Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 oct 2012

Culto al cine de culto

El libro 'Neoculto' repasa todas caras de una etiqueta clandestina durante décadas y que hoy se ha convertido en un arma de promoción de Hollywood.

Fotograma de 'Diamond flash', de Carlos Vermut
¿Puede haber un "libro definitivo sobre el cine de culto"? Suena a imposible, porque cada día se estrena alguna película que entra en ese calificativo, pero ese subtítulo en el libro Neoculto (Calamar ediciones), publicación coordinada por Ángel Sala y Desirée de Fez, director del festival de Sitges, y crítica de pro, respectivamente, forma parte del juego que se propone desde sus páginas: es un guiño que rápidamente se contradice con decenas de listas pedidas a cineastas, periodistas y críticos, listas que el lector puede amar u odiar.
Más abierto, imposible.
Desde el prólogo, Jordi Costa aclara qué puede calificarse como película de culto y cuándo nace esa etiqueta. "A finales de los 70, las miradas cinéfilas atentas a la disfuncionalidad rastrearon en el pasado para encontrar intuiciones de esas emociones extremas que uno encontraba en las sesiones de madrugada de los cines que dieron forma al fenómeno: tempranas disidencias del gusto mayoritario, primitivas afinidades con la sensibilidad contracultural surgidas antes de que el cine fuese un territorio regulado por la moral o las buenas costumbres; o flores raras surgidas en esas zonas de sombra de la serie B donde nadie ejercía la vigilancia con demasiado celo"
. El mismo Costa aclara que calificar a una película como de culto "es una calificación profundamente emocional, que cada espectador tiene sus propias cult movies, que cada uno subraya las notas al pie que quiere".
Cada capítulo del libro esté escrito por distintos autores que se centran en distintos aspectos de las cult movies.
Un buen ejemplo es el de Jordi Batlle Caminal dedicado al aparato que más ayudado a expandir el término: el VHS. La cinta de vídeo propagó el cine más extraño por todo el mundo. En otro libro referencial, Mutaciones del cine contemporáneo, Adrian Martin ya decía: "La nueva cinefilia realmente comienza con la era del vídeo en casa.
La implantación del vídeo alteró por completo el carácter de la cultura cinematográfica en todo el mundo. De repente, había en todas partes especialistas autodidactas en áreas anteriormente elitistas como el cine B". Desirée de Fez indaga en los directores referenciales a autores como Quentin Tarantino o películas como Drive, de Nicolas Winding Refn, gente que ha absorbido todas las obras previas de culto para hacer mainstream, aunque como dice Jordi Costa, "resulta tremendamente problemático englobar todo el cine de Tarantino dentro de la categoría del cine de culto, porque nace en el seno de la industria y cuenta con un excedente de visibilidad que neutraliza la esencia del concepto".
El resto de los capítulos repasa de forma amena diversos fenómenos.
 Por ejemplo, la devaluación de la etiqueta de culto cuando se democratiza ese cine, cuando la serie B se convierte en el motor principal de la taquilla de Hollywood (pro culpa o gracias a Spielberg y Lucas, que se cepillan a la generación del Nuevo Hollywood), cuando los departamentos de promoción de los estudios convierten lo culto en un término publicitario...
También hay radiografías geográficas, como toda la oleada de cine asiático, e incide en el cine español con las visiones de Diego López y Ángel Sala (que riza el rizo de las películas españolas de culto más atípicas, o lo que es lo mismo, de culto dentro del culto).
Por supuesto, y antes de las listas finales (que llevan al lector desde El trío fantástico, de 1925, a Diamond flash, de 2011), se desgrana la televisión y la animación de culto, la influencia de los festivales de cine en esta etiqueta y las nuevas formas de ver cine.
 Definitivamente, si no es el volumen más completo, Neoculto está bien cerca de ello.

 

La casa tiene “luz natural y vistas con pinos enormes y gran privacidad”


