Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 mar 2019

Quique San Francisco pierde su casa

El cómico, que vive en un hotel desde hace año y medio, confiesa sus problemas económicos y culpa a varios agentes de haberle engañado.

Quique San Francisco
El actor Quique San Francisco en el Teatro Cofidis Alcázar, en Madrid, el pasado octubre.
Enrique San Francisco no está pasando por su mejor momento.
 El actor y humorista, de 64 años, ha confesado que ha perdido su casa por culpa de sus problemas económicos. 
“Me fui yo antes de que me la quitaran. Fui más rápido porque esas cosas se ven venir”, aseguró el pasado sábado en una entrevista en Telecinco, en el programa Sábado deluxe.

El artista contó que lleva más de año y medio viviendo en una habitación de hotel a las afueras de Madrid: “Me fui para dos semanas pero empecé a cogerle el gusto a estar fuera de Madrid, que es una pena decirlo, fíjate a lo que hemos llegado, pero para mí se ha convertido en una ciudad muy incómoda”. 
Sin querer dar nombres, el actor culpó de parte de sus problemas a “varios agentes” que lo habían engañado a lo largo de toda su carrera
“No voy a decir el nombre del último porque ya es conocido y soy muy respetuoso”. El intérprete de películas como Orquesta Club Virginia o Amanece que no es poco explicó también que le queda poco viviendo en el hotel, pues en breve se trasladará a un piso de alquiler. 
“Sale más barato un piso que un hotel, y yo no soy Kiko Matamoros, necesito ahorrar para una cerveza”, bromeó sobre la noticia de que el colaborador de Sálvame está pagando casi 8.000 euros por mudarse a un hotel después de su divorcio de Makoke.
San Francisco, que comenzó en esta industria a los seis años y lleva a sus espaldas 70 películas, 40 obras de teatro y la etiqueta de ser pionero en la ahora extendida fórmula de los monólogos, estrenó el pasado octubre La penúltima, su nuevo espectáculo, con el que está recorriendo toda la geografía española y termina el próximo mayo. Además ya está en cines 4 latas, la película de Gerardo Olivares en la que comparte pantalla con el actor Jean Reno, con un pequeño papel dramático.
Sin pelos en la lengua como acostumbra, el actor también habló de que a su edad no lleva muy bien la fama, que le ha provocado una enorme pereza para salir de fiesta. 
“Me aburre muchísimo salir. Con lo de las fotos y todo eso es horrible…llega un momento en el que no te apetece. 
 Es el aviso de tu vejez…pero creo que es por el cansancio. Lo difícil de ser mediático son estas cosas”, concluyó.

 

Françoise Bettencourt, el buscado anonimato de la mujer más rica del mundo

Con una fortuna de 43.400 millones, la heredera del imperio L'Oréal prefiere pasearse en chándal por el parque que frecuentar a la ‘jet set’.

 

Françoise Bettencourt
Françoise Bettencourt Meyers y su marido, Jean-Pierre Meyers, en unos premios de L'Oréal celebrados en París en marzo de 2018. Getty Images

Hallados rastros del zurdo Leonardo da Vinci en ‘La Gioconda’ desnuda

 

Los científicos franceses vinculados al Louvre hallan en la 'Monna Vanna' ciertas huellas que podrían atribuir “la mayor parte del dibujo” al maestro.

La 'Monna Vanna'.
La 'Monna Vanna'.
No se sabe si la Monna Vanna fue una gran broma o un retrato de uno de sus ayudantes convertido en mujer.
 La firma también es un misterio, como mucho de lo que tiene que ver con Leonardo da Vinci.
 Se ha querido ver una versión desnuda de La Gioconda, coetánea de este dibujo a carboncillo, aunque solo tengan en común la posición de la protagonista. 
Ahora, los especialistas del laboratorio del Centre de Recherche et de Restauration des Musées de France (C2RMF), bajo la supervisión del Louvre de París, han determinado que ahí hay mano de Leonardo.
 Al menos así lo ha hecho saber Mathieu Deldicque a la agencia AFP. El responsable de la conservación del dibujo en el Museo Condé, en el palacio de Chantilly, de propiedad pública, ha asegurado que los expertos han determinado que “hay una gran posibilidad de que Leonardo haya hecho la mayor parte del dibujo”.
El C2RMF todavía no ha hecho público el estudio, pero Deldicque –el mayor defensor en los últimos años del reconocimiento de la mano del maestro, en la conocida como Monna Vanna– ha adelantado que los exámenes del laboratorio del C2RMF han demostrado que la imagen se dibujó desde la parte superior izquierda hacia la inferior derecha, síntoma propio de un autor zurdo, como Leonardo.

