Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 ene 2020

Simpleza con Simpleza de Jose Carlos Cataño

Simpleza con Simpleza de Jose Carlos Cataño

Siempre hemos celebrado las necrológicas del poeta Sánchez. 
Normalmente iba conduciendo y escuchando la radio, y cuando escuchaba el deceso de turno, nos temíamos un golpe de volano poéticte, un súbito que arramblara con los eucaliptos de la carretera de Tegueste, que de todos modos ya no están.
 
 Otras veces la radio la tenía encendida en casa y, como en el caso de Yurkiévich, el arrebato tenía algo de misticismo girófago, pues escribió que le mandaba a su muerte siete abrazos en el aire.
Ahora a Tàpies le ha endosado unas líneas:
 "Llegaste hasta el umbral y dibujaste / un signo simple, rápido, secreto. // Ya estás en el umbral. // Y, frente a ti, la puerta del misterio. // Un signo, un solo signo / en el muro del tiempo."
Simpleza con simpleza, estoy seguro de que Tàpies bajará del muro para agradecerle que haya visto adonde ha llegado.

 

Gloria y peligro del eufemismo........................... Juan Cruz.

Ahora España vive la dudosa gloria del reino del eufemismo; pero eso es pan para hoy y hambre para mañana, pues la vida actual, asaltada violentamente por la globalidad, destapa en seguida las vergüenzas de la ocultación.

Así que los intentos del Gobierno y de algunos medios que le son rabiosamente afines por despejar la idea de que Europa ha establecido una maniobra de rescate sobre la actividad financiera española ha sido ridiculizada de inmediato primero por algunos medios (como el Time, usted dice Tomate, yo digo Rescate) e inmediatamente por las propias autoridades europeas, que no han sentido que la desviación de la realidad sea buena para las relaciones de España con la actual metrópoli del euro.
A España la fiebre de la realidad le ha entrado en un momento crucial de sus finanzas, pero, como si hubiera en el cataplasma del eufemismo alguna cura, los gobernantes y sus portavoces (queridos o espontáneos) se han lanzado a la piscina para hacer olas y evitar que se vea el tamaño del elefante.
Es cierto que en economía, como en los toros, en el fútbol y en la religión, una buena metáfora alivia una terrible derrota, y de eso están llenos los campos y las hemerotecas, pero ese recurso no es infinito.
 Tendría que tener el Gobierno, trabajando día y noche, a cientos de guionistas del cine o de la televisión, y a un número igual de poetas, para mantener hasta el fin de sus días (o de los días de esta incertidumbre) para nutrir de metáforas, de paradojas, de eufemismos en fin, la realidad tozuda de las frases que hay en los comunicados europeos, secos y terminantes como los versos con los que José Hierro termina algunos de sus poemas de desesperanza.
Es cierto que, como dice la canción ye ye, no nos queremos enterar de lo que pasa de veras, pero quizá los que deben usar menos las maniobras que el lenguaje permite para llamar mentiras a la verdad, los gobernantes, deben regresar al lenguaje real, deben dejar a un lado el lenguaje metafórico, pues el dinosaurio es muy tozudo, y cuando nos despertemos del sueño con que nos duermen estos días ese animalejo prehistórico va a seguir ahí hurgándonos la planta de los pies con su risita sin misericordia.


 Que se dice Rescate, que no se dice Tomate.
Muchos guionistas harán falta para cambiar de sentido la trama, y además no merece la pena.
La realidad es tozuda como los dinosuarios.

Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury por Luis Junco x

Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury


La semana pasada, en su casa de Los Ángeles y con 91 años de edad, murió Ray Bradbury, escritor de referencia para todos aquellos que nos gusta la literatura y en particular la ciencia ficción.
 Una buena parte de mi generación fue marcada por sus dos más importantes libros: Crónicas marcianas y Fahrenheit 451.  
Y sin embargo, antes de estas dos obras de referencia, yo le conocí a través de otro pequeño relato que aparecía en un número de una de esas revistas publicadas en los años sesenta y que mi padre coleccionaba. ¿Tal vez Selecciones Reader´s
No puedo asegurarlo, pero sí que aquel relato, que se titulaba Las manzanas doradas del sol, me impresionó.
 Como volvió a impresionarme cuando lo leí otra vez mucho más tarde, en una edición que recogía el conjunto de cuentos bajo ese mismo nombre y que publicaba la Editorial Minotauro.
El relato Las doradas manzanas del sol nos narra la expedición de un grupo de humanos que a bordo de la nave interplanetaria Prometeo tiene como objetivo arrancar del Sol un pequeño trozo de su superficie y traerlo a la Tierra. 
De la misma manera que hacía un millón de años –en palabras de la propia narración– un hombre desnudo en una senda norteña vio un rayo que hería un árbol y recogió una rama ardiente que dio a su gente el verano, ahora el grupo de expedicionarios siderales quería obtener aquel otro fuego que llevaba en su seno el secreto de su energía inacabable, los frutos dorados de aquel árbol en llamas.
En el momento más arriesgado de la misión, sobrecogía la descripción de cómo el capitán de la nave, con una leve torsión de su mano enfundada en un guante robot, movía allá una enorme mano con gigantescos dedos metálicos que arañaban la candente superficie y obtenía en su vasta copa de oro un trozo de la carne del Sol, la sangre del universo, la enceguecedora filosofía que había amamantado a una galaxia.
 Y cómo, con aquella prodigiosa carga, el pulso de la nave se aceleraba, el corazón batía con violencia, hasta que por fin se apaciguaba y los expedicionarios podían regresar.
Y de igual forma que al final de la narración la nave Ícaro (que así también se llamaba) se hundía rápidamente en la fría oscuridad alejándose de la luz, así Ray Bradbury ha emprendido su último viaje.
Además de su recuerdo, para calentarnos nos deja relatos tan emocionantes como estas doradas manzanas del sol. 
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Harald de Noruega, ingresado tras el suicido de Ari Behn

