Las autoridades canadienses cubren este gasto desde noviembre, pero anunciaron que dejarán de hacerlo el 31 de marzo, cuando la pareja pierda su estatus de miembros de la familia real británica.
La decisión de Meghan Markle y Enrique de Inglaterra de
mudarse buena parte del año a Canadá, junto con su hijo Archie,
continúa generando especulaciones.
Se evocan con frecuencia los puntos
geográficos donde podrían adquirir una residencia y sus probables
actividades laborales en el país norteamericano; también los gastos
relacionados con su seguridad son tema de conversación.
Sin embargo, el
Gobierno canadiense ha hecho algunas precisiones respecto a la
protección de los duques de Sussex.
La oficina de Bill Blair, ministro canadiense de Seguridad Pública, envió este jueves una declaración escrita a la cadena CBC,
donde confirmó que la pareja ha recibido protección por parte de la
Real Policía Montada de Canadá (RCMP por sus siglas en inglés) desde el
mes de noviembre, cuando pasaron algunas semanas de vacaciones en el
país, y al volver de Inglaterra, tras su anunciado deseo de
“independizarse” de los Windsor. “El duque y la duquesa de Sussex
eligieron mudarse a Canadá a tiempo parcial.
Esto significó para nuestro
Gobierno una serie de circunstancias únicas y sin precedentes.
Desde un
principio, la RCMP ha trabajado conjuntamente con oficiales del Reino
Unido con respecto a las consideraciones relacionadas con su seguridad”,
indicó el documento.
La oficina del ministro explicó que
Meghan Markle y Enrique de Inglaterra gozan actualmente de la categoría
de Personas con Protección Internacional (como es el caso de jefes de
Estado o de Gobierno, Embajadores y miembros de sus familias), por lo
que Canadá ha tenido la obligación de proporcionarles asistencia en
materia de seguridad, de forma intermitente, desde el mes de noviembre.
No obstante, precisó lo siguiente:
“La asistencia cesará en las próximas
semanas, de acuerdo con su cambio de estatus”.
Cabe recordar que la
pareja abandonará la familia real británica el 31 de marzo.
Durante varias semanas, tanto el primer ministro, Justin
Trudeau, como el ministro Blair evitaron hacer precisiones sobre la
seguridad de Meghan y Enrique, señalando únicamente que existían
negociaciones con Londres al respecto.
Los gastos por la protección de
la pareja no ha sido un tema menor para los canadienses.
Un sondeo
realizado por Angus Reid a mediados de enero arrojó que el 73% de las
personas consultadas manifestó su desacuerdo con que se destinaran
fondos del erario público para cubrir cualquier gasto relacionado con la
pareja.
Pocos días después, una petición en este mismo sentido, por parte de la Federación canadiense de Contribuyentes, llegó a la oficina de Trudeau. Más de 80.000 firmas la respaldaban.
Ahora
los canadienses están enterados que, en efecto, la seguridad de los
duques de Sussex salió de sus bolsillos, aunque el Gobierno liberal no
tenía otra opción por sus compromisos internacionales y, al menos, esta
asistencia llegará a su fin en unas semanas.
Según medios del país, el
coste rondaría 1,1 millones de euros anuales.
La pregunta es si Meghan y
Enrique continuarán bajo el cobijo de algún cuerpo de seguridad pagado
desde Londres o por la chequera de la pareja, de grosor considerable
pese a su renuncia a financiación pública.
Otra opción es que pasen sus meses en Canadá sin guardaespaldas. Sin
embargo, las constantes presiones de los medios de comunicación
alrededor de la propiedad que alquilan en North Saanich (Columbia
Británica) refleja que sería un escenario complicado. En fechas
recientes, Meghan Markle ha sido fotografiada ingresando varias veces a
sesiones de yoga. Por su parte, el hermano del príncipe Guillermo
participó este miércoles en un evento en Edimburgo.
En esta cita de una
empresa de viajes ecológicos, pidió a los asistentes:
“Llamadme solo
Enrique”. Mientras tanto, las especulaciones no cesan. Medios
estadounidenses y británicos han publicado que la pareja podría pasar
buena parte del verano en Los Ángeles.