La 'Monna Vanna'.
La 'Monna Vanna'.

El C2RMF todavía no ha hecho público el estudio, pero Deldicque –el mayor defensor en los últimos años del reconocimiento de la mano del maestro, en la conocida como Monna Vanna– ha adelantado que los exámenes del laboratorio del C2RMF han demostrado que la imagen se dibujó desde la parte superior izquierda hacia la inferior derecha, síntoma propio de un autor zurdo, como Leonardo.
 Al parecer, a lo largo de la superficie han quedado grabadas las marcas y las manchas del carbón utilizado por el pintor.
 Es otra buena noticia para la celebración este año de los 500 años del fallecimiento del genio renacentista, aunque el Louvre todavía debe decidir si Salvator Mundi es autoría de Leonardo.
Los expertos han datado la Monna Vanna en 1503, año en que Leonardo empieza con Mona Lisa
De hecho, con la compra de la Monna Vanna pasó algo parecido a la del cuadro más caro de la historia de las subastas (450 millones de dólares): el duque de Aumale compró, en 1862, el dibujo como si fuera de Leonardo, por la elevada cifra de 7.000 francos.
 Y dos años más tarde, los historiadores se retractaron y arrebataron su autoría, que podría ser de Salai. 
“En Milán”, cuenta Vasari, “Leonardo tomó como sirviente a un milanés llamado Salai.
 Era extraor­dinariamente agraciado y atractivo, y tenía un hermoso cabello rizado que Leonardo adoraba”. 
Sus rizos y las bellas facciones del joven se repiten una y otra vez en los bocetos y apuntes en hojas y cuadernos. 
Salai es la fuente de inspiración del canon de belleza masculino que crea el maestro, que podría haber convertido en mujer.

Mejor, acompañado

El muchacho es un truhan, un ladronzuelo, que el maestro colma con caprichos sin reparar en gastos:
 le compra una capa tan cara como llamativa (cuatro brazos de paño de plata, terciopelo verde para los ribetes, cintas, aros pequeños...). La pareja pasea tranquilamente ya por Florencia, el más joven protegido por una capa plateada, el mayor con unas largas calzas rosas.
 Además de los regalos, forma a Salai –con 16 años– como un pintor competente, que ya estaba con él en la preparación del muro de la Última Cena, en Santa María delle Grazie, unos años antes de realizar esta mujer desnuda, un hito extraño en medio de su producción y su vida revuelta.
'Salvator Mundi', de Leonardo da Vinci. Vendido en 2017, en subasta, por 382,1 millones de euros. Pinchando en la imagen, la galería con los cuadros más caros de la historia. 
'Salvator Mundi', de Leonardo da Vinci. Vendido en 2017, en subasta, por 382,1 millones de euros. Pinchando en la imagen, la galería con los cuadros más caros de la historia. reuters
El descubrimiento del C2RMF confirma –una vez más– que Leonardo nunca trabajó solo y siempre dejó al taller lo engorroso. Vasari tiene un célebre comentario sobre el artista: “Empezaba muchas cosas y nunca las terminaba”. 
Como hizo Verrocchio con él antes, Leonardo delega pequeñas áreas de las pinturas a sus alumnos y asistentes, dándoles la responsabilidad de continuar el trabajo que el maestro ha marcado con su primer dibujo. 
En ocasiones les hace responsables de un diseño global, otras veces rematan partes en las que basta con que continúen la coherencia estilística de la firma de la empresa.
En otras ocasiones, copian. Todos sus pupilos debían educarse en la ley del dibujo para que los cuadros resistieran como los edificios.
 El dibujo antes que nada. El dibujo a todas horas y ellos reproducen los bocetos que Leonardo traza en sus cuadernos. Revisa sus ejercicios y siempre incide sobre lo mismo: las sombras. Se queja el maestro de que sus ayudantes nunca las rematan, que tienen afán y amor por la pintura, pero no disposición. 
Necesita ver más voluntad y mimo por el detalle. 
“Hay más dificultad en las sombras de las pinturas que en sus perfiles”, escribe. 
Por eso insiste en el cuidado y la verdad, en la intención y en la verdad, para lograr el claroscuro (una de la pruebas de esta Monna Vanna).

