Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 jun 2014

Adios Juan Carlos Adios....y a su familia adios...................... Natalia Junquera


La infanta Cristina y el Rey en un concierto del Orfeón Donostiarra en 2010. / Sergio Barrenechea

Don Juan Carlos perderá la inviolabilidad de la que ahora disfruta como Rey de España el mismo día en que firme su abdicación.
 Y el día en que don Felipe sea proclamado como monarca de los españoles, las infantas Elena y Cristina dejarán de pertenecer a la familia Real, que quedará reducida a seis miembros: los nuevos Reyes -don Felipe y doña Letizia-, doña Leonor -quien ya será Princesa de Asturias-, doña Sofía y quienes entonces ya entonces serán reyes sin trono, don Juan Carlos y doña Sofía, según han informado fuentes de la Casa del Rey.
Las Infantas Elena y Cristina saldrán de la familia real en cuanto el Príncipe sea proclamado rey. Pasarán a tener el mismo estatus que las hermanas de don Juan Carlos, esto es, el de familia del Rey, y no tendrán actos o agenda oficial.
 La hija menor de los Reyes lleva apartada de facto de la actividad pública de la institución desde la imputación de su marido, Iñaki Urdangarin, en el caso Noos en diciembre de 2011.
El Rey tendrá que firmar la ley de abdicación en una ceremonia solemne en el Palacio Real el mismo día de su aprobación en el Congreso.
 Y una vez la firme perderá la inviolabilidad jurídica como Monarca, por lo que, al contrario de lo que ocurría ahora, podrían aceptarse demandas contra don Juan Carlos
. Los partidos políticos (PP y PSOE tienen el 80% del Congreso) podrían aprobar después un aforamiento especial.
Don Juan Carlos y don Felipe han coincidido hoy por primera vez en público desde el anuncio de la abdicación, ayer.
 Ha sido en un acto castrense en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial con motivo del 200 aniversario de la Orden de San Hermenegildo, que condecora a los oficiales que "con la renuncia de sus propias conveniencias y libertades dedicasen lo mejor de su vida al servicio de los Ejércitos y Armada".
 Don Felipe ha estado en todo momento muy pendiente de su padre.
 Ambos han acudido al acto con el uniforme del Ejército de Tierra, y el Rey, todavía como jefe de las Fuerzas Armadas.

A la ceremonia, que ha incluido una intervención de la Patrulla Águila para dibujar en el cielo la bandera española, ha acudido el presidente de la comunidad de Madrid, Ignacio González, el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Jaime Domínguez Buj, y el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Francisco Javier García Arnáiz.
 También un pequeño grupo de monárquicos que aplaudieron al rey entrante y al saliente. "Estoy contentísima. El Rey ha hecho muy bien. Creo que la abdicación era irremediable. Y si ya tuvimos un Felipe el hermoso ahora vamos a tener un Felipe, el estupendo", aseguraba Carmen.
Mañana, don Felipe pronunciará su primer discurso desde que el Rey anunció su renuncia al trono. Será en Navarra, junto a la futura Reina, para entregar el premio Príncipe de Viana y homenajear a los Reyes de Navarra.
Pues que te sea leve Felipe y que letizia vaya operándose de algo que para eso querrá ser la reina más guapa de Europa.

Miles de personas reclaman un referéndum sobre la Monarquía.................................................... Àngels Piñol / Jesús Sérvulo González

Manifestación en la Puerta del Sol de Madrid. / FOTO: CLAUDIO ÁLVAREZ/ VÍDEO: ATLAS

