Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 ene 2019

El valenciano que se hizo un seguro contra el hambre

En la localidad valenciana de Alzira, más de 400 árboles frutales, un pequeño huerto, arbustos y plantas aromáticas conviven en perfecta simbiosis.

Cada día Juan Antón Mora recoge la fruta y las verduras que ya están maduras. 
Cada día Juan Antón Mora recoge la fruta y las verduras que ya están maduras.
La variedad y el colorido del bosque de Mora contrastan con los campos de naranjos de monocultivo que le rodean. 
 Además, en su parcela no utiliza estiércol, ni fertilizantes, no se mueve la tierra ni se utilizan herbicidas.
 De vez en cuando siega la hierba y la deposita debajo de los árboles para que mantengan más tiempo la humedad y para que los microorganismos actúen sobre la materia orgánica y al descomponerse le den al árbol el alimento que necesita.
“Un bosque de alimentos consiste en copiar los procesos de la naturaleza en un entorno controlado por el hombre para crear un espacio que produce alimentos sin apenas mantenimiento ni gasto energético.
 Es la demostración práctica de que, siguiendo el ejemplo de la naturaleza sin alterar nada, todo funciona correctamente.
 Ya lleva más de 20 años así, sin abonos ni cuidados específicos. Saber cultivar tu propia comida es hacerte un seguro contra el hambre”, explica.
 Un lugar como el que Mora ha creado puede alimentar a generaciones y generaciones de seres humanos, sin apenas mantenimiento, gasto energético ni agua y con cero emisión de gases contaminantes.
Juan Antón Mora acude a su pequeño huerto para recoger unas cuantas patatas y zanahorias. 
Juan Antón Mora acude a su pequeño huerto para recoger unas cuantas patatas y zanahorias.
La Red Ibérica de Bosques Comestibles y Semillas Libres cuenta ya con más de 30 proyectos iniciados en varios puntos de la geografía española y otros cuantos en fase de estudio. 
“Somos un colectivo en el cual diseñamos proyectos de reforestación tanto públicos como privados de manera gratuita. Ingenieros agrícolas, diseñadores gráficos, paisajistas o arquitectos componemos un equipo de personas que hace ya un par de años nos dimos cuenta de la necesidad de hacer algo por todas las personas que querían crear un bosque de alimentos y no sabían cómo hacerlo”, comenta Diego Luis López Pérez, cofundador de la red. El próximo paso de la iniciativa es consolidar otros 20 bosques y crear una relación de colaboración entre ellos para organizar sus producciones e intercambiar excedentes.
Mora no se ha limitado a crear su propio modelo de autoalimentación, sino también a divulgarlo.
 Su casa siempre está abierta para compartir su experiencia con otras personas interesadas en crear su propio sistema de autoalimentación y ha recibido visitas desde Suiza, Holanda o Francia. 

“Cuando viajé a Honduras, le pregunté a un chico que trabajaba lavando coches cuánto ganaba.
 Me dijo la misma cifra que yo me gastaba en tabaco todos los meses. 
Me dio mucha vergüenza y supe que tenía que seguir haciendo algo”. Desde ese momento con ese dinero ha implementado varios proyectos en Tegucigalpa como plantar 1.500 arboles frutales en una de sus barriadas. 
También ha visitado los campamentos de refugiados saharauis en Argelia y sueña con poder crear allí un modelo de autoalimentación sostenible.
“Cuando viajé a Honduras, le pregunté a un chico que trabajaba lavando coches cuánto ganaba. 
Me dijo la misma cifra que yo me gastaba en tabaco todos los meses. Me dio mucha vergüenza y supe que tenía que seguir haciendo algo”.
 Desde ese momento con ese dinero ha implementado varios proyectos en Tegucigalpa como plantar 1.500 arboles frutales en una de sus barriadas.
 También ha visitado los campamentos de refugiados saharauis en Argelia y sueña con poder crear allí un modelo de autoalimentación sostenible.

En España, cada vez más gente está apostando por producir sus propios alimentos y hacerlo de manera sostenible. Según Luis Martínez-Zaporta, biólogo especializado en agricultura ecológica y consultor de biodiversidad, entre 2000 y 2015, las parcelas dedicadas a huertos urbanos en España pasaron de apenas 1.000 a más de 20.000, y de ocupar una superficie menor de 15 hectáreas a más de 200.
“Está claro que buscamos alternativas a cosas que no nos gusta cómo se hacen. Los que pueden tienen un huerto, otros cultivan en pequeñas macetas en los huertos verticales que construyen en sus terrazas y otros compran en grupos de consumo a un agricultor que les garantiza comer sano”. Juan Antón Mora lo tiene claro: quiere con su ejemplo animar a otras personas a ponerse en marcha y contribuir a crear un mundo más sostenible y menos desigual.

