Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 oct 2018

Paula Echevarría: “Me lapidaron las feministas”.................. Luz Sánchez-Mellado

La actriz no entiende a quienes matan por ella ni a quienes la matarían y confiesa que el "pavo" tras su divorcio la ha rejuvenecido.

Está afónica perdida de tanto hablar de su libro. 
Bueno, de su película. Inmersa en la promoción de Ola de crímenes, una comedia donde encarna a una mala-malísima, Paula Echevarría —@pau_eche para sus 2,4 millones de seguidores en Instagram— comparece a la vez sencilla y perfecta a la entrevista, una de tantas de la tanda, aunque se nota pronto que quiere poner los puntos sobre las íes cuando se le inquiere por sus últimas polémicas.
 Echevarría, una de las mujeres más famosas de España en su doble condición de actriz y empresaria, al ser su propia marca en las redes, tiene interés en deshacer entuertos. 
Al final, acuciada por el reloj y la locuacidad de la entrevistada, se va una con la sensación de haber sido demasiado monotemática con sus preguntas, y de que nadie, ni siquiera un icono como ella, tiene el deber de ser bandera de nada.
¿Es consciente de que cae o muy bien o muy mal a la gente?
Sí. Hay gente que mata por mí, gente que me mataría y luego una gran mayoría en el medio a la que le hago gracia por lo que sea y me sigue en redes. 
No entiendo ni a los que me aman ni a los que me odian sin conocerme, tienen el mismo peligro.
¿Bloquea a los 'haters'?
Sí. No tolero faltas de respeto. Instagram es como mi casa, una parcela de mi vida a la que invito a la gente a entrar. 
Pero, igual que si alguien me insulta en casa, no vuelve a entrar, en Instagram, tampoco. 
Luego dicen que Paula la lía, o estalla, pero no suelo contestar. Digo hasta luego y punto.
Pero liarla, la lía. Como cuando dijo que no era ni feminista ni machista, sino persona. ¿Cree que ahí estuvo oportuna?
Es que vuelvo a decir lo mismo. 
Soy mujer, trabajadora, independiente, hija, madre, novia, amiga, compañera. ¿Qué problema hay en que diga que no quiero que me califiquen ni de feminista ni de machista? ¿Que no es políticamente correcto? ¿Tengo que decir lo que los demás quieren oír? Tengo 41 años, estudios, no soy una tarada ni vivo en los mundos de Yupi, sé lo qué es la vida.

¿Qué diría a quienes salieron a explicarle que el feminismo es la igualdad entre hombre y mujer?

Influyente

Así, en español, porque es obvio que alguien con 2,4 millones de seguidores tiene público e influencia, es Paula Echevarría (Asturias, 1977). Actriz y marca andante, estrena 'Ola de crímenes', una película donde tiene una relación digamos difícil con los tacones.
 “Son mortales”, confiesa, sin ánimo de hacer 'spoiler'.
¿Sabes qué pasa? Te lo voy a explicar. Las redes están llenas de feministas abanderadas que son las primeras que te ponen a parir si llevas la falda corta o larga.
 De feministas que son las primeras que tiran piedras contra otras mujeres. Las que me atacaron brutalmente, las que me lapidaron, se dicen feministas.
 Ahora ya no puedes opinar de nada. Todo el mundo tiene la piel muy fina.
 Y si no entras en el carril de lo políticamente correcto, te machacan.
¿Echó en falta sororidad?
Es que fue así. ¿Hola? ¿Dónde está el apoyo entre nosotras? Yo jamás entraría a machacar a otra mujer en las redes.
¿No cree que tiene una responsabilidad social precisamente por la cantidad de gente que la sigue?
Los responsables de este país están en otra parte y son los que están todo el día liándola parda.
 No me considero responsable de nada, ni influencer, ni el oráculo. Soy una persona que vive y enseña la cara amable de su vida. Dicen que no puedo estar siempre tan feliz.
 Pues claro, cuando estoy triste no pongo una foto llorando. Las redes son entretenimiento.
¿Ha sufrido acoso sexual?
Jamás, nunca, en mi vida.
¿Cree que el movimiento MeToo ha empoderado a las mujeres?
¿Lo de Hollywood? Creo que se ha avanzado bastante, pero también creo que se gana más en todos los terrenos desde la no polémica que desde la polémica.
¿Por ejemplo? ¿Cómo contribuye usted a la igualdad?

