Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 oct 2019

El misterio del diamante matrioska, un diamante dentro de otro

La empresa Alrosa asegura que es la primera gema de este tipo hallada nunca.

diamante matrioska 

La empresa rusa Alrosa ha anunciado este viernes el hallazgo en la región rusa de Yakutia de lo que ha denominado como el primer diamante matrioska encontrado nunca. 
 Se trata de un diamante hueco con una cavidad en la que se mueve libremente otro diamante. 
De ahí la semejanza con las muñecas rusas tradicionales (las matrioskas) que han servido para bautizar la gema, cuya formación es un misterio sobre el que se han formulado diversas hipótesis.
Según los expertos que han estudiado el hallazgo, este es el primer diamante de este tipo en la historia de la minería mundial de diamantes, ha señalado la empresa, que añade que, según los científicos, el diamante puede tener más de 800 millones de años.
A pesar de su estructura compleja, pesa solo 0.62 quilates (0.124 gramos) y tiene dimensiones máximas de 4.8 x 4.9 x 2.8 milímetros. 
El volumen de la cavidad interna es de 6 milímetros cúbicos y el volumen interno de cristal es de 1,6 milímetros cúbicos con un peso estimado de 0,02 quilates (0,004 gramos).
 El diamante interno tiene una forma tabular y dimensiones de 1.9 × 2.1 × 0.6 mm.
"Lo más interesante para nosotros es descubrir cómo se formó el espacio de aire entre el diamante interno y externo. 
Tenemos dos hipótesis principales.
 Según la primera versión, un mineral del manto capturó un diamante durante su crecimiento, y luego fue disuelto en la superficie de la Tierra.
 Según la segunda versión, se formó una capa de sustancia de diamante policristalino poroso dentro del diamante debido al crecimiento ultrarrápido, que posteriormente se disolvió.
 Debido a la presencia de la zona disuelta, un diamante comenzó a moverse libremente dentro del otro", señaló Oleg Kovalchuk, director adjunto de Innovación en la Empresa Geológica de Investigación y Desarrollo de Alrosa. 

"Hasta donde sabemos, aún no existían tales diamantes en la historia de la minería mundial de diamantes. 
Esta es realmente una creación única de la naturaleza, especialmente porque a la naturaleza no le gusta el vacío", añadió, según declaraciones facilitadas por la empresa.
La productora de gemas rusa también ha hecho otros hallazgos raros en los últimos años.
 En agosto dijo que planea vender una gema rosa de 14,83 quilates, llamada The Spirit of the Rose (El espíritu de la rosa), que se espera obtenga uno de los precios más altos para un diamante, informa Bloomberg.

Alrosa planea enviar el diamante matrioska al Instituto Gemológico de Estados Unidos para un  análisis más amplio, según un portavoz. Todavía no hay detalles sobre cuánto puede valer la gema.

¿Qué fue de Susanna Clarke?............................ Laura Fernández


Susanna Clarke, en una fotografía promocional.
Susanna Clarke, en una fotografía promocional.

Bloomsbury anuncia la vuelta de la gran dama del postvictorianismo desaparecida del panorama literario mundial hace 16 años después de publicar una única novela.

