Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 jun 2014

Letizia, la Reina en el Sur...........................................................Jorge Zepeda Patterson

Probablemente yo era el único periodista del Hemisferio Occidental que desconocía la noticia.
Había estado tres días incomunicado tomando fotos a osos polares en la tundra canadiense y sólo al regresar al pequeño pueblo de Churchill, punto de partida de la expedición, pude percatarme de docenas de correos electrónicos que indagaban mi opinión sobre la futura reina de España.
 La pregunta me parecía casi tan surrealista como la aurora boreal que había contemplado horas antes.
Entre los emails reconocí el nombre de un amigo, directivo de EL PAÍS, quien me ponía al tanto de la noticia: la corona española había anunciado el compromiso del príncipe Felipe de Borbón con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano.
 Entre los escasos datos que aportaba el anuncio se decía que había trabajado en el diario Siglo21 de Guadalajara, México.
Recordé a la joven rubia que había conocido siete años atrás y temí por ella al comenzar a leer el medio centenar de correos febriles y perentorios de mis colegas españoles.
 Estaban desesperados por conocer algo más del pasado de la futura reina. Luego acudieron a mi mente un par de estampas de Letizia durante su paso por México y supuse que, a su manera, podría con todo ello.
La conocí a principios de 1996 cuando cursaba un diplomado en periodismo en la Universidad de Guadalajara en el que di una charla.
 Sobresalía por su estatura, la cabellera rubia y las preguntas inquisitivas.
 Al final del acto me abordó y quiso saber si había posibilidad de ingresar al diario que yo dirigía.
No me extrañó que quisiera trabajar con nosotros. Siglo 21, fundado en 1991, era un periódico absolutamente singular.
 Concebido tras una larga estancia mía en EL PAÍS, en Madrid, en muchos sentidos constituía una versión bonsái del diario español.
Tenía también la influencia de Tomás Eloy Martínez, el escritor y periodista argentino, quien me había ayudado a capacitar al personal.
 Cinco años después, cuando Letizia apareció, Siglo 21 era un diario con una redacción punzante, fruto de la convicción romántica y mesiánica de estar descubriendo el nuevo periodismo en México.
Recibí en mi oficina a la aspirante días después de la charla en la universidad; estaba por terminar su diplomado y tenía una promesa de empleo en Madrid que estaría disponible meses más tarde.
 Un trato similar habíamos realizado ya con una docena de egresados del máster de EL PAÍS con buenos resultados, así que no dudé en ofrecer un puesto provisional a la avispada joven, aunque supuse que mi oferta la frustraría: sólo tenía disponible una plaza de reportera en Tentaciones, el suplemento de ocio.
 Me equivoqué, aceptó encantada.
Letizia fue recibida por el pequeño universo cerrado de nuestra redacción de la misma manera que lo haría la opinión pública española al ingresar al Palacio de la Zarzuela: algún entusiasmo, mucha desconfianza
. Era demasiado guapa para pasar inadvertida entre el elenco masculino y para su desgracia lo mismo podía decirse del femenino.
 Pero la joven de 25 años no se arredró; días más tarde comenzó a inundar de notas periodísticas a su editora.
La falta de contexto de los usos y costumbres tapatíos por parte de Letizia se convirtieron en un activo inesperado.
 Su crónica de platillos típicos para la sección gourmet callejero permitió a los locales ver los tacos de lengua con otros ojos.
 Lo mismo ofrecía miradas nuevas sobre el sobador de huesos del mercado que del artista plástico semijubilado y enfermo de nostalgias de París.
 Su pasión por la música pronto rindió dividendos al periódico gracias a la amistad que supo granjearse entre los grupos de rock.
Semanas después observé que el suplemento se había llenado de notas firmadas por Letizia Ortiz. Llamé a la editora, Cecilia Jarero, para reclamar lo parroquiano que resultaba tal reincidencia.
 “Es que me trae dos notas diarias”, se quejó. Una semana después Letizia misma ofreció la solución: la mitad de sus textos aparecieron firmados por Ada Rocasolano.
Meses más tarde me invitó un café para anunciar su regreso a España donde la esperaba el nuevo empleo en la radio.
“Si no lo hago ahora no lo hago nunca, estoy encantada”. Traté de disuadirla, sin éxito, invitándola a ser editora de la sección internacional.
Para entonces Letizia era apreciada incluso por una buena parte del personal femenino.
Un año más tarde la vi en Madrid; nos citamos en un bar para ponernos al corriente de las novedades. Cuando se enteró que me estaba quedando en casa de un célebre periodista al que ella respetaba me ofrecí a presentárselo
. Lo encontramos enfundado en bata leyendo en un sofá. Letizia relató entusiasmada que hacía entrevistas y exámenes para ser admitida como presentadora en la televisión.
 Mi amigo, quien ha hecho de la provocación un arte, le aseguró que con esa cara podía contestar mal todos los cuestionarios y aún ganar la plaza
. A su manera quería hacer una mofa del periodismo televisivo versus el profesional de la prensa escrita. Picada por el desdén del anfitrión, Letizia insistió en el rigor de las pruebas
. Él, encantado con el jaleo, reiteró la frivolidad de algunos conductores de la pantalla.
De regreso en la calle a donde la acompañé a tomar un taxi, ella seguía molesta.
 Se sabía guapa pero insistía que eso nunca había sustituido la inteligencia ni el trabajo; a veces, me dijo, resulta incluso un estorbo.
 Pensé en su experiencia en Guadalajara y comprendí sus razones. Volví a pensarlo años después cuando leí las críticas superficiales en la prensa española en torno a la boda real.
 También supe que tarde o temprano sabría vencerlas con esa mezcla de temeridad, trabajo y talento con el que se emplea para lograr sus metas, sin renunciar a ser ella misma
. Me parece que otra vez está sucediendo, ahora en su papel de reina de España.
Jorge Zepeda Patterson es periodista y escritor mexicano