Siendo como soy, independiente, trabajadora, luchando por mi hija, por mi familia y apoyando siempre, siempre, a las mujeres.
¿Cuánto duele el desamor?
Depende. De si dejas, de si te dejan, de si se acaba solo...
¿Por qué cree que su divorcio causó tanta fascinación?
Ni idea. Jamás lo entenderé. Es algo que me supera.
Ha pasado los 40. ¿Teme que el tiempo afecte a su carrera?
Esa es otra. Volviendo atrás: hay feministas que me ponen a parir diciendo: ¿dónde vas así vestida?, ¿te crees que tienes 15 años?, y luego seguro que van a manifestarse.
 Yo jamás haría eso. Una mujer siempre va bien.
Lo decía porque en su oficio hay mucha presión por la imagen, sobre todo de las mujeres.
No me siento presionada.
 No sé si me sentiré en el futuro. Tengo mis curvas, mis arrugas. Los personajes serán diferentes.
 Ahora todavía soy la chica que se enamora del chico, pero en equis tiempo seré la madre de la chica que se enamora del chico. No me preocupa. Es así, y lo sé.
¿Está preparada para eso?
Claro, ya soy la madre de mi hija, que es la prota de mi vida.
Y ya una preadolescente, por cierto. ¿Cree que hay varias edades del pavo en la vida?
Totalmente. 
Yo acabo de vivir un pavazo, absoluto, esa euforia momentánea.
¿Se enamora una igual con 20 que con 40 años?
O mejor. Y encima, rejuvenece.


¿Más que el ácido hialurónico?
Nada, nada. Lo que rejuvenece es el pavo. Te lo digo yo.
Nunca me ha gustado esa chica , ni la veo abanderada de la causa femenina, una actriz de medio pelo que no sabe lo que es ser "feminista"

 

La gran farsa del padre de Nadia..................... Jesús García

El fiscal vio tan claro el caso que incluso sopesó aumentar la pena de los progenitores de la niña.

Fernando Blanco y Marga Garau, padres de Nadia, el viernes en el juicio / VÍDEO: ATLAS

Tan convencido quedó el fiscal con las pruebas contra los padres de Nadia que hasta sopesó pedir un aumento de la pena. Finalmente se contuvo, y Fernando Blanco y Margarita Garau afrontarán seis años de cárcel por enriquecerse a costa de la enfermedad de su hija, Nadia Nerea, afectada de tricotiodistrofia.

 El juicio por estafa, celebrado esta pasada semana en la Audiencia de Lleida, fue un suplicio diario para Blanco, cuyas mentiras fueron evidenciadas por forenses, mossos y afectados. Su propia declaración y las preguntas de su abogado –“más propias de la acusación”, le reprochó el juez- fueron una fuente de alegrías para el fiscal.

La farsa tejida por Blanco durante años en platós de televisión y en conversaciones con sus vecinos de Organyà (Lleida) fue debidamente deconstruida en la sala de vistas.
 El acusado defendió lo imposible y agitó a su favor a Nadia, víctima y protagonista ausente del caso que lleva su nombre. Condenarle a él, dijo al hacer uso del derecho a la última palabra, era tanto como “condenar a Nadia”, que de todos modos, insistió, puede morir pronto porque su vida corre peligro.

La muerte inminente de Nadia. 
Blanco recaudó 1,1 millones con el principal argumento de que su hija iba a morir si no se la sometía a una intervención que siempre resultaba ser carísima y en el extranjero.
 Los forenses desmontaron esa coartada.
 La niña está enferma, sí: sufre una dolencia rara que le afecta al pelo, a la piel, y le produce además problemas de movilidad y una dificultad severa para el aprendizaje.
 Pero, aunque es más propensa a sufrir infecciones, la dolencia no disminuye su esperanza de vida ni mucho menos implica un riesgo inminente para su vida.
La búsqueda de tratamientos. En el juicio quedó claro que, desde el primer año de Nadia, los padres eran conscientes de que sufría tricotiodistrofia, una enfermedad genética para la que, según los advirtieron, no existía tratamiento. 
Blanco explicó que buscó segundas opiniones y que logró dar con expertos en Francia, Turquía y Estados Unidos para curar a la niña. Lo cierto, según la investigación, es que los padres apenas gastaron 2.700 euros en la niña; el resto sirvió para cubrir sus gastos ordinarios.
 
