Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 oct 2019

Viaje alucinante........................................Juan José Millás

Juan José Millás
Viaje alucinante
Reuters

LLAMAMOS OJOS a la entrada o a la salida de los túneles por una asociación de ideas de la que da cuenta esta imagen. 
Nos miran, nos observan, nos estudian, como los ojos de esos puentes que llevan siglos tomando nota de los avances y retrocesos de la humanidad y que conocen la biografía de los ríos mejor que nosotros nuestra historia. 
De esa ignorancia del pasado nace precisamente el empeño de construir viviendas o autopistas en zonas inundables, en cauces, también llamados ramblas, por los que el agua, cuando llega, discurre con el ímpetu del torrente sanguíneo de un cíclope. 
Los ojos de los puentes milenarios, en fin, lo han visto todo, de ahí su mirada tantas veces irónica.
La de los túneles abiertos en las montañas con el objeto de crear atajos es más profunda que irónica, menos sentimental también. Poseen algo de la expresión de Edipo tras vaciarse las cuencas de los ojos.
 De ahí que penetremos en ellos, sobre todo si resultan muy largos, con cierta prevención, como si entráramos en la calavera misma del accidente geográfico en el que se han abierto.
 Los ojos de la fotografía corresponden a los del túnel de la AP-7 a su paso por Pilar de la Horadada, en Alicante.
 Los hombres que conducen la barca parecen salir a la realidad a lomos de una monstruosa lágrima, como en el final de aquella excelente película de Richard Fleischer titulada Viaje alucinante. No caeremos en la cursilería de decir que el túnel llora, pero algo de eso hay.
 Y no le faltarían razones para hacerlo tras conocer el estado en el que quedó la región tras las últimas riadas.
 

Guía de ultratumba................................Seth

Guía de ultratumba

Sin interpelar ....................................... Javier Marías

¿Tan difícil es escribir dos líneas como es debido? El uso de nuestra maltratada lengua es un puro disparate.


ME OCUPÉ HACE no mucho del deterioro de nuestros informativos de televisión, medio por el cual, pese a todos los móviles habidos, muchísima gente sigue la actualidad. 
Por conveniencia de horarios alterno sobre todo los de TVE y la Sexta.
 Y es en esta última cadena donde asisto a un fenómeno que hace unos años habría resultado insólito e inadmisible, a saber: la mayoría de los locutores y (principalmente) locutoras no se limitan a dar las noticias con desapasionamiento y neutralidad, dejando al espectador que extraiga sus conclusiones, como solía suceder y es obligado en el buen periodismo, sino que con su tono y sus gestos nos dicen lo que opinan ellos y por tanto lo que debemos opinar. 
Es como si hubieran incorporado a sus rostros y voces los emoticonos, emojis o como se llamen.
 Así, informan de que tal político ha hecho una declaración determinada, y al hacerlo ponen cara de estupor, o de reprobación, o de asco, o utilizan el sarcasmo tonal. 

Es como si añadieran: “Puaff”. 
Hay ocasiones en las que sólo les falta apuntar con el pulgar hacia abajo.
 Es decir, lejos de contar lo que sucede, lo comentan, lo descalifican, lo condenan, rara vez lo aplauden, con muecas y entonaciones de censura o de condescendencia. 
Algo en verdad llamativo y contrario a la más elemental profesionalidad.
 Los presentadores de esta cadena no son los únicos en “dirigir” la reacción del espectador, desde luego.
 Hasta en TVE he visto atisbos de emoticonos faciales. 
En este canal, que debería cuidar al máximo el lenguaje, casi no hay cartel que no esté mal escrito o contenga erratas.
 ¿Tan difícil es escribir dos líneas como es debido? El uso de nuestra maltratada lengua es un puro disparate.
 Hace poco oí esto: “… durante el minuto de silencio para condenar la última víctima de la violencia de género”.
 A esa pobre víctima, así pues, no sólo la habían matado, sino que además se la condenaba en todas partes con un mudo minuto de desaprobación.
 Una presentadora de la Sexta afirmó que un político había dedicado “palabras gruesas” a otro, como “arrogancia y desprecio”.
Ignoraba yo que, en la exageración tremendista de nuestros medios, dichos vocablos hubieran pasado a ser palabrotas o tacos, porque no otra cosa significa “palabras gruesas”.