25 jun 2014

La escritora Ana María Matute muere a los 88 años............................................. Carles Geli

Premio Cervantes en 2010 y académica, fue una de las grandes autoras de la posguerra y ganadora del Nadal y el Planeta.

 

La escritora Ana María Matute, Premio Cervantes 2010, en Barcelona. / JOSEP LAGO (AFP)

La escritora Ana María Matute, premio Cervantes en 2010, académica y una de las grandes autoras de la posguerra, ha fallecido este miércoles en su domicilio de Barcelona a un mes de cumplir 89 años.
 Hace sólo unos meses, fue la encargada de entregar la última edición del premio Nadal en su ciudad, donde había nacido el 26 de julio de 1925.
La literatura realista, fantástica e infantil fueron las tres vertientes que caracterizaron su obra con un estilo de aparente sencillez que escondía la complejidad del ser humano
. Matute acababa de entregar a la editorial Destino su nueva novela: Demonios familiares, prevista para septiembre.
"Su papel fue relevante en la posguerra desde el punto de vista sociológico, por su condición de mujer que jugó un papel importante al abrirse paso en un mundo machista, y literario al reflejar la realidad a través de líneas duras y poéticas con dosis de ironía", asegura Emil Rosales, editor de Destino.

La tercera mujer que ganó el Cervantes fue capaz como pocas, como pocos, de imbricar en su escritura las indispensables dosis de realismo con un irrenunciable hálito de lirismo
. Matute llevó a las librerías novelas de la dimensión de Los Abel (1948), Pequeño teatro (1954, premio Planeta), El río (1973), Olvidado Rey Gudú (1996) y Paraíso inhabitado, su última novela. Con Primera memoria había ganado en 1959 el prestigioso Premio Nadal.
La traviesa niña Ana María Matute se portaba mal exprofeso para que su madre, en vez de llamarla por el apelativo familiar de Totitos, gritara su nombre real a más no poder y la encerrara en el cuarto oscuro de la casa.
Allí, en la falta de luz más absoluta, aguzaba su imaginación, en la que aparecían sobre todo duendes y reyes y niños encantados amigos de hadas con los que forjaría una de las imaginaciones más potentes de la literatura española de postguerra.
Empezó rápida a sacarle rédito a la riqueza de su mundo interior.
 Nacida en Barcelona en 1925, a los cinco años recordaba haber escrito ya un relato.
 Se trataba de un niño que llevaba un vestido muy muy largo y al que un duende ayudaba a ajustar; pero entonces, ya ajustado, el niño crecía y la vestimenta quedaba corta…
Su cabeza estaba a punto de estallar con tanta historia de los Andersen, Grimm y Perrault, los grandes clásicos, y con las de las criadas, alas que oía escondida debajo de las tablas de planchar.
 Por eso a los 17 nacía su primera novela, Pequeño teatro, que tardaría mucho tiempo (algo habitual en su manera de trabajar) en dar por acabada y ver publicada, nada menos que como premio Planeta, en 1954.
Era la confirmación de un aviso que dio ya con Los Abel, que aparecía en 1948 y que quedó finalista del premio Nadal.
Marcada especialmente por los recuerdos de las bombas de la Guerra Civil, episodio que reflejó siempre desde la mirada infantil porque quizá nunca tuvo otra, sus problemas matrimoniales (se casó en 1952 con el escritor Eugenio de Goicoechea) marcaron tanto su vida como su obra literaria
. En este segundo aspecto, la trayectoria fulgurante de una de las mejores voces de las letras españolas de postguerra, que ya llevaba consigo el bagaje del Premio Café Gijón por Fiesta al noroeste (1952), galardón al que siguieron los Premios Nacional de Literatura Miguel de Cervantes y de la Crítica por Los hijos muertos en 1959 (el mismo año en que consiguió el Nadal por Primera memoria, se frenó.
 No poder ver a su hijo sólo los sábados y no obtener su custodia hasta que Juan Pablo no alcanzó los 10 años después, lo marcó todo, en especial un proceso de divorcio, algo inaudito en la machista y retrógrada España de los 60.
 El resultado fue que tomó la decisión de irse a EEUU como lectora.
 Ello explica que en la Universidad de Boston esté hoy buena parte de su legado literario.
