Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 abr 2020

El chamán de Marta Luisa de Noruega, un oportunista en tiempos de coronavirus

La pareja de la princesa asegura que predijo la pandemia en el libro que publicó el año pasado.

La princesa Marta Luisa de Noruega con su pareja, el chamán Shaman Durek.
La princesa Marta Luisa de Noruega con su pareja, el chamán Shaman Durek.INSTAGRAM
La relación entre Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verret suma una polémica tras otra. 
Y en tiempos de coronavirus no iba a ser menos.
 La actual pareja de la princesa ha asegurado en un programa de televisión británico que predijo la actual pandemia en su libro Spirit Hacking, que publicó el año pasado. 
“Cuando escribí el libro hablé con diferentes editoriales y les dije que tenía que salir a la venta antes de 2020. Tenía que salir antes del apagón”, un término que usa el chamán para describir este periodo de crisis sanitaria.
El novio de Marta Luisa de Noruega fue entrevistado por videollamada desde su casa de California.
 Allí aseguró estar muy ocupado durante las últimas semanas: “Estoy hablando con personas todo el día, haciendo curaciones alrededor del mundo”.
 La incertidumbre entre sus clientes —es el guía espiritual de celebridades como Gwyneth Paltrow, Nina Dobrev y Selma Blair— ha provocado que estos le llamen continuamente para aprender “cómo estar en sus hogares con sus esposos o cómo convertirse en profesores de sus hijos” mientras los colegios permanecen cerrados, según el relato del chamán.
Sus palabras en televisión han sido vistas rápidamente como un intento por promocionar su libro en estos momentos difíciles. Cathrine Krøger, crítica literaria noruega, ha desmentido que Verret vaticinara los desastres causados por la Covid-19 en las páginas de su publicación:
 “El libro es demasiado indefinido como para afirmar que había previsto algo.
 Todos los libros de ese género, una especie de mezcla de profecía cristiana del fin del mundo, fantasía y charlatanismo, hablan de una especie de tiempo final”.
 A este comentario también se ha sumado Ingeborg Senneset, periodista noruega, que ha calificado al chamán de “oportunista desvergonzado” y ha añadido: 
 "No hay nada de malo en ganar dinero con consejos o trabajo, como hacen los médicos y los periodistas.
 Lo incorrecto es sacar provecho de falsas promesas, mentiras o engaños”.

Verret intervino en This Morning, de la cadena ITV, para ofrecer algunos consejos en estos días de confinamiento
 “Necesitamos comenzar a cuidar la Tierra, cuidarnos a nosotros mismos, cuidar a los animales”, acciones que considera necesarias para “salir del narcisismo y darse cuenta de lo que es importante”.
El novio de Marta Luisa de Noruega fue entrevistado por videollamada desde su casa de California. 
Allí aseguró estar muy ocupado durante las últimas semanas: “Estoy hablando con personas todo el día, haciendo curaciones alrededor del mundo”. 
La incertidumbre entre sus clientes —es el guía espiritual de celebridades como Gwyneth Paltrow, Nina Dobrev y Selma Blair— ha provocado que estos le llamen continuamente para aprender “cómo estar en sus hogares con sus esposos o cómo convertirse en profesores de sus hijos” mientras los colegios permanecen cerrados, según el relato del chamán.
Sus palabras en televisión han sido vistas rápidamente como un intento por promocionar su libro en estos momentos difíciles. Cathrine Krøger, crítica literaria noruega, ha desmentido que Verret vaticinara los desastres causados por la Covid-19 en las páginas de su publicación: “El libro es demasiado indefinido como para afirmar que había previsto algo.
 Todos los libros de ese género, una especie de mezcla de profecía cristiana del fin del mundo, fantasía y charlatanismo, hablan de una especie de tiempo final”. 
A este comentario también se ha sumado Ingeborg Senneset, periodista noruega, que ha calificado al chamán de “oportunista desvergonzado” y ha añadido: 
"No hay nada de malo en ganar dinero con consejos o trabajo, como hacen los médicos y los periodistas.
 Lo incorrecto es sacar provecho de falsas promesas, mentiras o engaños”.

