Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 dic 2018

El drama de Massiel tras confesar que se está quedando ciega

La popular cantante afronta uno de los momentos más difíciles de su vida ante una enfermedad ocular degenerativa e incurable.

 


La cantante Massiel en octubre pasado.
La cantante Massiel en octubre pasado. GTRES

11 dic 2018

Jesús Aguirre, otra vez............................ Manuel Vicent

Hijo natural, homosexual, hubiera pasado sin pena ni gloria por esta vida de no haber entrado a saco con todo el desparpajo a formar parte de la Casa de Alba.

Jesus Aguirre La duquesa de Alba y Jesús Aguirre, en marzo de 1978.

Jesús Aguirre, decimoctavo duque de Alba, fue un personaje de ficción.
 En el París de entreguerras pudo haber sido una criatura de Marcel Proust; y en España, sin duda, Ramón del Valle-Inclán lo hubiera introducido en la Corte de los Milagros.
 Su vida forma parte del esperpento de medio siglo XX como un reflejo deformante de los espejos del callejón del Gato. 
No obstante, fue un personaje real, no solo un ente literario.
 Hijo natural, excura, homosexual, rodeado de teólogos alemanes, de escritores e intelectuales progresistas españoles, Jesús Aguirre hubiera pasado sin pena ni gloria por esta vida de no haber entrado a saco con todo el desparpajo a formar parte de la Casa de Alba.
Así recibieron la noticia sus amigos. 
“El cura Aguirre, ¡duque de Alba! Es lo mejor que nos ha pasado en la vida”, exclamó José María Castellet
 “Primera impresión, desconcierto. Primera reflexión, entusiasmo”, fue el telegrama que le mandó Carlos Barral. 
“Vamos a convertir Liria en nuestro Palacio de Invierno”, gritaron chocando las copas sus amigos progresistas en la tertulia de Parsifal, un sueño que, por supuesto, no se realizó.

La duquesa no entendía por qué se escandalizaba la gente.

 Era viuda, se casaba con un hombre soltero del que estaba enamorada y, por otra parte, era una mujer que se había puesto el mundo por montera y había hecho siempre lo que le había dado la gana.

 Lo que criticaba la gente no era la boda, sino la personalidad del novio, un excura con fama de izquierdista liberal, con ocho años menos que la duquesa y al que muchos consideraban un arribista cazadotes.

Pedida y boda de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, con Jesús Aguirre, en el palacio de Liria de Madrid. Los novios en un salón del palacio.  
 
Pedida y boda de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, con Jesús Aguirre, en el palacio de Liria de Madrid. Los novios en un salón del palacio.

 