Su vida y su obra estuvieron marcadas por  los recuerdos de las bombas de la Guerra Civil, episodio que reflejó siempre desde la mirada infantil porque quizá nunca tuvo otra, y sus problemas matrimoniales (se casó en 1952 con el escritor Eugenio de Goicoechea)
Fue trampeando su situación personal porque, a pesar de todo, fue una mujer dura, a partir de un intenso compromiso personal en lo moral y en lo profesional, Matute nunca ocultó sus preferencias intelectuales e ideológicas.
 En una entrevista con este diario realizada el pasado verano, confesaba: "Yo siempre he sido de izquierdas, pero no comprometida con ningún partido. Lo que aspiro es al deseo de justicia y a que no me engañen. Ingenua, inocente, soy, pero tonta, no".
También se superó en lo literario y con más éxito del que las circunstancias hacían prever.
 Así, en 1962 cosechó el Fastenrath de la Academia de la Lengua con Los soldados lloran de noche y en 1965 se alzó con el Premio Nacional de Literatura Infantil Lazarillo por El polizón de Ulises. En los ochenta fue distinguida con el Premio Nacional de Literatura Infantil por Sólo un pie descalzo (1984), tras la que siguió un angustiante silencio motivado por una fuerte depresión de la que no estaba muy alejado el alcohol.
Una fuerza de superación notabilísima, su riqueza interior sin igual y el apoyo de su círculo más cercano, sobre todo de su hijo y del staff de su agencia, Carmen Balcells, hizo que lentamente remontara.
El año mágico fue 1996, cuando coincidieron la edición de su majestuoso Olvidado Rey Gudú, bello cuento de hadas que se convirtió en una de sus obras de más éxito y, sin duda, la volvió a poner en primera línea en las librerías, y su elección como miembro de la Real Academia Española de la Lengua para ocupar el sillón “K”, institución en la que ingresó dos años después con un discurso muy de su mundo fantástico, En el bosque.
 Se convertía así en la tercera mujer en ocupar una silla en la alta cámara de la lengua.
Fue un renacer. Aranmanoth (2000), otra obra de corte medieval y, sobre todo, la edición dos años después de sus Cuentos de infancia, recopilación de nueve cuentos e ilustraciones que Matute escribió cuando tenía entre cinco y catorce año, parecieron quitarle, como ratificó el Premio Nacional de las Letras Españolas en 2007.
 Ni su hospitalización, en febrero de 2008 a consecuencia de una fractura de tibia, frenó su ansia escritora, entonces centrada en la hasta ahora su última novela, Paraíso inhabitado. La culminación a todo llegó hace tres años, en 2010, cuando obtuvo el Premio Cervantes. “La Literatura ha sido, y es, el faro salvador de muchas de mis tormentas”, reconoció, como gran verdad de su vida, en el discurso de aceptación.
En 1996 volvió a la primera página
. Fue el año mágico en que coincidieron la edición de su majestuoso Olvidado Rey Gudú, bello cuento de hadas que se convirtió en una de sus obras de más éxito  y su elección como miembro de la Real Academia Española de la Lengua para ocupar el sillón “K"
Desde entonces fue arrastrando, por culpa de los inevitables achaques de la edad que aun así no le impidieron entregar el pasado enero la última edición del premio Nadal, una nueva novela Demonios familiares, que entregó a su editor, Emili Rosales hace poco y que Destino publicará en septiembre. En verdad, con ella se va uno de los últimos escritores esenciales de los años 40 y 50, en especial mujeres, tras la muerte de autoras como Carmen Laforet, Ana María Moix, Esther Tusquets y Carmen Martín Gaite.
La ya novela póstuma transcurre en 1936, inicio de la Guerra Civil, y está protagonizada por una joven en un mundo de amor, traición y sentimientos confusos
. El escenario es una ciudad castellana. Una obra, dice su editor, "en la cual ella trabajó animadamente".
 Aunque dijera que “nunca ha escrito una sola línea autobiográfica”, la mayor parte de sus obras no estrictamente fantasiosas tiene jirones de su piel y de esas historias que le contaba a Gorogó, su muñeco de tez negra que, pacientemente hasta ayer mismo, fue desde los cinco años el primer receptor de su imaginación ya inmortal.

