Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 nov 2018

La auténtica sirvienta de Ava Gardner..................Peio H. Riaño

La serie televisiva sobre los años de la estrella de Hollywood en España saca a la luz la vida de Carmen López, que trabajó para la actriz en el tiempo que retrata ‘Arde Madrid’.

Carmen López, fotografiada en la casa de Ava Gardner en Madrid. Cortesía de la familia de Carmen López
“¡Perón, Perón, maricón!”. Ava Gardner se asoma a la ventana y le grita al expresidente argentino, su vecino de abajo, mientras este ensaya discursos al aire. 
La actriz, libre y sin prejuicios, vivió 13 años enamorada de un país asfixiado por Franco, en una fiesta continua. 
La mayor parte de la aventura española de la estrella del cine pasó en un piso de lujo en la zona más privilegiada de la capital, a pocos kilómetros del Pardo, tras comprarse primero una casa en La Moraleja.
 Gardner grita a Perón y junto a ella está Carmen López, su sirvienta.
 La actriz en aquel Madrid es un mito que emerge de la cruda realidad para iluminar un país prisionero por los militares. 
Y Carmen encarna la España real de los sesenta. 
Pero también es un personaje que la ficción audiovisual ha creado sin tener noticias de su existencia.
Anna R. Costa, creadora de la serie Arde Madrid (Movistar+) junto a Paco León, y que firma el guion con Fernando Pérez, no sabía nada de Carmen hasta que recibió la llamada de EL PAÍS el pasado miércoles, cuando la serie ya había sido estrenada con éxito crítico. Y, sin embargo, ha escrito un personaje de ficción (Pilar, interpretada por Anna Castillo) que existió, con frases que dijo, con viajes que hizo. 
Hasta se parecen. “Que coincida con la realidad me emociona muchísimo, quiero conocer a su familia”, explica, mientras ultima el guion de la segunda temporada del último éxito de la ficción española. 

Costa ha documentado durante cinco años los detalles de la serie. Ya había investigado la Sección Femenina de Pilar Primo de Rivera para una obra de teatro que estrenó hace una década en el Teatro Lara, de Madrid, El manual de la perfecta esposa. 
 En Arde Madrid entrevistó a testigos que conocieron a la actriz, leyó biografías y el libro de Marcos Ordóñez —Beberse la vida: Ava Gardner en España (Aguilar)—. Se carteó con Carmen Vargas (la segunda sirvienta que trabajó con la diva), la primera telefonista internacional que pasaba las llamadas de Frank Sinatra, el pianista Paco Miranda...

Rumbo a Nueva York

Carnet de avión de Ava Gardner y Carmen López para un vuelo a Nueva York.
Carnet de avión de Ava Gardner y Carmen López para un vuelo a Nueva York.
Un año, que en este caso equivale a decir toda una vida. “Para Carmen. Happy first trip to America. Bien. Venida”. Y la firma: “Ava Gardner”. 
Es un carné de vuelo que sirve la TWA —quizá solo a los pasajeros de primera—, con la que vuelan Ava y Carmen con destino a Nueva York el 29 de agosto de 1961.
 La tripulación ha estampado su autógrafo en el documento, que en una de las páginas incluye una polaroid de López en su asiento, antes de despegar. 
El vuelo, dice la credencial, durará ocho horas y media, cubrirá la distancia a una velocidad media de 550 kilómetros por hora y el papel que lo acredita será un recuerdo para siempre.
 Incluso cuando ella no esté o su memoria haya desaparecido.

Carmen López hoy se encuentra en una residencia del extrarradio de Madrid, borrada por el alzhéimer. 
Como un náufrago, Juan Carlos ha ido recogiendo los restos de la vida de su madre, que flotan a la deriva.
 Es el menor de los tres hijos que tuvo Carmen con Juan José. No ha visto la serie. Sus hermanos tampoco. Ninguno de ellos se atreve, por miedo al dolor de reconocer a su madre entre los personajes.
 Y lo cierto es que la encontrarían.
 Hay diálogos que mantuvo su madre con Ava que están rodados. La realidad haciendo un cameo en la ficción, o viceversa. Quién sabe.
 Además, una carta del Hotel Plaza de Nueva York, que presenta una actuación de la vocalista británica Shirley Bassey, famosa por haber cantado temas de la saga de James Bond. Dos espectáculos por noche y tres dólares la entrada. Desde allí vuelan a Boston.