Los genes que entran y salen. Nadie fue sometida, según el padre, a diversas operaciones que “duraban muchas horas” para modificarle los genes.
 Lo explicó del siguiente modo: los médicos realizaban una punción en la nuca de la niña, le “sacaban los genes”, los “modificaban” y los volvían a introducir para “mejorar su calidad de vida”.
 Los forenses explicaron que todo eso es ciencia ficción. Sí hay estudios teóricos y experimentos sobre mutaciones genéticas que, “en un futuro”, ilustraron, podrían llegar a aplicarse en “embriones”, pero nunca en “personas adultas”.

Los hospitales de Houston y París. Blanco aseguró en el juicio que viajó cinco veces a Houston (EE UU) para operar a la niña. Tras su detención, dijo a los investigadores que uno de los centros se llamaba Houston Children Hospital.
 Pero ese nombre “no existe”, constató en el juicio uno de los mossos que lideró la investigación a preguntas, curiosamente, del abogado de Blanco. 
El acusado también mencionó otra operación en Francia, pero solo pudo concretar que tuvo lugar en “París”.

Viajar sin pasaporte. Otro dato sorprendente es que pudiera viajar a todos esos países sin pasaporte.
 Los Mossos constataron que ni él ni Nadia disponían de ese documento en aquellas fechas.
 El fiscal le preguntó, por ejemplo, sobre un supuesto viaje a Brasil y cómo era posible que no tuviera el sello en el pasaporte.
 Blanco alegó que viajaba allí desde Turquía, de modo que no lo necesitaba.
El cáncer de páncreas. La estrategia de la lástima fue esencial en la captación de fondos entre los vecinos de Organyà, que llegaron a colocar huchas en multitud de espacios para ayudar a la niña.
 Los vecinos, de hecho, acusaron a Blanco en el juicio de “jugar con los sentimientos” de la gente a costa de una niña enferma. 
Para añadirle dramatismo, Blanco les contó que sufría un cáncer de páncreas terminal y, para darle verosimilitud, se rapó el pelo.
 En el juicio, afirmó que nunca había dicho todo eso –pese a que también lo mencionó a un medio de comunicación-, aunque matizó que le detectaron “tres tumores al lado del hígado” que “resultaron ser benignos”.
El vendedor de vinos. La fiscalía argumenta que, desde 2009 –año en el que pusieron en marcha la asociación de apoyo a Nadia- los padres carecían de ingresos.
 La defensa trató de cuestionarlo y aludió a una tienda de vinos abierta por Blanco en Organyà. 
Pero los Mossos destaparon que el establecimiento no tenía actividad alguna y que el hombre se limitó a comprar unas cuantas cajas de vino.
 También se presentó como empleado de Vega Sicilia y afirmó que había sido enólogo. 
Nada de ello es cierto, según la investigación, y por eso el fiscal interpreta que Blanco, sin oficio ni beneficio, convirtió la enfermedad de su hija el medio de vida de su familia.

La huida a Toulouse.

 En diciembre de 2016, después de que EL PAÍS las incoherencias de su relato y los Mossos iniciaran una investigación, Blanco se vio acorralado y huyó a Francia.

 La policía catalana lo supo porque ya tenía su teléfono intervenido. 

Esa es una de las razones –riesgo de fuga- que llevó al juez a ordenar su ingreso en prisión provisional, donde permanece desde entonces.

 Un mosso detalló en la vista que, al regresar a Cataluña, Blanco utilizó carreteras secundarias y caminos de tierra para evitar los controles policiales.

 Como en todo, el presunto estafador dio una explicación alternativa: se marchó a Toulouse a buscar a un amigo, con el que se encontró fortuitamente en un bar, y que podía ayudarle a corroborar que todos los tratamientos a los que se había sometido Nadia eran ciertos. 

 No aportó ninguna prueba. Y dijo que sí, que hizo maniobras pero no para evitar a la policía, sino a la prensa, que había iniciado ya “una cacería” contra él.

Elegancia eterna...........

Lana, cuero, terciopelo y charol. El poder del negro impone su dominio en la nueva temporada.

 Vestido con cristales de colores de Christopher Kane, pendientes en forma de luna y maxiperla de SafSafu y base de maquillaje All-In-One Glow, de Yves Saint Laurent.

 

Sobrevestido de lana de The Row; vestido y cinturón de cuerorncon tachuelas, ambos de Hermès, y gafas de sol de Moschino. En las mejillas, colorete Couture Blush, de YSL. 

Sobrevestido de lana de The Row; vestido y cinturón de cuero con tachuelas, ambos de Hermès, y gafas de sol de Moschino. En las mejillas, colorete Couture Blush, de YSL.

