5 nov 2018
Antonia Dell'Atte, el regreso del huracán italiano..........Maite Nieto...
La semifinalista de 'MasterChef' habla de la enfermedad que la ha mantenido apartada del foco mediático durante ocho años y del carácter controlador de su exmarido Alessandro Lecquio.
Antonia Dell’Atte, el huracán italiano, ha vuelto a la televisión de la mano de Master Chef y la ha vuelto a liar.
Además de sus enfrentamientos con algunos de sus compañeros de concurso, la belleza que la convirtió en musa de Giorgio Armani en los años ochenta y su apasionado carácter han vuelto a ponerla de actualidad en España después de años prácticamente desaparecida.
Para quienes hayan descubierto ahora a Dell’Atte conviene establecer un antecedente básico: en España se hizo famosa no como modelo de Armani, que lo fue, sino como la esposa a la que Alessandro Lecquio engañó con Ana Obregón.
Era principios de 1991 y durante varios años el triángulo formado por la explosiva mujer engañada y despechada, el atractivo marido italiano infiel y la amante española famosa llenó páginas de la prensa rosa y programas de televisión, con polígrafo de la verdad incluido.
Pero hubo un momento en el que Antonia se retiró del primer plano y volvió a Italia para proteger la tranquilidad y la privacidad del único hijo que había tenido el matrimonio, Clemente, entonces un niño y ahora un hombre de 30 años vive en Miami y trabaja en negocios de hostelería después de haber estudiado Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.
Antonia Dell’Atte pasó el pasado viernes por el programa Mi casa es la vuestra y dio detalles de una infancia complicada, de cómo ha sido su vida durante estos años y de cómo se enteró de que su marido le era infiel con Ana Obregón.
Cuando le veía así, le temía y sentía la desolación”. La modelo también contó que de pequeña era una “niña de campo”, que iba a la escuela y trabajaba en la vendimia para ayudar a sus padres.
Vida de modelo. Sus padres se separaron cuando ella tenía 13 años y la vida fue más tranquila pero también más justa en lo que se refiere a la economía.
A los 18 años se trasladó a Milán para ver si podía ser modelo y realmente todo cambió cuando un peluquero decidió córtale el pelo. “Era guapa pero común, un corte de pelo cambió mi vida.
En 1983 estaba cenando en un restaurante y se dio cuenta de que los comensales de la mesa de al lado no paraban de mirarla.
Una de ello era Armani. “Al día siguiente empezó realmente mi carrera de modelo”, contó Antonia Dell’Atte.
Un marido controlador. “Mi parte cómica me protege pero es como una coraza para que no me hieran. Soy frágil pero no débil”, afirmó Dell’Atte.
Y entonces pasó a dar detalles de su matrimonio con Allesandro Lecquio, Dado.
Cómo la persiguió durante semanas hasta que logró que le hiciera caso, que al principio fue como un cuento de hadas… Pero también dio detalles que dan que pensar sobre la personalidad controladora del italiano:
“Después me he enterado de que él llamaba a mis amigos amenazándoles para que me dejaran.
Estaba enamoradísimo. Fue una historia fantástica hasta que me quedé embarazada y empezó a salir su carácter.
Era parecido a mi padre, ahora ha cambiado pero el mismo día de nuestra boda (yo estaba embarazada de cuatro meses), quería que fuéramos a cenar y le dije que fuera él que yo estaba cansada.
Su respuesta fue. ‘Eres mi mujer, si tú no vienes, me divorcio de ti”.
Traslado a España e infidelidad. La pareja se trasladó a España a causa de un trabajo de Lecquio para Fiat.
“Yo tenía que ser perfecta, no trabajaba, solo esperaba de mí que fuera ama de casa.
No era feliz, cualquier gesto llevaba a una pelea absurda.
Me enteré de que me era infiel con Ana Obregón, a quien habíamos conocido en una cena, porque ví su nombre en una agenda cuando mi marido me había dicho que se iba de viaje con un empresario por temas de trabajo”.
Dell’Atte confesó divertida que el ataque de celos fue antológico. Cogió un taxi, intentó que pararan el avión en que supuestamente iba su marido infiel y llamó al teléfono de Obregón y dejó claro que sabía que estarían juntos.
“Ellos me hicieron famosa”, concluyó la modelo sobre este período de su vida.
