Las habitaciones de este establecimiento esconden secretos de James Dean, Natalie Wood, Britney Spears, Lindsay Lohan, John Belushi, Benicio del Toro o Scarlett Johansson.
El Chateau Marmont se construyó en 1929 inspirándose en un castillo del valle del Loira francés, el Chateau D’Amboise, uno de los hogares que frecuentó María, la reina de Escocia.Pero de la realeza se quedó con la estructura, porque sus paredes han conocido todo tipo de escándalos y extravagancias de los famosos que lo han frecuentado (probablemente igual que otros palacios del mundo).
Situado en Sunset Boulevard en Los Ángeles, es algo decadente e incluso anticuado según afirman los cronistas de Hollywood, pero se ha convertido en un mito por el que las estrellas del cine y de la música sienten una atracción que solo puede explicarse en una frase que atribuyen a Harry Cohn, director de Columbia Pictures en los años treinta: “Si quieres meterte en problemas hazlo en el Marmont”.
Comenzó siendo un edificio de apartamentos y en los cincuenta se convirtió en un hotel de 64 habitaciones, aunque llamarlas así es quedarse corto porque todas ellas tienen cocina y muchas varias historias escabrosas que contar.
Quienes conocen su historia afirman que las celebridades se siguen sintiendo atraídas por el hotel porque allí pueden tener su momento Norma Desmond, ese personaje que inmortalizó Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses, una actriz que incapaz de aceptar que sus días de gloria pasaron se siente otra vez viva cuando se ve reflejada en la admiración de otros actores.
Expresado de un modo menos poético, entre iguales todo está admitido y además lo van a entender.
Las anécdotas ocurridas en este hotel son infinitas: James Dean se coló por una de sus ventanas para conseguir una audición en Rebelde sin causa.
Judy Garland cantaba por las noches apoyada en el piano de su recepción, el mismo lugar donde los miembros de Led Zeppelin montaban sus Harley o hacían carreras por sus pasillos compitiendo con los botones del hotel.
El fotógrafo Terry Richardson ha utilizado sus paredes como fondo en muchos de sus trabajos.
Y de la cantante británica Lily Allen se asegura que escribió su canción Fuck You durante una de sus largas estancias en el hotel.
Quienes conocen su historia afirman que las celebridades se siguen sintiendo atraídas por el hotel porque allí pueden tener su momento Norma Desmond, ese personaje que inmortalizó Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses, una actriz que incapaz de aceptar que sus días de gloria pasaron se siente otra vez viva cuando se ve reflejada en la admiración de otros actores.
Expresado de un modo menos poético, entre iguales todo está admitido y además lo van a entender.
Las anécdotas ocurridas en este hotel son infinitas: James Dean se coló por una de sus ventanas para conseguir una audición en Rebelde sin causa. Judy Garland cantaba por las noches apoyada en el piano de su recepción, el mismo lugar donde los miembros de Led Zeppelin montaban sus Harley o hacían carreras por sus pasillos compitiendo con los botones del hotel.
El fotógrafo Terry Richardson ha utilizado sus paredes como fondo en muchos de sus trabajos.
Y de la cantante británica Lily Allen se asegura que escribió su canción Fuck You durante una de sus largas estancias en el hotel.
Pero además de hechos convertidos ya en leyendas, de tener servicio 24 horas, de garantizar la privacidad hagas lo que hagas –si eres lo suficiente famoso, claro– el cliente puede presumir de alojarse en habitaciones que podrían contar sórdidos momentos de algunos de sus ídolos.
En 1982, por ejemplo, en una de ellas murió el actor y comediante John Belushi a causa de una sobredosis por drogas, después de haber estado alojado en uno de sus bungalows durante cinco días en los que la cocaína y la heroína corrieron como si no hubiera mañana.
Una muerte que, aunque parezca un contrasentido, volvió a poner al hotel en el candelero.
El artista Jean-Michel Basquiat, según un reportaje publicado por New York Post, quiso alojarse en esta misma habitación y también el músico Rick James, que según publicó The Post, tuvo que ser reanimado en ese establecimiento por sobredosis.
Años antes, estrellas de otras décadas también vivieron sus aventuras entre sus paredes.
La actriz Jean Harlow se alojó en el Marmont con el que era su tercer marido, Harold Rosson, y cuenta la leyenda que los recién casados se instalaron en una habitación contigua a la que ocupaba Clark Gable, con quien la flamante esposa tenía una aventura. Aventuras sexuales que también aseguran los historiadores del lugar tuvo otro trío de famosos, la actriz Natalie Wood, el director Nicholas Ray y el actor Dennis Hopper.
Dicen que la actriz ya tuvo sus líos con el director siendo una adolescente en una de las habitaciones del hotel, el lugar donde Nicholas Ray se había refugiado tras pillar a su mujer, la actriz Gloria Grahame, manteniendo relaciones sexuales con uno de sus hijos de un anterior matrimonio.
Los domingos por la tarde era el momento de las fiestas en la piscina y allí directivos de los estudios de Hollywood y aspirantes a estrellas se mezclaban en el peor y mejor de los sentidos.
Según las afiladas lenguas de Hollywood, Dennis Hopper también era uno de los que habitualmente organizaba orgías en el hotel.
Pero los escándalos no han sido solo en la conocida como época dorada de Hollywood.
En los últimos 20 años, sus habitaciones y el personal del hotel también han visto mucho.
Marvin Gaye falleció con una deuda de más de 15.000 dólares (más de 13.000 euros) al hotel; el fotógrafo Helmut Newton murió al perder el control de su coche en 2004 cuando abandonaba el Marmont.
A Britney Spears le prohibieron la entrada en 2007 por sus malos modales y a la actriz Lindsay Lohan la invitaron a abandonarlo en 2012 después de acumular una deuda que superaba los 46.000 dólares (poco más de 41.000 euros).
En 2004 los rumores afirmaron que Benicio del Toro y Scarlett Johansson vivieron su fantasía sexual en uno de los ascensores del hotel después de la ceremonia de los Oscar y que en otra ocasión les expulsaron por mal comportamiento.
El mismo que tuvo el actor Heath Ledger que en 2006 fue grabado en uno de los balcones del establecimiento consumiendo cocaína. Aunque también ha habido fiestas más gastronómicas como la que organizaron Jay Z y Beyoncé en el garaje del Marmont convertido en una lujosa zona de estar y donde Jamie Foxx, Rihanna o Leonardo DiCaprio se dieron un festín de caviar y champán.
Lo que pasa en el Marmont se queda en el Marmont, pero mucha gente lo sabe.