Antes de ser nombrado director general de Música por Pío Cabanillas, nuestro Jesús Aguirre se tomaba las vacaciones en julio, siempre invitado, esta vez allá por 1976, por su amigo el famoso jurista Matías Cortés y Mai, su primera mujer, en su casa de Marbella.
 Una tarde, su amigo dio una copa y por allí de forma imprevista cayeron los duques de Arión acompañados por Cayetana de Alba. Aguirre en la hamaca lucía un pareo, barba negra, melena sobre las orejas y gafas de espejo.
 Frente a estos aristócratas comenzó a lanzar algunas maldades ingeniosas con el afán de epatar como siempre, pero esta vez sin demasiado éxito porque al final cuando se largaron estos invitados Jesús le dijo a Matías: 
“Esta Cayetana me ha caído de la patada”. 
Y, a su vez, de vuelta a casa en el coche Cayetana le dijo a su amiga “A mí este hombre me ha parecido un fatuo, un impertinente”. 
La próxima vez, nombrado director general de Música, Jesús y Cayetana se reencontraron en el palco principal del teatro de la Zarzuela y el sortilegio entre los dos se produjo mientras sonaba la barcarola de Los cuentos de Hoffman.
Desde ese palco se lanzó Jesús a la toma de la alta sociedad. Adoraba a los amos, despreciaba a los criados y con una boutade volteriana dejaba admirados a los distinguidos comensales de la nobleza poco leídos.
 Era como un encantador de serpientes, mejor dicho, era la propia serpiente del paraíso dispuesto a regalar a cualquier Eva de alta cuna la manzana de su inteligencia divertida, cáustica y provocativa. 
Todo le parecía fácil. Primero lo intentó con la princesa Irene de Grecia.
 ¿Por qué no enamorarla con una maldad unida a un verso de Hölderlin? Pero un día el rey Juan Carlos le paró: “Jesús, por ahí no. Pon tu fe en otra caza”.
 Jesús le contestó: “Majestad, la fe es la salvación, pero no un consuelo”.
 Jesús Aguirre que ya se movía a sus anchas por los salones de la aristocracia cañí, bajó el tiro y se consoló jugando a seducir a la duquesa de Alba.
Un instante de la boda de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, con Jesús Aguirre, en el palacio de Liria de Madrid. 
Un instante de la boda de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba, con Jesús Aguirre, en el palacio de Liria de Madrid.
“Lo mío con Jesús fue un flechazo en toda regla”, dijo Cayetana. “Yo presidía la asociación de Amigos de la Ópera y fui al ministerio a hablar con él. 
Cuando estuve a punto de marchar me preguntó si me podía llamar. Le dije que sí. A los dos días fuimos a almorzar.
 Luego vino otra cita y luego otra”.
 A partir de ese momento se veían discretamente en Liria, en el castillo de Malpica de los duques de Arión, en cortijos y casas solariegas cedidas por los amigos.
 La duquesa veía en Aguirre a un tipo cortés, divertido, brillante, que sabía de todo, que a cualquier pregunta tenía una respuesta erudita o mordaz.
 Cayetana, amiga de toreros, de flamencos, de gitanos, de bailarines y de actores no estaba acostumbrada a un ser para ella extraterrestre.
Eran las doce y cuatro minutos del 1 de marzo de 1978 cuando Cayetana, duquesa de Alba y un antiguo clérigo volteriano se casaron en la capilla de Liria.
 “Al principio fue difícil”, manifestó la duquesa.
 “Era una persona nueva que entraba en nuestra familia, pero con el tiempo se creó una armonía estupenda entre nosotros. 
De todos los hombres que han pasado por mi vida, Jesús ha sido el que más lejos me ha llevado en mis éxtasis”. ¿Quién podría negarlo?
 La convivencia llena de chismes y quebrantos duró 23 años. 
Jesús Aguirre murió el 11 de mayo de 2001, solo, abandonado en un rincón del palacio de Liria mientras Cayetana estaba en Sevilla entregando un trofeo a Curro Romero.

Un pésimo recuerdo

EL PAÍS
Los hijos de la duquesa siempre miraron con resquemor esta relación, aunque han tardado años en hablar públicamente de esa época. 
Tres de ellos se han pronunciado. Eugenia, Cayetano y Fernando. La pequeña de los Alba abrió la caja de pandora en el programa de Jesús Calleja: “Aguirre fue pésimo para nosotros. Era muy culto, pero cero humano. Era muy malo”. 
Cayetano Martínez de Irujo también se pronunció sobre él en el programa de Televisión Española Lazos de sangre: “Jesús llegó después de la muerte de mi padre y me dijo que yo estaba bajo su mando. 
Y de eso nada”, afirmó entonces. 
Ahora, Cayetano ha apoyado las palabras de su hermana Eugenia en unas declaraciones a Semana
“Ratifico lo que ha dicho mi hermana al cien por cien, no tiene vuelta de hoja. Jesús fue nefasto, una cosa durísima y tremenda para todos”. 
El cuarto de los hijos varones, Fernando, también ha dado su opinión sobre el que fue marido de su madre: “Aguirre era un hombre muy retorcido”. 

9 dic 2018

¿Qué es la moda, Francisco?............................ Boris Izaguirre

Homosexualidad, moda y religión, están más ligadas de lo que reconocen.

El papa Francisco, en el Vaticano, el 30 de noviembre. 