La portentosa Mary Margaret O'Hara publicó en 1988 un álbum, Miss America, que tendía a aparecer entre lo mejor de la década – y hasta del siglo, o, siendo menos ambiciosos, el final de ese mismo siglo, el XX – cada vez que a alguien le daba por publicar una de esas listas que el tiempo acaba moldeando y de las que nunca se extraía el álbum en cuestión.
 En parte, no solo porque sigue resultando tan fascinante como único fue en su momento —anticipó incluso a Jeff Buckley—, sino también porque la tal Mary Margaret decidió que aquello era todo lo que iba a decirle al mundo.
 Que no iba a empañar lo epatante de aquel primer disparo con ningún disparo más.
 Que iba a desaparecer sin llegar nunca a ocultarse, como un J.D. Salinger sin rancho ni escopeta que, de vez en cuando, salía de su apartamento para grabar unas voces aquí —en la November Spawned a Monster de Morrissey—, una banda sonora allá —la de Apartment Hunting es lo más parecido a un segundo álbum que O'Hara grabará jamás—.
Algo parecido había ocurrido, literariamente hablando, con la también portentosa Susanna Clarke. Susanna Clarke nació en 1959, en Nottingham, Ingaterra.
 Cuando era niña vivió en un montón de sitios porque sus padres tendían a mudarse a menudo. 
Luego creció y siguió mudándose por su cuenta.
 Pasó un tiempo en Turín y otro en Bilbao.
 De hecho, fue en Bilbao donde se le ocurrió, allá por 1993, la idea para la novela que finalmente publicaría en 2004 —el año en que se publicó el 2666 de Roberto Bolaño— y que fue su primera y, hasta la fecha, única novela, una monumental obra magna sobre una muy victoriana y extremadamente apasionante sociedad de magos que podría considerarse la primera Gran Novela Inglesa del Siglo XXI si existiera algo parecido —¿por qué los norteamericanos son los únicos con derecho a perseguir, sin descanso, e ir entregando, cada cierto tiempo, una Gran Novela Americana?—, y que sin duda debería otorgarle el título de gran dama del postvictorianismo.
 La novela llevaba por título Jonathan Strange y el señor Norrell y aquí la publicó, sin la fortuna que merece, Salamandra.
Ambientada a principios del siglo XIX, la novela resucita la magia, a partir de una descreída sociedad de magos —integrada por, únicamente, caballeros magos— en la que aterriza un tal John Segundus que se niega a creer que los grandes prodigios de la magia solo existan en las páginas de los libros.
 A tal John Segundus les gustaría verlos en los titulares de los periódicos.
 ¿Por qué no eran los magos modernos capaces de practicar la magia que decían estudiar?, se pregunta.
 Muy sencillo, le responde uno de ellos, porque no era ese ya su cometido, de la misma manera que no era el de los botánicos, “crear flores nuevas”, ni el de los astrónomos “modificar la posición de los astros”.
 Pero entonces aparece el singular señor Norrell y consigue hacer hablar a las piedras de la catedral de York y la cosa cambia por completo. Decidido a limpiar el buen nombre del oficio, con la ayuda de su fiel y siempre asombrado discípulo (el Strange del título),
 Norrell devuelve literalmente la magia a Inglaterra y al hacerlo, se la devuelve también al mundo. "Había estado leyendo a Tolkien otra vez y me había dicho que quería hacer algo fantástico, y entonces tuve ese sueño, en Bilbao. 
Soñé con una especie de mago en Venecia, atendiendo a unos turistas", contó, en una ocasión, la escritora, amante también de Charles Dickens y Jane Austen. 

En extremo brillante fresco de la época —una época victoriana con la textura y el plástico hacer del siglo XXI –, con sus costumbres y hasta sus menús— Clarke fue, durante los años en que estuvo escribiendo la novela, editora de libros de cocina, y nada le gusta más, dijo en una de las pocas entrevistas que concedió, que documentarse a partir de lo cotidiano, pues solo así es posible, aseguraba, “reconstruir el mundo” —de carácter fantástico, ucrónico— se da por hecho que la magia existe y puede cambiarlo todo. Jonathan Strange y el señor Norrell —que tuvo una dignísima adaptación televisiva que, lamentablemente, pasó tan desapercibida en España como la novela—, se llevó el año de su publicación el prestigioso Hugo, vendió más de cuatro millones de ejemplares y elevó a su autora —que en los diez años que tardó en escribir la historia y gracias a ella se enamoró y se casó con el escritor de ciencia ficción Colin Greenland— a categoría de clásico de culto en marcha.
Y entonces, como Mary Margaret O'Hara, Clarke desapareció. O, mejor dicho, se ocultó a simple vista.
 Publicó una pequeña antología de algo parecido a cuentos de hadas extraída del universo Norrell dos años después. 
Y aseguró estar trabajando en una secuela Jonathan Strange y el señor Norrell poco después.
 Luego, rumores de enfermedad —al parecer, padece fatiga crónica— y silencio —un silencio preñado de trabajo, la vida del escritor que vive por entero entregado a una obra que no le queda otro remedio que construir a ratos es complicada— hasta que esta semana, 16 años después y perdida toda esperanza de un regreso, Bloomsbury anunciaba que el año próximo Clarke estará de vuelta con una novela que no es la secuela esperada.
 Llevará por título Piranesi, el nombre de su protagonista, un tipo que vive, escribiendo en su diario, en una mansión de cientos, puede que miles, de habitaciones y pasillos, en cuyo centro hay algo parecido a un océano, un laberinto acuático en el que convive con un científico en busca de algún tipo de verdad absoluta.
 Así que no, Susanna Clarke no se había ido a ninguna parte, solo estaba tratando de edificar lo que podría ser —y sin duda será— otra totémica obra maestra de algún tipo de género ya propio que, esperemos, esta vez, sea juzgada aquí —como en el resto del mundo lo fue ya la anterior— como merece. 

