Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 mar 2019

Belén Rueda desvela que no le gustó que su hija quisiera ser actriz

Belén Écija tiene 24 años y nació de su matrimonio con el productor Daniel Écija. La joven forma parte del reparto de la serie 'La valla' para Antena 3.

Belén Écija junto a su madre, Belén Rueda, en la entrega de premios de la Unión de Actores de Madrid.
Belén Écija junto a su madre, Belén Rueda, en la entrega de premios de la Unión de Actores de Madrid. GTRES
Ni es nuevo ni sorprendente, pero sí resulta curioso cómo la profesión de los padres influye en muchas ocasiones para marcar el camino de los hijos en el mundo laboral.
 Ocurre en todas las profesiones, y el ámbito del espectáculo no es una excepción.
 En las últimas semanas han aflorado varias nuevas aspirantes a estrellas en el panorama nacional con padres ya consolidados profesionalmente en el medio al que ellas aspiran.
 La última ha sido Belén Écija, hija de la actriz Belén Rueda y el productor y director Daniel Écija.



Belén, de 24 años, es la mayor de las tres hijas de la pareja que se separó en 2004: María —que falleció cuando aún no había cumplido dos años a causa de un problema cardíaco—, y Lucía, que actualmente tiene 19 años. 
Este lunes madre e hija se presentaron juntas en la gala de entrega de premios de la Unión de Actores de Madrid y su presencia hizo evidente que Belén Écija está dispuesta a abrirse camino como actriz.

Su primer trabajo importante –después de haberse formado en el Estudio Corazza, una de las escuelas de interpretación de más prestigio en España– será de la mano de su propio padre. Belén forma parte del reparto de La valla, una idea original de Daniel Écija que se está grabando para Antena 3 y que ha sido producida en colaboración con Goog Mood y Globomedia. 

Se trata de un drama ambientado en la España de 2045, un país gobernado por un régimen dictatorial, el sistema que se ha ido imponiendo en lo que antes eran democracias a causa de la escasez de recursos naturales. 

Una historia de supervivencia, traiciones, grandes secretos y un crimen que cuenta dentro del reparto con Unax Ugalde, Ángela Molina y Olivia Molina, otra madre e hija dedicadas a la interpretación. 


 
Belén Écija estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad San Pablo CEU y durante un año en el Iona College de Nueva York, pero finalmente se ha decidido por el mundo de la interpretación.
 Su madre, Belén Rueda, ha declarado que al principio no se mostró especialmente ilusionada con la decisión de su hija: “Les atraen los focos, las alfombras rojas… pero ella sabe todo lo que ha sido esto por detrás”, afirmó precisamente en la alfombra roja de los premios de la Unión de Actores.
Rueda confesó que está más nerviosa por el estreno de su hija que por su propio trabajo en Madres, la serie que comenzó a grabar en febrero para Telecinco.
 “Aunque al principio pienses, ‘Ay, no”, continuó explicando la actriz sobre el camino que decidió tomar su hija, “luego te parece lo lógico.
 Lo único que le dije fue que ya sabía lo que era esto, 12 horas de trabajo, se acabó salir…
 Cuando estás estudiando tu tiempo lo organizas como quieres, cuando estás trabajando, no”. 
A Belén Écija parece que ni esa presión ni el temor a que la comparen con su famosa madre le han hecho desistir de su propósito, y después de pequeños trabajos en tres cortometrajes y tres obras de teatro, se ha atrevido, de la mano de su padre, con una producción importante que tiene aspiraciones para distribuirse en medios o plataformas internacionales tras su emisión en Antena 3. El primer paso para cambiar su discreta vida anónima de buena estudiante por un perfil más visible.
 
Como su madre y su hermana Lucía, es una enamorada de los deportes. 
En invierno practica snow board y en verano surf, muchas veces en Menorca, una isla a la que está unida desde la infancia porque ha sido el lugar donde ha veraneado con sus padres, tanto cuando acudían juntos a la isla como cuando lo han hecho por separado. Enamorada de la playa, y de los viajes, aprovecha siempre que puede para escaparse con su grupo de amigos de siempre a recorrer lugares como Miami, Puerto Rico, Perú o Riviera Maya en México.

Su cuenta de Instagram da fe de estos recorridos pero también del amor que la une a su madre y su hermana. 
“El mejor regalo de mi vida es ella”, escribió sobre su madre hace meses en esta red social.
 El mismo cariño que demuestra hacia Inés, la hija que Daniel Écija tuvo hace dos años con su nueva mujer, Veronik Mendes.
 Entre sus amistades se cuentan otras dos descendientes de personajes conocidos del arte: Luna Serrat, nieta del cantante Joan Manuel Serrat; y Andrea Molina, hija de la actriz Lydia Bosch y de Micky Molina, otra hija de intérprete famosa que también ha mostrado interés por seguir los pasos artísticos de su madre. 
Stella del Carmen, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith; o Dora Postigo, hija de la desaparecida Bimba Bosé y del músico Diego Postigo, son algunas de las más recientes incorporaciones al mundo de los hijos de famosos actores y músicos que quieren seguir los pasos de sus progenitores.