Miles de personas se concentraron ayer en decenas de ciudades españolas para reclamar la abolición de la Monarquía y la instauración de la Tercera República por medio de un referéndum.
 Las protestas, convocadas en apenas unas horas, principalmente a través de las redes sociales, movilizaron a una gran parte de la izquierda, que reclamó el cambio institucional tras la abdicación del Rey.
 Madrid acogió probablemente la concentración más numerosa: unas 20.000 personas se congregaron en la Puerta del Sol y las calles adyacentes, según fuentes policiales.
Mientras, en la plaza de Catalunya, en Barcelona, se reunieron unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana.
No es fácil calibrar la magnitud de la movilización, aunque algunos participantes reconocieron que ciertas manifestaciones del 15-M Acampada Sol fueron más multitudinarias
. Diversos dirigentes políticos de izquierda en Cataluña apuntaban que habrá nuevas protestas durante la tramitación de la ley orgánica que consagrará la sucesión.
La convocatoria de Madrid fue realizada por asociaciones políticas y sociales de izquierda.
 En la Puerta de Sol abundaron las banderas de Equo, del PCE y de otras formaciones de izquierda. Hilario Montereo, un jubilado de 68 años, fue uno de los primeros ciudadanos en llegar tras enterarse de la cita por televisión.
 “Vengo a proclamar la Tercera República. La Monarquía en pleno siglo XXI es anacrónica”, proclamó.

Una joven que leía la edición vespertina de EL PAÍS explicaba: “Estoy aquí porque lo que ha sucedido hoy, la abdicación del Rey Juan Carlos, es historia”.
 Y continuaba: “Estoy a favor del referéndum, aunque a pesar de estar en contra de la Monarquía, estoy más en contra de nuestros dirigentes
. Entiendo que suena raro, pero es así”.
 Mientras, un fuerte dispositivo policial rodeaba tanto el Palacio Real como el Congreso para evitar que los manifestantes se desplazasen hasta allí.
 Un grupo de un centenar de manifestantes que se dirigía hacia la Plaza de Oriente tuvo que regresar a Sol ante el bloqueo policial.
La concentración discurrió sin incidentes.
"Mi padre era republicano y luchó a favor de la República. Lo metieron en un campo de concentración. Sufrimos mucho. Hoy no podía faltar", opina Remedios Rodríguez, de 82 años
. A la concentración de Madrid acudieron dirigentes de IU como Cayo Lara, Gaspar Llamazares o Alberto Garzón, así como el responsable de Equo, Juan López de Uralde.
Pasadas las 23.30, cerca de un millar de personas que seguían en Sol comenzaron a abandonar el lugar tras celebrar una asamblea en la que acordaron regresar al día siguiente de nuevo.
En Barcelona, unas 5.000 personas respondieron a la convocatoria consensuada por Esquerra, Iniciativa y la CUP.
“Aquí tenemos un elemento esperanzador con el derecho a decidir y en Madrid, donde también se mueven cosas, tienen la ilusión del cambio de régimen”, señaló un diputado de izquierdas. La convocatoria dejó una imagen nunca vista: las esteladas y la bandera tricolor republicana se mezclaron por primera vez, aunque ganaron por goleada las enseñas independentistas.
 CiU se desmarcó y no secundó ninguna de las convocatorias que sucedieron en plazas de Ayuntamientos de toda Cataluña.
La Asamblea Nacional Catalana, responsable de la movilización de las dos últimas Diadas, aclaró a sus afiliados que no convocaba.
 En Altafulla (Tarragona), el alcalde, de Esquerra Unida, colgó la bandera republicana
. Los militantes ecosocialistas lucían pegatinas verdes con el lema “Queremos la República”, y Joan Herrera, coordinador general de Iniciativa, defendió el referéndum: “No dejaremos que nos cambien un Rey por otro”.
 En la protesta, participaron las Juventudes Socialistas y el diputado del PSC Ferran Pedret.
Las concentraciones, en un ambiente festivo, se sucedieron en Andalucía, Valencia, Galicia, País Vasco o Baleares
. En Sevilla, entre 4.500 y 5.000 personas, según fuentes de IU —2.000 según la Policía Municipal— acudieron a la Plaza Nueva, frente a la sede del Ayuntamiento.
 Los manifestantes portaban decenas de banderas republicanas, andaluzas, alguna del PCE y también de Podemos y corearon lemas como:
 “Felipe acelera que viene la tercera”.
En Galicia, hubo protestas en A Coruña y Santiago aunque la cita más importante tuvo como escenario Vigo, donde se escucharon lemas como
 “La Zarzuela, el próximo desahucio”, coreados por unos manifestantes cuya media de edad rondaba los 30 años
. Ourense y Lugo acogieron concentraciones simultáneas en favor de la República y la independencia. La Comunidad Valenciana registró manifestaciones en sus principales ciudades (Valencia, Alicante, Gandia, Dénia, Alcoi, Elche y Castellón).
 En Castellón, se sumaron a la protesta dos ediles socialistas: Carme Oliver y Javier Perís. Cristian y Ángel, dos jóvenes estudiantes de la Universidad de Alicante, afirmaban: “Queremos decidir y que no nos impongan nada y menos una monarquía antigua”.
 En el País Vasco, 3.000 personas respondieron al llamamiento de la izquierda abertzale que organizó concentraciones en las tres capitales de la comunidad autónoma y en Pamplona bajo el lema “Independencia” y a favor de una “República vasca libre”.
Con información de Carmen Pérez-Lanzac, Lourdes Lucio, Ezequiel Moltó, Mikel Ormazabal, Silvia Rodríguez, Juan Manuel Játiva y Lorena Ortega.
Les Recuerdo que Canarias tb existe........