No es la primera vez que la pareja de la princesa hace unas declaraciones similares.
 En 2011 afirmó haber presagiado los atentados terroristas del 11-S, además de otras polémicas como supuestamente curar el cáncer o haber conocido a Marta Luisa de Noruega en otra vida anterior: “Tengo recuerdos de nosotros en Egipto en los que ella era mi reina y yo, un faraón”.
Su relación no es bien vista por el pueblo noruego y han tenido algún que otro conflicto con la corona. 
El pasado mes de agosto, la hija del rey Harald dejó de usar el título de princesa en sus actividades comerciales tras una gira de conferencias bajo el nombre de La princesa y el chamán. “Últimamente ha habido muchas discusiones sobre mi uso del título en un contexto comercial.
 El hecho de que lo usara en el título de mi gira fue un error y lo siento.
 Las críticas son algo que me he tomado en serio y, en colaboración con mi familia, hemos decidido que es mejor que hagamos algunos cambios", anunció Marta Luisa en un comunicado. 
 “Utilizaré el título de princesa cuando represente a la casa real, pero de ahora en adelante no lo usaré en un contexto comercial.
 Es decir, en todos los contextos comerciales solo seré Marta Luisa”, explicó.

 

Joaquín Sabina reaparece en el balcón de su casa para aplaudir a los sanitarios

El cantante se ha dejado ver cuarenta días después de abandonar el hospital tras el accidente que sufrió en Madrid y que le produjo un hematoma cerebral.

El cantante Joaquín Sabina, durante su última actuación.
El cantante Joaquín Sabina, durante su última actuación.Ricardo Rubio / Europa Press

 

Joaquín Sabina abandonó el pasado 23 de febrero el Hospital Ruber Internacional de Madrid, donde ingresó el 12 de febrero tras sufrir una grave caída durante el último concierto que ofreció en la capital junto a Joan Manuel Serrat
 El golpe le provocó un traumatismo en el hombro izquierdo y en el tórax, además de un pequeño coágulo craneoencefálico del que fue operado con éxito.
 Era la última parada prevista de su más reciente gira a dúo con Serrat, bajo el título No hay dos sin tres. 
 Se preparaba para cantar Lo niego todo, su último exitazo que dio también nombre a su más reciente disco. 
Ante 15.000 personas, Sabina perdió el pie y se precipitó al suelo desde una altura de casi dos metros.
El programa de los próximos meses queda en el aire aún alterado y a expensas de cómo se encuentre tras su recuperación. 
De la gira conjunta con Serrat estaban llegando al final, aunque pensaban cerrar algunas fechas no confirmadas por España después de haber rodado meses por América.
El documental que Fernando León lleva realizando cerca de una década sobre Sabina está a punto de culminar.
 De hecho, el cineasta andaba cámara en mano entre bastidores aquel día cruzado del destino, captando algunos detalles para el montaje final. 
La serie que sobre su vida planean hacer se encuentra en preparación. 
También de eso se ha ocupado en parte León, gran amigo de Sabina: será un biopic que tiene en estos momentos 10 capítulos previstos, impulsado por Endemol Shine Boomdog, la productora mexicana BTF Media y Sony Music España.

Pero no ha sido hasta este domingo cuando se ha tenido una nueva imagen del cantante.
 Sabina salió a las ocho de la tarde a uno de los balcones de su casa situada en la madrileña plaza de Tirso de Molina para aplaudir como miles de españoles a los sanitarios que estos días luchan en los hospitales contra el coronavirus. 
Con el brazo en cabestrillo y la parte de arriba del pijama, dio palmas como pudo. Junto a él estaba su pareja, Jimena Coronado

Tobey Maguire, el cerebro tras las millonarias timbas de póker de Hollywood

El actor gestionó un negocio secreto en el que participaron Leonardo DiCaprio y Ben Affleck, además de anónimos magnates de Hollywood, que inspiró la película ‘Molly’s Game’ y cuyos entresijos desvela ahora un libro.

