La hija de Carolina de Mónaco hablará de su gran pasión, la filosofía.
Carlota Casiraghi, hija de la princesa Carolina de Mónaco, se ha colado en el exclusivo cartel del Hay Festival, que se celebrará en Segovia del 19 al 22 de septiembre, entre más de 20 creadores de distintos ámbitos que conversarán en diferentes actos sobre las ideas más recientes de la literatura, el arte o la arquitectura.
La princesa intervendrá el día 21.
Lo hará con su libro Archipel des Passions, un pequeño tratado sobre las pasiones que ha escrito con Robert Maggiori.
Licenciada en Filosofía en la Sorbona, Carlota Casiraghi es cofundadora del periódico ecológico Ever Manifesto y miembro fundador de Les Rencontres Philosophiques de Monaco, la institución que actualmente preside.
Robert Maggiori es filósofo y crítico literario en el diario Libération, autor de numerosas obras, es también miembro fundador y presidente del jurado de los Premios de Filosofía Les Rencontres de Mónaco y profesor de Casiraghi.
Ambos autores presentarán su libro en conversación con su editor español Leopoldo Kulesz.
La pasión por la filosofía le viene a Carlota Casiraghi de la infancia.
Fue Robert Maggiori, profesor suyo en terminale, el último curso de bachillerato en el Liceo de Fontainebleau, cerca de París, el que despertó esta vocación.
“No ocurrió de un día para otro. Son muchas las cosas que me llevaron a apasionarme.
De alguna manera siempre tuve la sensación de enfrentarme a la gran fragilidad existencial que todos afrontamos”, explicó Casiraghi a este periódico a primeros de junio durante los Encuentros filosóficos de Mónaco.
Se considera privilegiada por haber crecido rodeada de libros y cultura. “Leí mucha poesía. Baudelaire y Rimbaud, que me acompañaron.
Pero, una vez ahí, ¿qué haces? Es entonces cuando la filosofía nos ayuda a lidiar con esta intensidad de la vida y esta sensación de fragilidad.
Y el encuentro con Robert me animó enormemente para continuar los estudios de Filosofía”.
"Gracias a la filosofía lo veía todo más claro, tenía la sensación de ser más consciente", señala la antigua alumna.
La hija de Carolina de Mónaco admite que sintió "soledad" desde la adolescencia por la que cultivó un gusto por la introspección y el análisis, aunque descarta que tenga nada que ver con la "familia un tanto peculiar" a la que pertenece.
"La inquietud y la angustia existencial forman parte de la vida de cada uno.
Mi experiencia personal está marcada por acontecimientos tristes, como la muerte prematura de mi padre, pero son cosas que le pasan a todo el mundo, independientemente de su origen", señala.
"La compañía de los filósofos me daba la impresión de que no estaba sola", concluye.