La Cara Oculta de la Luna..............El juez procesa a la infanta Cristina................. Andreu Manresa

ATLAS

El juez José Castro, que investiga desde hace tres años los negocios ilegales de Iñaki Urdangarin,  confirma la imputación de Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI, por delito fiscal y blanqueo de capitales
. La duquesa de Palma, según una investigación judicial que acumula 32.000 folios de documentación, se benefició de los negocios ilegales de su marido con las admistraciones públicas, cuyos beneficios iban a una empresa, Aizoon, cuya propiedad compartían ambos al 50%.
 Así lo dice el juez, que ha hecho público esta mañana el auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, paso previo a la apertura de la vista oral.
 Castro imputa a Iñaki Urdangarin ocho delitos: malversación, prevaricación, falsedad documental, tráfico de influencias, falsificación, estafa, fraude a la Administración y dos delitos fiscales.
"Hay sobrados indicios de que doña Cristina de Borbón y Grecia ha intervenido, de una parte, lucrándose en su propio beneficio y, de otra, facilitando los medios para que lo hiciera su marido, mediante la colaboración silenciosa de su 50% del capital social, de los fondos ílíticamente ingresados en la entidad mercantil Aizóon", asegura el auto. Los delitos que se le imputan a la Infanta están tipificados en los artículos 301 y 305 del Código Penal. En el primer caso, si la deuda contraída con Hacienda supera los 120.000 euros pero es inferior a 600.000, la pena que recoge el Código Penal va de uno a cinco años de prisión. El delito de blanqueo está penado con cárcel de seis meses a seis años.
El juez, que quiere sentar en el banquillo a la infanta, mantiene la imputación sobre 16 de las 32 personas implicadas en la causa, muchos de ellos pertenecientes a la trama empresarial montada por Urdangarin y su socio, Diego Torres,y otros ex altos cargos de administraciones que adjudicaron a dedo los contratos al Instituto Nóos.