La misma talla

Nunca antes López se había montado en un avión. 
Jamás volvería a salir de España. Guardaba sus anécdotas para las reuniones familiares. 
Era pudorosa, tenía miedo de que se conocieran y acabara tocando su puerta la prensa del corazón. 
“Es una mujer muy discreta. Ava fue muy cariñosa con ella, no la miraba por encima del hombro.
 Le regaló muchísima ropa. Usaban la misma talla y eso a mi madre, que era muy coqueta, le gustaba recordarlo.
 Pero lo metimos todo en una caja y no sabemos dónde está”, cuenta el hijo. Lo que no ha perdido es la pelota de béisbol firmada por los jugadores de New York Giants.
 Ni unas gafas de sol que le regaló la actriz.
A los pocos meses de aquello, López se despidió para regresar al inicio, a Fuengirola, a trabajar en un hotel donde conocerá al carpintero con el que se casa y tiene tres hijos. 
Ellos volverán a Madrid, al barrio de Hortaleza, para instalarse en unos edificios que reciben el aluvión rural, a cumplir con la vida a la que su madre nunca quiso renunciar.
 Aquella que empezó con el paréntesis que le regaló Ava Gardner y que la ficción imaginó muchos años después para una exitosa serie de televisión.

Los hijos están orgullosos de saber que su madre podría ser uno de los personajes de Arde Madrid. “Somos como mi madre... viviendo una aventura”, dice Juan Carlos, sentado en una cafetería de Madrid. Le habría gustado que ella hubiese ayudado a recrear aquellos momentos, pero su memoria ya no está con ella. Ahora la tienen sus hijos y una parte cabe en esa carpeta que trae bajo el brazo.
La abre y empieza a sacar afiches de salas de jazz y tarjetas de restaurantes de lujo de Nueva York. También un tríptico del local de jazz de moda, Birdland —abierto en 1949 con ese nombre en tributo al saxofonista Charlie Bird Parker—. En él, aparecen fotos de Duke Ellington, Dizzy Gillespie o el cantante Joe Williams. Este le firma una dedicatoria en el papel. También tiene una postal de un local de cócteles, Ship’s Haven, con “atractive rooms for private parties”. Otra imagen retrata una villa en Maine y la publicidad de un restaurante donde sirven “sabrosas” costillas: Rib Room.
Pero no conocía a Carmen López. Esta llegó de Fuengirola a Madrid a finales de 1960 en busca de trabajo. La muchacha andaluza de 27 años había sobrevivido a la Guerra Civil. A la izquierda de Franco, aunque sin inquietudes políticas. No tenía estudios y le costaba leer con fluidez. Andaba en busca de una oportunidad para sobrevivir. Cree que puede hacerlo atendiendo la intimidad de las casas o las habitaciones de los hoteles. Y encuentra un hueco en un apartamento en la avenida del Doctor Arce, número 11. López entró como interna para atender las necesidades de la estrella de Hollywood en 1961. Estuvo con ella un año, cuando decidió que había tenido suficiente.

 

Más se perdió en La Habana ................Por MAURICIO VICENT

Turrones, brujería y geopolítica en la Cuba de Fidel.

Adolfo Suárez, en 1978, protagonizó la primera visita de un presidente del Gobierno español a la isla.

Adolfo Suárez y Fidel Castro, con Natalia Bolívar, durante el viaje a Cuba en 1978 del entonces presidente del Gobierno español.
Adolfo Suárez y Fidel Castro, con Natalia Bolívar, durante el viaje a Cuba en 1978 del entonces presidente del Gobierno español.
Ahora que de España vuelve a viajar a Cuba gente importante, empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y si nada se tuerce en el camino también los Reyes, el año próximo, con motivo del quinto centenario de La Habana, conviene recordar otras visitas de altos vuelos y algunas anécdotas de las relaciones bilaterales para que luego nadie se espante cuando comiencen a gritar los que siempre se oponen a cualquier acercamiento a Cuba.