El papa Francisco, en el Vaticano, el 30 de noviembre. REUTERS
 
 

El papa Francisco vuelve a estar de moda precisamente por señalar que la homosexualidad es una moda que influye en la vida de la Iglesia y que por eso debe impedirse su acceso. 
Está escrito en un libro recién publicado, La fuerza de una vocación.
 En mi familia, fuerte y vocacionalmente vinculada a la moda y la homosexualidad, han puesto el grito en el cielo. 
Yo me lo he tomado con santa paciencia, entendí que estas declaraciones provienen de entrevistas realizadas en el avión papal. Estaba en las nubes. En tierra es otra cosa, la aerofagia y el jet lag generaron malos humos y olor a homofobia.
 Pero antes de demonizar al Pontífice por homófobo habría que intentar sentarse con él y charlar un poco sobre moda.
¿Qué es la moda? Para muchos es una religión, una fe que procura seguir una biblia llamada estilo que viene acompañada de un cuerpo celestial formado por elegancia, glamour y chic. 
 Al igual que a la Sagrada Familia, se les venera sin hacer muchas preguntas sobre su existencia. 
 Se les acepta, igual que un dogma y, normalmente de forma poco científica, obran milagros y una persona con menos fortuna en otros campos, acierta y brilla en la moda gracias a saber reunir esos paradigmas y traducirlos en forma de vestido.
 Y esa ropa, igual que la religión, genera una seguridad que se hace fuerza y vocación y, de un tiempo a esta parte, industria poderosa.
Hay spam y malos humos en todos lados.
 En Madrid con su boina marrón de contaminación. En París con las manifestaciones que obligaron al presidente Macron recortar su ley de impuestos al gasoil. 
 Malos humos entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, tras unas elecciones que dejaron muy mal ambiente. 
Malos humos también entre Meghan Markle y Kate Middleton, ya huele a chamusquina entre las cuñadas.
 El único buen aire de esta semana ha sido la noticia que la periodista María Casado será presidenta de la Academia de la Televisión.
 Me alegro, como académico, como gay y porque su novia la felicitó en público.
 En El Vaticano, Casado no podría ser monja pero en España es la presidenta de la Academia.
Los malos humos le impiden ver al Pontífice que la homosexualidad lleva de moda tanto tiempo como el color negro para usar tanto en sotanas como en vestidos de cóctel. 
Siempre he tenido la sospecha de que el Vaticano y la moda comparten armario
Esa sospecha la ratificó esta primavera una extraordinaria exposición en el Museo Metropolitano de Nueva York titulada Imaginería en la religión católica, a la que el Vaticano prestó varias piezas de su joyero, tan beato como millonario, para que todos entendiéramos divinamente que la mejor manera de ganar adeptos a una religión es llenándola de joyas milagrosas y recargadas de valor material. 
Un modelo de propaganda similar al de las maravillosas drag queens, que se adornan parar atraer y gustar.

La periodista María Casado. 
La periodista María Casado. EL PAÍS
Homosexualidad, moda y religión están más ligadas de lo que quieran reconocer y otro eslabón que las une es una boutique en Plaza Minerva en Roma. ¡Madre de Dios!, es lo primero que exclamas ante el primoroso escaparate de Sartoria Gammareli . Casullas, mitras, bandas de tejidos dorados, bordados con encajes delicados.
 Sotanas de un rojo similar al de una naranja siciliana, delicadamente adornadas por bordecitos dorados y un tacto de cachemir suntuoso como stracciatella. Dentro trabajan unos jóvenes con la misma ambigüedad que la de David Bowie.
 Te miran de soslayo, como hacen todos los sastres, mientras hablan entre ellos con un lenguaje místico y ultrasónico. 
Su aspecto te hace pensar que la ropa eclesiástica quizás sea el origen de la tendencia de “genero fluido” que Gucci abandera las ultimas temporadas.
Si el Papa insiste cínicamente en aislar al Vaticano de los gais, siempre nos quedara la boutique Gammareli.
 Mi marido y yo tuvimos más que malos humos, fuego amigo, al insistir yo en comprarme unos calcetines largos o medias de obispo. Es la prenda fetiche y la más ponible de esa maison
Todo el mundo que es alguien en la moda, desde Marichalar hasta Karl Lagerfeld, las coleccionan.
 Finalmente, conseguí adquirir dos pares, unas en rojo eclesiástico y otras púrpura obispo.
 Creo que estas navidades le voy a regalar un par al papa Francisco, con una nota: “Mi amor: la homosexualidad estará siempre de moda, igual que estos calcetines de Gammonetti, love Boris”.

40 años de la Constitución: así éramos en 1978

Llega Grease, se inauguran los juzgados de Plaza Castilla, el deporte popular se lanza a la calle... Te mostramos una selección de imágenes nunca antes digitalizadas de los fotógrafos de EL PAÍS que retratan la vida de los españoles en 1978.