En los procedimientos abreviados no existe auto de procesamiento, que sólo está previsto para las causas que se llevan por el sistema de sumario –cuando las penas por los delitos cometidos superan los nueve años de cárcel-.
 Pero los efectos del auto de transformación de las diligencias previas en procedimiento abreviado, el comunicado hoy por el juez José Castro donde mantiene la imputación a Cristina de Bordón, son idénticos
. El juez, tras su investigación judicial, sostiene que hay suficientes indicios de delito en la actuación de la persona imputada para llevarla a juicio.
La lista de imputados incluye al expresidente del Gobierno balear, Jaume Matas y los exaltos cargos del Gobierno balear Pepote Ballester, Gonzalo Bernal, Juan Carlos Alía, Miguel Ángel Bonet. También están imputados el exsocio de Iñaki Urdangarin, su esposa Ana María Teijeiro y sus hermanos Miguel y Marco. De la Generalitat Valenciana han sido imputados los exaltos cargos Luis Lobón, José Miguel Aguilar, Jorge Vela y Elisa Maldonado
. La lista se completa con la exconsejera delegada de Madrid 2016, Mercedes Coghen.
Urdangarin y su socio cobraron más de seis millones de euros a los Gobiernos de Baleares y Comunidad Valenciana por organizar eventos en los que apenas gastaron dos millones de euros. Recibieron los contratos a través del Instituto Nóos, que se presentaba bajo la apariencia de una entidad sin ánimo de lucro.
 Sin embargo, el Instituto Nóos desviaba el dinero público conseguido por esta vía hacia empresas privadas propiedad de Urdangarin y Diego Torres
. Una de esas empresas era Aizoon, cuyos propietarios eran Cristina de Borbón y su esposo
. A través de esta empresa, el matrimonio gastó dinero para cuestiones particulares que hacían pasar ante Hacienda como gastos propios de la actividad de la entidad mercantil.
La decisión del juez de sentar en el banquillo a los Duques de Palma será recurrida por la defensa de ambos, por la Fiscalía y por la Abogacía del Estado ante la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca, que ya decidió hace más de un año anular la imputación de la infanta y pedir al juez que profundizase en sus investigaciones.
El caso Nóos arranca de un hallazgo casual durante la investigación del caso Palma Arena, abierto a raíz de una denuncia del Gobierno balear presidido por el socialista Francesc Antich ante el sobreprecio detectado en las obras de un polideportivo, que pasó de 48 millones, precio de licitación, a más de 110 millones de euros.
 En uno de los registros ordenados por el juez, encontraron documentación que hacía referencia a los convenios que el Gobierno balear firmaba con el Instituto Nóos para la organización de eventos sobre turismo y deporte.
Al tirar de ese hilo, el juez Castro y el fiscal Pedro Horrach descubrieron la trama empresarial que montaron Urdangarín y Torres para defraudar, malversar caudales públicos, y apropiarse indebidamente del dinero de las administraciones, según la investigación judicial.
Tres años después de la investigación abierta a raíz de aquel hallazgo casual, que no tenía nada que ver con el objeto de las pesquisas sobre un polideportivo que se disparó de precio, los duques de Palma están a un paso del banquillo.
El daño a la imagen y el prestigio de la familia real ha sido enorme, hasta el punto que su nota en las encuestas del CIS ha caído hasta el 3,72 cuando llegó a superar el 7.
El rey saliente, Juan Carlos I, llegó a involucrarse en buscar una solución a los sospechosos negocios de su yerno al ordenarle abandonar el instituto Nóos en 2006, cuando los grupos de la oposición en el parlamento balear se empezaron a preocupar por los contratos a dedo que le adjudicaba el Gobierno de Jaume Matas (PP).
 Tras conocerse la noticia este miércoles, la Casa del Rey ha expresado su "pleno respeto a la independencia del poder judicial".

El juez ve "sobrados indicios" de que doña Cristina se lucró

El auto del juez Castro no deja dudas sobre la intervención de la hermana del Rey: "Hay sobrados indicios de que doña Cristina de Borbón y Grecia ha intervenido, de una parte, lucrándose en su propio beneficio y, de otra, facilitando los medios para que lo hiciera su marido, mediante la colaboración silenciosa de su 50% del capital social, de los fondos ílíticamente ingresados en la entidad mercantil Aizóon, procedentes de los lucrados por la Asociación Instituto Nóos de Investigación
 Aplicada a costa de las arcas públicas de las comunidades Valenciana y de Les Illes Balears a través de las facturaciones que emitió contra la Asociación Instituto Nóos para el vaciado de sus fondos que, además de ilícitos, no podría explícitamente repartir por aparentar ser una entidad sin ánimo de lucro y que la propia Agencia Tributaria reputa falsas, ya que con posterioridad al 20 de marzo de 2006, ese dinero seguía estando en sus arcas".
El magistrado considera que "no queda ahí el origen de los fondos ilítitamente blanqueados", ya que, aunque "acabaran desterrándose", los indicios que pesan sobre la hermana del Rey sobre su participación en los supuestos delitos fiscales cometidos por su marido, "saldría entonces inevitablemente a escena el delito de blanqueo", que "sí podría haber cometido respecto del dinero que su marido habría obtenido".