Su hijo Clemente y el perdón. Veinticinco años han durado las rencillas con su exmarido y con Ana Obregón.
“Hace seis años todo se ha arreglado, hicimos lo que tendríamos que haber hecho en mi separación”.
“Dado no ha sido un padre presente en la vida de nuestro hijo Clemente, pero él tiene el sentido del perdón y están reconstruyendo su relación”.
Clemente también intervino para aclarar que su madre le ha protegido siempre y que ahora tiene una relación más fluida con su padre:
“Hemos abierto un nuevo capítulo de la vida y vivimos otra historia sin mirar al pasado”.
Ocho años de enfermedad. Antonia Dell’Atte también desveló que durante ocho años ha estado prácticamente desaparecida porque se alejó de todo lo que significaba estar en primer plano de la actualidad a causa de una enfermedad.
“He estado muy mal con un problema en los ojos. Me dolían mucho, me lloraban, hubo un momento en el que parecía que se iban a salir de las órbita”, explicó la modelo.
“No sabían a qué se debía. Al final era a causa de un problema de tiroides y me tuve que quitar esa glándula para solucionarlo”.
El ciclón de Dell’Atte ha vuelto a España y ya se lo ha dicho el propio Alessandro tras firmar la paz:
“Yo contigo no he podido. Eres la única mujer que me ha dicho la verdad”.
Eso dijo Antonia como aviso a navegantes poco antes de convertirse en semifinalista de MasterChef muy a pesar de algunos de sus compañeros que preferirían menos pasión y menos dosis de sinceridad.
El fin de los excesos del multimillonario Philip Green
Tras las acusaciones de abusos verbales, racistas y bromas sexuales de dudoso gusto, todos repudian al creador de la firma de moda Topshop.
Todos los artistas, políticos y periodistas que se apuntaban a la carrera a las fastuosas fiestas del multimillonario dueño de la cadena británica de ropa Topshop prefieren ahora mirar hacia otro lado.
Nadie quiere ser asociado con el que lleva camino de convertirse en el símbolo del MeToo en Reino Unido.
Green creía tener todo bajo control.
Durante años había callado con el pago de altas sumas a todos los empleados de sus tiendas que habían sufrido sus abusos verbales en forma de comentarios racistas despectivos o bromas sexuales de dudoso gusto.
El diario The Daily Telegraph estaba a punto de desvelar la identidad del acaudalado empresario objeto de una investigación judicial por continuos actos de acoso en el ámbito laboral cuando de nuevo el sistema acudió en su ayuda.
Esta vez fue un magistrado el que impidió al periódico dar el nombre de Greene.
Las cláusulas de confidencialidad firmadas por sus víctimas le protegían.
El golpe le vino de donde menos lo esperaba.
De una institución en ocasiones tan ajena a la realidad diaria que pocas veces se le presta atención: la Cámara de los Lores.
El barón Peter Hain, un político laborista de larga trayectoria originario de Sudáfrica (en su juventud participó activamente en la lucha contra el apartheid), decidió usar el privilegio de inmunidad del que gozan los parlamentarios de la Cámara Alta para revelar, bajo el techado gótico de Westminster, lo que la Justicia había prohibido revelar a la prensa.
Hain señaló directamente a Green como el empresario responsable de los abusos verbales sexuales y racistas.
Green creía tener todo bajo control. Durante años había callado con el pago de altas sumas a todos los empleados de sus tiendas que habían sufrido sus abusos verbales en forma de comentarios racistas despectivos o bromas sexuales de dudoso gusto. El diario The Daily Telegraph estaba a punto de desvelar la identidad del acaudalado empresario objeto de una investigación judicial por continuos actos de acoso en el ámbito laboral cuando de nuevo el sistema acudió en su ayuda. Esta vez fue un magistrado el que impidió al periódico dar el nombre de Greene. Las cláusulas de confidencialidad firmadas por sus víctimas le protegían.
El golpe le vino de donde menos lo esperaba. De una institución en ocasiones tan ajena a la realidad diaria que pocas veces se le presta atención: la Cámara de los Lores. El barón Peter Hain, un político laborista de larga trayectoria originario de Sudáfrica (en su juventud participó activamente en la lucha contra el apartheid), decidió usar el privilegio de inmunidad del que gozan los parlamentarios de la Cámara Alta para revelar, bajo el techado gótico de Westminster, lo que la Justicia había prohibido revelar a la prensa. Hain señaló directamente a Green como el empresario responsable de los abusos verbales sexuales y racistas.
