Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 ago 2019

Tontos cultos......................................... Javier Cercas

Para los falsos sabios, la pasión por conocer es frágil y descafeinada, ornamental, porque la conciben como algo separado de la vida.
CONTÉ LA anécdota en esta columna hará un par años, pero ocurrió hace más de diez.
 Por entonces yo preparaba un libro sobre la Transición y fui a visitar a Santiago Carrillo, eterno secretario general del PCE y uno de los arquitectos del cambio de la dictadura a la democracia. Hablamos durante horas mientras el viejo dirigente comunista fumaba un cigarrillo tras otro.
 En cierto momento le pregunté si él también pensaba, como tantos, que Adolfo Suárez había sido un político inculto.
 Carrillo se quedó mirándome; luego dio una calada a su cigarrillo. “¿Dice usted que ha sido profesor universitario?”, me preguntó.
 Un poco perplejo, contesté que sí.
 Carrillo prosiguió: “Entonces habrá conocido usted a muchos tontos cultos, ¿verdad?”. 
Sonreí. Carrillo también sonrió. 
“Pues Suárez era todo lo contrario”, concluyó.
 Lo de los tontos cultos me encantó. 
También encantó a mi amigo Salvador Oliva, que fue profesor universitario, ha traducido la obra ingente de Shakespeare al catalán y vive abrumado por la sospecha de que aquel inglés indescifrable dijo casi todo lo que merece la pena ser dicho.
 Así que se puso a buscar en Shakespeare la expresión “tonto culto”; no tardó en encontrarla.
 Fue en Afanes de amor en vano, que tiene el inconveniente de no ser una de las mejores comedias de su autor y la ventaja de ser un ensayo o precedente de Como gustéis, que sí es de las mejores.
 La expresión aparece en el acto V, escena II. 
 El rey de Navarra y sus amigos han prometido prescindir de los placeres de la mesa y el amor para encerrarse a estudiar, aunque su pasión por el saber es tan postiza que rompen su promesa en cuanto aparece la primera falda, y la princesa de Francia y sus damas se burlan de ellos con estas palabras:
 “Nadie queda atrapado con tanta fuerza / como el ingenioso convertido en tonto. 
Pero la estupidez, cuando nace de la sabiduría, / tiene la autorización de la sabiduría, la ayuda del estudio / y la gracia del ingenio para perdonar al tonto culto”.
 Ahí está nuestro espécimen: en inglés, un learned fool
El pasaje revela  la característica fundamental del tonto culto: se trata de un falso sabio, alguien cuya pasión por conocer es frágil y descafeinada, ornamental, porque la concibe como algo separado de la vida, hecho para vivir menos y no más. 
Esto significa que el tonto culto es mucho más tonto que el tonto ignorante;
 de hecho, se trata del peor tipo de tonto posible, porque es un tonto que no tiene arreglo.
 El tonto inculto, en cambio, sí lo tiene, o puede tenerlo; precisamente para eso está la cultura: para arreglar en lo posible la tontería, para minimizarla.
 Pero el tonto culto ya se cree culto de verdad —no lo es, aunque sólo sea por su idea fraudulenta y tóxica de la cultura—, de manera que carece del único instrumento que hubiera podido ayudarle a dejar de ser tonto.
 Por lo demás, añadiré que la petulancia y la alergia a la ironía constituyen otros rasgos sobresalientes del tonto culto, y que los males que provoca son incontables, sobre todo porque muchos no saben que es un falso sabio y un verdadero tonto y toman sus sandeces por sabiduría, de modo que la proliferación de tontos cultos puede sumir a una civilización rutilante en la barbarie más negra. 
Por eso hay que luchar a brazo partido contra el tonto culto; pero, como dicen la princesa de Francia y sus damas —que son como Suárez según Carrillo: listas de verdad, más listas que el hambre—, sólo hay que sentir compasión por él.
¿Leyó Carrillo a Shakespeare? ¿Leyó a alguien que leyó a Shakespeare, como Molière, que escribe en Las mujeres sabias: “Un tonto culto (un sot savant) es más tonto que un tonto ignorante”? ¿De dónde sacó Carrillo esa expresión? ¿Y de dónde la sacaron Molière y Shakespeare? ¿De algún comediógrafo latino o griego? ¿De Plauto, de Terencio, de Aristófanes?
 Y bien pensado: ¿acaso no son Bouvard y Pécuchet dos grandísimos tontos cultos y la novela de Flaubert la epopeya insuperable del tonto culto? 
Cabe sospechar, sea como sea, que algún presocrático perdido o algún chino de la dinastía Xia ya meditaron sobre el tonto culto.
 Al fin y al cabo, todo indica que esta calamidad es eterna. 
 Que utilidad más tonta ha escrito Javier Cercaa aparte de una lista de nombres útiles en su materia....no la de Javier sino en los que nombra...