En España, cada vez más gente está apostando por producir sus propios alimentos y hacerlo de manera sostenible. Según Luis Martínez-Zaporta, biólogo especializado en agricultura ecológica y consultor de biodiversidad, entre 2000 y 2015, las parcelas dedicadas a huertos urbanos en España pasaron de apenas 1.000 a más de 20.000, y de ocupar una superficie menor de 15 hectáreas a más de 200.
“Está claro que buscamos alternativas a cosas que no nos gusta cómo se hacen. Los que pueden tienen un huerto, otros cultivan en pequeñas macetas en los huertos verticales que construyen en sus terrazas y otros compran en grupos de consumo a un agricultor que les garantiza comer sano”. Juan Antón Mora lo tiene claro: quiere con su ejemplo animar a otras personas a ponerse en marcha y contribuir a crear un mundo más sostenible y menos desigual.

 

Mario Vaquerizo sufre una artrosis degenerativa

El polifacético artista lleva desde hace un mes apartado de la vida pública y con fuertes dolores.

 

Mario Vaquerizo enfermedad
El cantante Mario Vaquerizo. GTRES
 
Mario Vaquerizo lleva varias semanas sin trabajar y apartado de la vida pública a causa de una enfermedad. Haciendo un alto en su comparecencia el fin de semana ha acudido a Sábado deluxe para habla de su salud. 
 "Tengo una degeneración que acaba en artrosis crónica.
 Soy muy mal paciente, el dolor continuado no lo soporto", ha explicado. Días antes su esposa Alaska hablaba de su estado de salud: "Está perfectamente, dentro de la gravedad". 
Horas después, en las redes sociales, Vaquerizo lanzaba un mensaje a su fans: "Llevo varios días desaparecido y metido en la cama por culpa de un pinzamiento o como se diga en la espalda que me sigue teniendo k.o. y sin ganas de nada, ni Nochevieja, ni contestar a mensajes, ni ganas de hablar (y mira que es difícil)..." 
Todo ello comenzó el pasado 28 de diciembre: 
"Menudo día y menuda broma", dice el cantante en relación al Día de los Santos Inocentes.
 "No puedo correr ni peinarme con el secador, pero beber cerveza sí. 
Mi enfermedad me está afectando tanto que no tengo ganas de nada". Los médicos le han dicho que mejorará: "Me han dicho que esto es para siempre, pero que me recuperaré". Entre las recomendaciones de los especialistas está hacer algo de ejercicio para fortalecer su musculatura.
Mario ha pasado estos días en casa, acompañado de los suyos. "Mis dolores siguen pero no van a poder con esta Nancy pesada que está deseando volver a ser una mariquita inquieta, que ese es mi estado natural", ha escrito en sus redes.
Tras terminar de grabar MasterChef, el vocalista de Las Nancys Rubias está preparando su siguiente trabajo con la banda y, además, está escribiendo un libro.
Por otro lado, Vaquerizo ha confesado que su sueño es abrir un negocio en el centro de Madrid. "Mi plan es comprar la librería de al lado de mi casa y vender objetos de Alaska y míos. 
Y por un euro más pueden subir a nuestras casas. Tengo cinco y sé que me van a llamar capitalista", ha dicho. 
 

Todo el mundo le busca novia a Brad Pitt: la última, Charlize Theron

Más de dos años después de su separación de Angelina Jolie, los tabloides británicos afirman que el actor y la intérprete sudafricana llevan alrededor de un mes saliendo juntos.

Brad PItt Charlize Theron
Brad PItt, en Hollywood en noviembre de 2018. GETTY

 

En septiembre de 2016, Brad Pitt y Angelina Jolie anunciaban su separación
 Tras una década de noviazgo, dos años de matrimonio y seis hijos en común, la pareja alegaba "diferencias irreconciliables". 
Una perfecta definición para su ruptura, como se demostró a lo largo de los siguientes meses, en los que las dos estrellas de Hollywood pelearon por su patrimonio y por la custodia de sus hijos, sobre la que ya han llegado a un acuerdo
Lo que también ha ocurrido desde que se separaron es que a ambos se les han asignado nuevas parejas, en especial a Pitt. Novias pasadas y presentes han ido desfilando por los tabloides como acompañantes del intérprete de Seven, y en ocasiones portavoces de él o de ellas han tenido que desmentirlo.
 Ese fue el caso de Jennifer Aniston
La protagonista de Friends estuvo casada durante cinco años (2000-2005) con Pitt. Desde 2001 salió con el actor Justin Theroux, con quien se casó en agosto de 2015 y hasta febrero de 2018. Al poco de conocerse su ruptura, muchos quisieron asociarla a una nueva relación con Pitt
Sin embargo, una agente de la actriz tuvo que contar que no volvían a estar juntos ni a pasar las vacaciones en la casa de George Clooney en el lago Como, como algunos insinuaban.