Unos niños posan para el fotógrafo en un barrio madrileño en 1978. Ellas con falda, que ir con pantalones era de marimacho. Los rombos y los cuadros eran la esencia de la moda infantil y los más envidiados calzaban zapatillas Paredes, que la marca patria era lo más. Las madres que sabían de corte y confección (en el barrio, muchas) expresaban su lado artístico colocando a los retoños sus creaciones: jerséis de esa lana que picaba, calcetines y ropa interior de ganchillo (sobre todo para ellas), y modelitos hechos a partir de los patrones que venían en las revistas femeninas. Ellas lo llamaban economía familiar.

Unos niños posan para el fotógrafo en un barrio madrileño en 1978. 

Ellas con falda, que ir con pantalones era de marimacho. Los rombos y los cuadros eran la esencia de la moda infantil y los más envidiados calzaban zapatillas Paredes, que la marca patria era lo más.

 Las madres que sabían de corte y confección (en el barrio, muchas) expresaban su lado artístico colocando a los retoños sus creaciones: jerséis de esa lana que picaba, calcetines y ropa interior de ganchillo (sobre todo para ellas), y modelitos hechos a partir de los patrones que venían en las revistas femeninas. Ellas lo llamaban economía familiar

 

Viajeros en la estación de tren de Chamartín (Madrid), en junio de 1978. Ni había AVE ni se le esperaba. Aunque teníamos el Talgo en circulación por las vías españolas desde 1950, hubo locomotoras de vapor funcionando hasta 1975. La crisis del petróleo de 1973 impulsó la electrificación de las principales líneas ferroviarias. Tras su remodelación, la de Chamartín era una de las estaciones más modernas de España con zona de ocio y comerciales.  

Viajeros en la estación de tren de Chamartín (Madrid), en junio de 1978. 

Ni había AVE ni se le esperaba. Aunque teníamos el Talgo en circulación por las vías españolas desde 1950, hubo locomotoras de vapor funcionando hasta 1975. 

La crisis del petróleo de 1973 impulsó la electrificación de las principales líneas ferroviarias. Tras su remodelación, la de Chamartín era una de las estaciones más modernas de España con zona de ocio y comerciales. 

Una pareja de 'grises' empuja un 2CV en 1978. Es decir, dos agentes de la Policía Armada, la policía franquista creada tras finalizar la Guerra Civil en 1939 y que recibían este nombre por el color de sus uniformes, ayudan al conductor de un automóvil Citroën. En diciembre de 1978, la Policía Armada dejó paso al Cuerpo de Policía Nacional, los 'maderos', llamados así por su vestimenta marrón, que en 1986 se convirtió en el Cuerpo Nacional de Policía. El 2CV (por los dos caballos de vapor de potencia en sus inicios) fue fabricado por la marca francesa entre 1948 y 1990 y era un coche muy habitual en las carreteras españolas por su precio y versatilidad.  

Una pareja de 'grises' empuja un 2CV en 1978. Es decir, dos agentes de la Policía Armada, la policía franquista creada tras finalizar la Guerra Civil en 1939 y que recibían este nombre por el color de sus uniformes, ayudan al conductor de un automóvil Citroën. 

En diciembre de 1978, la Policía Armada dejó paso al Cuerpo de Policía Nacional, los 'maderos', llamados así por su vestimenta marrón, que en 1986 se convirtió en el Cuerpo Nacional de Policía. El 2CV (por los dos caballos de vapor de potencia en sus inicios) fue fabricado por la marca francesa entre 1948 y 1990 y era un coche muy habitual en las carreteras españolas por su precio y versatilidad. 

Unas mujeres asan sardinas en la reivindicativa romería popular en el barrio madrileño de Lavapiés el 9 de julio de 1978 para llamar la atención sobre los 400 expedientes de ruina y la incertidumbre de los vecinos sobre el realojamiento. Numerosos inmuebles del barrio, incluidos en el precatálogo de edificios con interés histórico-artístico que debían ser conservados, se encontraban en un lamentable estado de ruina, ya que los propietarios de los edificios, con inquilinos que contaban con la llamada renta antigua, preferían que se acabaran cayendo que invertir dinero en su rehabilitación. Unas mujeres asan sardinas en la reivindicativa romería popular en el barrio madrileño de Lavapiés el 9 de julio de 1978 para llamar la atención sobre los 400 expedientes de ruina y la incertidumbre de los vecinos sobre el realojamiento.