Los duques de Palma pagaron la friolera de 5,8 millones de euros por la casa de sus sueños en el barrio de Pedralbes, un lugar privilegiado en la zona alta de Barcelona. A juzgar por un experto en tasaciones que examinó la finca en 2004, poco antes de la compraventa, valió la pena. Su extenso informe, que detalla los pros y contras de la vivienda familiar, figura en la documentación que el banco ha remitido al juez José Castro, que investiga a Iñaki Urdangarin y a su exsocio, Diego Torres, por apropiarse, presuntamente, de grandes cantidades de dinero público.
La casa de Urdangarin y la infanta Cristina destaca, antes que nada, por su imponente tamaño: más de 650 metros de vivienda sobre una superficie total que rebasa los 2.000 metros cuadrados.
 Esa extensión la sitúa un peldaño por encima de las casas de los vecinos.
Como ellos, los duques disfrutan de un entorno incomparable, junto al precioso parque de la Oreneta y el espléndido Monasterio de Pedralbes.
 La casa está bien comunicada por carretera —con acceso inmediato a la Ronda de Dalt, una de las vías que vertebran la circulación de la ciudad— y con servicios de primera línea, como la Clínica Planas.
El antiguo propietario, el abogado Mario Herrera —personaje de la alta sociedad catalana—, había mantenido el inmueble más o menos en buen estado.
 El perito certifica que la finca conserva “los acabados y las calidades de origen”.
 Pero matiza que, al tratarse de una vivienda con más de medio siglo de vida, conviene una cierta “actualización”.
 Más allá del mantenimiento, al menos en 2004, el estado general de la vivienda era “algo deficiente”, ya que nunca se había acometido una rehabilitación integral.
La distribución de las tres plantas permite a sus inquilinos disfrutar de “grandes dosis de privacidad”, remacha el informe.
 La planta a la que se accede desde la calle consta de “recibidor, pasillo, distribuidor, una amplia sala con galerías perimetrales que dan al jardín, tres dormitorios, una alcoba o trastero, cocina y dos baños”.
 En lo que figura como la planta baja hay “una gran sala de estar-comedor” en la que destaca, además, un “amplio vestidor” y otras estancias que se repiten: tres cuartos de baño y cuatro dormitorios.
 La “amplia sala-estudio” es el elemento más relevante de la planta superior, donde hay, además, un despacho y una terraza que da al jardín.
 Entre los materiales, los que más se citan son el mármol y el parqué.
No solo la terraza, sino en general toda la edificación es muy soleada.
 Es, sin duda, uno de los atractivos definitivos de la finca: posee “buena luz natural, asoleo y vistas” y un “amplio jardín, con pinos de extraordinario tamaño”.
 Hay varias terrazas y hasta una pista de frontón.
Sobre el entorno, el experto incide en que es “estable”, ya que no está prevista la construcción de nuevos edificios que puedan “perjudicar” la casa.
 Y resalta que es uno de los barrios “con mayor nivel de renta de la ciudad”
. El experto valora que la oferta de viviendas similares es “muy escasa, prácticamente inexistente”: estamos, concluye, ante un inmueble “superior”.