Leonardo DiCaprio y Tobey Maguire, en una gala en Francia en julio de 2017.
Leonardo DiCaprio y Tobey Maguire, en una gala en Francia en julio de 2017.Victor Boyko

María Porcel

 

Por muy fantasiosas que sean las historias que cuentan las películas de Hollywood, en la meca del cine hay ocasiones en las que la realidad supera la ficción. Incluso aunque ya haya ficciones inspiradas en esa realidad. 
Así se ha sabido estos días gracias a las revelaciones del libro The Billion Dollar Hollywood Heist (que podría traducirse como El multimillonario atraco de Hollywood), que tiene todos los ingredientes para montar una cinta de acción en la que no faltan protagonistas para una buena historia, como Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Ben Affleck o el cerebro del asunto, Tobey Maguire.
El volumen está escrito por el exproductor de televisión Houston Curtis, que durante años fue colaborador de Maguire.
 Juntos montaron una enorme timba de póquer en Hollywood —primero en casa del actor de Las normas de la casa de la sidra; después en la suite de un lujoso hotel— en la que, cada martes, millones de dólares se ponían encima de la mesa.
 Curtis había ganado en 2004 un campeonato mundial de póquer, aunque Maguire no sabía de su pericia y le invitó a unas partidas; él fue precavido para no desplumar a los demás y no llamar demasiado la atención.
 Al año siguiente empezarían su negocio.

La historia, probablemente, le suene a más de uno. 
Timbas secretas, millones en la mesa, hoteles de lujo, poder y dinero... 
Efectivamente, en ella se basaron el libro y más tarde la película de 2017 Molly’s game.
 Molly era Molly Bloom (interpretada luego por Jessica Chastain), que empezó como una mera observadora y acabó manejando las riendas del asunto. 
Pero eso, afirma Curtis, fue solo en su versión.
Porque aquel secreto a voces era cosa de Maguire y Curtis. DiCaprio, Damon, Affleck, los directores Nick Cassavetes (El diario de Noa) y Todd Phillips (Resacón en Las Vegas, Joker) o Guy Laliberté, fundador del Circo del Sol, fueron quienes estuvieron presentes en todo ese apaño entre los años 2005 y 2009. Ellos eran algunos de los nombres famosos, porque la mayoría eran millonarios poco conocidos para el gran público, pero a los que, como a cualquier mortal, les gustaba codearse con estrellas de Hollywood, que servían como cebo y para contar anécdotas. 
Según Curtis, el productor Rick Salomon —que había adquirido una cierta fama por protagonizar una cinta sexual con Paris Hilton— le hizo varias preguntas en plena partida a Ben Affleck sobre las características del trasero de su entonces reciente exprometida, Jennifer Lopez.

En el negocio también estaba implicada la primero novia —desde 2003— y después esposa—entre 2007 y 2017— de Maguire, la diseñadora de joyas Jennifer Meyer, hija del alto ejecutivo y vicepresidente de NBC Ron Meyer. 
Según Curtis, “quería que se sintiera incluida”. 
Los jugadores solían darle altas propinas.
Pero hubo un momento en el que el actor de Spiderman se sintió incómodo por tener a los jugadores en su casa. 
Aunque les daba zuecos y les obligaba a quitarse los zapatos al entrar, le molestaba que escupieran, que pidieran pizzas de pepperoni en su hogar, siendo él vegano. 
Por eso decidió cambiar el escenario por el Viper Room, el local de Los Ángeles tristemente famoso por ser en el que murió River Phoenix, y después por una suite del hotel Four Seasons.