 Numerosos inmuebles del barrio, incluidos en el precatálogo de edificios con interés histórico-artístico que debían ser conservados, se encontraban en un lamentable estado de ruina, ya que los propietarios de los edificios, con inquilinos que contaban con la llamada renta antigua, preferían que se acabaran cayendo que invertir dinero en su rehabilitación. 

Carrera en el madrileño barrio de Salamanca el 12 de octubre de 1978 en protesta por la escasez de lugares para realizar actividades deportivas. Unas 2.300 personas lograron terminar el recorrido de ocho kilómetros, en una demostración del avance del deporte popular. El edificio del fondo, el Palacio de los Deportes, ardió en junio de 2001 y fue sustituido por el actual, WiZink Center, que ha ido cambiando de nombre al ritmo de sus patrocinadores (también se llamó Barclaycard Center). El Palacio de los Deportes fue inaugurado en 1960 y se construyó en el lugar que ocupaba la plaza de toros de la Fuente del Berro, de estilo neomudéjar, que se quedó pequeña y dejo paso a la de Las Ventas.  

Carrera en el madrileño barrio de Salamanca el 12 de octubre de 1978 en protesta por la escasez de lugares para realizar actividades deportivas.

 Unas 2.300 personas lograron terminar el recorrido de ocho kilómetros, en una demostración del avance del deporte popular. El edificio del fondo, el Palacio de los Deportes, ardió en junio de 2001 y fue sustituido por el actual, WiZink Center, que ha ido cambiando de nombre al ritmo de sus patrocinadores (también se llamó Barclaycard Center). 

El Palacio de los Deportes fue inaugurado en 1960 y se construyó en el lugar que ocupaba la plaza de toros de la Fuente del Berro, de estilo neomudéjar, que se quedó pequeña y dejo paso a la de Las Ventas.

  • 9Un repartidor, con dos bombonas de butano en una calle en el barrio de Malasaña, Madrid, en 1978. El butano era el sistema de calefacción más popular en España en 1978, y su precio era de 238 pesetas. Para entender hoy en día los precios de 1978, además de la conversión de peseta-euro (166,386 pesetas por euro) hay que añadir la inflación, que desde enero de ese año a hoy en día se sitúa en el 655%.
  • Unos niños juegan a las chapas en el barrio de Zarzaquemada en Leganés (Madrid), en mayo de 1978. Ni 'la play', ni tablets, ni obesidad infantil. Los chavales jugaban en la calle al balón, a los cromos (nole, nole, sile, sile; no lo tengo, sí lo tengo) canicas, peonzas, balón prisionero, la cuna, el florón, la rayuela, la goma y la comba, el pañuelo, el escondite (y el inglés).
    Unos niños juegan a las chapas en el barrio de Zarzaquemada en Leganés (Madrid), en mayo de 1978. Ni 'la play', ni tablets, ni obesidad infantil. Los chavales jugaban en la calle al balón, a los cromos (nole, nole, sile, sile; no lo tengo, sí lo tengo) canicas, peonzas, balón prisionero, la cuna, el florón, la rayuela, la goma y la comba, el pañuelo, el escondite (y el inglés).
     

Un mercado de Madrid, con varios puestos cerrados, en agosto de 1978. El pequeño comercio de barrio y los mercados tradicionales eran el lugar de abastecimiento habitual de los españoles. Los primeros hipermercados llegaban a España a principios de los 70 (en El Prat de Llobregat desde 1973) de manos de capital francés. La creación del centro comercial de La Vaguada, en Madrid, puso en 1978 a los comerciantes de la zona en pie de guerra al entender que perjudicaría sus intereses.  Un mercado de Madrid, con varios puestos cerrados, en agosto de 1978. El pequeño comercio de barrio y los mercados tradicionales eran el lugar de abastecimiento habitual de los españoles. 

Los primeros hipermercados llegaban a España a principios de los 70 (en El Prat de Llobregat desde 1973) de manos de capital francés. La creación del centro comercial de La Vaguada, en Madrid, puso en 1978 a los comerciantes de la zona en pie de guerra al entender que perjudicaría sus intereses.

