La locura palmeril ha
tomado un pequeño pueblo madrileño, con seis pastelerías compitiendo y
más de 100.000 ejemplares despachados en dos días de feria. ¿Qué tienen
las palmeritas de Morata de Tajuña?.
De la mano a tu boca. RODRIGO CASTELEIRO
Mientras ustedes leen esto, alguien en Nueva York le está dando un
mordisco a uno de los dulces más típicos de Morata de Tajuña. Un pequeño
pueblo de 7.548 habitantes, situado al sureste de Madrid, que en los
últimos años ha puesto en el mapa sus celebradas palmeritas. Una versión
minimalista –y jugosísima– de la tradicional palmera de toda la vida,
que ha llegado, incluso, hasta Japón. Y que ha colapsado ferias, aquí,
mientras algunos seguíamos buscando a ciegas la palmera perfecta. Que no es exactamente como recordábamos: lo primero que sorprende de
esas otras palmeras es que caben en la mano. Una versión a escala de
nuestra infancia, que, sin embargo, maravilla al primer bocado. Todo un
descubrimiento, y eso que su existencia era uno de los secretos peor
guardados: en el último evento celebrado en esa localidad, a mediados de
diciembre, se vendieron cerca de 116.000 de esas palmeras más pequeñas y
gorditas (esto, solo en las dos mañanas que duró la segunda Feria de la Palmerita de Morata). Unos 5.400 kilos, en total, despacharon las seis pastelerías de ese municipio. Y, aún así, se quedaron cortas de género. Es decir, que no hablamos únicamente de la posibilidad de facturar la
merienda: allí está pasando algo. Porque palmeras hay muchas –y una
fiebre, también, por ellas–, pero que en un pueblo, con perdón, de esas
dimensiones y sin tanto tirón turístico, a priori, se formen esos
atascos a las puertas de sus obradores, los domingos, o colas de hasta
dos horas en esos días de feria es, como mínimo, para coger el desvío de
la A-3 y salir de dudas. ¿Estamos ante un calco de La Roda? ¿Son las
palmeritas de Morata una suerte de miguelitos o de nicanores? Su alcalde, Ángel Sánchez,
cree que, como mínimo, tienen un nombre propio. Así que fuimos a
comprobarlo visitando tres de sus pastelerías más famosas. El resultado,
ya se lo adelanto, les va a hacer salivar. El secreto está en su almíbar Asumámoslo: las palmeras de nuestra infancia eran, en su gran
mayoría, secas. De ahí que sea tan difícil, acaso, encontrar buenas
palmeras tostadas. Pero si aparcan en Morata de Tajuña y se dejan guiar
por su olor lo que se encontrarán serán unas palmeras de un tamaño
inferior, sí, pero más amalgamadas y jugosas por el almíbar en el que
está bañado su hojaldre, mucho más blandito. Cada establecimiento,
además, utiliza una cobertura diferente: las hay de chocolate normal, fondant, blanco, rellenas de nata... Un orgasmo en la palma de la mano.
Luis de la Torre y su hija Loli, en el obrador donde crearon las palmeritas. RODRIGO CASTELEIRO
Casi les diría que son más un bollo, que una palmera al uso. Porque
también su forma varía: al estar cortadas de forma artesanal, cada una
es diferente. Pero todas ellas son igual de peligrosas: te puedes comer
más de una y más de tres sin ser especialmente goloso. Y eso que durante
décadas Morata fue conocida, sobre todo, por su huerta. Si vienen por
aquí a desayunar o merendar no pueden irse sin llevarse algunos de sus
ajos o tomates. Pero tampoco sin conocer el obrador que cambió el gusto
de toda una comarca; y esto me lleva a hablarles de la familia De la Torre, mi primera parada de este viaje.
