La diseñadora venezolana critica a las blogueras y su volatilidad en el mundo del diseño: "Se ponen lo que les den para el 'show' en ese momento".
Con muchos años de experiencia y una posición de reconocimiento en el mundo de la moda, Carolina Herrera se ha convertido en una figura de referencia.La diseñadora venezolana, instalada en Estados Unidos, ha abordado la irrupción de las influencers en el mundo de la moda durante la Latin American Fashion Summit, una cumbre sobre moda que se ha celebrado en Cartagena de Indias (Colombia).
Y el sector no ha salido nada bien parado.
"Las influencers son algo que parece muy importante.
Yo no lo entiendo mucho y voy a explicar por qué", explica Herrera durante uno de los coloquios organizados en este evento. "Para mí, no son el estilo de la moda.
Son el estilo del dinero", ha apuntado, señalando que "ellas no tienen su estilo.
Ellas se ponen lo que les den para un show".
Herrera, que en enero cumplirá 81 años, arrancaba su discurso con humor.
"Yo les pregunto '¿Dime qué hora es?' y me dicen '¿Por qué me preguntas?' y digo '¿Es que por qué todas estas niñas están vestidas de noche?'
Todas vestidas de tul, como con una tiara de brillantes, otra con un vestido largo... y son las diez de la mañana.
Bien. Perfecto", decía Herrera ante las risas de la entrevistadora y el aplauso generalizado del público, vítores incluidos.
"Estas supuestamente son las influencers que te van a ayudar a vender tus colecciones", reflexiona la modista.
"Esas influencers salen del show y se cambian [de ropa] inmediatamente para meterse al show de Michael Kors, o de quien sea, y se van cambiando.
No tienen su estilo.
Se ponen lo que les den para el show en ese momento", explica Herrera, provocando de nuevo una gran ovación en la sala del teatro Adolfo Mejía de la ciudad caribeña.
Carolina Herrera es una de las pocas firmas que no se ha sumado a esta tendencias de las influencers, sino que ha apostado por continuar su negocio de la manera tradicional, contratando a modelos para sus campañas.
La diseñadora decidió bajarse del que ha sido su negocio durante 37 años en febrero de 2018.
"No me retiro, solo es un paso adelante. La decisión la he tomado yo sola", decía entonces la modista sobre su anuncio. Efectivamente:
la casa sigue llevando su nombre y ella sigue inmersa en la industria de la moda, como se ha podido comprobar en estas jornadas, en las que ha demostrado su vitalidad y que sabe bien de los tejemanejes de la industria.
Eso sí, su firma ahora la comanda Wes Gordon, con resultados espectaculares en ventas y popularidad y siguiendo de forma clara la línea marcada por la maestra.
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