2 jun 2014

La hora del Príncipe........................................................... Jesús Rodríguez

Aunque las academias militares habían logrado endurecer el carácter del Heredero (que sufría dolores de espalda por su crecimiento imparable en aquellos años) aquellos años fueron dorados para Don Felipe.
 A los 18 el Rey le regaló su primer coche, un SEAT, después vendría un Volvo rojo deportivo. Su verano era la vela; el invierno, el esquí; sus compañeros de salidas, grandes apellidos de la plutocracia madrileña.
 Llegaron los primeros amores, todas sus novias de aquellos tiempos fueron distinguidas poseedoras de grandes apellidos del entorno de la Zarzuela, entre ellos, Carvajal y Sartorius.
Y el comienzo del acoso de la prensa rosa, siempre limitado por el sólido cordón de seguridad del heredero, formado desde entonces por miembros de la Guardia Civil, entre ellos, viejos conocidos de la Academia General Militar, y hoy en manos de tres coroneles de la Benemérita que cuidan por él y su familia: los coroneles Corona, Cabello y Herráiz.
Para completar sus estudios el dúo sabino-Juan Carlos y el equipo de tutores pensó en que realizará un máster en el extranjero.
 Y ahí el Príncipe ya mostró su preferencia: Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown, en Washington.
 El centro universitario contaba con ciertas ventajas: era muy discreto; aunque era uno de los más prestigiosos en su sector (es una de las canteras de la diplomacia estadounidense), no tenía las ínfulas de la Ivy League, estaba dirigido por los jesuitas y, sobre todo, se había matriculado en él su primer hermano Pablo, hijo del ex Rey Constantino de Grecia
. Su mejor amigo en aquellos tiempos. En Washington Felipe viviría los años más libres y felices de su vida, con un pisito de estudiantes en pleno Georgetown, rodeado de estudiantes de todo el mundo, y con tres prácticas que le darían un nombre entre sus compañeros: su habilidad con la tortilla de patata, su magisterio bailando salsa y su carrera diaria por el Canal
. A su lado, un mínimo servicio de seguridad y apenas un diplomático como enlace con la Administración, Enrique Pastor.
La vuelta a Madrid dos años después fue un bombazo en el Palacio de la Zarzuela.
 ¿Y ahora qué? Seguía sin haber libro de instrucciones, experiencia y la espera podía ser muy larga. Solo había que echar un vistazo a Carlos de Inglaterra, que cada vez que escuchaba en un oficio religioso una referencia asl “padre Eterno” el pensaba en “su madre eterna”.
 El Principe frisaba los 30. ¿Había que crear una Casa del Príncipe? ¿Tenía que tener un trabajo? ¿Debía dedicarse a la Fundación Príncipe de Asturias? ¿Tenía que marchar destinado a una unidad militar?
 La decisión le tocó a una n7ueva generación de “hombres del Rey” los diplomáticos Almansa y Spottorno, que intentaban dar un nuevo aire a la Institución
. Bajo el control total del Rey se decidió que no tuviera Casa propia (aunque le habían comenzado a construir una residencia propia en un promontorio sobre la Zarzuela, un inmueble grande y ligeramente rancio, como correspondía a los arquitectos-cortesanos del Patrimonio Nacional); que no tuviera una maquinaria propia, ni que tuviera un trabajo fijo
. El Príncipe estaba para aprender la estructura del Estado; para conocer a los ciudadanos; para ayudar a su padre y representarlo cuando fuera conveniente; parea esperar silencioso y concienzudo, sin abrir demasiado la boca ni hacer sombra al Jefe del Estado
. Él lo sería algún día. Por el momento tenía que esperar. Con total lealtad.
En esos días tras su vuelta de Estados Unidos se le creó al heredero una mínima estructura propia.