Pastelería De la Torre: los creadores de las palmeritas Es 2 de enero y en el obrador de la pastelería De la Torre
se respira un olor a roscón y mazapanes que tapa, provisionalmente y
por las fechas señaladas, el verdadero aroma de esta familia. Loli de la
Torre y José Rhodes –nada que ver con el pianista–
trabajan a destajo junto a sus hijos para cumplir con la demanda de
esos días. Lo hacen en el mismo obrador que el padre de Loli levantó
hace setenta años en lo que entonces era un chamizo y una montaña de
ladrillos refractarios, sacados de la cementera local, con los que Luis
de la Torre, el abuelo de la familia, construyó aquel horno de leña que
habría de cambiar la vida de sus paisanos. En aquel espacio, que luego fue ocupado por un horno más profesional –a
razón de 50.000 pesetas de la época–, y donde su nieto José apura en
esos momentos una crema pastelera, fue donde se crearon las famosas
palmeritas. Lo cuenta el propio creador: "Yo era agricultor y mi vida
era el campo, pero tenía un amigo que trabajaba en una fábrica de
magdalenas y empecé a repartir sus productos y, entremedias, pues me
quedaba muchas veces mirando cómo los hacía. Con el tiempo empecé
también a repartir otros productos de otros obradores y a fijarme más. Y
fue cuando decidí construir ese horno, en el año cincuenta, para hacer
yo mismo magdalenas y también tortas; hasta que otro de esos obradores
que frecuentaba me vendió su horno, mucho más moderno. Como también
había repartido palmeras y eran todas muy duras, me puse a hacer ensayos
para ver si conseguía que salieran más jugosas".
A su lado, su hija Loli asiente y pone en valor el tesón de su padre,
de 83 años. "No salía del obrador en todo el día, siempre haciendo
pruebas y más pruebas, tirando muchas masas, y con mi madre enfadada",
evoca, "pero un día la casa se empezó a inundar del olor del chocolate
con el hojaldre mojadito. Y, mira, cuando probé esa primera palmera con
almíbar fue una maravilla". A finales de los ochenta, esta familia de
Morata tenía ante sí la receta que iba a revolucionar la gastronomía y
el turismo local, aunque las otras panaderías y pastelerías no tardarían
en versionarla. ¿Traición o visión de futuro? Y los datos le dan la razón: según fuentes municipales, en Morata de
Tajuña se venden unos 60.000 kilos de palmeritas al año. En un pueblo,
recordemos, que no llega a ocho mil habitantes. Toda una locura que se
explica, acaso, por ese hojaldre que se deshace en la boca y deja un
sabor a mantequilla con ese ligero toque a almíbar marca de la casa. Y
con el contraste de una cobertura de chocolate un pelín más amarga que
consigue que las palmeritas de la familia De la Torre no empalaguen lo
más mínimo. Aunque en su horno hay sitio también para palmeras
glaseadas, de chocolate blanco, de caramelo o de Oreo. A 15 euros el
kilo, en el caso de las de chocolate, y a 16 el resto. Las auténticas de Morata. RODRIGO CASTELEIROAsí nació el pueblo de las palmeritas Resuelve Loli de la Torre, la heredera legítima de esa textura: "Creo
que hay negocio para todos. Nosotros somos los precursores y antes solo
teníamos nosotros las palmeritas, pero viendo su auge la gente empezó a
hacerlas a su imagen y semejanza. Yo no te digo que las nuestras sean
las mejores, solo que aquí fue el sitio donde se empezaron a hacer y por
eso en nuestra caja pone que son las auténticas palmeritas de Morata. Luego te puede gustar más la cobertura de unas o de otras. Pero cada uno
lo hace como buenamente puede y quiere. Todas son parecidas y todas son
pequeñas y blandas, pero cada una tiene su toque".
El
fundador de Amazon celebró en septiembre su 25 aniversario de boda, pero
algunas informaciones aseguran que el magnate ya salía con Lauren
Sanchez en abril.
