Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 oct 2019

Sin interpelar ....................................... Javier Marías

¿Tan difícil es escribir dos líneas como es debido? El uso de nuestra maltratada lengua es un puro disparate.


ME OCUPÉ HACE no mucho del deterioro de nuestros informativos de televisión, medio por el cual, pese a todos los móviles habidos, muchísima gente sigue la actualidad. 
Por conveniencia de horarios alterno sobre todo los de TVE y la Sexta.
 Y es en esta última cadena donde asisto a un fenómeno que hace unos años habría resultado insólito e inadmisible, a saber: la mayoría de los locutores y (principalmente) locutoras no se limitan a dar las noticias con desapasionamiento y neutralidad, dejando al espectador que extraiga sus conclusiones, como solía suceder y es obligado en el buen periodismo, sino que con su tono y sus gestos nos dicen lo que opinan ellos y por tanto lo que debemos opinar. 
Es como si hubieran incorporado a sus rostros y voces los emoticonos, emojis o como se llamen.
 Así, informan de que tal político ha hecho una declaración determinada, y al hacerlo ponen cara de estupor, o de reprobación, o de asco, o utilizan el sarcasmo tonal. 

Es como si añadieran: “Puaff”. 
Hay ocasiones en las que sólo les falta apuntar con el pulgar hacia abajo.
 Es decir, lejos de contar lo que sucede, lo comentan, lo descalifican, lo condenan, rara vez lo aplauden, con muecas y entonaciones de censura o de condescendencia. 
Algo en verdad llamativo y contrario a la más elemental profesionalidad.
 Los presentadores de esta cadena no son los únicos en “dirigir” la reacción del espectador, desde luego.
 Hasta en TVE he visto atisbos de emoticonos faciales. 
En este canal, que debería cuidar al máximo el lenguaje, casi no hay cartel que no esté mal escrito o contenga erratas.
 ¿Tan difícil es escribir dos líneas como es debido? El uso de nuestra maltratada lengua es un puro disparate.
 Hace poco oí esto: “… durante el minuto de silencio para condenar la última víctima de la violencia de género”.
 A esa pobre víctima, así pues, no sólo la habían matado, sino que además se la condenaba en todas partes con un mudo minuto de desaprobación.
 Una presentadora de la Sexta afirmó que un político había dedicado “palabras gruesas” a otro, como “arrogancia y desprecio”.
Ignoraba yo que, en la exageración tremendista de nuestros medios, dichos vocablos hubieran pasado a ser palabrotas o tacos, porque no otra cosa significa “palabras gruesas”.

Tampoco las televisiones escogen bien a sus “expertos” y entrevistados.
 Un cineasta al que preguntaban por su nueva película soltó la siguiente “explicación”: “Hay muchas cosas que las puedes sentir de alguna forma, ¿no?”
 Pues sí, nadie le contradiría: hay en efecto “muchas cosas”, y si uno las siente, será “de alguna forma”, una gran verdad.
 Un comentarista deportivo me dejó boquiabierto: “Con este cabezazo de cabeza se adelantó el Madrid”. 
Menos mal que precisó que el cabezazo era de cabeza, porque, si no, cualquiera podría haber entendido que era “de empeine” o “de tacón”.
 Otro retransmisor se descolgó con esta maravilla en Movistar: “No ha ganado el Barça todavía fuera de casa… Pero cada partido es un mundo, y cada partido está rodeado de unas circunstancias determinadas en el contexto del juego y también en el contexto de la competición. 
Por lo tanto, teniendo en cuenta todo esto…” ” (¿todo el qué, santo cielo?). 
Pero lo mejor que he oído en los últimos meses lo aseveró una “autoridad pedagógica” especializada en el aprendizaje de los críos según su proveniencia económica y social: 
“Está probado” (cito de memoria, pues su deslumbrante intervención fue en junio o julio) “que los niños de familias con más poder adquisitivo conocen y manejan tres millones más de palabras que los de clases desfavorecidas”.
 Considerando que la lengua española consta de unos 90.000 vocablos (y les puedo jurar que nadie se los sabe todos), los niños ricos de ese pedagogo han de ser por fuerza extraterrestres de una civilización muy inventiva y muy superior, para haber “descubierto” tres millones más que los humildes y 2.910.000 más que el mayor memorizador del Diccionario.
 Si ya es inaudito que llevaran a semejante sabio al telediario, más asombroso es que tenga un empleo de responsabilidad. 
No crean que la prensa escrita está mucho mejor.
 Leo en un artículo de alguien muy elogiado que “la democracia española adolece de madurez”.
 Es decir que a la autora eso le parece un defecto, ya que “adolecer” significa eso, estar aquejado de un vicio, una enfermedad o un defecto. 
Después están las expresiones misteriosas de moda. 
He oído y leído varias veces el neoadjetivo “aspiracional”, en contextos como este: “Esa película ni siquiera es aspiracional”. Confieso mi ignorancia, no tengo ni idea de lo que eso quiere decir, si es que algo dice.
 Hoy no me cabe más, pero terminaré con un ruego estrictamente personal: procuren, cuantos escriben, dejar de decir a todas horas que un libro, una película, una pintura, “interpelan” al lector o espectador. 
Si miran en el Diccionario la primera y principal acepción de ese verbo, comprenderán por qué esa expresión me parece una de las más pretenciosas, huecas y cursis jamás oídas o leídas.
 Al menos por quien esto firma, a quien nunca ha “interpelado” ninguna cosa inanimada, la verdad. Por artística que fuera. 
 Resultado de imagen de Foto de Javier Marias

