"Es belleza y arte frente a la crueldad”, cuenta la autora, María Paz Morales.
Entre un millón de personas, una figura envuelta en tela carmín representó la paz.
La bailarina Catalina Duarte
ejecutó un paso de ballet con una bandera de Chile frente a dos
vehículos de carabineros durante las protestas del 25 de octubre en
Santiago.
“Fue un instante de paz, de calma. No había agresión. Fue un
momento de respeto entre manifestantes y policías”, cuenta a Verne
María Paz Morales, la autora de esta imagen.
“Catalina es belleza y
arte frente a la rudeza y la crueldad de los policías”, señala la
chilena.
La fotografía fue publicada por medios de comunicación en todo el mundo en torno a la manifestación de más de 1,2 millones de personas
en la capital chilena.Morales fue acompañada del también fotógrafo Oscar Seguel para fotografiar a la bailarina como parte de un proyecto denominado Danza en la Urbe, que retrata a los bailarines en las calles.
A las cinco y media de la tarde, ambos fotógrafos se reunieron con Duarte en las inmediaciones de la Plaza Italia para tomar la fotografía.
“La idea principal era tomar la fotografía delante de las personas que venían marchando, pero se hizo imposible”, cuenta Morales.
Entonces, se dirigieron a la avenida Santa Rosa, donde se encontraron con los camiones de la policía.
Fueron tres saltos en menos de un minuto frente a los
carabineros que, desde su transporte, observaron.
“Esperaron a que
nosotros termináramos de tomar la foto”, dice María Paz.
“Fue un
desconcierto el que una bailarina de ballet vestida de rojo se parara
frente a un contingente policial”, recuerda.
En la imagen, como en la
concentración, solo se ondeó una bandera: la chilena.
Después de ese salto hicieron otras fotografías de Duarte frente a
patrullas más pequeñas y junto a un grupo de manifestantes. “Poco
después tuvimos que correr porque empezaron a arrojar gases
lacrimógenos”, recuerda Morales.Aquella manifestación fue la mayor de la que se tiene registro desde 1990 en Chile.
Desde entonces, las protestas para exigir igualdad continúan, y la imagen de Duarte se sigue reproduciendo como un estandarte de arte frente a la represión.
“Yo la subí a Facebook sin pensar en el impacto que
tendría”, dice Morales.
La fotógrafa chilena tiene una discapacidad
motriz que le impide desplazarse por mucho tiempo entre multitudes.
“Por
eso tomo fotografías, es mi manera de tener voz en la protesta”,
señala.
Desde entonces, Morales y Seguel continúan llevando la voz
de la protesta mediante sus imágenes.
“Vivimos mucha incertidumbre y no
hemos obtenido una respuesta contundente. Se nos ha respondido con
violencia y represión”, dice. “Yo tengo esperanza en que las cosas van a
cambiar”, indica.