Ahora la elegida por los tabloides británicos como acompañante de Brad Pitt, de 55 años, es Charlize Theron, de 43.
 El actor sería el nuevo novio de la ganadora del Oscar por Monster en 2003, según The Sun. 
Cuenta este medio británico que la pareja es reciente, y que llevarían saliendo apenas un mes, aproximadamente desde Navidad. 
Como detalles extra, aporta que los presentó el actor Sean Penn, con quien Theron salió desde finales de 2013 hasta junio de 2015.
Según The Sun, que cita a una fuente cercana, "se han estado viendo durante un mes. 
Han sido amigos durante algún tiempo, pero las cosas han evolucionado". Al parecer, se les ha visto en un pase de una película y después tomando algo en un bar de un hotel.
 Las informaciones sobre la pareja se refuerzan a causa el perfil de Theron, similar al de Angelina Jolie: una mujer triunfadora desde la nada, con relaciones conflictivas con sus padres, que ha pasado por distintas relaciones y ha decidido adoptar a hijos al margen de ellas, y con un perfil solidario.
 
Brad Pitt y Charlize Theron
Charlize Theron, en unos premios celebrados en enero de 2019 en California. CORDON PRESS
Aniston y Theron son algunas de las mujeres famosas con las que se ha asociado a Pitt, pero no la única.
 Una de las primeras fue Marion Cotillard, con la que compartió protagonismo en Aliados, y que tuvo que salir a desmentirlo.
 "No estoy acostumbrada a comentar cosas como esta, ni a tomármelas en serio, pero ya que esta situación llegó demasiado lejos y al ver que le afecta a la gente que quiero, tengo que hablar. Antes de nada, decir que yo hace muchos años que conocí al hombre de mi vida, padre de mi hijo y del bebé que viene en camino.
 Él es mi amor, mi mejor amigo y el único que necesito", negó Cotillard en un comunicado en septiembre de 2016, haciendo referencia a su pareja, el actor y director Guillaume Canet.
Además, en los primeros meses de su divorcio se habló de un posible romance con la actriz Kate Hudson, aunque ella acabó contando que se trataba del "rumor más loco de todos los tiempos". Ahora, Hudson sale con el músico Danny Fujikawa, con quien acaba de tener una hija, Rani Rose. 
Otra que tuvo que desmentir su romance con Pitt fue Sienna Miller, que aseguraba que no iba "a hacer digna la pregunta con una respuesta" al ser preguntada al respecto.
 "Es predecible y absurdo", aseguró a Page Six en abril de 2017
No solo de mujeres famosas han hablado los medios; también se ha citado como romances de Pitt a otras menos conocidas.
 Como Neri Oxman, arquitecta y profesora de 42 años del destacado instituto MIT, que el pasado octubre tuvo que confirmar personalmente a través de un perfil en The New York Times que no estaba saliendo con el actor y que solo les unía su gusto por el arte y la arquitectura.
 También se le asoció con la gurú espiritual y diseñadora de joyas Sat Hari Kalsa.
 "Son buenos amigos", tuvo que decir una fuente al respecto.

El nido de amor de Joseph Goebbels sale muy caro

Las autoridades de Alemania estudian qué hacer con la villa de Bogensee, donde el ministro nazi de Propaganda seducía actrices y escribió varios de sus discursos.

El ministro nazi de Propaganda Joseph Goebbels saluda a la actriz italiana Elli Parvo, en 1941. En el vídeo, la historia de la villa de Bogensee.

Una verdadera patata caliente, si se permite la expresión, es lo que tiene el Gobierno municipal de Berlín, ciudad a la que le pertenece, con el nido de amor de Joseph Goebbels, la casa campestre a la que el rijoso ministro nazi de Propaganda llevaba a sus conquistas pour consommer y donde (mientras no estaba con lo otro) escribió algunos de sus más famosos discursos, como el de la guerra total.

La propiedad, abandonada desde la reunificación alemana hace dos décadas, cuesta un congo al erario público (un millón de euros de mantenimiento al año) y no hay forma de saber qué hacer con ella. Entre las propuestas está venderla, musealizarla o demolerla. 
Lo primero presenta el problema de que ve a saber quién la compra, igual van y te montan un santuario neonazi o un puticlub pardo. Rehabilitarla y convertirla en museo exige, aparte de la inversión (100 millones), hacerlo con mucha sutileza y revivir un pasado muy incómodo en Alemania. 
En cuanto a derribar la casa —que es de lo poco que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial en el área de Berlín—, como ha sugerido un miembro del partido socialdemócrata, desde luego acabaría con el problema, pero parece demasiado drástico.
 La villa, el suntuoso concepto de cottage o manor house que se le pude suponer a un jerarca del III Reich con gustos caros y ganas de impresionar a las visitas (sobre todo a las jóvenes actrices que eran la especialidad del depredador doctor Goebbels), es uno de los pocos edificios de los nazis que se conserva intacto (el equivalente de Goering, el famoso Carinhall, fue volado), con todos los poco agradables recuerdos que concita.