Mes y medio antes de aprobarse la Constitución Española, el 9 de septiembre de 1978, se produjo el primer viaje oficial de un presidente español a la isla, el de Adolfo Suárez. 
La visita no solo era importante por su simbolismo, recién estrenada la democracia. 
Además de revitalizar los lazos culturales y económicos, aletargados tras el largo apagón de Franco, el viaje tenía un morbo geopolítico considerable: se trataba del primero de un líder occidental a Cuba, en momentos en que el campo socialista parecía indestructible y el alineamiento cubano con la antigua Unión Soviética era absoluto.
Aunque alérgica al comunismo, la España de Franco nunca quiso romper con la Cuba de Fidel Castro: el turrón y el brandy Terry Malla Dorada sobrevivieron en la mesa y en el imaginario de los cubanos a la temprana expulsión de La Habana del embajador Juan Pablo de Lojendio, en enero de 1960, tras lo cual ambos países pasaron 14 años con relaciones diplomáticas mermadas.
 Sin embargo, el turrón de Jijona, en la isla, y el azúcar, los puros y el ron cubano que España siguió comprando fueron en aquellos años difíciles los mejores embajadores, y ni siquiera tras la visita del presidente Eisenhower a España Franco quiso sumarse a la política de aislamiento estadounidense.
Turrones, brujería y geopolítica en la Cuba de Fidel
La anécdota del primer encuentro la puso Raúl: la ceremonia en el aeropuerto concluyó con un desfile de tropas ante los dos presidentes, pero frente al tumulto de fotógrafos e informadores a su alrededor, momentos antes de iniciarse la parada militar, el hermano de Fidel, entonces ministro de las Fuerzas Armadas, soltó: "Quítenme de ahí a esa prensa para que no digan luego que los arrolló el Ejército revolucionario". Suárez y Castro soltaron la carcajada.

Si bien en 1978 a Estados Unidos no le hizo ninguna gracia aquella visita, Suárez entendió que se trataba de un reencuentro necesario y así, aquel 9 de septiembre de 1978, a las doce en punto del mediodía, se abrieron las puertas del DC-8 que lo llevaba desde Venezuela.
  El recibimiento fue apoteósico. Fidel y Raúl Castro al pie de la escalerilla del avión, 21 salvas de artillería, los himnos de España y Cuba a todo dar y miles de personas saludándolos con banderitas de ambos países y, de fondo, un gran retrato del presidente Suárez con el lema de "Viva la amistad hispano-cubana".
 "Desde el primer momento hubo química entre los dos", recuerda la escritora y experta en religiones afrocubanas Natalia Bolívar, que había combatido clandestinamente contra Batista y entonces era directora del Museo Numismático del Banco Nacional de Cuba. Ambos mandatarios inauguraron en su museo una exposición de monedas y arte hispanoamericano, y allí Natalia, con sus 40 años esplendorosos, fue la anfitriona. 
"Ellos llegaron haciendo chistes, llevaban solo unas horas juntos y ya el clima era de complicidad total".
Cuenta que se tomaron varios mojitos y que, en un momento, Suárez (45 años entonces) y Fidel (52) "se fajaron" por sentarse a su lado, sin hacer caso al ministro presidente del Banco Nacional, Raúl León Torras. 
 "Aquello era un flirteo a la cara, y Adolfo era atractivísimo, muy elegante…". Entre piropo y piropo de ambos, Suarez la invitó a ir de visita a España, y Castro bromeó con que no podía ser, pues Natalia estaba muy ocupada. 
Cuarenta años después, Natalia saca de su archivo una foto de aquel encuentro, Suárez con el ojo guiñado y Fidel observándolo todo, ella de traje blanco —"Yo no tenía ropa para la ocasión y me había hecho el vestido con la tela de unas cortinas que habían traído los rusos para una exposición"—. Lo que más recuerda de aquel día "eran las risas y la gran sintonía de los dos".
Pero… ¡Ahhh la química y la sintonía! 
Si algo enseña la historia es que en las relaciones hispano-cubanas la química no basta, pues las cosas tienden a enredarse.
 Durante los dos días que estuvo Suárez se pasaron revista a los temas bilaterales: la renovación de un acuerdo comercial que estaba a punto de caducar, la creación de un mecanismo para indemnizar a los españoles perjudicados por las nacionalizaciones del comienzo de la revolución, la apertura de diversas líneas de cooperación y el siempre delicado asunto de los derechos humanos, en ese caso centrado en las gestiones para la liberación del preso español Eloy Gutiérrez Menoyo, que había sido comandante de la revolución y llevaba 14 años en la cárcel por alzarse en armas contra Castro, y el permiso de salida del país para unos doscientos descendientes de españoles.
Turrones, brujería y geopolítica en la Cuba de Fidel
El viaje tuvo como colofón una simpática rueda de prensa en la que Fidel, con puro en la mano y pistola al cinto, expresó su preocupación por el acercamiento de España a la OTAN. 
Se produjo también el anuncio oficial de que el Rey Juan Carlos I invitaba al presidente cubano a visitar España en 1979. 
 "Nos vemos en Madrid", dijo Castro a los periodistas al terminar el viaje, y ese fue el titular del día siguiente de muchos diarios.
Cuenta Natalia que tras la visita de Fidel y Suárez al museo, el ministro presidente del Banco Nacional se le "encarnó".
 "Parece que molestó aquel protagonismo mío, y a partir de entonces comenzó a hacerme la vida imposible.
 Todos los días era un problema, no me dejaban vivir…". Entonces Natalia fue a ver a unos amigos suyos paleros, practicantes de la religión afrocubana de Palo Monte, que hicieron diferentes obras de brujería y sacrificios de animales para protegerla. 
 "Fue remedio santo. Quedaron neutralizados".
La carga “revolucionaria” del viaje pasó factura al presidente español con los sectores más recalcitrantes de UCD
Al poco tiempo, al ministro del Banco le dio un infarto.
 Y las relaciones hispano-cubanas siguieron zigzagueantes. 
Para Suárez, la visita constituyó un espectacular golpe de efecto ante la opinión pública española e internacional, y para Cuba supuso la apertura de nuevas fronteras políticas y comerciales fuera del campo socialista. 
 Pero por aquel entonces comenzó la mala maña en España de convertir el tema de Cuba en política nacional y no en política de Estado. 
La carga "revolucionaria" del viaje pasó factura al presidente español con los sectores más recalcitrantes de UCD, que miraban con preocupación las elecciones de 1979. Suárez ganó aquellos comicios, pero no por mayoría absoluta. 
El viaje de Fidel Castro finalmente no se produjo.
 Y las indemnizaciones y la salida de Menoyo tuvieron que esperar a que Felipe González ganara las elecciones y viajara a Cuba en 1986. 
Pero esa es otra historia que acabó en culebrón, aunque los turrones siguieron llegando.

