Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

31 dic 2012

En un lago de lágrimas

Un momento de lac, la nueva producción de los Ballets de Montecarlo / Angela Sterling
Estamos frente a una obra moderna inspirada por un clásico. No es una revisión coreográfica de la lectura canónica. Estos dos detalles deben funcionar como premisa analítica. Ya Maillot lo deja caer con el título: Lac a secas, tal como hizo precedentemente con La bella durmiente, a la que llamó escuetamente La Belle.
BALLETS DE MONTECARLO Coregrafía: Jean-Christophe Maillot.
Música: P. I. Chaicovski.
Escenografía: Ernest Pignon-Ernest. Vestuario: Philippe Guillotel. Dramaturgia: Jean Rouaud.
Forum Grimaldi, Mónaco.
Hasta el 31 de diciembre.
La función empieza con un filme silente en blanco y negro, arcaizante, diría que irónicamente inspirado por el tardo-expresionismo y por el gusto de Cocteau.
 Después entramos en palacio, una escena limpia hasta lo desnudo donde se simulan columnatas con grandes telas verticales; los tronos recuerdan al suprematismo ruso.
 Al repetir equipo, Maillot provoca una línea estética de continuación con la probable intención de particularizar un estilo.
El ordenamiento de la partitura de Chaicovski responde a un orden de guion del nuevo coreográfo, con algunas partes que se oyen poco hoy día y donde las transposiciones afectan la costumbre, a la vez que, lo cierto es que ciertas estructuras parciales no son ajenas al todo sinfónico
. Hay en la propuesta citas sutiles, como organizar un pas de trois en el primer acto con la música propia y trayendo el adagio del Cisne negro a la posición del estreno de 1877; de los agregados de Petipa-Drigo no se oye nada. La nueva lectura coreográfica exige una dinámica de tono fuerte, tenso, de lirismo expresamente frío.
 El primero y el tercer acto, por este orden, son mucho mejores que el segundo, donde el adagio ha sido liberado de todo aire trágico para resumirse en un juego airoso y coral.
Entre otros detalles, la idea del cisne de la zona intermedia (con plumas blancas y negras a la vez) que aparece en el momento álgido de la acción cuando el maleficio extiende su manto, ya la usó Zajarov y luego Grigorovich en Bolshói como también Vladimir Bourmeister en el Stanislavski; entonces era un tutú, ahora es un vestidito años 20 a lo charleston donde la fatalidad son las manchas negras que el príncipe desesperado ante el íncubo, intenta arrancar. También las danzas de carácter del divertissement del tercer acto se sintetiza en la danza española, pero sin tipismo alguno, dejando lucir al coro masculino.
El costoso y pulimentado ejercicio de producción se impone sobre otros resultados escénicos y consigue un guiño especial con el amigo del príncipe (Benno en la versión canónica) bailado espectacularmente por Jeroen Verbruggen
. Los cisnes, peculiares y contemporáneos, con las piernas desnudas y mitones emplumados hasta el codo dibujan un espacio de pérdida y desaliento, de batalla perdida “en un lago de lágrimas”, para citar una frase del renovado guion.

Se avecinan doce uvas 'gourmet'

Se acercan los cuartos, las campanadas, el esperado primer anuncio del año, y las cadenas de televisión sacan su artillería más pesada para despedir el 2012 y comenzar el nuevo año con los protagonistas más rentables de sus parrillas
. Desde el aventurero Tadeo Jones al cocinero Alberto Chicote, los españoles tomaremos las uvas con las caras más populares de la pequeña y gran pantalla.
Televisión Española celebra sus bodas de oro.
Hace ya 50 años de la primera retransmisión de las campanadas en la cadena pública. Anne Igartiburu, que acude a la cita por octava vez consecutiva, y el actor Imanol Arias, que se estrena en la materia, son la pareja elegida para dar la bienvenida al año que entra. Dos horas antes de los cuartos, Josema Yuste, el excomponente de Martes y trece, protagoniza Hotel 13 estrellas, 12 uvas, un espacio que desgranará, a través de sketches humorísticos y parodias musicales, los acontecimientos, fenómenos y personajes más comentados en 2012
. Después de las campanadas, Juan y Medio y Eva González continuarán con la gala musical Feliz 2013, por cuyo escenario desfilarán una veintena de artistas como Pablo Alborán, David Bustamante, Nancys Rubias, Tamara o Sergio Dalma, y en el que se incluirá un emotivo homenaje a Tony Leblanc protagonizado por Santiago Segura.
Por su parte, La 2 de TVE se inclina por unas campanadas alternativas en clave de humor que pretenden marcar distancia con un 2012 que ha sido difícil para muchos españoles, y lo hace a través de la ironía y mordacidad de Juan Carlos Ortega, que presentará (a partir de las 24.00) Campana2, un programa especial con los vídeos más originales grabados y enviados por los espectadores en las últimas semanas del año desde sus teléfonos inteligentes.
Antena 3 despedirá el año con todos sus concursos. La parrilla de la cadena de Planeta estará copada por ediciones especiales de La ruleta de la suerte, Ahora caigo y Atrapa un millón. En cada uno de los formatos participarán invitados especiales (niños, parejas atípicas como suegras y nueras o cuñados…).
 A partir de las 22.00, los presentadores Anna Simón y Jorge Fernández conducirán un espacio de homenaje a los mejores momentos del año, que lleva el título Adiós, 2012, adiós. Y a 15 minutos de la medianoche, Paula Vázquez y Carlos Sobera, un veterano en esta función que ya llevó a cabo en 2008 en la cadena pública y el año pasado en Antena 3 junto a Carolina Cerezuela, tomarán el relevo para ejercer de maestros de ceremonia de las campanadas en directo desde la Puerta del Sol.
Con un pie ya en el nuevo año, empezará Cantando al 2013.
LaSexta aprovecha el tirón mediático del último hallazgo en cuestión de realities, el polémico chef Alberto Chicote (Pesadilla en la cocina), que despedirá el año junto a Sandra Sabatés con una receta estrella creada para la ocasión, que a pesar de contar entre sus ingredientes con 12 uvas, aporta un punto de creatividad propio del célebre cocinero
. Enfundado en uno de sus siempre originales looks, Chicote preparará en directo el cóctel, que degustará al sonar las 12 campanadas. Previamente a este show gourmet, para ir abriendo el apetito, el canal ha preparado más aperitivos chicotescos.
  Desde las 22.25, laSexta emitirá un especial Las pesadillas de Chicote, donde se recopilan los mejores momentos de la primera temporada del exitoso formato
Telecinco contará con Paz Padilla y Joaquín Prat para conducir (22.00) La noche en Paz. Durante este especial, los actores de La que se avecina Jordi Sánchez, Pablo Chiapella y Vanesa Romero intentarán boicotear la gala
. Cuando los vecinísimos conecten (23.40) en directo con el interior del reloj del kilómetro cero la animación tomará el protagonismo.
 Allí, minutos antes de las campanadas, el aventurero aspirante a arqueólogo, Tadeo Jones, se colará en la retransmisión para llevar a cabo una importante misión: velar para que el reloj centenario se encuentre en perfecto estado. Una vez logrado su cometido, el trío de personajes de La que se avecina tomarán en directo (en simulcast para Telecinco, Cuatro, La Siete, Boing, Divinity, Factoría de Ficción y la recién nacida Nueve) las uvas desde la Puerta del Sol.
 A continuación, Paz Padilla y Joaquín Prat continuarán con la presentación de La noche en Paz, con actuaciones, entre otros, de Los Panchos, Coti, David Civera, Estrella Morente y los espectáculos musicales Imaginarium y Peter Pan sobre hielo.