Inhabilitada de por vida a la enfermera de Stephen Hawking por deficiencias en su atención

La familia del astrofísico pidió una investigación sobre Patricia Dowdy, que le cuidó durante 15 años.

Stephen Hawking junto a su enfermera, Patricia Dowdy, durante una visita a Isabel II en el Palacio de Buckingham en 2014.
Stephen Hawking junto a su enfermera, Patricia Dowdy, durante una visita a Isabel II en el Palacio de Buckingham en 2014. GETTY
Patricia Dowdy, la enfermera que cuidó durante 15 años del astrofísico británico Stephen Hawking, ha sido suspendida este martes del ejercicio de su oficio por no atender correctamente al científico, según ha anunciado el Consejo de Enfermería y Obstetricia del Reino Unido (NMC, por sus siglas en inglés).
 El organismo que regula estas profesiones en el país ha informado, tras una investigación por parte de un panel independiente de expertos, que Dowdy no proporcionó "los estándares de calidad y profesionalidad esperados y que merecía el profesor Hawking".
Según el NMC, estas acusaciones incluían falta de ética financiera, deshonestidad, no proporcionar al paciente los cuidados adecuados, falta de cualificación y ausencia de cooperación con el propio organismo regulador.
 Un portavoz de la familia de Hawking ha señalado este martes en un comunicado que tienen "confianza plena" en la investigación del NMC y que confían en que "se llegue a una conclusión independiente basada en los hechos". Matthew McClelland, uno de los directores del NMC declaró: "Agradecemos a la familia por habernos transmitido sus inquietudes".
Patricia Dowdy, de 61 años, "no respondió a las normas de calidad y profesionalidad en la atención que esperamos y que el profesor que Hawking merecía", explica el NMC en un comunicado publicado en su página de Internet. 
"Por lo tanto, la señora Dowdy no podrá ya ejercer como enfermera".
La investigación se ha mantenido en secreto desde el pasado mes de febrero por la "gravedad de las acusaciones, que nunca antes se habían hecho públicas".
 Ese secreto puede deberse tanto a la enfermedad de Hawking o a su relevancia pública, ha explicado el NMC.
 Patricia Dowdy había dejado de trabajar para Hawking en 2016, dos años antes de su fallecimiento, en marzo de 2018. 
En ese momento se inició la investigación sobre su supuesta conducta inapropiada. 
 Antes de su muerte, los familiares del astrofísico decidieron interponer la denuncia que ha abierto esta investigación. Dowdy fue objeto de una suspensión profesional en marzo de 2016.
Desde 1964 Hawking padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que le dejó inmóvil. 
Su vida fue retratada en la oscarizada película sobre su vida La teoría del todo, dirigida por James Marsh y con el actor Eddie Redmayne en el papel del científico.
 Stephen Hawking estaba acompañado en todo momento de un equipo de al menos siete personas que le atendían.
 Escribía gracias a un sensor en la mejilla, donde estaba uno de los pocos músculos que podía mover debido a la enfermedad neurodegenerativa que padecía, y se comunicaba a través de un sintetizador de voz.
 Pese a esta discapacidad, este profesor de la Universidad de Cambridge consagró su vida al estudio del universo hasta convertirse en una figura científica de primer orden.

 

Pérez Reverte: “Los españoles somos peligrosos. Vamos a acabar mal”

El autor presenta en Madrid ‘Una historia de España’ con una serie de artículos publicados durante cuatro años en 'XL Semanal'.

 

Arturo Pérez Reverte, este miércoles, en Madrid. En vídeo, presentación de su nuevo libro . EFE
 
Arturo Pérez-Reverte ha presentado este miércoles su nuevo libro, Una historia de España (Alfaguara), junto a su editora, Pilar Reyes, en el Hotel Palace de Madrid.
 Se trata de un volumen que reúne artículos escritos en el XL Semanal publicados a lo largo de cuatro años.
 Arden ya las redes a ambos lados del Atlántico… 
Él se entrega a un soliloquio noventayochista con matices de esperanza, que reproducimos a continuación.
 Negro, pero no tanto:

“Yo no soy historiador, ni quiero serlo… Leo Historia, me gusta mucho.
 Es lo que explica el presente, la luz que nos permite comprenderlo. 
Durante cuatro años he escrito estos artículos bajo una mirada personal, subjetiva, parcial. Pero no quiero suplantar a los historiadores, sino guiar a la gente para que luego vayan a buscar sus libros. 
Cuando tienes canas en la barba uno se da cuenta de que la mirada sobre España no es agradable siempre. Según yo lo veo, hay cuatro maneras de afrontarla. 
La primera, desde una óptica de derechas, que ensalza una serie de episodios épicos, los blasones de la grandeza y el imperio: los tercios, la reconquista, pero con una falta de lucidez crítica sobre su envés.
 Otra mirada es la de izquierdas, completamente opuesta, empeñada en buscar siempre lo negativo. Para ellos la conquista fue un genocidio y la presencia en Europa, brutalidad.
 Son dos visiones parciales. Una empeñada en blanquear y otra en oscurecer.
 Luego está la de los nacionalismos periféricos.
 Para ellos, España no existe, se estudia de manera parcial, no general. 
Y por último, queda la que más me gusta a mí.
 