El Rey don Juan Carlos, junto al Príncipe de Asturias, durante la ceremonia de los Premios Nacionales del Deporte, en el Palacio de El Pardo. / Sergio Barrenechea (efe)






Una Secretaría siempre por debajo jerárquicamente de la estructura del Rey
. Al frente de la misma, Jaime Alfonsín, un brillante abogado del Estado diez mayor que el Príncipe, con experiencia en la Administración y la empresa privada, que fue recomendado por el abogado Aurelio Menéndez al Rey. Alfonsín ha sido durante estas dos décadas un puntal ben el trabajo y la vida del Príncipe; un hombre de una discreción enfermiza, conservador en las formas y de una lealtad a toda prueba.
 En la Secretaría estarían también su viejo ayudante, Emilio Tomé, cuatro ayudantes militares (los tres ejércitos y la Guardia Civil), un equipo de administrativos procedentes del Ejército y un equipo de seguridad a medida.
 Al equipo se incorporaría más tarde el coronel de caballería José Manuel Zueleta, Duque de Abrantes, experto en protocolo y hoy mano derecha de la Princesa Letizia. Ese ha seguido siendo hasta hoy su equipo de apoyo inmediato.
El tándem Almansa/Spottorno tuvo dos grandes cometidos: el primero dar contenido al papel del Heredero durante la larga espera. Idearon un complejo plan de trabajo con varias líneas: uno era una dedicación moderada a la Fundación, que le permitía una gran visibilidad pública una vez al año y conocer a intelectuales universales; el segundo, viajar cada año a una o dos comunidades autónomas para chapuzarse en la caleidoscópica realidad del País; otro más, mantener reuniones privadas con personajes nacionales y extranjeros con especial atención a su generación; además, el Príncipe debía representar a su padre en cuantos actos fuera necesario; no perder el contacto con sus compañeros de las Fuerzas Armadas, recibir clases magistrales de constitucionalismo y de cuantos asuntos fuera necesario por los sabios de la nación y, sobre todo, aprender
. Una feliz idea en aquel momento fue la decisión del Rey de que Felipe le representara en todas las tomas de posesión de jefes de Estado Latinoamericano
. Desde entonces no ha faltado a ninguna. Siempre acompañado por un ministro o un secretario de Estado; y el consiguiente Decreto gubernamental en el que el Ejecutivo disponía que Don Felipe representara a su padre. Hoy, la agenda Latinoamericana del Príncipe es una de las más completas y poderosas del Mundo. Y su prestigio en América Latina en alza, como se pudo contemplar el pasado invierno cuando fue aclamado en Miami (la capital del poder latino) ante los más poderosos de la comunidad hispana de Estados Unidos.
Almansa y Spottorno además de dar sentido a su espera, tuvieron que bregar con otro gran problema, los noviazgos del Príncipe. En especial el segundo (Rafaerl Spottorno, entonces número dos de la Zarzuela y hoy jefe de la Casa de SM el Rey), que fue el encargado de decirle al Príncipe que no podía continuar su relación con Eva Sanum, una joven nórdica de la que el Príncipe estaba profundamente enamorado.
 No podía ser Reina de España. El Príncipe rompió con ella. Su carácter se hizo más hermético. Y Almansa y Spottorno abandonaron la Zarzuela. Felipe había cumplido.
El Príncipe se iba haciendo mayor.
 Quizá más mayor de lo que por edad le correspondía. Profundas arrugas en torno a sus ojos y en la frente.
 La mirada de un azul helado; los puños contraídos. Impecable en sus trajes a medida cortados por Jaime Gallo.