Jeff Bezos, el pasado noviembre.JIM WATSONAFP
Una semana después de que Jeff Bezos publicara un mensaje en su cuenta de Twiter en el que anunciaba que su matrimonio de 25 años con MacKenzie Bezos
se había acabado, van conociéndose detalles de la relación que mantiene
el fundador de Amazon con la reportera Lauren Sanchez. Según las
informaciones que publica la prensa de EE UU, ya hay constancia de que
en abril, la nueva pareja se dejaba ver en público en restaurantes. Page Six
publica que en esa fecha Jeff Bezos y Lauren Sanchez cenaron juntos en
el Hotel Four Seasons de Seattle, a poca distancia del hogar que el
magnate compartía con MacKenzie Bezos y sus tres hijos. Como relata el New York Post, un empleado del Enquirer
que trabajó en la historia contó que la operación en la que le hicieron
seguimiento durante cuatro meses al hombre más rico del mundo recibió
el nombre de "Proyecto Alexa" (por el asistente virtual de Amazon que
está denominado por el mismo sustantivo femenino) fue sumamente secreta. Por el seguimiento que el medio hizo a la pareja pudieron conocer con
cabalidad detalles de dónde se encontraban, qué era lo que hacían y
hasta cómo se miraban. Un testigo presencial dijo a este medio que Jeff Bezos
no hizo nada por ocultar su presencia. "Jeff llegó primero", dijo el
testigo. "Pidió ostras y champán antes de que ella llegara. Esto fue a
las 5 p.m. del 10 de abril". Otro informante señaló que Sanchez había
estado trabajando con Bezos en su empresa de vuelos espaciales, Blue
Origin. "Trabajaron juntos durante mucho tiempo, antes de enamorarse".
Horas después de conocerse la separación del hombre más rico del mundo, el National Enquirer
reveló algunos mensajes íntimos de la pareja "Te amo, viva chica. Muy
pronto te mostraré mi cuerpo, mis labios y mis ojos", le escribió Bezos a
Sanchez en abril del 2018. Un mes después, el 13 de mayo, escribió lo
siguiente: “Quiero olerte, quiero respirarte. Quiero abrazarte fuerte…
Quiero besar tus labios… Te amo. Estoy enamorado de ti”. Según New York Post, Bezos, que el pasado sábado cumplió 55
años, decidió presentar los papeles del divorcio una vez quedó claro que
pronto saldrían a la luz fotos de su relación con Lauren Sanchez, cinco años más joven que él. Sánchez fue presentadora del Canal 11 de Los Ángeles y aún está casada
con su segundo marido, Patrick Whitesell, representante de actores como
Matt Damon, Christian Bale, Kevin Costner y Hugh Jackman. Bezos y
Sanchez fueron vistos juntos en la fiesta organizada por Amazon tras la
gala de los Globos de Oro. Bezos podría tener que decirle adiós a un buen bocado de su fortuna.
"Washington es un Estado de bienes gananciales", explica la página web
de la firma de abogados McKinley Irwin, de Seattle. "Eso significa que
todas las propiedades y deudas adquiridas durante un matrimonio será
dividido a partes iguales por el tribunal si la pareja no llega a un acuerdo". La pareja tiene más de 1.600 kilómetros cuadrados de propiedades
(incluidas varias residencias). Pero la principal fuente de su fortuna
son los 78,8 millones de acciones (un 16% del total) de Amazon que Bezos
tenía en su poder en noviembre del año pasado, fecha de su última
comunicación a la autoridad bursátil estadounidense.
El maestro de la pequeña pantalla, Goya de Honor, recibe el homenaje de sus discípulos en la fiesta de los nominados.
Narciso
Ibáñez Serrador, Goya de Honor, a la entrada a la fiesta de los
nominados en el Teatro Real. En vídeo, 'Chicho' agradece a la Academia
el Goya de Honor 2019.FOTO: Kiko Huesca (EFE) | VÍDEO: EUROPA PRESS
“Para quienes no fueron a escuelas de cine, Chicho ha sido el mejor maestro”. Javier Fesser es el favorito con sus Campeones en las principales categorías de la próxima edición de los Goya,
que celebrarán sus 33ª edición en Sevilla el próximo 2 de febrero. Pero
la noche del lunes, en la fiesta de los nominados, el cineasta fue uno
más de la legión de admiradores que rodearon la entrega del Goya de
Honor a Narciso Ibáñez Serrador (Montevideo, 1935).
Bastante de la culpa de este reconocimiento la tiene J. A. Bayona, fan del director de La residencia (1970) y ¿Quién puede matar a un niño?
(1974), quien aseguraba en el encuentro en el Teatro Real que en las
últimas semanas ha revisado la obra completa de Ibáñez Serrador y que
por ello lo tenía claro: “En aquel trabajo lo que había era puro cine”. Y
confesaba:
Y confesaba:
“Me
traumatizó cuando era niño y me ha ido muy bien”.
