecido, y tomaba solo piña para “limpiarme”, pero me daba dolor de cabeza, y lo dejé». 
¿El secreto de su cutis impecable? «Hasta hace cuatro años me infiltraba el coctel de vitaminas del Doctor Chams pero ya no lo hago». Le gustan los tratamientos de Massumeh Massi y Maribel Yébenes, centros a los que acude habitualmente, «aunque no voy tanto como me dicen que debería, porque no tengo tiempo».

Disciplinada

En casa se reconoce muy disciplinada y utiliza su nueva línea desde hace un año.
 La observo y me sorprendo de que de su rostro no asoma ni gota de flacidez. Decido tirarme a la piscina (y en bomba) y le pregunto si nunca ha pasado por el quirófano. «No hay mujer de mi edad que esté bien y no se haya tocado algo», me contesta. ¿Para los retoques prefiere España o el extranjero? «Aquí hay buenísimos profesionales, no hace falta irse fuera
Incluso pienso que los españoles tienen mejor gusto». ¿En manos de quién pone su melena? «Voy al salón de Peque donde miman mi pelo tanto como a mi, y en casa me lo cuidan Ramón Ríos y Lola Viraz, y esta última me lo corta. 
Sobre su perfume me aventuro a decir que es Jo Malone, y acierto. «Amber & Lavender o French Lime Blosson
. Me gustan todos. ¿Un secreto confesable? Para mantener la firmeza de los brazos me aplico Engennering de Maribel Yébenes, mezclado con un aceite de Weleda»
. Le gusta Natura Bissé y a la hora de maquillarse recurre a Armani, Tom Ford, Sisheido y Nars. Y en su bolso nunca falta la barra de labios y un cacao. ¿Un truco que nunca falla cuando se levanta con mala cara? El «concealer» (quita ojeras).
No quiero alargar más el «tercer grado» sobre sus cuidados, y le hago una penúltima pregunta. 
¿Una manía? «¿Una? Tengo miles. Soy una maniática tremenda, pero a estas alturas, ya no puedo cambiar», dice entre risas. 
Para terminar, ¿qué es lo que más le gusta de su físico, y qué es lo que menos? Y me asombra por última vez con su respuesta: «Si pudiera, cambiaría un poco de todo. De la cabeza a los pies». Como son las cosas.
 Yo, si pudiera, me cambiaría por ella.

 

Angelina Jolie, la encantadora de políticos........................................................ Barbara Celis.

El exministro de Exteriores británico deja la política para trabajar con la actriz contra la violencia sexual en zonas de guerra.

El exministro británico William Hague y la actriz Angelina Jolie, en junio. / Cordon Press

En el mundo de los derechos humanos el político William Hague y Angelina Jolie son una de las dos parejas de moda.
 La otra, por supuesto, es la que forman la estrella de Hollywood George Clooney y su flamante esposa, la abogada Amal Alamuddin.
 Pero aunque el actor y su mujer enloquezcan a los paparazis, el tándem entre una de las intérpretes más glamurosas y mediática de la meca del cine y el político británico resulta mucho más interesantes, puesto que no les une el amor si no el trabajo y un objetivo tan ambicioso como noble: terminar con la violencia sexual contra las mujeres en zonas de guerra.
Aunque desde un principio pareció una unión improbable y de corta duración, ha resultado ser una de las que mejores frutos está dando en el área de los derechos humanos, hasta tal punto que el que fuera el hombre más poderoso de Reino Unido en política exterior hasta hace apenas ocho meses no se presentará a las próximas elecciones al Parlamento británico.
 Él prefiere continuar trabajando con Angelina Jolie en un proyecto en el que se embarcaron hace ya tres años.
“Es demasiado importante para abandonarlo. La campaña está en un buen momento y tiene que mantenerse.
Tenemos que demostrar que es posible tomar medidas en todo el mundo”, declaró en el diario Evening Standard Hague, actual portavoz tory de la Cámara de los Comunes.
Desde la izquierda: Brad Pitt, William Hague y Angelina Jolie, en el congreso celebrado el pasado verano en Londres. / Cordon Press
Se conocieron en 2011, cuando él era aún ministro de Exteriores británico. Jolie le propuso ver su primera película como directora, En tierra de sangre y miel, donde denuncia las violaciones de las mujeres bosnias durante la guerra de los Balcanes.
La actriz, que entonces era embajadora de buena voluntad de la ONU para los refugiados (desde 2012 tiene un cargo diplomático como enviada especial para el Alto Comisionado de Naciones Unidas), no buscaba precisamente la crítica cinematográfica sino un aliado en lo que le parecía un tema completamente olvidado por las instituciones internacionales: los crímenes sexuales utilizados como arma de guerra en los conflictos de todo el planeta.
“Su película fue la que me ayudó a conectar muchas cosas de las que había sido testigo en mi vida como político.
 Si sabemos tanto sobre determinados crímenes, ¿por qué no actuamos para frenarlos?”, se preguntó Hague tras ver el filme. A partir de ese momento la actriz y este político, perteneciente al partido conservador y con 26 años de experiencia a sus espaldas, se pusieron a trabajar juntos para cambiar la actitud de gobiernos e instituciones hacia los crímenes de guerra de tipo sexual, convirtiendo su condena en una prioridad que tuvo su punto álgido en la cumbre que se celebró en Londres en junio de 2014.
En el centro de su agenda estaba activar un protocolo internacional con medidas de prevención y acción pero cuyo objetivo principal era cambiar la actitud de gobiernos e instituciones hacia crímenes contra los derechos humanos que sin embargo nunca son perseguidos.
 “Y funcionó. Vinieron ministros de 125 países que pensaban que escucharían charlas aburridas y se dormirían en sus asientos. En cambio, se encontraron con un lugar lleno de energía, con reuniones intensas, películas, ONG, activistas y gente corriente.
Aquella cumbre ha provocado un cambio claro de mentalidad hacia el problema”, asegura Hague en la misma entrevista.
 Y lo atribuye a la tenacidad de Angelina: “Ella ha hecho muchísimo por esta causa y además sabe muchísimo sobre el tema y está totalmente entregada a él”.
El primer ministro británico, David Cameron, charla con William Hague y Angelina Jolie fuera de Downing Street tras un encuentro en junio. / CORDON PRESS
De hecho, Angelina Jolie no ha descartado su intención de abandonar poco a poco el cine para centrarse en el futuro en su trabajo como diplomática, algo que el propio Hague reconoce que hace muy bien
. A la actriz además no le iría mal como política: una encuesta reciente en Reino Unido la convirtió el pasado enero en la mujer más admirada del planeta.