El presidente del grupo textil Arcadia, que se encuentra en una clínica de Tucson (Arizona), lleva más de una semana intentando rebatir una acusación que, sin embargo, a nadie sorprende.
“¿Dónde va a terminar todo esto?", se preguntaba Green. “Ya no hay despedidas de solteros o de solteras.
Ya no vemos más chicas desfilando por el ring en los combates de boxeo. ¿Van a prohibir todo eso también?”.
No hacía falta ir tan lejos.
Por lo que se ha conocido hasta la fecha, los excesos y la conducta inapropiada los vivía Green en su propio entorno.
Y le tenían a él de protagonista.
Hijo de unos empresarios hechos a sí mismos con negocios de lavanderías y apartamentos londinenses de alquiler, el excéntrico multimillonario había comenzado a ganar dinero comprando ropa sobrante a empresas en quiebra para venderla luego en mercadillos locales.
Su fortuna actual ronda los 2.500 millones de euros, a pesar de que en los últimos años su negocio, que llegó a suponer el 12% de la industria textil británica, estaba de capa caída.
Solo Topshop, su empresa estrella y durante un tiempo la reina de las ventas online en Reino Unido, sigue siendo rentable.
Fue después de su
compra de British Home Stores (BHS), una cadena de ropa y menaje del
hogar símbolo durante décadas del gusto británico, cuando Greene empezó a
enseñar sus costuras.
La saqueó por completo, dejó pérdidas por más
1.400 millones de euros y quedaron en el aire 11.000 empleos.
s. El primer ministro Tony Blair
le llegó a conceder el título de caballero en 2006 “por su contribución
a la industria minorista textil de Reino Unido”. Fue después de su
compra de British Home Stores (BHS), una cadena de ropa y menaje del
hogar símbolo durante décadas del gusto británico, cuando Greene empezó a
enseñar sus costuras. La saqueó por completo, dejó pérdidas por más
1.400 millones de euros y quedaron en el aire 11.000 empleos. Una
campaña en el Parlamento británico logró recabar firmas de hasta 100
diputados para hacer algo que nunca antes se había hecho: despojar a
Greene de su título de Sir.
Solo cuando se comprometió a devolver casi
500 millones de euros del fondo de pensiones se frenó la iniciativa.
Pero el empresario tenía los días contados.
Greene vive entre semana en una suite del lujoso Hotel Dorchester, en Londres.
En fin de semana vuela en jet privado a Mónaco, donde tiene su residencia oficial por cuestiones fiscales obvias.
A veces decide cambiar de destino y se embarca en su superyate Lionheart, valorado en 120 millones de euros.
De momento, no ha tirado la toalla.
Amenaza con interponer una demanda formal en la Cámara de los Lores contra el barón Hain.
Le acusa de haber ocultado sus servicios ocasionales a la firma jurídica Gordon Dadds LLP, que representaba al diario The Daily Telegraph en su litigio contra Green.
Muchos parlamentarios británicos se han escandalizado por el modo en que Hain ha expuesto a Green sin contar con las pruebas del caso.
Pero muchos más le han respaldado.
Y la propia primera ministra, Theresa May, ha sugerido que el Gobierno revisará cómo funcionan las cláusulas de confidencialidad en los acuerdos judiciales.
El tiempo de Green como empresario intocable ha llegado a su fin.
En fin de semana vuela en jet privado a Mónaco, donde tiene su residencia oficial por cuestiones fiscales obvias.
A veces decide cambiar de destino y se embarca en su superyate Lionheart, valorado en 120 millones de euros.
De momento, no ha tirado la toalla.
Amenaza con interponer una demanda formal en la Cámara de los Lores contra el barón Hain.
Le acusa de haber ocultado sus servicios ocasionales a la firma jurídica Gordon Dadds LLP, que representaba al diario The Daily Telegraph en su litigio contra Green.
Muchos parlamentarios británicos se han escandalizado por el modo en que Hain ha expuesto a Green sin contar con las pruebas del caso.
Pero muchos más le han respaldado.
Y la propia primera ministra, Theresa May, ha sugerido que el Gobierno revisará cómo funcionan las cláusulas de confidencialidad en los acuerdos judiciales.
El tiempo de Green como empresario intocable ha llegado a su fin.
