El cantante y el que fuera su pareja durante 26 años pactan que los niños pasen juntos parte del verano tras un año separados y en el que solo se han visto por vía telemática.
La polémica separación de Miguel Bosé y Nacho Palau, quien fue su pareja oculta durante 26 años, parece que va encauzándose por el bien de los cuatro niños que se han visto implicados en ella.La llegada de las vacaciones escolares ha facilitado el acercamiento de los hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau, que no se veían en persona desde junio de 2018.
El cantante ha viajado a España desde México para pasar el verano junto a sus dos hijos Tadeo y Diego y, según ha podido saber EL PAÍS, ambos pequeños ya se han visto con Ivo y Telmo, los hijos de Palau.
Los dos progenitores parecen estar de acuerdo en facilitar su relación todo lo que sea posible.
Los cuatro niños nacieron por vientres de alquiler en Estados Unidos.
Tadeo y Diego son hijos biológicos de Miguel Bosé e Ivo y Telmo de Nacho Palau.
Los cuatro se criaron juntos como hermanos desde su nacimiento, pero la ruptura de la pareja ha provocado su separación y que Palau iniciase en octubre pasado acciones legales para “defender sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores”, según explicaba un comunicado que difundió entonces el despacho Ortolá Dinnbier de Valencia, que se encarga del asunto.
La resolución de este caso excede el interés mediático derivado de la fama de Bosé, ya que en el ambiente jurídico hay expectación por una sentencia que podría marcar el camino para las nuevas realidades familiares que se dan en la sociedad española, nuevos tipos de familia para los que hasta el momento la legislación no ofrece soluciones claras como cuando se trata de la separación o divorcio de una pareja convencional que tiene hijos.
Siempre se refirió a ellos como sus hijos, incluso publicó una fotografía mostrando el rostro de los cuatro cuando sufrió un intento de chantaje.
Pero la armonía familiar acabó al mismo tiempo que la relación sentimental de los dos adultos que se encargaban de la educación y cuidado de los cuatro menores.
Bosé se marchó a México con sus dos hijos biológicos y Palau se instaló en la casa de su madre con los suyos en Chelva, un pueblo de unos 1.000 habitantes en el interior de Valencia.
Palau reclama al cantante seguir compartiendo el cuidado y la educación de los cuatro niños.
Para conseguirlo, ha presentado ante los tribunales una demanda que solicita una doble acción de filiación para que ambas parejas de niños sean reconocidas como hijos legales de la otra parte de la pareja.
Unos términos con los que Miguel Bosé no se muestra de acuerdo.
Está muy próxima la celebración del juicio del que saldrán las medidas provisionales que establecerán el régimen de visitas de los cuatro menores y también los aspectos económicos que estime el juez encargado del caso, según las fuentes consultadas por este periódico.
Mientras llega esa resolución —que no es sencilla porque falta por determinar la filiación de los niños— el cantante y quien fuera su pareja han alcanzado un acuerdo para facilitar el contacto y las visitas entre los pequeños.
Tadeo, Diego, Ivo y Telmo han estado juntos ya y lo van a estar en más ocasiones durante el período vacacional, pero poco más se sabe sobre dónde y cómo serán sus encuentros porque la privacidad de los niños es la principal preocupación de sus padres.
Para el resto del proceso queda aún un largo camino por recorrer.
El aspecto más importante, la demanda de doble filiación, llegará a finales de este año o principios del que viene y entonces se sabrá si el juez decide que Bosé y Palau son padres legales de sus cuatro hijos o si únicamente establece cómo garantizar la relación de los niños y de sus respectivos padres atendiendo a la figura legal del allegado.