  • 12Unos clientes suben a un taxi ante la mirada de un agente de la Policía Nacional en 1978 en Madrid. Por entonces los taxis eran negros con una franja roja (que en verano de 1980 pasaron a ser blancos). A finales de año, la bajada de bandera costaba 25 pesetas y el kilómetro recorrido, 15; la hora parada 375, y la nocturnidad, 25.
  • El de la imagen es el primer establecimiento de la cadena norteamericana Burger King en Europa, el de la plaza de los Cubos de Madrid, que abría sus puertas en 1975. En 1978, la fiebre que llegaba de Estados Unidos era la de película 'Grease'. "Amo el 'whopper with cheese' y la letra de las canciones de 'Grease' por la misma razón: porque no las entiendo", declaraba una joven a este periódico en octubre de 1978.
    El de la imagen es el primer establecimiento de la cadena norteamericana Burger
    King en Europa, el de la plaza de los Cubos de Madrid, que abría sus puertas en 1975.
     En 1978, la fiebre que llegaba de Estados Unidos era la de película 'Grease'. "Amo el 'whopper with cheese' y la letra de las canciones de 'Grease' por la misma razón: porque no las entiendo", declaraba una joven a este periódico en octubre de 1978.
     

  Los músicos amenizan las tradicionales fiestas en la plaza del Dos de Mayo en Malasaña (Madrid) que en 1978 tuvo un ambiente festivo, más festivo que la de 1977 que acabó con numerosos detenidos y varios heridos. Estas verbenas y su ambiente desenfadado, con participantes maquillados y disfrazados, fueron un referente festivo-juvenil durante la Transición.

 Los músicos amenizan las tradicionales fiestas en la plaza del Dos de Mayo en Malasaña (Madrid) que en 1978 tuvo un ambiente festivo, más festivo que la de 1977 que acabó con numerosos detenidos y varios heridos

. Estas verbenas y su ambiente desenfadado, con participantes maquillados y disfrazados, fueron un referente festivo-juvenil durante la Transición.

  Un funcionario judicial atiende en los juzgados de plaza de Castilla de Madrid en octubre de 1978, a una mujer acompañada de su hijo. Dos meses después de su inauguración estos juzgados ya se encontraban saturados. En el moderno edificio al que fueron trasladaron los juzgados de instrucción de Madrid, los ciudadanos abarrotaban los pasillos al carecer de salas de espera y, ante la falta de sillas donde sentarse, tramitaban sus asuntos de pie, con total falta de intimidad debido a la cercanía de las mesas de los funcionarios judiciales. Un funcionario judicial atiende en los juzgados de plaza de Castilla de Madrid en octubre de 1978, a una mujer acompañada de su hijo. Dos meses después de su inauguración estos juzgados ya se encontraban saturados. 

En el moderno edificio al que fueron trasladaron los juzgados de instrucción de Madrid, los ciudadanos abarrotaban los pasillos al carecer de salas de espera y, ante la falta de sillas donde sentarse, tramitaban sus asuntos de pie, con total falta de intimidad debido a la cercanía de las mesas de los funcionarios judiciales.

Manifestación feminista para pedir la libertad de información sobre anticonceptivos y el control de natalidad y la creación de centros de planificación controlados por mujeres, pero financiados por el Estado que tuvo lugar el 4 de Mayo 1978. De 10.000 a 15.000 mujeres marcharon por la calle de Alcalá de Madrid pidiendo que los anticonceptivos fueran a cargo de la Seguridad Social, el aborto libre y gratuito y que la Constitución recogiera los derechos de la mujer. 

Manifestación feminista para pedir la libertad de información sobre anticonceptivos y el control de natalidad y la creación de centros de planificación controlados por mujeres, pero financiados por el Estado que tuvo lugar el 4 de Mayo 1978. De 10.000 a 15.000 mujeres marcharon por la calle de Alcalá de Madrid pidiendo que los anticonceptivos fueran a cargo de la Seguridad Social, el aborto libre y gratuito y que la Constitución recogiera los derechos de la mujer. 

Pero si hay algo que no ha cambiado en estos 40 años es que los españoles seguimos siendo muy de bares, como este de Madrid un fin de semana de 1978.  

Pero si hay algo que no ha cambiado en estos 40 años es que los españoles seguimos siendo muy de bares, como este de Madrid un fin de semana de 1978.