19 oct 2019

Marlaska: "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en Cataluña"

Marlaska: "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en Cataluña".

Los disturbios del viernes han dejado 101 policías heridos, explica a los medios el ministro del Interior en funciones.

 

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, durante su comparecencia del viernes en el Palacio de la Moncloa tras la reunión del comité de seguimiento de lo que está ocurriendo en Cataluña. / ()

 

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha insistido esta mañana en la proporcionalidad de la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad en su respuesta a los violentos que, desde el comienzo de la semana, causan disturbios en Cataluña como respuesta a la sentencia del procés. Marlaska ha defendido la necesidad de intervenir ante estos hechos.
 "No puedo permanecer impasible ante el vandalismo indiscriminado en algunas zonas de Cataluña".
El responsable de Interior asegura que "el Estado no está desbordado" pese a la magnitud de la violencia organizada en las calles y ha reprochado al president Quim Torra su actitud. "No se a producido una condena en firme de la violencia", ha lamentado en una comparecencia ante los medios.
 "En un estado democrático el monopolio de la fuerza lo tiene el Estado", ha señalado el ministro en funciones.

Marlaska ha resaltado en varias ocasiones la proporcionalidad de la respuesta de Mossos, Guardia Urbana y Policía Nacional entre los que hay "una coordinación extraordinaria desde hace tiempo". Acerca de un posible exceso en la fuerza, y preguntado por el joven que ha perdido un ojo por el impacto de una bola de goma, Marlaska ha respondido que lamenta "lesiones de los manifestantes, pero reitero que los mossos y policías han actuado de forma proporcional a la violencia" que había en las calles.
"No estamos desbordados, es una situación de orden público grave", pero ante la que "el Estado está dando respuesta", ha afirmado Marlaska.
 El ministro ha realizado una comparecencia de prensa en la Delegación del Gobierno en Cataluña después de reunirse unos minutos con el conseller del Interior de la Generalitat, Miquel Buch, quien ha atendido a la prensa por separado en la sede de su departamento

Un anciano se enfrenta a un grupo de radicales en los disturbios de Barcelona

El vídeo es una de las anécdotas más comentadas del día en la redes sociales.

Un anciano se enfrenta a los CDR /
Las protestas en Cataluña tras la sentencia del procés están dejando, además de violencia en la calle, momentos que también están entre lo curioso y lo extraño.
 Desde posados para Instagram con las llamas de fondo hasta selfies en plena barricada, pasando por repartidores de comida sorteando el desastre con su bicicleta o un estudiante sacando una botella de Fairy.

Es la otra cara de las protestas, que dejó este viernes una nueva imagen insólita. 
En medio de los disturbios de la huelga general convocada en Cataluña, un anciano decidió enfrentarse por su cuenta a los radicales
. En el vídeo se aprecia cómo se dirige con firmeza hacia ellos portando un objeto negro en su mano mientras los independentistas radicales, encapuchados, intentan que se aparte sin éxito. 

Cataluña vive este viernes su cuarta huelga general en menos de dos años vinculada al proceso independentista, convocada por los sindicatos independentistas Intersindical-CSC y Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC) para protestar por la sentencia del procés
 Esta nueva huelga general, no secundada por los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) y que ha sido convocada alegando diversos motivos laborales y económicos, como la reclamación de la derogación de la reforma laboral o la implantación de un salario mínimo catalán de 1.200 euros, coincide con las protestas a la sentencia del procés


 

Huir de la realidad............................................. Boris Izaguirre.

Lamento lo que está sucediendo en Barcelona, que siempre ha aportado belleza, creatividad y luz.

Vicky Martín Berrocal y, a la izquierda, Anabel Alonso, en 'MasterChef Celebrity'.
Vicky Martín Berrocal y, a la izquierda, Anabel Alonso, en 'MasterChef Celebrity'.

Soy casi hijo de Blanche Dubois, el Hamlet femenino que Tennessee Williams creó en Un tranvía llamado Deseo y, como ella, no soporto bien la realidad. 

