Las dos hijas de los Reyes eméritos se reúnen en Vitoria, donde las acompaña Victoria Federica, la menor de los hijos de Elena de Borbón.
Las infantas Elena y Cristina han paseado esta mañana por Vitoria, hasta donde se ha desplazado la primogénita de los Reyes eméritos para reencontrarse con su hermana menor, que reside habitualmente en Ginebra con su familia.
Las dos hermanas, sin esconderse de los fotógrafos, han recorrido la ciudad tranquilamente, vestidas de forma informal y abrigadas para combatir las bajas temperaturas de esta ciudad, en donde la presencia de la hermana menor del rey Felipe VI es ya habitual por estas fechas.
La capital del País Vasco es el lugar de residencia de gran parte de la familia de Iñaki Urdangarin, marido de Cristina de Borbón desde hace 20 años y que se encuentra en libertad a la espera del fallo definitivo del Tribunal Supremo sobre su implicación en el caso Nóos.
Falta el hermano que es el Rey pero ellas son infantas y Letizia sea Reina no la lleva en la sangre solo se cree una Reina Modelo, de ella se habla por su vestuario, su alimentación su gimnasio, vamos que igualito a Isabel Presley.
Estos encuentros de las hermanas son relativamente frecuentes desde que saltó el escándalo por el caso Nóos y la infanta Cristina desapareció paulatinamente de los actos públicos de la Familia Real.
Las infantas y Victoria Federica pasearon relajadas y sonrientes, en las que pueden ser las últimas Navidades de Iñaki Urdangarin en libertad.
2018 será un año decisivo para él y la familia que constituye junto a Cristina de Borbón y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, que se supone acompañan a su madre en estos días de despedida de año junto a su familia paterna.
Vitoria y el entorno de la familia Urdangarin ha sido el refugio de la infanta Cristina durante los cinco años que dura el temporal judicial.
Y su hermana mayor no ha dudado en volver a demostrar con este viaje que les une una estrecha relación y que Cristina de Borbón tiene su apoyo incondicional en mitad de los acontecimientos que están por llegar.
Así ha ocurrido durante los ocho años de exilio que vive la familia desde que los entonces duques de Palma se mudaron, en 2009, a Washington sin explicación oficial aunque con rumores de que Urdangarin estaba implicado en asuntos comprometidos.
La condena de seis años y tres meses de cárcel para el exjugador olímpico de balonmano pesa sobre este matrimonio, pero la infanta Cristina cerró filas desde el primer momento en favor de su marido y junto a él defiende a su familia hasta que la Justicia dictamine si la sentencia de cárcel es o no firme.