 

 

 

Una pequeñita historia

Veo a muchachos que luchan por que se quiten la corrida de toros, por ejemplo, pero no luchan por nuestras libertades que son las suyas.
Pues una vez en Cestona donde trabajó Pio Baroja en su ayuntamiento, un pueblecito pequeño y sin más atractivo que un rio al que me asomé porque no sabía que otra cosa se podía hacer. Bueno si, había unB ar de los que yo llamo de "hombres" qque solo beben y charlan a gritos, y se callan cuando hice intentos de entrar.
Así que di la vuelta y miré a las aguas del rio.
Alli habia un perro y un niño. Pero no estaban juntos.
En una de estas el perro se fue de roca en roca y se quedó aislado, iba ya a dar la vuelta para que alguien lo ayudara cuando vi al niño. cerca de él había una tabla, salto y nadó hasta dar con ella. llevaba un bastón en la mano a modo de remo, y fue a por el perro que cada vez se aislaba más. Yo como en una película veia ya el final se acercaban a unas pequeñas cataratas rápidas. 
El peligro no está en lo grande ni en lo pequeño.
El niño llegó a la altura del pobre perro y le tendio la tabla con el bastón.
 Lo sacó de alli y dando un salto los dos se quedaron en una roca
. Que fragilidad y que bondad ese fue elúltimo dia de estar allí y pensando que Baroja hubiera escrito un cuento de haberlo visto pensé que sería yo, sin saber cuando la que contaría esa pequeña historia de un niño un perro y un rio. 

Espuma de patata........................................... Boris Izaguirre

Carlos de Inglaterra y sus hijos y nietos son parte de una familia soberana, pero los vemos como protagonistas de una serie de televisión.

Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles salen hacia el palacio de Buckingham para celebrar el 70º cumpleaños del príncipe, el miércoles 14 de noviembre de 2018.
Carlos de Inglaterra y Camila de Cornualles salen hacia el palacio de Buckingham para celebrar el 70º cumpleaños del príncipe, el miércoles 14 de noviembre de 2018. AP

 