La villa de Bogensee, a 15 kilómetros de Berlín. 
La villa de Bogensee, a 15 kilómetros de Berlín. Getty Images
Se alza a quinientos metros del pequeño y cuco lago de Bogensee, cerca de Wandlitz, en el Estado de Brandeburgo, unos 15 kilómetros al norte de la ciudad de Berlín.
 Allí decidió tener un lugar de refugio, un retiro y, por decirlo claro, un picadero, el lujurioso ministro, que sería bajito (metro y medio) y cojo pero actuaba como si fuera el mismísimo Casanova, el tío. Lo hacía usando el poder que le proporcionaba ser uno de los grandes jerarcas nazis y el responsable del cine alemán: eso le permitía hacer unos castings de sofá dignos de un Harvey Weinstein con esvástica.
 Cualquiera le montaba un Me Too a Goebbels: no es que acabaras con tu carrera es que acababas en el campo de concentración Ravensbrück.

Para que no hubiera duda de dónde te metías, Haus am Bogensee, la villa contaba no solo con amplias instalaciones, incluidas 700 habitaciones (con cama grande, imagino), un cine privado y un impresionante comedor (aunque a Goebbels no le importaba nada la comida, véase la biografía de referencia de Peter Longerich, RBA, 2012), sino con un barracón anexo para una unidad de las SS, que ya es incitación al romance.
La casa se la obsequió a Goebbels para su uso en 1936 la Administración de Berlín por el 39 cumpleaños del jerarca, que también era el Gauleiter, el jefe regional del Partido. 
La célebre Ufa, los estudios cinematográficos Universum Film Ag convertidos por los nazis en una sociedad estatal, se encargaba de cofinanciar los gastos, que también pagaba el Ministerio de Propaganda.
 
Joseph Goebbels, rodeado de mujeres, en Nuremberg en 1938.
Joseph Goebbels, rodeado de mujeres, en Nuremberg en 1938. Getty Images
Tras la guerra, la administración militar soviética se hizo cargo de la casa y luego pasó a la Asociación de la Juventud Libre de Alemania del Este, aunque no parece que fuera un sitio muy edificante.
 Goebbels fue muy feliz allí, a su manera de nazi.
 Le permitía escapar por elevación (!) de su rutina familiar con su esposa Magda y sus seis hijos, unos chicos sin demasiado futuro, en la mansión que tenían en Schwanenwerder o en la de Berlín.
 El ministro, que poseía otras casas, además de yates y coches de lujo, era un as del sector inmobiliario, lo que es fácil si tienes a tu disposición mucho patrimonio judío a precio de saldo.
 Y era un ligón de cuidado.
 Él, que padecía un trastorno narcisista compulsivo, según Longerich ("no tengo tiempo para entregarme del todo a las mujeres, misiones mayores esperan de mí", escribió en su diario), achacaba su éxito a sus dotes de seductor, pero tenía más que ver con que es difícil resistirte a un amigo de Hitler, aunque sea un cardo y el personal femenino del ministerio lo apode (por lo bajo) "la cabra cachonda". La carrera de mujeriego de Goebbels se frenó un poco con la guerra —de las pocas cosas buenas que trajo la contienda— y ya se había ralentizado un poco antes, en 1938, cuando el propio Hitler le llamó la atención por su romance pasado de rosca con la actriz checa de 21 años Lída Baarová
En plena crisis de Checoslovaquia parecía poco fino que un ministro alemán se anexionara sus propios Sudetes.
Además, Magda, que tenía una relación muy intensa con Hitler que llegaba hasta donde permitía el libro Mein Kampf, dijo basta y amenazó con divorciarse, lo que hubiera provocado un gran escándalo.
Goebbels siguió yendo a Bodensee hasta que decidió fijar su residencia definitiva (y chamuscada) en el Bunker de la Cancillería. Ahora se habla también de hacer en la antigua villa del ministro un hotel o un spa.
 Sea como sea, de pervivir el lugar, se le ocurre a uno que no es mala idea, si se visita, hacer como el comisario Bernie Gunther, el personaje de las novelas de Philip Kerr, cuando Goebbels lo cita en su casa: ir al baño y marcharse sin tirar de la cadena.