 

Madres, hijas y viceversa.......................... Boris Izaguirre

La prensa insaciable hará lo imposible por ridiculizar a los duques de Sussex.

Los duques de Sussex, Meghan Markle y Enrique de Inglaterra, en Johannesburgo, el 23 de septiembre.
Los duques de Sussex, Meghan Markle y Enrique de Inglaterra, en Johannesburgo, el 23 de septiembre.
Entramos en el otoño, que se lleva las primeras hojas y también a Pasapalabra, un programa en el que, como decían en Paquita Salas, te invitaban a concursar y ganabas un poquito de presencia televisiva. 
 Participé en muchas ocasiones, me encantaba observar cómo Christian Gálvez no salivaba mientras detallaba las pruebas de El Rosco.
 Un fenómeno de la naturaleza. Y también me divertía comprobar que nunca fui bueno con la gramática rápida ni en el oído musical.
 Christian a veces se llevaba las manos a la cabeza cada vez que yo fallaba una terminación.
 Extrañaré todo eso aunque se me ocurre que la hora extra de Sálvame que sustituirá al concurso debería dedicarse de una vez por todas en exclusiva a Isabel Pantoja.
Ella, que está en todas partes, no acudió al bautizo musical de su hija, Isa Pi, que podría convertirse en la reina del reguetón light con sus gotitas de pop coreano.
 A Pantoja no le molesta la música de su hija sino que le disgusta la agitada vida sentimental de Isa Pi, con novios que terminan siempre en algún reality.
 Yo pienso que Pantoja tiene que respirar hondo y convencerse que Isa Pi necesita esa agitación sentimental para trasladarla a sus canciones.
 Aunque de momento solo tiene una, veremos en sus siguientes creaciones esas indirectas a golpe de perreo y tacón a sus exnovios.
 No es taaaan distinto de lo que la propia Pantoja lleva décadas haciendo con sus canciones y sus conciertos. ¡Qué sería de una reina, de la copla o del reguetón, sin tomar prestado los vaivenes de su propia vida para cualquiera que sea su arte! Pantoja ahora está irritada, quiere que Isa Pi deje de hablar de ella en Telecinco pero es probable que madre e hija generen unas sinergias dirigidas a ocupar el sitio de Pasapalabra con un nuevo programa que podría llamarse Madres, hijas y viceversa.


No puedo seguir tanto como quisiera Gran Hermano VIP porque he regresado, con éxito, a MasterChef Celebrity y sinceramente no puedo someter a mi marido a vivir tanto talent y tanto reality.
 Pero he conseguido observar que Rocío Flores, la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores, se está convirtiendo en la auténtica revelación del reality sin concursar, porque esta allí para defender a su padre.
 Rocío Flores es un poco como nuestra Carlota Casiraghi, nietísimas las dos, las hemos visto crecer y, quizás por eso, tienen esa naturalidad ante las cámaras.
 Y ante la vida. En ese mundo de Rocíos que es su dinastía, Rocío Flores ha insinuado que podría reunirse con su madre, de la que lleva distanciada desde 2012. 
Si sucediera ese reencuentro, podría coincidir con el único debate electoral de la campaña low cost que se nos viene encima.
 ¡Sería la bomba! Si madre e hija deciden darse el abrazo, nadie verá el debate refrito de unos candidatos que no se cansan de decirse lo mismo e incapaces de cualquier reconciliación.

La cantante Isabel Pantoja, en Madrid, el pasado julio. 
La cantante Isabel Pantoja, en Madrid, el pasado julio.
Otro enfrentamiento es el de los Sussex con la prensa. Enrique ha salido a la defensa de su esposa Meghan y juntos han iniciado una demanda contra The Mail On Sunday, el eterno tabloide británico. 
Los Sussex explican que Meghan ha sido sometida a un bullying sistemático por su raza, porque gasta mucho y porque tiene un padre impresentable que mantiene una relación peligrosa con los medios sensacionalistas. 
 Otro conflicto de padres e hijos delante de medios y cámaras.
 Para nuestro deleite, aunque este se manifieste en forma de debate serio, pienso que los duques tienen cierta razón y eso, junto a su poder, podría hacerles ganar la demanda.
 Lo que hará esa prensa insaciable, que para mí tuvo responsabilidad en la muerte de la madre de Enrique, Diana de Gales, también terminará por deleitarnos.
 Harán lo imposible por ridiculizarlos, reducirlos a pijos que posan como ambientalistas.
El ambiente entre Borja Thyssen y Francesca Thyssen, que son hermanastros, no puede ser mejor.
 ¿Estarán enviando un mensaje a Tita? Francesca y Borja, que no hablan el mismo idioma materno, son famosos desde que nacieron, igual que Kiko Rivera y sus hermanos Fran y Cayetano, arrastrando muchos años enfrentados a Pantoja, la madre de todos los conflictos. 
Los hermanastros Thyssen tienen algo que los distingue: pueden sentarse, a sus anchas, en la junta del museo Thyssen.
 Sospechamos que esos encuentros tan risueños persiguen alcanzar nuevas e inesperadas sinergias en esa junta. Esperemos que evitando dejar a mamá Tita sin programa.

