Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 abr 2019

“Soy un superviviente extremo”........................ Rafa Burgos

Brown ha estado este martes en Alicante como estrella de un congreso sobre enfermedades de transmisión sexual y ha contado su experiencia.

Timothy Brown, ayer en el congreso sobre sida en Alicante.
Timothy Brown, ayer en el congreso sobre sida en Alicante.
Timothy Brown (Seattle, Estados Unidos, 1966) es un tipo amable, cercano y paciente. 
Bromea hasta con su estado de salud, que es, precisamente, lo que le ha convertido en excepcional.
 Brown es el paciente Berlín,la única persona del mundo que se ha curado del la infección del VIH, el virus del sida.
 Al menos, hasta ahora, cuando se están estudiando tres posibles nuevos casos, en Londres, en Düsseldorf y otro, según Brown, en Seattle, su ciudad natal.
 “Estoy encantado de que mi pequeña familia vaya creciendo”, asegura. Siempre, con una sonrisa.

Brown desembarcó ayer en Alicante como estrella de un congreso sobre sida y enfermedades de transmisión sexual que organiza Seisida y contó su experiencia.
 Que se infectó en 1995. Que en 2007 le diagnosticaron leucemia. 
 Que tuvo que someterse a dos trasplantes de médula ósea. Y que el segundo de ellos le salvó la vida. 
“Los médicos decidieron probar con un donante con una mutación que le hacía inmune al sida”, señala. 
Él decidió abandonar el tratamiento, pese a los consejos de su pareja de entonces.
 Sufrió un repunte de la enfermedad, una reacción al injerto y una enfermedad cerebral. Pero el virus desapareció.
Doce años después, a solas con EL PAÍS, Brown asegura que está “muy bien”. 
“Tan solo padezco de alergias, pero me ayudan a sentirme vivo”. Sonríe. 
Tras el primer trasplante siguió trabajando como traductor de alemán. 
Pero tras el segundo, lo tuvo que dejar. Ahora percibe el equivalente en Estados Unidos a una incapacidad permanente, “porque la leucemia puede volver”. 
Y ocasionalmente, trabaja “como masajista”.
 Eso sí, su principal cometido es implicarse en todo lo que tenga que ver con la curación del sida.
“Es una manera de devolver a los médicos lo que ellos hicieron por mí”, dice.
 Va allá donde le llaman. Dona “tiempo, sangre e incluso tejidos orgánicos”. 
Habla con infectados y con quienes se pueden infectar. 
Su grado de implicación es equivalente a su determinación para superar dos de las enfermedades más temidas por la humanidad. Una complicación de la leucemia le obligó a usar silla de ruedas. También ha logrado volver a andar. 
“Ando raro, la gente cree a veces que estoy borracho”, señala, “pero en realidad, no pruebo el alcohol”.

Brown es muy consciente de que es un “superviviente extremo”.
 Y ha sufrido el síndrome de quienes permanecen vivos mientras a su alrededor la gente muere. “Es muy duro”, confiesa, “a veces me reúno con grupos de enfermos que han sobrevivido al VIH en Palm Springs” (California), donde vive.
 Pero incluso allí es alguien singular. Los análisis periódicos a los que se somete no han hallado el rastro del virus ni en los reservorios donde se esconde. Ni en los ganglios linfáticos “ni siquiera en el cerebro”. Nada.
“Una vez me encontré con la madre de Ryan White, un niño que se infectó tras una transfusión de sangre”, rememora.
 El caso fue atroz, porque White tuvo que soportar el estigma de todos los enfermos de sida “en la sociedad, en la escuela, en su comunidad”. 
Al final, el muchacho murió y en Estados Unidos sirve de ejemplo para erradicar esta consideración de que el sida fue un castigo para quienes se desvían del camino recto. 
“Su madre se alegró muchísimo por mí, se sorprendió de que estuviera vivo tras conocer mi caso”, señala Brown.
 “Pero yo me sentí muy mal, porque yo estaba vivo y el niño estaba muerto”.
Él no sufrió en primera persona la condena social de los enfermos de sida. 
Ni la personal. 
"Yo vivía en Berlín y mis amigos, los que morían por el sida, estaban en San Francisco o Nueva York”.
 Además, en Europa encontró, tanto en la capital alemana como en Barcelona, donde vivió antes de la infección, “una sociedad más abierta que en Seattle”. 
“Mi madre es muy conservadora y una cristiana muy devota”, sostiene, “y al principio no le dije nada de mi curación, porque ella estaba tratándose por un cáncer de mama”. 
Tardó dos años en explicárselo y entonces “lloró”. Desde entonces, ha encontrado “mucho apoyo por parte de mi familia y de toda la sociedad”.
Tampoco sintió miedo, en ningún momento. 
Ni a la enfermedad ni a la posibilidad eventual de que el virus reapareciera. “Desde un principio, los médicos me dijeron que me había curado”, asevera.
 Les creyó y se libró del temor. “Pero después, sí me preocupa que alguien me pueda infectar”.
 Brown tiene pareja y ambos han acordado mantener una relación abierta. “Soy sexualmente activo y tengo relaciones con otras personas”, advierte.
 Generalmente, no les dice quién es. Cuando lo hace, “suelen googlear mi nombre junto al del VIH”, sonríe.
 Una vez más.
Pero, como cualquier otra persona sin VIH, no es inmune al contagio. Por eso toma todas las precauciones posibles. 
Y el PrEP, la profilaxis preexposición, un tratamiento al que se puede acceder en EE UU pero que en Europa todavía no está muy extendido.
 Y en España, ni siquiera aprobado.
 “Los jóvenes han vuelto a perder el miedo a contagiarse”, señala, “y este tratamiento es seguro y no tiene efectos secundarios”.