El monarca, al que se le vio muy afectado en el funeral del padre de sus nietos, vuelve al hospital por segunda vez en menos de un mes. 

Mientras, las hijas del escritor intentan volver a la normalidad.

Harald de Noruega
Harald y Sonia de Noruega, el día del funeral de Ari Behn. GTRES
Harald de Noruega, de 82 años, ha sido ingresado en el Hospital Nacional después de sufrir mareos.
 Así lo ha confirmado la Casa Real en un comunicado oficial hecho público a través de su página web. 
La Institución, sin embargo, ha querido transmitir un mensaje de tranquilidad y ha deslizado que no se trata de ninguna enfermedad grave, por lo que se espera que reciba el alta hospitalaria antes del fin de semana.
 El monarca asistió al funeral de Ari Behn, padre de tres de sus nietas, donde se le vio muy afectado.
 Su físico denotaba que su salud no era buena y sus lágrimas la tristeza que le embargaba.
 Durante los días que se encuentre convaleciente el monarca, será su hijo Haakon quien asuma la regencia, tal y como ha hecho en anteriores ocasiones.

Mientras, Leah Isadora Behn, la hija mediana de Marta Luisa de Noruega y el fallecido Ari Behn, ha reaparecido en las redes sociales después de celebrar el pasado 3 de enero el funeral de su padre, que se había suicidado el día de Navidad
 "Lo siento por haberme ausentado tanto tiempo, pero ha sucedido una tragedia en mi familia y he estado verdaderamente devastada, por lo que he estado al lado de la gente que quiero",
 ha escrito la tercera nieta del rey Harald de Noruega en una historia de Instagram (vídeos o imágenes que permanecen públicos durante 24 horas).
La joven, de 14 años, se ha convertido en una aprendiz de influencer en las redes sociales en las que publica fotografías de sus regios parientes y vídeos con trucos de maquillaje con ella como modelo.
 En Instagram tiene más de más de 7.000 seguidores
 Desde que se conoció la muerte de su padre, la cuenta no había tenido ninguna actividad hasta este martes, cuando Leah Behn ha anunciado su regreso y ha publicado un nuevo vídeo en el que prueba maquillaje que le ha enviado una marca de cosmética que no testa sus productos con animales.
 La hija de la princesa y el escritor ha sorprendido con un maquillaje más natural de lo que acostumbra, subiendo a veces a esta red social imágenes y vídeos con resultados más artísticos y propios de una fiesta de disfraces. 

Poco a poco las tres hermanas regresan a sus rutinas. 
La mayor, Maud Angélica Behn, sorprendió en el funeral de su padre con un emotivo discurso frente a la familia real noruega, autoridades, amigos y cientos de ciudadanos anónimos que llenaron la catedral de Oslo. 
"Debíamos pasar las Navidades juntos, y tenía tantas ganas de verte. Pero ahora nunca más podré ver tu tierna sonrisa y tus hermosos ojos", se lamentó la joven, de 16 años, que estuvo durante todo el tiempo acompañada por su madre en el estrado.
“Te iba a dar este dibujo por Navidad. Trabajé en él durante diez horas, y mientras lo dibujaba pensé en lo mucho que te quiero y en lo emocionante que sería ver tu reacción”, explicó sobre una pintura que colocó en el féretro
. El arte era una afición que Arih Behn y su primogénita compartían: "Siempre estabas más entusiasmado con mi arte. Más que nadie, que yo sepa".
"Querido papá, siempre decías que estabas orgulloso de nosotras. Espero que sepas que también lo estábamos de ti. 
Eras mi héroe, te quiero tanto, te necesito tanto", dijo Maud Angelica, que defendió que un suicidio "no es culpa de nadie" y rogó con "corazón" y "alma" que quienes tengan problemas psíquicos pidan ayuda.
La pequeña, Emma Tallulah Behn, fue vista por última vez en el funeral de su padre y antes de conocer su fallecimiento, en la misa de Navidad a la que acudió con sus hermanas, su madre y el novio de esta última, el chamán Durek Verrett.
 La niña de once años apareció también en el último vídeo que subió su hermana Leah a Instagram antes de conocer la muerte del escritor.
 Juntas felicitaban las fiestas a sus seguidores con un nuevo tutorial de maquillaje.