Un gesto muy ensayado

Esta mujer desnuda recuerda a La Gioconda, pero la obra de arte más famosa del mundo no fue fruto de la espontaneidad ni un gesto casual.
 Es la fuerza de la insistencia: el cruce de manos por delante de la figura ya los practicó en el delicado dibujo, de 1500, que hace como cartón preparatorio con sanguina para el retrato que nunca realizará a Isabella d’Este (y que ella le reclamará toda su vida).
 El boceto es la compensación por la atención que le ofreció la marquesa de Mantua, una de las mujeres más poderosas del momento, en su huida de Milán a Florencia. 
Esta postura es el primer acercamiento del modelo que llevará a otros retratos y que culminará con La Gioconda años más tarde.
Los expertos han datado la Monna Vanna en 1503, año en que Leonardo empieza con Mona Lisa, cuando acaba de llegar a Florencia, adonde ha regresado 18 años después.
 Con casi 50 años vuelve a estar exiliado, sin trabajo y tratando de buscar un lugar en el mundo que no termina de aceptarle.
 Le encuentran admirable y absurdo. Abre una de sus pequeñas libretas y escribe: “El movimiento es el origen de toda vida”. Pura resignación.
 Da Vinci es un migrante sin refugio, que solo encuentra nación en su taller y en sus cuadernos, cómplices de su devenir errático, libretas que cuelgan de su cintura y dan testimonio de su vida.
 Y vuelve a escribir: “¿Por qué no creas entonces obras que hagan que tras tu muerte sigas pareciendo vivo, en lugar de pasarte la vida durmiendo como si fueras ya un triste muerto?”.


 

 

 

11 mar 2019

Zidane vuelve al Real Madrid nueve meses después de marcharse

El entrenador francés regresa al club empujado por la grave crisis deportiva.

Zinedine Zidane, en una rueda de prensa con el Real Madrid.
Zinedine Zidane, en una rueda de prensa con el Real Madrid. Getty Images
Zinedine Zidane será el entrenador del Real Madrid. 283 días después de marcharse de la casa blanca, el técnico francés regresa al banquillo merengue, según ha avanzado La Sexta
 El preparador anunció inesperadamente su decisión de abandonar el Real Madrid el 31 de mayo de 2018, tras dos años y medio en el cargo, y 9 títulos y tres Champions.
 "Es el momento y lo mejor para todos", dijo, en una decisión que dejó "helados" a todos los estamentos del club blanco.

Zidane regresa en medio de una grave crisis deportiva, desatada tras perder en solo una semana los tres títulos en juego. 
El galo será el tercer entrenador esta temporada. En verano llegó Julen Lopetegui en una polémica contratación. 
El vasco fue despedido de la selección cuando se anunció su fichaje por el Madrid. 
El exseleccionador duró en el banquillo hasta el 29 de octubre, tras caer goleado en el Camp Nou (5-1), un resultado que le dejaba a siete puntos del líder. 
En su lugar llegó Santiago Solari, técnico hasta entonces del Castilla. El argentino ha durado una vuelta entera de Liga.
 En su periodo, el equipo enderezó el rumbo tras las Navidades, animado por la aparición de Vinicius. 
Sin embargo, los partidos de vuelta de las semifinales de Copa contra el Barcelona (0-3), de los octavos de Champions ante el Ajax (1-4), y el clásico liguero (0-1) desencadenó una grave crisis deportiva en el Madrid. 
Cuando Zidane anunció su adiós, nadie en el club sospechaba que se iría. 
Ni mucho menos después de ganar en Kiev la tercera Champions seguida, su noveno título desde que llegó al banquillo blanco en enero de 2016. 
Pero Zidane había decidido marcharse. Así se lo comunicó a Florentino Pérez, a quien ahora dice sí a regresar apenas nueve meses después asegurar que se iba porque era "el mejor momento", ya que, argumentaba, el equipo "tenía que seguir ganando y para eso necesita un cambio". 
Hoy, con el Real Madrid fuera de todas las competiciones de forma muy prematura, Zidane tendrá que explicar qué le ha hecho cambiar de opinión respecto al final de la temporada pasada.
 "Soy ganador, no me gusta perder. Si no veo claramente que vamos a seguir ganando y no veo las cosas claras, como yo quiero, es mejor no seguir y no hacer tonterías”, dijo entonces.