Se ha puesto de moda reducir la importancia de los años vividos. Cuando cumples 40 te dicen que son los nuevos 30.
 Carlos de Inglaterra cumplió 70 el miércoles y se hizo viral el retrato oficial junto a su familia directa. 
Así se colocó en el sitio más moderno y convencional posible. Son parte de una familia soberana, pero los vemos como protagonistas de una serie de televisión.
Los 70 años de Carlos de Inglaterra le han permitido ver cómo su país perdía un imperio pero mantenía influencia mundial, monetizaba movimientos musicales como el pop o el punk, de moda como la minifalda inventada por Mary Quant o el inigualable y, a veces, incomprensible estilo de su madre, the Queen
También el sensacionalismo de la prensa británica, que tantas veces lo ha puesto a él en la diana, sobre todo cuando estaba casado con Diana.
 Hasta llegar al Brexit, que mantiene al Reino Unido en todos los titulares. 
Carlos continúa esperando que su madre le ceda el puesto pero la genética Windsor, longeva y egoísta, se alarga aun más gracias a la ciencia.
 Anteayer me sorprendió una foto de Diana caminando junto a Camilla Parker Bowles después de un partido de polo del príncipe Carlos.
 Las dos van vestidas mostrando sus personalidades. Camila más de campo y Diana más de ciudad. 
Curiosamente, las dos llevan el mismo modelo de botas, como si fuera ese regalo, de Carlos, que las iguala. Se ve como Diana se aferraba a su máscara de niña tonta para pasar el mal trago del escrutinio público. 
Camila se ve apurada, no tiene las tablas de Diana pero si el amor del hombre con el que la princesa esta casada. 
Diana ya va pensando en Versace mientras que Camilla se aferra a su britaniquísimo bolso Mulberry. 
Terminaron, una en un túnel en París. La otra junto al hombre que ama viviendo la fantasía del Brexit.
nglaterra es melancólica y civilizada, y continuará deleitándonos con su habilidad parar hacer fluir la creatividad en los sitios más aburridos. Mientras Carlos cumple 70 años y sin reinar, Freddy Mercury, cantante de Queen, cumplirá 27 años fallecido pero reinando en las pantallas de cine gracias a Bohemian Rhapsody. Para las nuevas generaciones esta película descubrirá que el protagonista de himnos heterosexuales emblemáticos, era 100% gay. 
Claro que en el armario y chantajeado por ello. 
La película deja claro que ni el talento ni el éxito tienen por qué estar marcados por la sexualidad, pero sí por la disciplina y el control sobre el talento.
 Que es lo que hacia Mercury con el suyo, llevarlo hacia una zona incontrolable y regresar con un hit entre los dientes. Durante años recelé de Freddie Mercury como héroe particular; ahora encuentro que aportó mucho entretenimiento e inspiración histriónicos. Y eso no está mal.
Seguro que todavía hay algún cd de Queen en el Rastrillo de Nuevo Futuro. Este año Simoneta Gómez Acebo declaraba que sus hijos se asustan ante la llegada de esa fecha y la obligada visita. Sin embargo, es allí donde la mamá de Simoneta, la infanta Pilar
Se ha puesto de moda reducir la importancia de los años vividos. Cuando cumples 40 te dicen que son los nuevos 30. Carlos de Inglaterra cumplió 70 el miércoles y se hizo viral el retrato oficial junto a su familia directa. Así se colocó en el sitio más moderno y convencional posible. Son parte de una familia soberana, pero los vemos como protagonistas de una serie de televisión.
Los 70 años de Carlos de Inglaterra le han permitido ver cómo su país perdía un imperio pero mantenía influencia mundial, monetizaba movimientos musicales como el pop o el punk, de moda como la minifalda inventada por Mary Quant o el inigualable y, a veces, incomprensible estilo de su madre, the Queen. También el sensacionalismo de la prensa británica, que tantas veces lo ha puesto a él en la diana, sobre todo cuando estaba casado con Diana. Hasta llegar al Brexit, que mantiene al Reino Unido en todos los titulares. Carlos continúa esperando que su madre le ceda el puesto pero la genética Windsor, longeva y egoísta, se alarga aun más gracias a la ciencia
, se siente como una reina y tan relajada que transmite lo que piensa y sabe, acerca de su familia, la familia real. Gracias a eso supimos que la reina Sofia iba a celebrar sus 80 años a tope, con mogollón de aristócratas y familiares. 
Y ha sido la noticia más comentada de la semana. La otra son David Bisbal y su ex, Elena Tablada.
Los 70 años de Carlos de Inglaterra le han permitido ver cómo su país perdía un imperio pero mantenía influencia mundial, monetizaba movimientos musicales como el pop o el punk, de moda como la minifalda inventada por Mary Quant o el inigualable y, a veces, incomprensible estilo de su madre, the Queen. También el sensacionalismo de la prensa británica, que tantas veces lo ha puesto a él en la diana, sobre todo cuando estaba casado con Diana.