Urdangarin: hipoteca de cinco millones, sueldo de 3.000 euros


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La infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, en el coche de soltera de la hija menor de los Reyes. / GTRES
Como dos ciudadanos cualesquiera, los duques de Palma pidieron al banco una hipoteca para pagar su casa. El precio de esa vivienda y el importe de la hipoteca son, en cambio, extraordinarios: en 2004, Iñaki Urdangarin y su esposa, la infanta Cristina, desembolsaron 5,8 millones de euros por una torre de lujo situada en una zona privilegiada de Barcelona.
Allí vivieron con sus cuatro hijos hasta que decidieron trasladarse a Washington y allí residen de nuevo ahora (y de momento), cuando el estallido del caso Nóos ha forzado al yerno del Rey a regresar a casa.
En octubre de 2004, La Caixa concedió a Urdangarin y a la hija del Rey una hipoteca a la altura de la vivienda: cinco millones de euros
. La cifra contrasta con el salario del exjugador de balonmano en esa época. Ese mismo año, en la declaración de la renta que presentó a Hacienda, Urdangarin dijo haber ingresado apenas 36.000 euros como rendimientos del trabajo.
 O sea, unos 3.000 euros brutos de salario al mes, si se cuentan 12 mensualidades. Cada trimestre, la pareja debía afrontar el pago de 52.000 euros de la hipoteca.
Esos y otros muchos datos aparecen en la documentación que la entidad bancaria ha remitido al juez que investiga el caso, José Castro.
 Hace un mes, el magistrado solicitó el “expediente completo” de garantías para conceder el préstamo y las condiciones de la hipoteca de la vivienda, ubicada en el barrio de Pedralbes. Se trata de una hipoteca a 30 años vista, con un interés de Euribor más 0,5% que debía revisarse por primera vez, precisamente, el pasado mes de septiembre. Según la documentación aportada por la entidad bancaria, el capital del que ha dispuesto la familia Urdangarin hasta la fecha son 3,6 millones, o sea el 77% del total.
Dado el elevado importe de la hipoteca, esta fue aprobada por el comité permanente de créditos de la entidad. En su análisis de riesgos, La Caixa incluye a Urdangarin en el segmento de “personas de 28 a 40 años sin relación laboral” y, al definir su profesión, la engloba en la categoría de “universitarios y similares”. Ese informe detalla que el duque de Palma disponía entonces de recursos económicos por un total de 1,3 millones, repartidos a partes iguales entre cuentas a la vista y libretas de ahorro.
 Y añade que Urdangarin —que es cliente de la entidad desde 1986— figura como “avalista” en otros tres préstamos hipotecarios.
El año de concesión de la hipoteca —2004— es, también, el año en el que arrancan los grandes negocios que impulsó el yerno del Rey y cuyas irregularidades le han llevado ante el juez.
 En apenas tres años, Urdangarin y su exsocio al frente del instituto Nóos, Diego Torres, lograron hacerse con la adjudicación de grandes eventos relacionados con el deporte y el turismo.
 Lo consiguieron, sobre todo, gracias a sus contactos en las altas esferas políticas de los Gobiernos de Baleares y la Comunidad Valenciana, ambos en manos del Partido Popular
. Según el juez Castro y el fiscal anticorrupción, Pedro Horrach, el duque y el exprofesor de Esade desviaron buena parte de los fondos públicos recibidos: 2,3 millones por dos ediciones del Illes Balears Fórum y 3,7 por tres ediciones del Valencia Summit.
Imagen del palacete de Pedralbes. / JOAN SÁNCHEZ
Además de los 36.000 euros por rendimientos del trabajo, Urdangarin declaró algo más de 52.000 por rendimientos del capital y unas ganancias por acciones de casi 24.000 euros.
 Como patrimonio inmobiliario consta la antigua casa familiar en la avenida Pedralbes de Barcelona, valorada entonces en 414.000 euros. A la sazón, el duque ejercía como vicepresidente del Comité Olímpico Español y estaba implicado ya, de lleno, en el proyecto de Nóos y en la maraña de empresas con la que acabó tejiendo, presuntamente, una red para malversar fondos públicos.
 Ese año, todas las empresas implicadas facturaron 1,2 millones, según los informes de Hacienda.
Urdangarin declaró que disponía de acciones por valor de 327.000 euros en Aizoon, la sociedad patrimonial inmobiliaria que compartía a medias con la infanta Cristina.
 También poseía entonces participaciones por medio millón en Nóos
. Con todo, el resultado de la declaración no fue favorable para el duque: le tocó pagar 4.374 euros. Y escogió la opción de fraccionar en dos el pago.

Saturno, después de la colosal tormenta

La gran tormenta en el hemisferio Norte de Saturno. / NASA/JPL-CALTECH/SPACE 
En Saturno se desencadenó una tormenta colosal hace un par de años, se detectó en diciembre de 2012, pero muchos meses después, cuando ya no se aprecian visualmente los efectos, la alta atmósfera sigue muy revuelta allí y los científicos la observan en infrarrojo.
 Tras la masiva tormenta en el hemisferio Norte se han registrados fenómenos insólitos, como una potente descarga de energía que elevó la temperatura de la estratosfera unos 83 grados centígrados por encima de lo normal y un notable incremento allí de etileno, un gas incoloro que normalmente no se observa en Saturno y cuyo origen en este caso sigue siendo un misterio para los científicos.
Una tormenta de magnitud comparable en la Tierra habría abarcado toda Norteamérica dando varias vueltas al planeta, señalan los expertos de la NASA.
 Este tipo de fenómeno se produce en Saturno aproximadamente cada 30 años terrestres (un año en el planeta de los anillos), pero esta es la primera vez que se desencadena la masiva perturbación en presencia de una sonda espacial automática, la Cassini, que está en órbita de Saturno investigando el planeta y sus lunas. Además, informa la agencia espacial estadounidense, es la primera tormenta allí que se sigue con instrumentos de infrarrojo.
Los científicos que han estudiado el fenómeno, dirigidos por Brigitte Hesman (Universidad de Maryland, EE UU) presentarán el mes que viene sus resultados en la revista Astrophysical Journal, y la NASA hace pública ahora una espectacular fotografía de Saturno, en infrarrojo cercano, de enero de 2011
. La imagen, con falso color, está formada por un mosaico de tomas de la Cassini (a una distancia de 1.1 millones de kilómetros del planeta)
. En esta misión espacial científica participa la Agencia Europea del Espacio (ESA) y la Agencia Espacial Italiana (ASI).