La que cuenta que este es un país donde pasaron muchas cosas durante muchos siglos y que blanquearlas es tan malo como ocultarlas pero que nos une una especie de cemento común que justifica todo.
 Cuando te colocas en ese punto te llueven hostias por todos lados.
 Por eso decidí hacer la historia que no le gustara a nadie, sólo a mí.
 Y es amarga. No había leído los artículos todos seguidos y al revisarlos para el libro me di cuenta de que era amargo. ¿Por qué? Por los propios españoles.
 No han tenido la culpa las invasiones, ni las hambrunas. Ha sido nuestra manera de hacerlo.
 El resultado no ofrece una experiencia feliz, sino una sucesión de ocasiones perdidas.
 Cuando estamos a punto de tocar el cielo, perdemos el tren.
 Y seguirá ocurriendo porque padecemos un problema de educación y de memoria. Por eso hoy, cualquier joven queda a expensas de la manipulación de cualquier populismo.
 Les falta saber quiénes son, de dónde vienen, quienes fueron y qué hicieron sus padres y sus abuelos. Por eso no puedo evitar que me invada cierta melancolía".
"La izquierda le ha cedido a la derecha la Historia y lo ha hecho gratis", continúa el escritor. "La derecha se ha envuelto en esa bandera y esa cesión y la apropiación se ha convertido en un asunto delicado. 
 Sin educación, los jóvenes no van a saber hacer frente a los lobos, sean rojos o negros. 
No todo ocurrió con Franco. Aquello fue una recaída, venía de atrás.
 Al caer la memoria, cae el futuro.
 Ponemos a las ovejas a merced del lobo y así no podrán hacer frente al siglo XXI.
 Sin embargo, veo los síntomas y al bucear en la Historia me siento optimista también, encuentras cosas fascinantes. A pesar de la amargura, no lo puedo evitar. 
Sales, pones el oído y te das cuenta de que vives en un país formidable donde todos los guiris quieren venir a vivir porque piensan que tenemos un chiringuito espléndido. 
Por eso no puedo evitar ser también un optimista lúcido y bien documentado. 
Pero lo cierto es que este es un país en demolición. Y quizás merezca serlo, cuidado. Pero hay que saber por qué nos lo estamos cargando.
 Ningún país de Europa tiene un impulso suicida parecido al nuestro. Yo he escrito todo esto para comprender y estas son las conclusiones.
 Esta demolición es culpa nuestra. Se debe a nuestra vileza, a nuestra comodidad, a la apatía. 
Debemos tener claras algunas cosas: destruir la lengua es perder América, destruir la memoria, perder España. Sin Historia, sin memoria, estamos perdidos.
 Si seguimos así, acabaremos mal". 
Sobre el momento actual en esta España preelectoral, Pérez-Reverte ha dicho: "Todo va pasando por la máquina de picar: la monarquía, la lengua, la historia. Picadillo. Necesitamos un marco en que conversar, dialogar, analizar para luego, si queremos, cambiar. Pero lo nuestro es la eliminación sistemática del enemigo.
 Por estupidez, por desidia, por ignorancia. Me preguntan si soy republicano o monárquico y a mí me gusta la república de Escipión, aquella, la auténtica, la de Roma, como Dios manda. 
Pero miro aquí y pienso: si demolemos el Estado, ¿cómo lo reconstruimos? ¿Con Casado, con Rivera, con Echenique, con Pablo Iglesias, con Zapatero…? Pues veo a Felipe VI, un tío guapo, que sabe estar bien y pienso: me agarro al alto.
 ¿Cuándo han leído un libro estos tíos? ¿Saben quién es Marat, Trotski, Bakunin? Es una batalla perdida. Echo en falta cultura y generosidad por su parte. 
No buscar la aniquilación del otro, el exterminio o la anulación, sino la solidaridad. La historia no nos sirve para construir un mejor futuro.
 Pero si asumes lo que eres, si te sientes cómodo en tu camisa puedes empezar a hacer cosas.
 No somos inferiores a nadie, somos incluso mejores en muchas cosas.
 Pero también debemos ser conscientes de que podemos convertirnos en seres muy peligrosos.
 Debemos buscar las condiciones para no serlo.
 Conocer las causas para intentar no caer. Eso requiere un esfuerzo nacional. 
He visto lugares aparentemente civilizados irse en poco tiempo al diablo. Todo es posible”.