10 ago 2019

Verano de reencuentros para Miguel Bosé

El cantante pasa parte de las vacaciones en España con sus hijos y los de Nacho Palau, que crió como propios.

miguel bose
El cantante Miguel Bosé en distintos momentos de su verano.

 

La resolución de este caso excede el interés mediático derivado de la fama de Bosé, ya que en el ambiente jurídico hay expectación por una sentencia que podría marcar el camino para las nuevas realidades familiares que se dan en la sociedad española. 
Hasta el momento la legislación no ofrece soluciones claras cuando se trata de la separación o divorcio de una pareja no convencional que tiene hijos. También puede sentar jurisprudencia sobre familias que optaron hace años por tener hijos utilizando vientres de alquiler.
Palau explicó a EL PAÍS en mayo, en la primera entrevista con un medio informativo tras su separación del cantante, que cuando nacieron los niños de la pareja en EE UU de vientres de alquiler la ley no permitía inscribirlos a nombre de ambos. 
“La maternidad subrogada no es legal en España”, afirmó entonces, y aclaró que pudieron reconocer la filiación que declararon en Estados Unidos, lo que causó cierta polémica.
 La expareja de Bosé recordó que en ese momento tampoco podía realizarse la adopción mutua, lo que sí resulta factible en la actualidad si los implicados se inscriben como pareja de hecho.
Tras el verano Bosé planea regresar a México con sus hijos. Palau se quedará en Chelva (Valencia) con los suyos.
 El reencuentro definitivo depende de una sentencia.

Serpientes de verano.................................. Boris Izaguirre

Atacar a los Obama es un pasatiempo de la era Trump.

Los Reyes visitan con sus hijas, Leonor y Sofía, la Casa Museo de Son Marroig. 
Los Reyes visitan con sus hijas, Leonor y Sofía, la Casa Museo de Son Marroig.

 

 