 El pelo en retirada (“mientras sean solo entradas y no sean salidas”, bromeaba con este periodista hace unos pocos años, “vamos aguantando”); al siguiente equipo de la Zarzuela, el de Alberto Aza, diplomático y ex jefe de Gabinete de Adolfo Suárez, le tocó las bodas de las Infantas; sus queridas hermanas, sobre todo Cristina, la más libre y cómplice.
 Algunos en la Casa sugirieron que ambas renunciaran a sus derechos sucesorios para pelar las ramas laterales de la Corona, al parecer la Reina se negó.
 Una vez que las dos pasaron por la vicaría y tuvieron descendencia, todos los ojos, los de los ciudadanos, los medios de comunicación, el Gobierno y su Familia se volvieron hacia él. Tenía que buscar esposa.
Letizia Ortiz alguna vez ha comentado que ella no salió aquella noche a cazar un Príncipe; se lo cruzó y se enamoró de el.
 Era una estrella de la televisión, de clase media, brillante universitaria, con los 30 recién cumplidos y divorciada
. El Príncipe esta vez tomó su decisión. Nadie interfirió. Ella era la elegida. Y exclusivamente por amor. Había entre ellos una fuerte atracción mutua. Para ella, el Príncipe era, sobre todo, una gran persona y alguien que valía la pena; aunque le suponía renunciar a su vida, su carrera, su intimidad. Para él, Letizia era oxígeno, la calle, los colegios públicos, los trayectos en metro, la frescura y, también, un gran respeto intelectual.
 Ella reconoce que esa ambivalencia de caracteres, su dinamismo, curiosidad, desparpajo, y la serenidad y búsqueda siempre del equilibrio del Príncipe, consiguen que el equipo funcione
. A las siete de la mañana suena el despertador en la residencia de los príncipes; después despiertan a las niñas, Leonor y Sofía, y comienza las escenas matutinas de cualquier hogar con niños. Después uno de los dos coge el Lexus respetuoso con el medio ambiente y recorre esos diez minutos tan conocidos para el Príncipe que separan la Zarzuela de su viejo colegio Los Rosales.
 Después, ambos se dirigen a sus despachos en el edificio principal de Zarzuela; justo bajo el del Rey. El de la Princesa un día fue una sala de espera.
Un día Graciano García, ideador de La Fundación Príncipe de Asturias me definió a Don Felipe como un socialdemócrata bien informado
. Con una sola obsesión, ser útil a su país.
 Y ser intachable. Otra fuente directa describe al Príncipe como un hombre de principios
. Por eso, nunca perdonará a Iñaki Urdangarin aunque le haya costado el amor de su querida hermana Cristina. Es difícil decir ahora como será la monarquía de Felipe VI
. Lo que el tiene claro es que sea útil e íntegra; más moderna y transparente; más reducida en aparato policial y de protocolo; más ágil en la toma de decisiones; con profesionales más jóvenes y llegados de otras áreas y con más mujeres (ahora no hay ninguna entre los 11 primeros puestos de dirección de la Zarzuela).
 Más cercana a los ciudadanos en la calle y en los gestos. Felipe no tiene el gancho de Don Juan Carlos; carece de su carisma directo; posiblemente de su olfato y de su condición de superviente. Pero es un demócrata convencido, un adicto a la Constitución (“cuando tengo una duda me agarro a ella y no me suelto” y un hombre su tiempo amante del consenso y los perfectos equilibrios de poder. Sus gestos serán distintos
. Será un Rey intachable para el siglo XXI.¿Pero se han preguntado si el Pueblo español quiere tener una Monarquia?¿No cuentan que igual no querrán ni a Felipe ni a Letizia?