Las cifras que se manejaban eran extraordinarias.
 “Ganar 20.000 dólares era como perder”, cuenta Curtis en un adelanto del libro publicado por el diario The New York Post.
Leonardo y Tobey Maguire, amigos desde la infancia.
Leonardo y Tobey Maguire, amigos desde la infancia.Getty
Fue en el Viper Room donde entró en juego la famosa Molly, ya que el dueño del club se la presentó a Maguire y Curtis para que sirviera bebidas y echara una mano. 
Al final, llegó a ganar 30.000 dólares en propinas en una sola noche.
Poco a poco la existencia de la partida empezó a correr por Hollywood y se unirían a ella ricos “que no sabían ni barajar las cartas”, recuerda Curtis. 
También fue ahí cuando entró en el juego DiCaprio, íntimo de Maguire desde la infancia, siempre según la versión del productor de cine, con quien Maguire compartía parte de las ganancias y al que cubría las pérdidas, en caso de tenerlas, cosa que ocurría con poca frecuencia:
 DiCaprio siempre ganaba.
“La primera vez que gané un cuarto de millón de dólares fue la primera noche de Guy [Laliberté] en el juego”. No se lo tomó a mal, ya que invitó a todos los compañeros de timba a volar con él en su jet a Hawái.
Curtis también se hizo rico gracias al juego: calcula que ganó hasta 15 millones de dólares, comprando una mansión para él y su familia, para su madre, su hermano... 
Pero la suerte no es eterna. 
Todo acabó en 2009, cuando la timba empezó a ser investigada por abogados, que vigilaban en especial a Molly Bloom. 
La sangre no llegó al río porque no habían llegado a quebrar ninguna ley.
Sin embargo, la mansión de Curtis bajó en casi un 70% de su valor, perdió 100.000 dólares en Las Vegas y poco después un millón en una sola noche. 
Su mujer se marchó con sus hijas.
 Él tuvo que irse a vivir con su madre, que se vio obligada a vender aquella gran casa y sufrió un problema cardíaco que casi le costó la vida.
 Un ejecutivo de televisión le ayudó con 15.000 dólares para salir adelante; Tobey Maguire le prestó 600.000 dólares. 
No fueron suficientes.
 Lo perdió todo, pero su salud se recuperó y está escribiendo otro libro.
 Según Curtis, el actor (que logró unos 36 millones de dólares gracias a Spiderman), habría ganado entre 30 y 40 millones gracias a esa larga y afortunada mano de póquer.

Quien no tuvo tanta suerte fue Matt Damon, que una noche perdió ante Curtis, tal y como él recuerda, más de 50.000 dólares.
 No tenía dinero “y Affleck escribió el cheque por él”. También desplumó al creador del Circo del Sol:
 “La primera vez que gané un cuarto de millón de dólares fue la primera noche de Guy [Laliberté] en el juego”.
 No se lo tomó a mal, ya que invitó a todos los compañeros de timba a volar con él en su jet a Hawái.
Curtis también se hizo rico gracias al juego: calcula que ganó hasta 15 millones de dólares, comprando una mansión para él y su familia, para su madre, su hermano... 
Pero la suerte no es eterna. 
Todo acabó en 2009, cuando la timba empezó a ser investigada por abogados, que vigilaban en especial a Molly Bloom.
 La sangre no llegó al río porque no habían llegado a quebrar ninguna ley.
Sin embargo, la mansión de Curtis bajó en casi un 70% de su valor, perdió 100.000 dólares en Las Vegas y poco después un millón en una sola noche.
 Su mujer se marchó con sus hijas. 
Él tuvo que irse a vivir con su madre, que se vio obligada a vender aquella gran casa y sufrió un problema cardíaco que casi le costó la vida.
 Un ejecutivo de televisión le ayudó con 15.000 dólares para salir adelante; Tobey Maguire le prestó 600.000 dólares. No fueron suficientes. 
Lo perdió todo, pero su salud se recuperó y está escribiendo otro libro. 
Según Curtis, el actor (que logró unos 36 millones de dólares gracias a Spiderman), habría ganado entre 30 y 40 millones gracias a esa larga y afortunada mano de póquer.

La tragedia interminable de la familia Kennedy que suma dos nuevas muertes

Una nieta del exsenador Robert F. Kennedy y su hijo de ocho años desaparecen durante una salida en canoa por la bahía de Chesapeake, cerca de Washington.