24 jun 2014

Los colectivos gais celebran que los Reyes los reciban por primera vez.................................... Natalia Junquera

ATLAS

"Los Reyes nos han recibido en su primera semana (de reinado), mientras que la vicepresidenta del Gobierno ni ha contestado las dos veces que hemos pedido reunirnos con ella".
 Así ha celebrado Boti García, presidenta de la Federación Española de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que don Felipe y doña Letizia les hayan invitado a la audiencia con casi 300 representantes de 190 ONG y colectivos sociales hoy en el palacio de El Pardo.
 "Para nosotros es muy importante que el Jefe del Estado nos reciba y poder pedirle que defienda los derechos de los homosexuales dentro y fuera del país, donde ser homosexual incluso es motivo de pena de muerte", ha añadido García, quien  admitió que les había sorprendido mucho la invitación de La Zarzuela.
"Esta es una muy buena forma de empezar un reinado", ha declarado José María Núñez Blanco, presidente estatal de la fundación Triángulo, que defiende la igualdad de gais, lesbianas y transexuales.
 "Es muy de agradecer el interés, la empatía y la receptividad de los Reyes, especialmente la Reina". En su opinión, el hecho de ser invitados a una de sus primeras audiencias tras la proclamación del pasado jueves lanza a la sociedad "un mensaje de normalidad e integración".
"Nosotros creemos que cuando en su primer discurso como rey [don Felipe] habló de diversidad, aunque todo el mundo lo interpretó como un mensaje territorial, también estaba hablando de las diversidad de orientaciones sexuales", ha comentado.
  Núñez ha calificado de "histórica" la cita en El Pardo, cuyo anterior "inquilino", ha recordado, refiriéndose a Franco, reprimió con dureza a los homosexuales durante la dictadura a través de leyes como la de Vagos y Maleantes, por la que muchos fueron enviados a prisión.
El presidente de la fundación Triángulo ha regalado a los Reyes unos cuentos infantiles que educan en tolerancia hacia el colectivo homosexual. "
También les hemos invitado a que conozcan a nuestros hijos".

"Tenemos un interés especial en que uno de nuestros primeros actos como Reyes sea este encuentro con una representación amplia, aunque sé que necesariamente incompleta, de personas de organismos públicos, organizaciones no gubernamentales, asociaciones, y personas, que en todos los campos os dedicáis con esfuerzo y generosidad a ayudar a los más débiles y vulnerables, a los que más lo necesitan.
 Sois la foto de la solidaridad en España", ha dicho don Felipe a los casi 300 representantes de entidades sociales.
 "La crisis económica que ha afectado a nuestro país en los últimos años y que todavía afecta a tantas personas y familias nos demuestra hasta qué punto es importante lo que hacéis y hasta dónde habéis podido llegar con la fuerza de vuestras convicciones, de vuestra sensibilidad social y también con el buen hacer de vuestra profesionalidad.
 Por ello, en esta ocasión tan particular, la Reina y yo queremos expresaros nuestro agradecimiento y el de todos los ciudadanos.
 Sois un ejemplo magnífico, un referente para todos y una muestra de la vitalidad de la sociedad española, que ante las dificultades sabe superarse y poner por delante sus principios para cooperar, ayudar y aplicar con acierto sus saberes y conocimientos en beneficio de los demás".
Los invitados, entre los que había miembros de Cruz Roja, Unicef, asociaciones de ayuda a mujeres maltratadas, de víctimas de enfermedades raras, discapacitados o colectivos que luchan por la abolición de la prostitución, dedicaron a los Reyes un largo aplauso en el Palacio de El Pardo.
 El presidente de Unicef España entregó a don Felipe y doña Letizia su último informe y charló con los Reyes sobre las escandalosas cifras de pobreza infantil en el país:
 "Más de dos millones y medio de niños viven por debajo del umbral de la pobreza", ha denunciado. El padre Ángel celebró que los Reyes hubiesen inaugurado su reinado reuniendo a "unos y otros, personas de distintas religiones y orientación sexual" que representan a miles de personas que cada día ayudan a los más débiles y que demuestran que en España "no existe una crisis de valores".