La actriz y cantante abrió, hace años, a Lecturas las puertas de su hogar, Villa Renata.
Su refugio
Villa Renata fue el refugio de Teresa Rabal, donde se mudó en los años 70
Alfredo Garófano
Con un espectacular salón
En esta casa, toda su familia fue muy feliz. Ella y su marido, que
falleció hace unos años, criaron a sus hijos y sus nietos también han
conocido esta maravillosa casa localizada en Alpedrete, Madrid
Alfredo Garófano
En dos alturas
El salón estaba en dos alturas diferentes, más alto el comedor y más
baja la parte de estar.
Teresa estaba muy orgullosa de su casa. Así posaba para Lecturas hace unos años
Teresa estaba muy orgullosa de su casa. Así posaba para Lecturas hace unos años
Alfredo Garófano
800 metros cuadrados
Se trataba de una amplia vivienda, de unos 800 metros cuadrados,
llena de fotografías y recuerdos.Ahora vive con su madre, la también
actriz Asunción Balaguer
Alfredo Garófano
Teresa, posando junto a fotos de su padre
Su padre, Paco Rabal, estaba en todos los rincones de la vivienda. En
esta pared, sin ir más lejos, Teresa tenía colgadas muchas fotos de él
en diferentes obras de teatro
Alfredo Garófano
Lo más importante
No quería estar asfixiada por las deudas y, mucho menos, que lo
estuvieran sus hijos, así que convino que lo mejor era librarse de
ataduras y vender su casa, donde tenía este rinconcito dedicado a las
pinturas que le habían hecho sus nietos
Alfredo Garófano
Una casa con encanto
Localizada en Alpedrete, Madrid, resultaba cálida y acogedora.
Alfredo Garófano
El lugar perfecto para sus mascotas
Gracias al jardín, pero ahora estos también tienen el de casa de su madre, El Recuerdo, para correr por él.
Se marchó a vivir a ella en los años sententa. Entonces, la situación económica de Teresa Rabal era muy diferente a la actual.La artista se ha visto obligada a vender su adorada Villa Renata, cuyas puertas abrió a Lecturas hace algún tiempo, y que ahora se ha visto obligada a cerrar para siempre.
Durante casi cuatro décadas fue su palacio destinado a los recuerdos familiares.
A los que ella creó junto a su marido y sus hijos, y donde también albergaba tantos y tantos detalles de las carreras de sus padres, Paco Rabal y Asunción Balaguer.
Hace un par de años, Teresa posaba feliz, tras vencer un cáncer de mama, en su querida casa y nos mostraba ilusionada cada rincón de la misma como si se acabara de mudar a ella.
Ahora las deudas con Hacienda han hecho mella en su economía y para no dejar a sus hijos un solo pufo ha querido deshacerse del que fue su refugio, donde vivió con su marido hasta la muerte de este.