Tampoco las televisiones escogen bien a sus “expertos” y entrevistados.
 Un cineasta al que preguntaban por su nueva película soltó la siguiente “explicación”: “Hay muchas cosas que las puedes sentir de alguna forma, ¿no?”
 Pues sí, nadie le contradiría: hay en efecto “muchas cosas”, y si uno las siente, será “de alguna forma”, una gran verdad.
 Un comentarista deportivo me dejó boquiabierto: “Con este cabezazo de cabeza se adelantó el Madrid”. 
Menos mal que precisó que el cabezazo era de cabeza, porque, si no, cualquiera podría haber entendido que era “de empeine” o “de tacón”.
 Otro retransmisor se descolgó con esta maravilla en Movistar: “No ha ganado el Barça todavía fuera de casa… Pero cada partido es un mundo, y cada partido está rodeado de unas circunstancias determinadas en el contexto del juego y también en el contexto de la competición. 
Por lo tanto, teniendo en cuenta todo esto…” ” (¿todo el qué, santo cielo?). 
Pero lo mejor que he oído en los últimos meses lo aseveró una “autoridad pedagógica” especializada en el aprendizaje de los críos según su proveniencia económica y social: 
“Está probado” (cito de memoria, pues su deslumbrante intervención fue en junio o julio) “que los niños de familias con más poder adquisitivo conocen y manejan tres millones más de palabras que los de clases desfavorecidas”.
 Considerando que la lengua española consta de unos 90.000 vocablos (y les puedo jurar que nadie se los sabe todos), los niños ricos de ese pedagogo han de ser por fuerza extraterrestres de una civilización muy inventiva y muy superior, para haber “descubierto” tres millones más que los humildes y 2.910.000 más que el mayor memorizador del Diccionario.
 Si ya es inaudito que llevaran a semejante sabio al telediario, más asombroso es que tenga un empleo de responsabilidad. 
No crean que la prensa escrita está mucho mejor.
 Leo en un artículo de alguien muy elogiado que “la democracia española adolece de madurez”.
 Es decir que a la autora eso le parece un defecto, ya que “adolecer” significa eso, estar aquejado de un vicio, una enfermedad o un defecto. 
Después están las expresiones misteriosas de moda. 
He oído y leído varias veces el neoadjetivo “aspiracional”, en contextos como este: “Esa película ni siquiera es aspiracional”. Confieso mi ignorancia, no tengo ni idea de lo que eso quiere decir, si es que algo dice.
 Hoy no me cabe más, pero terminaré con un ruego estrictamente personal: procuren, cuantos escriben, dejar de decir a todas horas que un libro, una película, una pintura, “interpelan” al lector o espectador. 
Si miran en el Diccionario la primera y principal acepción de ese verbo, comprenderán por qué esa expresión me parece una de las más pretenciosas, huecas y cursis jamás oídas o leídas.
 Al menos por quien esto firma, a quien nunca ha “interpelado” ninguna cosa inanimada, la verdad. Por artística que fuera. 
 Resultado de imagen de Foto de Javier Marias

19 oct 2019

Marlaska: "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en Cataluña"

Marlaska: "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en Cataluña".

Los disturbios del viernes han dejado 101 policías heridos, explica a los medios el ministro del Interior en funciones.

 

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, durante su comparecencia del viernes en el Palacio de la Moncloa tras la reunión del comité de seguimiento de lo que está ocurriendo en Cataluña. / ()

 

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido esta mañana en la proporcionalidad de la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad en su respuesta a los violentos que, desde el comienzo de la semana, causan disturbios en Cataluña como respuesta a la sentencia del procés. Marlaska ha defendido la necesidad de intervenir ante estos hechos.
 "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en algunas zonas de Cataluña".
El responsable de Interior asegura que "el Estado no está desbordado" pese a la magnitud de la violencia organizada en las calles y ha reprochado al president Quim Torra su actitud. "No se a producido una condena en firme de la violencia", ha lamentado en una comparecencia ante los medios.
 "En un estado democrático el monopolio de la fuerza lo tiene el Estado", ha señalado el ministro en funciones.

Marlaska ha resaltado en varias ocasiones la proporcionalidad de la respuesta de Mossos, Guardia Urbana y Policía Nacional entre los que hay "una coordinación extraordinaria desde hace tiempo". Acerca de un posible exceso en la fuerza, y preguntado por el joven que ha perdido un ojo por el impacto de una bola de goma, Marlaska ha respondido que lamenta "lesiones de los manifestantes, pero reitero que los mossos y policías han actuado de forma proporcional a la violencia" que había en las calles.
"No estamos desbordados, es una situación de orden público grave", pero ante la que "el Estado está dando respuesta", ha afirmado Marlaska.
 El ministro ha realizado una comparecencia de prensa en la Delegación del Gobierno en Cataluña después de reunirse unos minutos con el conseller del Interior de la Generalitat, Miquel Buch, quien ha atendido a la prensa por separado en la sede de su departamento