Famosa desde la cuna, la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó confiesa sus conflictos "entre la vanidad y la verdad" y sostiene que Dios la ha enviado a 'Masterchef' para aprender a cocinar.
Luz Sánchez-Mellado
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Una cree conocerla de haberla visto crecer en las revistas desde que su madre la sacó de la clínica.
Ilusiones ópticas. Aunque extremadamente amable, Tamara Falcó resulta en carne mortal bastante más hermética, y no puede evitar alguna mirada de ya está esta con lo mismo de siempre.
Para romper esa fina capa de hielo, le comento que hoy (el día que hablamos) sale su señora madre en la portada de ¡Hola!, como si eso fuera noticia
. “Recuerdo esas fotos y que mami estaba muy contenta porque Celine, el perro de Mario, había posado genial”, contesta.
Si aclaramos que Mario es Mario Vargas Llosa, pareja de su madre, Isabel Preysler, ella misma me acaba de servir la primera pregunta en tal bandeja de plata que ríete tú de la de los bombones Ferrero-Rocher de la matriarca en el anuncio de marras.
¿En casa posa hasta el perro?
Hay tres, y a todos les encanta posar, pero Celine es cosa fina.
¿Celine? Qué literario. Creo además que su propia perrita se llama Jacinta.
Sí, y la otra, Vanila.
Qué pena, le podía haber puesto Fortunata y haber hecho bingo.
A la primera le puse Jacinta, como la pastorcilla de Fátima, porque la recogí el día de la Virgen.
Y a Vanila porque antes de comprarla vi un documental de una princesa azteca que se escapó con un guardia, los mataron y donde cayó su sangre nació la flor de la vainilla.
Me encantó ese amor tan puro.
En España hay 33.000 Tamaras con una edad media de 30 años. ¿Fue ya un bebé-influencer?
Cocinera antes que monja
Tamara Falcó (Madrid, 37 años), hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó y famosa desde la cuna confiesa que se "convirtió" en ferviente católica creyente y practicante hace unos años pero, antes que a monja, va a meterse a cocinera.
El miércoles debuta en Masterchef, tras recibir alguna clase particular de Ramona, la cocinera de casa, y del laureado chef Paco Roncero.
Qué menos.
¿Cuál es su referente favorito?
Me gustaría ser tan buena como la Virgen, aunque no es el caso.
La Virgen María es mi ideal de mujer buena que pone las necesidades de Dios y su hijo por encima de las suyas.
¿Incluída la virginidad?
Esa es una decisión personal y ahí no me meto.
Si para ti es importante, o si no, sé consecuente.
Es hija única de padre y madre, pero tiene hermanos de muchas y diversas ramas. ¿Se lía?
Los tengo bastante ubicados, pero tuve que hacer un árbol genealógico para clase de Antropología en la universidad y fue bastante complicado, y divertido.
En todas las familias cuecen habas, pero la mía es muy, muy original.
Dijo que ¡Hola! es como su álbum familiar. ¿Se mete en hola.com para saber de los suyos?
No, pero no te creas: a veces coinciden dos en el mismo sitio sin saberlo.
Me pasó con mi hermano Julio y mi madre: estaban los dos en Moscú, me enteré por las redes y ninguno sabía que el otro estaba allí.
Ahora con Instagram es todo más fácil.
Es la única que vive con su madre. ¿Aún no ha roto el cordón?
No es algo que esté interesada en romper.
Me independicé y volví para acompañar a mi madre cuando enviudó y estar yo acompañada.
Mi madre es fundamental en mi vida, me produce paz.
Su mítico “fenomenal” como respuesta a cualquier pregunta es un lema como para estampar en camisetas. ¿Tan bien le va la vida?
Jaja. Fenomenal sirve para todo.
Significa que estás bien, que no quieres que se preocupen por ti pero tampoco quieres compartir demasiada información.
No necesitamos saberlo todo de todos, ni amargarle a nadie la tarde con que te ha salido un juanete.
Y tomo nota de lo de las camisetas.
En una de las de su colección se lee “Travesuras de la niña mala”. ¿Tiene permiso del Nobel?
Claro. Yo había leído hace mucho tiempo la novela de Mario, no me preguntes de qué va porque no me acuerdo, el título, pero me encanta, me sentía identificada y como la colección es de chicas, me hacía gracia, y a Mario también.
¿Antes de Masterchef sabía freír un huevo?
No, y fíjate que creo que Dios me ha puesto ahí para enseñarme a cocinar.
Creía que sería mucho más fácil y es durísimo, además luego hay que limpiarlo todo. Pero es tan bonito que me ha enamorado.
Ahora, solo con amor no funciona: es amor y técnica.
Como lo de fíate de la virgen y no corras. ¿Usted se fía o corre?
Yo me fío muchísimo, de hecho rezo un montón en las pruebas, pero también corro.
San Agustín decía que tienes que trabajar como si Dios no existiera para luego saber que todo es gracias a él.
Y mi madre, que Dios solo ayuda a quien se ayuda.
Con cocinera en casa, ¿sabe cuánto cuesta un menú del día?
Perfectamente: diez euros con pan, café y, a lo mejor, bebida.
¿Por qué cree que nos cae tan bien a algunos y tan mal a otros?
No me importa mucho caer bien o mal.
Sé que tengo un grupo de gente que me quiere, sé que Dios me ama, y el resto, qué voy a hacer, no se puede gustar a todos.
¿Ha probado el FaceApp, esa aplicación que te envejece?
No, pero un amigo se tomó la potestad de hacérmelo y mandármelo.
Me veo megavieja. De hecho, se lo mandé a mi centro de belleza y les dije, 'tenemos que evitar esto'. Estamos en ello.
¿Es el Photoshop el mejor amigo de una chica?
Es el mejor amigo de las revistas, pero si las viéramos sin Photoshop no serían tan bonitas.
¿Lo dice por experiencia?
Jaja. A veces te horroriza cuando la gente pierde sus rasgos y su expresión, pero también me he visto guapísima con Photoshop.
Entonces, es difícil: tengo ese conflicto entre vanidad y verdad.
¿Es así de pija o se lo hace?
Me gustaría decirte que me lo hago, pero me temo que soy así, no puedo evitarlo.
No sé muy bien qué es ser pijo, lo que sé es que la gente me lo dice continuamente.
¿No será que la envidian?
La vida no es fácil para nadie, da igual donde te toque vivir. Una trata de enseñar su mejor cara y, aunque entiendo que desde fuera se nos vea maravillosos e ideales, somos una familia como otra cualquiera intentando sobrevivir.
Pues fenomenal, oiga.
Jaja. Fenomenal, fenomenal.