La familia Kennedy en el salón de su casa de Bronxville en Nueva York, en 1938.
La familia Kennedy en el salón de su casa de Bronxville en Nueva York, en 1938.RR AUCTION

 Maite Nieto

 Nunca se podrá determinar si es la desgracia la que persigue a los Kennedy o si han sido sus circunstancias de vida las que les han hecho más proclives a las tragedias, pero la realidad es que los asesinatos, accidentes, enfermedades e incluso las adicciones les persiguen y van sumando fallecimientos a un historial que parecía tener suficiente con los dos atentados que acabaron con la vida de dos hermanos: John F. Kennedy, mientras aún era presidente de Estados Unidos en 1963, y el Robert F. Kennedy, en 1968, durante la campaña a las primarias de California en las que intentaba conseguir la nominación demócrata para la presidencia del país.

Estos dos luctuosos asesinatos marcaron a una familia poderosa y ambiciosa para siempre, pero en los más de cuatro decenios que han pasado desde entonces, los Kennedy han seguido sumando fallecimientos inesperados que les han convertido en una familia perseguida por una maldición a ojos de muchos.
 Aunque en la mayoría de los casos se trata más bien de las consecuencias dramáticas de un grupo que se ha caracterizado por estar muy expuesto a la admiración y la crítica pública, practicantes habituales de deportes y aficiones que conllevan cierto riesgo y, algunos, con estilos de vida proclives a ponerles en situación de riesgo.
 Sean cuales sean los motivos, estos son algunos de los sucesos que han convertido a los Kennedy en una familia marcada.
La última tragedia ha ocurrido este fin de semana, cuando la familia dio por muertos a Maeve Kennedy Townsend, de 40 años, y a su hijo Gideon, de ocho, nieta y bisnieto respectivamente del exsenador Robert F. Kennedy.
 Madre e hijo desaparecieron el pasado jueves mientras navegaban a bordo de una canoa en la bahía de Chesapeake, cerca de Washington.
 El cuerpo de Maeve se recuperó durante la tarde de este lunes y continúan las labores de búsqueda del de su hijo Gideon.
 Kathleen Kennedy Townsend, hija de Robert F. Kennedy, ha emitido un comunicado en el que lamenta la pérdida y habla de su hija y nieto:
 “Maeve era vida. Siempre sabías cuando estaba a tu lado. Su sonrisa era fuerte, descarada y contagiosa. 
 Hacía todo con plenitud y con todo su corazón. Gideon, como su madre, era un deportista que amaba el fútbol, el golf y correr. Cuidaba de sus padres de las maneras más extraordinarias. 
Le gustaban los acertijos, las matemáticas, el ajedrez y las aventuras”, ha dicho Townsend.

Maeve Kennedy Townsend y su familia en una fotografía de Facebook. Maeve Kennedy Townsend y su familia en una fotografía de Facebook. A

Según los familiares y las autoridades que se han hecho cargo de la búsqueda de los cuerpos, Maeve y Gideon cogieron la canoa para recuperar un balón que había caído al agua mientras los niños jugaban en el jardín de la vivienda familiar. 
David McKean, marido de la víctima, ha explicado al The Washington Post que se alejaron más de lo que podían controlar y no pudieron regresar.
 En una llamada posterior, una persona alertó de esta situación a las autoridades, que recuperaron poco después el bote pero sin sus ocupantes, en un momento en el que el fuerte viento provocó olas de casi un metro de altura.
John F. Kennedy, Jacqueline Kennedy y John Connally en Dallas, momentos antes del asesinato del presidente.
John F. Kennedy, Jacqueline Kennedy y John Connally en Dallas, momentos antes del asesinato del presidente.REUTERS
La primera pérdida conocida de la familia Kennedy llegó en 1944, cuando Joseph Jr., hermano mayor del que fue presidente de Estados Unidos, murió a los 29 años durante la Segunda Guerra Mundial mientras combatía como piloto.
 Cuatro años más tarde Joseph y Rose Kennedy perdieron a otra de sus hijas, Kathleen, a quien llamaban Kick. 
Tenía 28 años y murió en un accidente de aviación durante un vuelo en el que viajaba desde París hacia la Riviera francesa.
 En 1963 ocurrió el atentado que acabó con la vida de John F. Kennedy mientras viajaba en un coche descubierto durante su visita oficial a Dallas. 
Iba acompañado en el vehículo por su esposa, Jacqueline Kennedy, y por el gobernador de Texas, John Connaly y su esposa Nellie.
 El 35º presidente de los Estados Unidos tenía 46 años cuando la bala disparada por Lee Harvey Oswald acabó con su vida

