Aitana Ocaña reconociendo que ha contado con la ayuda de una 'coach' para escribir en 'La tinta de mis ojos' (Alfaguara) engrosa la lista de personajes que aprovechan la figura del escritor fantasma.
Repasamos otros casos.
Desde Shakespeare y otros grandes nombres de la literatura a la legión de celebridades que publican sus memorias por puro marketing (y ahora también sus blogs y redes sociales), la figura del escritor fantasma está tan presente como obviada.
Como reconocía Jodi Lipper, escritora en la sombra de muchos de los best seller de The New York Times en una entrevista con Refinery 29, casi la totalidad de los libros de no ficción de esa lista están escritos por terceros que no se llevan el crédito.
Y apuntaba también que es un campo principalmente dominado por mujeres –que ya históricamente recibimos menos reconocimiento en nuestros trabajos que los hombres–.
Repasamos algunos ejemplos sonados de famosos sin ningún talento para la literatura pero que milagrosamente escribieron un libro.
Aitana Ocaña. La reciente publicación del libro de la ex concursante de Operación Triunfo, La tinta de mis ojos (Alfaguara), con ilustraciones propias y textos para los que ella misma reconocía haber contado con la ayuda de una “coach literaria”, ha destapado de nuevo esta figura.
“Cuando salí [del programa] me propusieron la idea de escribir un libro. Yo pensé: ‘nunca he hecho un libro en mi vida, yo no escribo, no sé cómo hacerlo.
Siempre he tenido faltas de ortografía y nunca me he sabido expresar muy bien, no sé cómo lo voy a hacer”, contaba en una abarrotada Fnac de Callao.
La polémica por el descarado interés comercial y la puesta en cuestión de su calidad literaria no han tardado en llegar, generando aún más debate a raíz de un tuit y un artículo publicado por la periodista Lorena G. Maldonado en el que escribía:
“Malas noticias para la literatura: Aitana publica un libro escrito por una ‘negra’ literaria, con 15 ilustraciones y poesía de baratillo”.
David Bisbal. Famoso por sus patinazos expresándose en Twitter (el episodio #turismoBisbal es historia de España), lo de escribir sus memorias, Desde dentro (Ed. Espasa), corrió por cuenta del periodista Francisco Aguado.
Él fue quien estructuró las conversaciones que ambos tuvieron durante meses para crear el libro
. Desde la editorial explicaban así el fenómeno a El Mundo: “Se trata de artistas con vidas fascinantes, pero sin tiempo para nada o que no se les da bien escribir”.
Como reconocía Jodi Lipper, escritora en la sombra de muchos de los best seller de The New York Times en una entrevista con Refinery 29, casi la totalidad de los libros de no ficción de esa lista están escritos por terceros que no se llevan el crédito.
Y apuntaba también que es un campo principalmente dominado por mujeres –que ya históricamente recibimos menos reconocimiento en nuestros trabajos que los hombres–.
Repasamos algunos ejemplos sonados de famosos sin ningún talento para la literatura pero que milagrosamente escribieron un libro.
Aitana Ocaña. La reciente publicación del libro de la ex concursante de Operación Triunfo, La tinta de mis ojos (Alfaguara), con ilustraciones propias y textos para los que ella misma reconocía haber contado con la ayuda de una “coach literaria”, ha destapado de nuevo esta figura.
“Cuando salí [del programa] me propusieron la idea de escribir un libro. Yo pensé: ‘nunca he hecho un libro en mi vida, yo no escribo, no sé cómo hacerlo.
Siempre he tenido faltas de ortografía y nunca me he sabido expresar muy bien, no sé cómo lo voy a hacer”, contaba en una abarrotada Fnac de Callao.
La polémica por el descarado interés comercial y la puesta en cuestión de su calidad literaria no han tardado en llegar, generando aún más debate a raíz de un tuit y un artículo publicado por la periodista Lorena G. Maldonado en el que escribía:
“Malas noticias para la literatura: Aitana publica un libro escrito por una ‘negra’ literaria, con 15 ilustraciones y poesía de baratillo”.
David Bisbal. Famoso por sus patinazos expresándose en Twitter (el episodio #turismoBisbal es historia de España), lo de escribir sus memorias, Desde dentro (Ed. Espasa), corrió por cuenta del periodista Francisco Aguado.
Él fue quien estructuró las conversaciones que ambos tuvieron durante meses para crear el libro
. Desde la editorial explicaban así el fenómeno a El Mundo: “Se trata de artistas con vidas fascinantes, pero sin tiempo para nada o que no se les da bien escribir”.