Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

30 mar 2020

A Los Seguidores de este Blog

Hola . Les ruego se vuelvan a poner porque no aparecen y yo no los quité. Se los agradezco si lo hacen. Buen Dia y Buena Semana.


29 mar 2020

El destino desigual de los tres hijos de Lucia Bosé

Miguel, Lucía y Paola Dominguín viven distanciados no solo geográficamente, hasta su muerte su madre era el nexo de unión.

Lucia Bosé, con sus hijos Lucia, Miguel y Paola y una de sus nietas.
Lucia Bosé, con sus hijos Lucia, Miguel y Paola y una de sus nietas.Europa Press Reportajes / Europa Press
 
Mábel Galaz 

 Lucia Bosé era “la mami” no solo para sus tres hijos, también para sus amigos más cercanos. 

La actriz, fallecida el lunes a los 89 años, alardeaba de desapego

 Aseguraba que cuando los suyos cumplían 17 años les abría la puerta y les invitaba a descubrir el mundo. 

Pero lo cierto es que Bosé era una mujer familiar a su estilo como lo son sus descendientes.

 Ellos viven distanciados geográficamente y puede pasar mucho tiempo sin que tengan contacto, pero aún así aseguran que están unidos. 

Su madre ha facilitado la unión entre ellos ya que pasaba temporadas con Miguel en su espléndida casa de México y visitaba a Lucía y Paola en el pueblo del interior de Valencia en el que residen. 

Y es que el destino y la vida de los hijos de Lucia Bosé son muy diferentes.

Miguel Bosé rompió su norma de no hacer concesiones a los sentimientos en público para brindar un homenaje a su madre en las redes sociales con una versión de su canción Te amaré. 
 Lo hizo desde México, donde recibió la noticia de la muerte de su madre, a la que adoraba pero con la que estuvo casi 10 años sin hablarse.
 El último viaje del cantante a España data del pasado verano cuando llegó con sus dos hijos, Tadeo y Diego, y se reunió con Ivo y Telmo, los dos que ha criado con Nacho Palau, con quien estuvo durante 26 años.
Miguel Bosé estaba citado en los tribunales 24 horas después del día en que murió su madre por la demanda interpuesta por quien fue su pareja pero el juicio se suspendió por el coronavirus. Tampoco estaba confirmada su presencia porque el cantante evita estar en España tras estallar el conflicto con Palau.

Lucia Bosé quería mucho a Palau y él a ella.
 No habían perdido el contacto pese la separación de la pareja. 
La mami le visitaba en Chelva donde vive con sus dos hijos, a los que la actriz trató siempre como nietos. 
 El destino quiso que las hermanas del cantante se instalaran hace tres años en Vilamarxant, a media hora de Valencia, un pueblo del interior a 50 kilómetros de donde reside Palau.
 Lucia Bosé no solo no ha ocultado sus visitas a Chelva si no que ha publicado fotos en Instagram de su presencia.
Las hermanas del cantante viven muy modestamente en una casa que ellas han colaborado a restaurar y donde cultivan un huerto. Primero se instaló Paola y luego llegó Lucía.
 Las dos han encontrado allí su refugio después de tiempos convulsos en los que se quedaron sin amor y sin trabajo.
 Ambas están separadas y los negocios que comenzaron no prosperaron.
 Lucía se arruinó con el Rocamador, el hotel que abrió en Extremadura con su entonces marido, Carlos Tristancho, padre de sus dos hijas menores. 
El establecimiento cerraba a la vez que ella daba un portazo a su matrimonio.
 Paola también rompió su matrimonio con Manuel Villalta con quien tuvo una hija, Alma, y decidió volver a empezar en otro lugar. 
Una ruptura dolorosa como lo fue la de Jose Coronado, padre de su hijo Nicolás.
 Paola ahora trabaja como artesana y realiza alguna colaboración con su amigo el modisto Francis Montesinos, quien la subió a la pasarela como modelo.

A Lucía la vida le arrebató a Bimba, su primogénita, un golpe del que todavía no se ha recuperado.
 En Valencia también vive Olfo el único varón, un joven que coqueteó con la prensa del corazón y los realities y le costó una reprimenda de su tío Miguel, que le tachó de la lista. 
No es habitual que Lucía, que igual que Paola mantiene el apellido Dominguín, hable con los medios de comunicación.
 Quien sí lo hace algo más es Paola que ha acudido a los platós de Telecinco con el correspondiente enfado de su hermano.
 Miguel huye del foco mediático pero ellas lo buscan en ocasiones por necesidad.

 

Juguemos con la sutilidad de los diálogos...............Dime Jose sin Tilde

  1. JJuguemos con la sutilidad de los diálogos
en este vacío de la comunicación indefinida.
Provoquemos entre nosotros algo ambicioso
que provoque reacciones nunca inocuas
entre los que nos miren como observadores.
Que vean que, hablándonos, nos miramos
serenos y llenos de intencionalidad,
capaces de lanzarnos atrevidos mensajes
que, a veces, traspasan la frontera vital
de las caricias no forzadas más sublimes.
Nuestra conversación aún no está escrita
y su historia está en lo que no se cuenta,
en el luminoso instante, anterior y posterior,
de cada uno de los gestos de tus labios
abriendo las puertas a la fragancia
de tus siempre esperadas palabras.
Para algunos, simples observadores,
simples y meras palabras encadenadas.
Para nosotros, que dialogamos,
la construcción de un espacio
en el que, sin  darnos cuenta,
fuimos entrando hasta permanecer,
como en una no dominada resaca
sobrevenida tras beber copa tras copa,
de la que nos va quedando su olor,
y el recuerdo, en momentos inesperados,
de aquellos en los que afloraba tu voz.

Dialogar contigo. Mirarte. .........................Huequitos de Sol

Dialogar contigo.
Mirarte.

Verte mariposa
como flor no abierta
bajo un cielo estrellado.
Contemplar el tornasol
de tus ojos convertidos
en astros de cristal,
en el sereno nocturno
de aquel claro de luna,
junto al tenue soplo
que viene del mar.
Lo inesperado
no es amarte,
sino dejar de olvidar
el sabor denso que deja,
como el café negro,
tus silencios
y tu ausencia.
Lo inesperado
es dejar de nadar
sobre el mar de la duda
para nunca dejar
de acariciarnos
con armonía.
Contemplar el tornasol
de tus ojos convertidos
en astros de cristal,
en el sereno nocturno
de aquel claro de luna,
junto al tenue soplo
que viene del mar.
Lo inesperado
no es amarte,
sino dejar de olvidar
el sabor denso que deja,
como el café negro,
tus silencios
y tu ausencia.
Lo inesperado
es dejar de nadar
sobre el mar de la duda
para nunca dejar
de acariciarnos
con armonía.