Necesidad de Leonardo Sciascia

Necesidad de Leonardo Sciascia

Por: | 31 de diciembre de 2012
A veces la soledad y otras veces el impulso que produce la melancolía en la que se envuelve el tiempo que camina, ante el mar o ante el cielo nublado, en todo caso en tiempos oscuros, aquellos ante los que Bertolt Brecht decía que no había que rendirse, pienso en algunas miradas reconfortantes.
 Y siempre, entre esas miradas, están los ojos de Leonardo Sciascia, el gran escritor europeo que nació en Sicilia en enero de 1921 y murió el 20 de noviembre de 1989, después de haber escrito sobre su país, sobre su pueblo, sobre el pasado de Europa, sobre la tragedia y sobre el futuro.
Como un Camus de los tiempos de paz, dejó algunos testamentos muy poderosos acerca de aquella posguerra en la que la Europa empobrecida soñaba con un porvenir que entonces se tenía que hacer desde la miseria a favor del viento de un progreso para el que no había aún muletas.
 En medio de su trayectoria vital se le cruzó la mafia, el terrorismo mafioso, el terrorismo, en suma, y sobre esas aguas turbulentas lanzó su mirada llena de pesadumbre
. Fue un periodista contando, un filósofo analizando, un poeta mirando.
A pesar de que el tiempo le fue desfavorable, y pudo haber sido tan solo un ermitaño en Sicilia, se aventuró y fue editor, parlamentario europeo, dejó testimonio de su compromiso político, y siempre lo hizo con una gallardía que parecía quijotesca.
 Animado por la curiosidad y por la razón, se hizo europeo de toda Europa; lo conocí en los años años 70 en Madrid, cuando Marco Miele, el admirable director entonces del Instituto Italiano de Cultura, trataba de hacer, a su modo, ayudado por la impar Alessandra Piccone, una embajada especial de su país en España, combinando los sabores de un territorio y otro para dar lugar a un encuentro que pasó a la historia como un elemento imborrable de la vida de quienes disfrutamos ese instante.
En ese tiempo que combinó la movida con el desconcierto vino Leonardo Sciascia a Madrid, se interesó por el porvenir de aquella democracia que aún sufriría los embates de un golpe de Estado; ayudó desde su país a interpretar el fenómeno terrorista, escribió a vuela pluma y en profundidad sobre los desastres causados por Eta y también por la extrema derecha, y se interesó por los filósofos españoles que vinieran luego de su admirado Ortega y Gasset.
Toda esa actividad, su curiosidad impenitente, se concentraba luego en esa mirada incisiva pero tierna, comprensiva, alerta siempre a la mirada de los otros, al sufrimiento ajeno, a la palabra que se escapara y que en él tuviera el oyente que estaba siempre dispuesto a seguir, en voz baja, cualquier inquietud que se le planteara.
Ahora que acaba este año maldito y empieza uno que no pinta mejor, reconforta recordar a gente como Sciascia. Ahí queda mi homenaje, como una carta a los que hoy quisieran tener el abrazo de aquella mirada que tanta falta nos hace a los europeos que hoy no tienen para hacer sobrevivir su esperanza otra cosa que la palabra ojalá. Sciascia fue, en algún momento, como la palabra ojalá.