Prefiero vestirla con otros colores o simplemente alejarme de ella.

 Pero cuando interrumpieron la emisión de MasterChef Celebrity este miércoles para transmitir los sucesos en Barcelona, comprobé que la realidad siempre te alcanza, te desnuda y abofetea.

 Lamento lo que está sucediendo en esa ciudad que siempre ha aportado belleza, creatividad y luz. 

Me apena que yo no pueda hacer nada. Tan solo pensar, al igual que Blanche, que la propia realidad se harte de sí misma y huya hacia otra parte.

Antes o después volverá a la cordura. 

Esta tarde podría aprobarse de una vez el Brexit para el próximo 31 de octubre y a partir de entonces debemos verlo como una nueva oportunidad, una experiencia que no es como esas que se anuncian en los cruceros, pero que también tenemos que saber surfear. 

Tendremos que adaptarlo a nuestra vida.

 Como dicen los cantantes que surgen de OT: llevarlo a nuestro terreno.

 Lejos de asustarme, me hace gracia que el Brexit adopte la misma fecha que Halloween, el día de la celebración de las brujas.

 Es una de las tradiciones estadounidenses que más se celebra en Europa y forma parte de ella adoptar un disfraz de villana o villano.

 El propio Boris Johnson sería un disfraz perfecto.

 Pero según leo en los tuits que se emiten durante la emisión de MasterChef, pareciera que la villana favorita del público es mi amiga y compañera Vicky Martín Berrocal

 No he podido hablarlo con ella, pero es que cada vez más el Brexit me recuerda el carácter de Vicky: algo un pelín indomable pero que sin embargo tienes que intentar integrar en tu vida. 

Victoria, como prefiero llamarla porque una mujer de su dimensión no puede determinarla un diminutivo, en mi opinión y no en su defensa, aporta algo vital en una convivencia: enfrentamiento. 

Porque es como un toro, plantada ante ti, desafiando la estocada. 

Y pienso que lo mismo nos pasará ante el Brexit: igual que en toda convivencia, tenemos que asumir lo complicado para saber qué va a suceder.

 Cuál será el desenlace. Y cómo adaptarte a él. Por todo eso encuentro que es ligeramente machista volver villana a mi amiga Victoria. 

Si fuera un hombre, sería solamente un líder territorialista. Como es mujer, es fácil afearle una lucha igual de interesante. No podría imaginarme nada mejor que pelear junto a ella por ganar el concurso.

Patricia Phelps de Cisneros, fundadora de la Fundación Cisneros y la Colección Patricia Phelps de Cisneros. 
Patricia Phelps de Cisneros, fundadora de la Fundación Cisneros y la Colección Patricia Phelps de Cisneros.
A veces conviene apartarse de la realidad.
 No tanto como Blanche, pero lo justo para levantarte cuando te pisotea. 
Es lo que sentí durante el recorrido por Sur Moderno, una exposición que estrena el recién ampliado Museo de Arte Moderno de Nueva York.
 Esta exhibición alberga una parte de la colección de Patricia Phelps de Cisneros cedida a la institución y celebra la importancia del arte cinético en Latinoamérica.
 Latinoamérica es una parte del mundo que no consigue unificarse, sus países se empeñan en diferenciarse y pocas políticas la concretan.
 Las telenovelas, por ejemplo, tan denostadas lo consiguieron. 
Y el arte cinético también. Durante cinco décadas, Phelps ha ido reuniendo las obras que conforman ese mapa abstracto y específico.

Algunas obras pertenecen a creadores que huyeron de Europa por la Segunda Guerra Mundial y encontraron en Suramérica una nueva experiencia, esa oportunidad con la que Blanche siempre sueña. 

Una de esas artistas es Gertrud Goldschmidt, más conocida como Gego, que construyó un universo de figuras a base de alambres, que veía por todas partes en Caracas.

 En Sur Moderno, una pared entera está dedicada a su obra, piezas que durante años estuvieron separadas se reencuentran, expresando todo lo que Gego quería decirnos.

 Puedes huir de la realidad.

¡Todo cambio puede ser una oportunidad! El Brexit será uno que aportará algo todavía sin saber. 
También había incertidumbre en 1980, una banda pop como Radio Futura cantaba que el futuro estaba aquí y se enamoraban de la moda juvenil.
 De los chicos y las chicas y los maniquíes, como cantaba Javier Pérez Grueso, fallecido esta semana.
 Es una de mis canciones favoritas que sin pretenderlo es vigente. Desafiante por divertida.
 Compuesta en un momento único de nuestra historia reciente, donde como país nos enfrentábamos al futuro armados de humor y confianza.
 Quizás los eventos de esta semana nos hagan sentir nostalgia por aquel torbellino pero, como Blanche, confiemos en los extraños.