 

Proust sale del armario con ocho cuentos inéditos

 

La publicación en Francia, la semana próxima, de unos relatos desconocidos del autor de 'En busca del tiempo perdido' es el gran acontecimiento de la ‘rentrée’.

Marcel Proust, en 1891-1892. 
Marcel Proust, en 1891-1892. Apic / Getty Images
Son textos muy fin de siècle, con el inconfundible aroma decadente y sensual del cre­púsculo del siglo XIX.
 Hay relatos policiacos, al estilo de Edgar Allan Poe, y uno que no ­desentonaría en una antología del género fantástico.
 En la manera de captar los movimientos del alma humana o en los esbozos de escenas y ­personajes se adivina el genio en estado de incubación. 
Pero todavía son eso, esbozos: algunos sin terminar, otros imprecisos y mal resueltos; ejercicios de estilo, experimentos de laboratorio juvenil.
 Y todo con un tema de fondo, más o menos explícito, que en su tiempo pudo desaconsejar su difusión: la homosexualidad.
La publicación en Francia, la semana próxima, de Le mystérieux correspondant et autres nouvelles inédites (El misterioso corresponsal y otros relatos inéditos) es el gran acontecimiento de la rentrée, el inicio de curso literario.
 El libro contiene nueve cuentos —ocho inéditos— de Marcel Proust (1871-1922), el autor de En busca del tiempo perdido. Publicado por Éditions de Fallois y editado por el profesor Luc Fraisse, permite asomarse a lo que Bernard de Fallois, fundador de la editorial fallecido en 2018, llamó en uno de sus ensayos “Proust antes de Proust”.
 Es decir, el escritor cuando todavía no lo era: el artista en pleno aprendizaje.
Los cuentos de El misterioso corresponsal… habrían podido encajar perfectamente en Los placeres y los días, libro publicado, con escaso eco, en 1896, 17 años antes del primer volumen de su monumental ciclo novelesco.
 ¿Por qué Proust no los incluyó? “Una razón es que quizá no estaba satisfecho de estos relatos y los dejó de lado”, dice Fraisse en la sede de Éditions de Fallois en París. 
“Otra razón es que la mitad de estos relatos ponen en juego su homosexualidad”, añade. Una tercera razón es “estética”: ya había textos que evocaban la homosexualidad en Los placeres y los días; añadir más lo habría desequilibrado.
El cuento que da título al nuevo libro es la historia de una mujer que requiere el amor de una amiga para curarse de una enfermedad mortal. Otros, como ‘La conciencia de amarlo’, no hablan directamente de la homosexualidad, pero presentan personajes que viven como una maldición su diferencia, sus “delicadezas incomprendidas”, su vida en la que “todo el mundo [le] hará daño, [le] herirá, aquellos a los que no amar[á] y todavía más a los que amar[á]”. “Los relatos muestran que, al contrario que uno de sus contemporáneos como André Gide, Proust lo vive como un drama”, apunta Fraisse.
Proust sale del armario con ocho cuentos inéditos
Hacía décadas que no se desvelaba una ficción inédita de Proust. La última se publicó en los años cincuenta.
 Fue el propio Fallois quien descubrió Jean Santeuil, la novela que prefiguraba En busca del tiempo perdido. 
 También el ensayo Contra Sainte-Beuve.
  Desde entonces se había publicado la correspondencia del escritor. Pero no las piezas de ficción que dormitaban en los archivos. 

Los cuentos de El misterioso corresponsal… ­pertenecen a la misma época que Los placeres y los días, obra irregular de juventud.

 Proust fue el anti-Rimbaud, un caso ejemplar de autor que alcanzó su genio en la madurez, después de años de laborioso aprendizaje.

 Sólo con sus cuentos de finales del XIX, sería un autor olvidado. El misterioso corresponsal… lo confirma.