Otro de los
candidatos, Isaki Lacuesta, que con Entre dos aguas
ha llegado por primera vez a los premios de la Academia de Cine español
tras una larga carrera que incluye dos Conchas de Oro, precisaba:
“Yo
crecí con su televisión, y como espectador no nos percatábamos de ese
talento.
Hubo un momento que Chico nos rodeaba por todos lados: en la
televisión más comercial y popular, en la independiente y en el
audiovisual más underground".
Lacuesta remató con una frase
contundente: “Lo que dábamos por normal en aquellos tiempos televisivos,
en realidad era extraordinario”.
El aludido, delicado de salud y en silla de ruedas, acudió al Real
acompañado de sus hijos Alejandro y Pepita:
“Me siento muy orgulloso de
que me acompañen hoy”. Habló poco, pero le dio a tiempo a agradecer los
halagos de directores como Rodrigo Sorogoyen, presente gracias a El reino
y sus 13 candidaturas, que le calificó de “referente”:
“Estoy muy
emocionado y contento con el reconocimiento, y espero que mi obra haya
servido como escalón para las siguientes generaciones”.
Acerca de su
vasta obra, el director de Historias para no dormir o Un, dos, tres… responda otra vez
explicó:
“Siempre me negué al título de maestro, me parecía excesivo.
No fui consciente de lo que hacíamos… probablemente porque con el
trabajo estaba cansado”.
Y que en el fondo luchó “por hacer siempre algo
diferente” a la televisión imperante.
“Incluso hoy pienso en nuevas
ideas”.
Foto de familia de los candidatos distribuida por la Academia.
Antes del paso de Ibáñez Serrador, por la alfombra roja pasaron casi
todos los candidatos, desde veteranos como Jose Coronado a las
directoras noveles: en la que en esta edición hay tres cineastas en el
cuarteto que compone esta categoría: “Por fin se escucha al 50% de las
voces que se estaban perdiendo”, apuntaba Arantxa Echevarria, realizadora de Carmen y Lola. "Si gano algún Goya quiero dedicárselo a VOX y a sus seguidores, para
ver si se animan a ver mi película, una película de gitanas, bolleras y
mujeres, quizá les dé un cortocircuito cerebral y se replanteen algo. Da
miedo, las generaciones más jóvenes tendrán que pelear porque los
derechos adquiridos pueden desaparecer si no tenemos cuidado", ha
augurado. O Laura Pedro, que podría convertirse en la primera
supervisora de equipo de efectos especiales en ganar el Goya en su
apartado, gracias a Superlópez: "Hay muchas compañeras en este trabajo, aunque en la supervisión, cierto, no somos tantas". Y entre todos ellos, dos equipos doblemente nerviosos: Sorogoyen, con su corto Madre (Goya el año pasado) y Almudena Carracedo y Robert Bahar, directores del documental El silencio de otros,
aún están en la carrera a los Oscar de sus respectivas categorías. Los
tres se definieron como muy “alterados” ante la lectura de las
nominaciones el martes 22 a los premios de Hollywood. Allí también
hubiera tenido cabida Ibáñez Serrador, idolatrado por cineastas como
Quentin Tarantino.
El pequeño, de 11 años, ha
pasado dos veces en una semana por el quirófano para ser intervenido en
los férmures.
El matrimonio decidió poco después de su nacimiento hacer
público el estado de salud de su niño que sufre una grave lesión
cerebral y habla del problema abiertamente para ayudar a otros padres
con niños en circunstancias parecidas.
Además, crearon la Fundación Bertín Osborne,
una plataforma de ayuda a todas las familias que, como ellos al inicio,
se ven inmersos en un mar de dudas y dificultades.
"Está compuesta por
un grupo de profesionales comprometidos, cuyo objetivo principal es
apoyar y proporcionar recursos útiles a los padres de niños con daño
cerebral y a toda su unidad familiar", dice en su página web.