Letizia, primera reina de clase media


Los Príncipes con sus hijas, Leonor y Sofía, en Palma en 2013. / ballesteros (efe)

De no haberse casado con quien se casó, tal vez hoy Letizia Ortiz Rocasolano (Oviedo, 1972) habría contado esta mañana en directo una de esas noticias históricas que tensan a cualquier periodista
. Pero el rey que ha abdicado es su suegro desde hace una década, desde que el 22 de mayo de 2004 salió de la catedral de La Almudena, en Madrid, acompasando sus pasos a los del heredero de la corona española.
Ya no da noticias, o bien mirado las da de otra manera
. En las páginas y programas del corazón hablan de sus vestidos, sus peinados, sus zapatos, su delgadez, sus prontos o sus escapadas
. En el resto de la prensa, a lo largo de esta década, ha ido emergiendo una figura cada vez más autónoma, menos rígida en sus manifestaciones de lo que acostumbra la realeza
. En su agenda propia (la tiene desde 2007) han entrado la defensa de los afectados por enfermedades raras y el apoyo a la innovación, la educación y la colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en temas de nutrición
. En sus hábitos menos protocolarios ha introducido en palacio aficiones de clase media: salidas al cine (es fácil encontrarla en las sesiones de versión original de la plaza de los Cubos en Madrid), conciertos de música indie (compra su entrada junto a un par de amigos y suele entrar cuando ha empezado por razones de seguridad y discreción) o la Feria del Libro, en vaqueros y en visita privada.

La princesa piensa y a veces –y esto es lo novedoso- lo dice.
 Sin sacar los pies del plato, conforme ha ido afianzándose en su tarea, ha aflorado su espíritu crítico. "No es lo mismo decir ayudas que rescate, recesión por crecimiento negativo o reestructuración en vez de recortes", soltó hace un año al inaugurar un seminario sobre lengua en San Millán de la Cogolla (La Rioja).
 Una libertad que jamás se habría tomado la reina Sofía o sus hijos
. Letizia tiene, sin embargo, la mirada desprejuiciada de una perfecta representante de la clase media, alguien que ha viajado en metro y se ha hipotecado para pagar un piso en Valdebernardo. Una mujer con pasado sentimental (se casó por lo civil en agosto de 1998 en Almendralejo con su profesor de Literatura del instituto, Alonso Guerrero, y se divorció un año después) y sueños profesionales.
Al casarse, Letizia Ortiz sacrificó una carrera que había despegado de la mano de Alfredo Urdaci, que le encomendó la presentación del telediario de máxima audiencia a partir de 2003
. En su etapa en TVE, adonde llegó en 2000 procedente de CNN+, cubrió los acontecimientos más importantes de esos años: el hundimiento del Prestige frente a las costas gallegas, los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas o la invasión de Irak (una de sus fotos más singulares, captada por Emilio Morenatti, la muestra cubierta con un velo negro en el interior de una mezquita).
 No había otra cosa que quisiera hacer en la vida que situarse ante una cámara. Su padre, Jesús Ortiz, era periodista, igual que su abuela Menchu Álvarez del Valle.
 Así que se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, donde logró una beca del departamento de Relaciones Internacionales para hacer el doctorado en México, que le permitió trabajar en el diario Siglo XXI. Antes de la televisión picoteó en la prensa escrita (Abc y Efe), pero su mirada estaba puesta en lo audiovisual.
Cuando conoció al Príncipe (en una cena en casa de un compañero de TVE) estaba en pleno ascenso. Por proyección y reconocimiento: en 2000 había recibido el premio Mariano José de Larra de la Asociación de la Prensa de Madrid a la mejor labor de periodista menor de 30 años.
 Así que no solo Felipe de Borbón debió meditar a fondo el trascendental paso que daría casándose con una mujer ajena al círculo aristocrático, también Letizia debió evaluar qué ganaba y qué perdía con su cambio de vida. Dicen todos que se casaron enamorados. Y lo cierto es que las imágenes siempre transmiten entre ambos complicidad y ternura.
En esta década la princesa ha enfrentado momentos difíciles como la muerte de su hermana Érika y, en el plano institucional, el estallido del caso Noós. Pero sin duda lo más importante ha sido el nacimiento de sus hijas: Leonor, el 31 de octubre de 2005, y Sofía, el 29 de abril de 2007.
 A su alrededor ha intentado edificar un hogar normalizado y ajeno al protocolo de una casa real. Los príncipes llevan a las niñas al colegio y las acuestan por la noche.
 Su casa, una residencia construida en 2000 y conocida como el pabellón del Príncipe, trata de huir de la frialdad palaciega y desprender aroma familiar.
Es probable que, cuando se conviertan en el rey Felipe VI y la reina Letizia, no la abandonen.