El presidente del grupo textil Arcadia, que se encuentra en una clínica de Tucson (Arizona), lleva más de una semana intentando rebatir una acusación que, sin embargo, a nadie sorprende.
Se veía venir. Y tu Casado no creas que no iran a por ti tb.....eres blanco facil.
Cospedal dimite de la ejecutiva del PP por los audios de Villarejo, pero mantiene su acta de diputada.
La exsecretaria general del PP ha cedido finalmente a las presiones internas, que pedían que diera un paso atrás.
Natalia Junquera
- La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal
ha anunciado este lunes su dimisión del comité ejecutivo, máximo órgano
de dirección del partido, tras la difusión de sus conversaciones con el
comisario encarcelado José Manuel Villarejo que revelan, entre otras
cosas, cómo encargó un informe para investigar a su compañero de partido Javier Arenas. Cospedal, sin embargo, mantiene por el momento su escaño en el Congreso.
Teodoro García Egea, secretario general del PP, ha alabado la decisión de Cospedal: "Espero que la ministra Dolores Delgado deje con la misma rapidez que Cospedal el Consejo de Ministros.
Es un gesto que le honra, poniendo los intereses del PP delante de los suyos", ha afirmado en una conferencia de prensa.
Sobre una posible renuncia de Cospedal al acta de diputada, García Egea se ha desvinculado asegurando que "es una cuestión personal".
El secretario general del PP se ha mostrado confiado en que el presidente del Gobierno o el líder de Podemos no vuelvan a hablar del asunto.
"Espero que el señor Pedro Sánchez y el señor Pablo Iglesias no tengan la osadía de tocar el tema que nos ocupa, las conversaciones con Villarejo, mientras la señora [Dolores] Delgado, siga sentada en el Consejo de Ministros", ha dicho.
El presidente del PP, Pablo Casado, marcó distancias con Cospedal, que fue clave en su victoria en las primarias para elegir al sucesor de Mariano Rajoy.
"Mi único compromiso es con los afiliados que me eligieron. Mi compromiso es de ejemplaridad, transparencia y rendición de cuentas y cualquier conducta que se aparte de esos tres preceptos contará con mi rechazo", declaró el líder popular.
A partir de entonces, y según se fueron conociendo nuevas grabaciones, la presión interna para que dimitiera fue en aumento, ya que los dirigentes populares consideraban que estaba haciendo mucho daño al partido.
Cospedal ha resistido varios días a esa presión. Aseguró que investigar a Arenas era su "obligación" y que ella nunca había mentido sobre este asunto.
El líder popular, según fuentes de su entorno, quería que fuera ella quien diera el paso atrás y no repetir situaciones como la de Rita Barberá, a la que el partido tuvo que dar un ultimátum para que dimitiera.
En el comunicado en el que anuncia su renuncia a su puesto en el comité ejecutivo del PP, Cospedal insiste en que se reunió con Villarejo en su despacho de la sede del partido pensando que era su obligación como secretaria general "para tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a la formación".
"Mi lucha contra la corrupción ha sido siempre una prioridad", añade.
El comunicado de María Dolores de Cospedal
"Ante los múltiples ataques que he recibido estos días por las conversaciones mantenidas con el ex comisario Villarejo, y para evitar que estos ataques se hagan extensivos a la formación política de la que he sido Secretaria General, y a su actual Presidente, he decidido renunciar a mi condición de miembro del Comité Ejecutivo Nacional, máximo órgano de dirección del partido.
Como ya he reiterado en más de una ocasión, yo no he mentido nunca acerca de mi conocimiento del ex comisario Villarejo y de haber mantenido algunas reuniones con él.
Siempre lo hice pensando y sigo pensando que era mi obligación como Secretaria General para tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a mi formación y en ese sentido actué, porque mi lucha contra la corrupción que pudiera afectar a mi partido ha sido siempre una prioridad en mi función como Secretaria General.
Las manipulaciones que se están haciendo de las cintas publicadas tratan de ofrecer una imagen distorsionada de la realidad, son extractos editados que solo tratan de perjudicar y dañar mi imagen personal, algo que no quiero que se extienda al Partido Popular.
Mira Cospedal tu sabías que iba a pasar eso en cuanto viste la cara de Casado, pero el siguiente será él.
Por todo ello, he comunicado esta mañana mi decisión al Presidente Pablo Casado."
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