"Para todos los que con tanto cariño me habéis escrito preguntando por
Kike, aquí está... ha sido una decisión difícil, una operación muy larga
y laboriosa, pero gracias a Dios y al equipo médico todo ha salido muy
bien.. ahora queda recuperación y rehabilitación a tope con esa fuerza y
espíritu de superviviente que siempre le ha caracterizado a mi
príncipe... Gracias con todo mi corazón por vuestro cariño y respeto",
escribió la madre de Kike tras la opercaión que el niño sufrió en
octubre.
Junto a estas palabras Fabiola Martínez publicó un vídeo en su Instagram
en el que se ve al niño en la cama que ya acumula más de 120.000
reproducciones en tan solo unas horas y más de 3.700 comentarios de
apoyo.
En él aparece Kike saludando a la cámara y feliz de que todo haya
salido bien.
Kike, el primer hijo del matrimonio de Bertín Osborne con Fabiola Martínez,
prosigue su lucha para mejorar su movilidad. El pequeño, de 11 años, ha
pasado dos veces en una semana por el quirófano para ser intervenido en
los férmures. El matrimonio decidió poco después de su nacimiento hacer
público el estado de salud de su niño que sufre una grave lesión
cerebral y habla del problema abiertamente para ayudar a otros padres
con niños en circunstancias parecidas. Además, crearon la Fundación Bertín Osborne,
una plataforma de ayuda a todas las familias que, como ellos al inicio,
se ven inmersos en un mar de dudas y dificultades. "Está compuesta por
un grupo de profesionales comprometidos, cuyo objetivo principal es
apoyar y proporcionar recursos útiles a los padres de niños con daño
cerebral y a toda su unidad familiar", dice en su página web. "Para todos los que con tanto cariño me habéis escrito preguntando
por Kike, aquí está... ha sido una decisión difícil, una operación muy
larga y laboriosa, pero gracias a Dios y al equipo médico todo ha salido
muy bien.. ahora queda recuperación y rehabilitación a tope con esa
fuerza y espíritu de superviviente que siempre le ha caracterizado a mi
príncipe... Gracias con todo mi corazón por vuestro cariño y respeto",
escribió la madre de Kike tras la opercaión que el niño sufrió en
octubre. Junto a estas palabras Fabiola Martínez publicó un vídeo en su Instagram
en el que se ve al niño en la cama que ya acumula más de 120.000
reproducciones en tan solo unas horas y más de 3.700 comentarios de
apoyo. En él aparece Kike saludando a la cámara y feliz de que todo haya
salido bien.
De momento, y tras el nuevo paso de Kike por el quirófano, el
matrimonio no ha dado muchos detalles de su estado. La última foto de
él, es del día de Reyes abriendo los regalos junto a su hermano Carlos. Horas después pasaba por el quirófano. En una entrevista con este periódico el pasado mes de diciembre el
cantante hablaba del problema de su hijo y la causa de su enfermedad. “Fue a causa de una listeria. Las mujeres tienen más posibilidades de
padecer esta enfermedad y muchas veces ni os enteráis, pero si se está
embarazada pasa al feto y la mayoría de las veces provoca un aborto. Eso
le pasó a Fabiola. Pero ya llevaba seis meses de gestación, el niño
nació con una septicemia generalizada, tuvo dos derrames pero el tío
aguantó y se salvó. Aprovecho para recomendar fervientemente a todas las
mujeres que quieren tener hijos que pidan la prueba de listeria
¡siempre!, que es muy sencilla de hacer y que si la tiene se corrige con
antibióticos". Y añadió: " Recordaré siempre esa frase lapidaria: ‘Tu
hijo no tiene solución. Estos niños no viven más allá de dos años y si
tiene una crisis, no os hagáis los héroes y dejad que se vaya’. No lo
olvidaré en la vida. Pero Fabiola, que es una mujer 10, me miró y nos
dijimos: ‘Esto a nosotros no nos va a pasar y a trabajar’. A los cinco
días Fabiola tenía organizado dónde ir, a quién consultar. Me pareció
radicalmente injusto que estas cosas puedan pasar porque la desesperanza
y la desinformación es lo peor.
Averiguamos muchas cosas para que nuestro hijo mejorara y por eso
pensamos en crear una fundación para ayudar a otros padres que escuchan
palabras lapidarias como las que escuchamos nosotros entonces
. Hoy hay
más de 1.400 familias en la fundación y la lleva Fabiola con una calidad
humana brutal".