 

 

Alejandro Sanz, en reposo absoluto por una neumonía

"No hay peor sensación que no llegar donde eres esperado" ha dicho el cantante, que ha cancelado la presentación de su nuevo álbum, a la venta el viernes 5 de abril.

Alejandro Sanz neumonia
Alejandro Sanz, el pasado 21 de febrero en Miami. CORDON PRESS

 

Alejandro Sanz lleva meses promocionando la llegada de su nuevo trabajo de estudio, #ElDisco, el primero en cuatro años.
 Sin embargo, cuando apenas faltan 24 horas para su estreno, se ha visto obligado a detener todos los actos del mismo a causa de una neumonía. 
"Ganas es la mejor palabra que define #ElDisco, ganas de enseñaros lo que él ha extraído de mí y yo de él.
 Cada detalle, cada rasgo, cada nota, cada palabra vuestra empujándome a crear lo que el viernes dejará de ser mío para ser sólo vuestro.
 Una neumonía me ha obligado a suspender temporalmente todas las actividades programadas para el lanzamiento de #ElDisco", explicaba el cantante madrileño en su perfil de Instagram a última hora de la noche del miércoles, cuando faltaba poco más de un día para el estreno de su trabajo.
 "Los medios, mis fans me esperaban y no hay peor sensación que no llegar donde eres esperado. 
Es cuestión de días pero aún así tengo que curarme bien para retomar con más ganas aún hasta rendir el 1000% en #LaGira y que entendáis por qué este disco se llama #ElDisco.
 Os quiero", escribía en un texto junto a una foto suya. 
 Universal, su compañía discográfica, ha precisado a EL PAÍS que Sanz ya está en su domicilio "en reposo absoluto".
 Por el momento no saben cuando se reincorporá al trabajo.
 Ayer miércoles tenía que haber realizado una presentación de su trabajo en Madrid, que se canceló a última hora.
En apenas 12 horas su mensaje ha logrado más de 75.000 Me gusta y 3.000 comentarios en Instagram (donde el músico acumula 4,1 millones de seguidores), la inmensa mayoría de ellos en apoyo al cantante y deseándole una pronta recuperación.
 En Twitter, donde ha colgado una versión abreviada del mismo para sus 19,5 millones de seguidores, ha recibido más de 1.100 respuestas. 
Sanz lleva desde noviembre promocionando el lanzamiento de este álbum.
 Ha sacado tres canciones del mismo: No tengo nada, Back in the city, junto a Nicky Jam; y Mi persona favorita, con Camila Cabello. 
A este trabajo ha decidido llamarlo simplemente #ElDisco, y también el tour por España con el que lo presentará, que ha denominado #LaGira. 
En diciembre sacó a la venta solo cuatro fechas para la misma, en Sevilla, Barcelona, Madrid y Elche, cuyas entradas vendió en pocos días.
 Ahora ha anunciado una quinta, de fin de gira, en julio en Santiago de Compostela. 
Para esa cita todavía quedan billetes. Además, en agosto, septiembre y octubre realizará otra gira con 12 conciertos por Estados Unidos. 
Además, en estos últimos meses Sanz también ha estado muy implicado con el pueblo venezolano y ha apoyado públicamente a Juan Guaidó
De hecho, cantó el pasado 22 de febrero en un concierto multitudinario con Juanes o Miguel Bosé para recaudar fondos por el país. 
 