Según la madre de Maeve, una de las personas que ha servido de “apoyo y fuerza” para el clan, según publica la revista People, ha sido la matriarca de esa rama de la familia, Ethel Kennedy, que con 91 años de edad y después de décadas de traumáticas pérdidas “ha estado hablando por teléfono con la familia y mostrando toda su gratitud”.

Cinco años más tarde otro disparo mató a su hermano Robert. Ocurrió el 5 de junio de 1968 cuando el candidato demócrata acababa de realizar un triunfal discurso en el hotel Ambassador de Los Ángeles, que le postulaba como firme candidato a ganar las primarias de su partido de cara a las siguientes elecciones presidenciales. Tenía 42 años.

Robert, Edward y John Kennedy (de izquierda a derecha), fotografiados en la Casa Blanca en 1962.
Robert, Edward y John Kennedy (de izquierda a derecha), fotografiados en la Casa Blanca en 1962.ASSOCIATED PRESS
En julio de 1969, otro hermano, Ted Kennedy, tuvo un accidente de automóvil en el que murió Marie Jo Kopechne, de 28 años.
 Según su versión, él intentó salvarla, pero el escándalo de esta muerte, que denunció 10 horas después de haber ocurrido el accidente, le persiguió el resto de su vida y a la larga frustró su propia carrera hacia la Casa Blanca. 
 Murió a los 77 años de un tumor cerebral y, aunque recondujo su figura durante los años ochenta luchando como senador por los servicios médicos, la causa feminista y los derechos de los homosexuales, nadie olvidó la descripción que hicieron de él las revistas Newsweek o Time
“Un borracho de Palm Beach, un patán grotesco para los tabloides” y “el símbolo viviente de los defectos de su familia”.
David Kennedy, hijo de Robert y Ethel Kennedy, murió a los 28 años a causa de una sobredosis de drogas en Palm Beach, Florida, en 1984. 
Su hermano Michel, falleció en 1997 en un accidente de esquí mientras practicaba este deporte en Aspen, Colorado, a los 39 años. Dos años después era su primo más conocido, John John Kennedy, hijo del presidente John Fitzgerald y Jacqueline Kennedy, el que perdía la vida en un accidente de avioneta que el mismo pilotaba. También fallecieron su mujer, Carolyn Bessette y su cuñada Lauren. 
Los tres viajaban camino de la boda de una prima del que se había convertido en la nueva esperanza de la familia Kennedy para un futuro político, aunque el joven, que tenía entonces 38 años, parecía haber inclinado sus gustos hacia la información y editaba una revista política.


En 2011 murió Kara Kennedy, hija del senador Edward M. Kennedy y sobrina de Robert y John.
 Tenía 51 años y le dio un ataque al corazón mientras entrenaba en un gimnasio en Washington. 
En 2012, Mary Richardson, exesposa de Robert F. Kennedy Junior, se suicidó a los 52 años en mitad de su proceso de separación y de la batalla por la custodia de sus hijos.
 Su cuerpo se encontró en un granero situado detrás de su vivienda en Bedford, Nueva York. 
En 2018, falleció de un ataque al corazón a los 63 años Christopher Kennedy Lawford, sobrino de JFK e hijo de su hermana Patricia y el actor Peter Lawford. 
En agosto de 2019, la tragedia golpeó a otro joven miembro del clan, se trató de la nieta de Robert y Ethel Kennedy, Saoirse Kennedy Hill. 
La joven tenía 22 años y su muerte ocurrió después de una presunta sobredosis de drogas.

En total 13 muertes inesperadas, dolorosas, para una familia acostumbrada a tener que sobreponerse a las tragedias que, parece, va perdiendo su apego al poder y cuyos nuevos miembros continúan llevando el aura mítica de su apellido, pero también el peso de la tragedia que lo persigue.