Acabo de desayunar con mi buen amigo Alberto Moreno, director de Vanity Fair España y me pregunta mi opinión sobre el supuesto divorcio de Barack y Michelle Obama. “Alberto, ¡lo ha anunciado una publicación sensacionalista llamada Globe, no puede ser veraz!”, respondo, en plan profesional. 
Alberto lo reconoce, señalando el importante nivel de atención que la noticia ha generado.
 “Esta misma semana fue el cumpleaños 58 del expresidente”, le recuerdo. “Una revista sensacionalista puede confundir un divorcio con un regalo de cumpleaños”, insisto.
 Y, de paso, desviar la atención sobre el presidente Trump.
A lo largo del día pienso en ese posible divorcio.
 Sería un bajón, especialmente para el aura del expresidente, que durante dos legislaturas se apoyó ampliamente en la personalidad y el carisma de su esposa, una abogada de prestigio que lo dejó todo para apoyar la carrera presidencial de su marido.
 No solo eso, una vez convertida en la primera dama afroamericana de la historia de su país, Michelle se esforzó en el gimnasio de la Casa Blanca, construyó un huerto y dejó como legado una población posiblemente más conocedora de los peligros de una alimentación insana o sin control.
 No es poca cosa, aparte de engordar su popularidad por su simpatía en la televisión
Antes de Michelle Obama, Estados Unidos era una nación fácilmente reconocible por su creciente población de personas con obesidad.
 Por primera vez en muchos años, ha bajado ese índice de obesidad aunque continúa siendo un país violento.
 Melania Trump, su sucesora, no ofrece ninguna causa social por la que sea recordada, ni tampoco emite señales de querer divorciarse del bravucón de su marido. 
Posiblemente por todas esas cosas, Globe prefiere divorciar a los Obama. Mientras, los Trump alimentan noticias grasientas.
Atacar a los Obama es un pasatiempo de la era Trump. 
Mucho de lo conseguido en sus dos legislaturas ha quedado famélico por la gestión de la nueva administración. Todo menos el afecto entre sus principales protagonistas.
 Es difícil que se divorcien. No hacen más que quererse, ella lo proclamó en la promoción de su libro autobiográfico.
 Y él no deja de recordarlo en cualquiera de sus apariciones. ¿Por qué ese empeño en promover noticias falsas? “Porque alimentan los veranos”, me explica un asistente de producción en un programa matutino.
 “Dicen que ya en Roma se agitaban las llamadas serpientes de verano”, agrega.
Michelle y Barack Obama, en Washington, en 2018. 
Michelle y Barack Obama, en Washington, en 2018.
Tengo la impresión de estar rodeado de serpientes de verano.
 Un verdadero divorcio ha sucedido entre la expresidenta de la comunidad madrileña, Cristina Cifuentes, e Isabel Díaz Ayuso, la futura presidenta.
 Fueron más que compañeras políticas. Podría decirse que Ayuso aprendió mucho tanto de la Comunidad como de la política mientras avanzó sus posiciones en varios gobiernos autonómicos, en especial el periodo de Cifuentes. 
Al saberse abandonada, Cifuentes echó mano de Gandhi, citándolo en sus redes. “No hay que apagar la luz del otro para que brille la nuestra”.
 Muy iluminada. Quizás entre expresidentas, apagar la luz no sea una cosa de aura sino de subidas de la tarifa eléctrica y por eso Ayuso no se da por aludida. 
Ya pagará ella su factura.
 Por su parte, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, llegó con retraso a su cita con el Rey en Marivent, a plena luz del día.
 Quizás se lo pensó tras ver el vídeo del posado real en esa misma residencia.
 Por unos instantes, el monarca pierde la cuenta de cómo debe ir colocada su, correctamente alimentada, familia y se enfrenta al carácter de su hija Leonor, que es una adolescente con ideas muy claras y un lenguaje corporal muy explícito, sobre todo ante los posados. 
Deduzco que lo ha heredado de su madre, la Reina, que lleva años corrigiendo la informalidad o la improvisación de los miembros de la familia en este posado estival pero oficialísimo. 
Si observa material de archivo, comprobará cómo Letizia, siempre ojo avizor, avanza por detrás para situarse estratégicamente y así obligar al resto a ver mejor dónde van.
 Seguro que existe alguien en palacio cuyo trabajo es este y la Reina ha tratado de mejorarlo reduciendo el elenco.
 Pareciera que la hijita mayor también le ha pillado el gusto por el reposicionamiento. 
Y habría estado regio que doña Leonor le recriminara al presidente Sánchez su retraso. 
También habría resultado estupendo que le reclamara algo sobre la investidura fallida y así llenarnos el verano de otro extraordinario contenido.
 Más posados y más serpientes de verano.

¿Por qué justo anoche quise leerlo?

No lo sé conocí a Cataño siendo muy jóvenes entonces casi todos, era muy amigo de Carlos Pinto que a la vez lo era mio.
No es ni la 1ª vez que pensando en una persona en la hace tiempo no veo ni leo a la mañana siguiente me entero que se ha muerto. Son Casualidades , siempre me lo dicen, casaluadidades pero son avisos sin pensalo en el momento de que se han muerto.
Resultado de imagen de Jose Carlos Cataño 

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