Carlota Casiraghi se casará en junio, tras un año de aplazamiento


Charlotte Casiraghi y Dimitri Rassam, en el Baile de la Rosa.


La hija de Carolina de Mónaco y su pareja, Dimitri Rassam, informaron en el Baile de la Rosa de su intención de contraer matrimonio tras meses de especulaciones sobre su relación.

No fue casual que la actriz Carole Bouquet y su hijo Dimitri Rassan acudieran al Baile de la Rosa el pasado sábado en Montecarlo ni que ocuparan un lugar destacado en el protocolo.
 Alberto de Mónaco y su hermana mayor, Carolina, ejercieron de anfitriones en este evento solidario que todos los años marca el inicio de la primavera. 
Su presencia se debía a una clara intención: oficializar la relación de Dimitri Rassam y Carlota Casiraghi, una pareja que lleva junta dos años, tiene un hijo en común pero vive rodeada de permanentes noticias de crisis.

Casiraghi y Rassam se convirtieron en padres de un niño, nacido en el Hospital Princesa Grace de Mónaco, el 23 de octubre de 2018. La princesa Carolina de Mónaco, madre de Carlota, y la actriz Carole Bouquet, madre del productor de cine, compartieron "su alegría" de convertirse en abuelas nuevamente en un comunicado. La pareja comenzó su relación en 2017 y la hicieron oficial en la alfombra roja de los premios César en febrero de 2018.

Alberto de Mónaco posa con su hermana Carolina y Carole Bouquet, en lo que se interpreta como la oficialización del compromiso de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam.
Alberto de Mónaco posa con su hermana Carolina y Carole Bouquet, en lo que se interpreta como la oficialización del compromiso de Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam.
Casiraghi y Rassam ya eran padres de relaciones anteriores. 
El productor de cine tiene una niña, Darya, de siete años, fruto de su relación con la modelo Masha Novoselova; mientras que Raphael, de seis años, nació de la relación de la hija de Carolina de Mónaco y el actor Gad Elmaleh.
La pareja se conoce desde hace años porque sus madres son amigas íntimas y han tenido trayectorias vitales paralelas.
 Carolina de Mónaco y la actriz Carole Bouquet, madre de Rassam, han acudido a los mismos lugares y frecuentado los mismos círculos desde su juventud, además de ser buenas amigas del diseñador Karl Lagerfeld
 La princesa se quedó viuda del empresario Stefano Casiraghi en 1990, cuando sus hijos Andrea, Carlota y Pierre tenían seis, cuatro y tres años, respectivamente; mientras que Jean-Pierre Rassam, marido de la actriz, se suicidó en 1985, con 43 años, cuando su hijo Dimitri solo tenía tres.
Ha sido una relación tan especial la suya que durante los últimos meses se llegó incluso a anunciar que la hija de Carolina de Mónaco había roto con el padre de su segundo hijo
 Ella se enfureció tanto que incluso llegó a amenazar con demandar a los medios de comunicación que cuestionaran su amor.
 Pero lo cierto es que la princesa y el productor de cine no se han dejado ver en público durante mucho tiempo ni han cumplido su deseo anunciado de casarse en la fecha inicialmente prevista: el pasado mes de junio. 
Ahora, sin embargo, están dispuestos a hacerlo. Ha sido precisamente en el Baile de la Rosa donde la pareja comunicó a los suyos que se casarán este próximo junio.
 Así lo adelanta la revista Paris Match en el número de esta semana.

 

Tensiones en el clan Aldi: la matriarca aparta del poder a su nuera por derrochadora

Cäcilie Albrecht, que falleció el pasado noviembre, ha dispuesto que sus nietos y la viuda de su hijo no puedan tomar ninguna decisión al frente de la cadena de supermercados.

Babette Albrecht, el 1 de febrero de 2019 en la Ópera de Dresde.
Babette Albrecht, el 1 de febrero de 2019 en la Ópera de Dresde. GETTY