  Vestido de punto de Esteban Cortázar, sombrero con pañuelo floral de Maison Michel, y broche y pendientes de Chanel. En los labios, bálsamo Top Secrets Lip Perfector, y en las uñas, La Laque Couture 1, ambos de Yves Saint Laurent. 

 Vestido de punto de Esteban Cortázar, sombrero con pañuelo floral de Maison Michel, y broche y pendientes de Chanel. En los labios, bálsamo Top Secrets Lip Perfector, y en las uñas, La Laque Couture 1, ambos de Yves Saint Laurent.

  Vestido verde de Prada, maxipendientes de perlas de SafSafu y labial mate The Slim, de YSL. 

 Vestido verde de Prada, maxipendientes de perlas de SafSafu y labial mate The Slim, de YSL.

Vestido con vuelo de Molly Goddard, jersey de cuello vuelto de Miu Miu, pañuelo estampado de Hermès, gafas de sol geométricas de Prada, pendientes con perlas de Ellery, anillos dorados de Jupiter by Bornay, zapatos de lentejuelas de Miu Miu y base de maquillaje All Hours Foundation, de YSL.  

Vestido con vuelo de Molly Goddard, jersey de cuello vuelto de Miu Miu, pañuelo estampado de Hermès, gafas de sol geométricas de Prada, pendientes con perlas de Ellery, anillos dorados de Jupiter by Bornay, zapatos de lentejuelas de Miu Miu y base de maquillaje All Hours Foundation, de YSL. 

  • Vestido de terciopelo de Salvatore Ferragamo, gargantilla de piel de Hermès y corrector Touche Éclat, de Yves Saint Laurent.

 Vestido de terciopelo de Salvatore Ferragamo, gargantilla de piel de Hermès y corrector Touche Éclat, de Yves Saint Laurent.

  

La modelo Shujing Zhou lleva americana con ribete azul y maxipendiente circular, ambos de Loewe; camisa de organza de Olivia Vintage y maquillaje de YSL. 

 

  • Vestido con cristales de colores de Christopher Kane, pendientes en forma de luna y maxiperla de SafSafu y base de maquillaje All-In-One Glow, de Yves Saint Laurent. 
    Vestido con cristales de colores de Christopher Kane, pendientes en forma de luna y maxiperla de SafSafu y base de maquillaje All-In-One Glow, de Yves Saint Laurent.
  • Sobrevestido de lana de The Row; vestido y cinturón de cuerorncon tachuelas, ambos de Hermès, y gafas de sol de Moschino. En las mejillas, colorete Couture Blush, de YSL. 
    Sobrevestido de lana de The Row; vestido y cinturón de cuero con tachuelas, ambos de Hermès, y gafas de sol de Moschino. En las mejillas, colorete Couture Blush, de YSL.
  • Vestido de punto de Esteban Cortázar, sombrero con pañuelo floral de Maison Michel, y broche y pendientes de Chanel. En los labios, bálsamo Top Secrets Lip Perfector, y en las uñas, La Laque Couture 1, ambos de Yves Saint Laurent. 
    Vestido de punto de Esteban Cortázar, sombrero con pañuelo floral de Maison Michel, y broche y pendientes de Chanel. En los labios, bálsamo Top Secrets Lip Perfector, y en las uñas, La Laque Couture 1, ambos de Yves Saint Laurent.
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    Vestido verde de Prada, maxipendientes de perlas de SafSafu y labial mate The Slim, de YSL.
  • Vestido con vuelo de Molly Goddard, jersey de cuello vuelto de Miu Miu, pañuelo estampado de Hermès, gafas de sol geométricas de Prada, pendientes con perlas de Ellery, anillos dorados de Jupiter by Bornay, zapatos de lentejuelas de Miu Miu y base de maquillaje All Hours Foundation, de YSL.
    Vestido con vuelo de Molly Goddard, jersey de cuello vuelto de Miu Miu, pañuelo estampado de Hermès, gafas de sol geométricas de Prada, pendientes con perlas de Ellery, anillos dorados de Jupiter by Bornay, zapatos de lentejuelas de Miu Miu y base de maquillaje All Hours Foundation, de YSL.
  • Vestido de terciopelo de Salvatore Ferragamo, gargantilla de piel de Hermès y corrector Touche Éclat, de Yves Saint Laurent.
    Vestido de terciopelo de Salvatore Ferragamo, gargantilla de piel de Hermès y corrector Touche Éclat, de Yves Saint Laurent.
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    La modelo Shujing Zhou lleva americana con ribete azul y maxipendiente circular, ambos de Loewe; camisa de organza de Olivia Vintage y maquillaje de YSL.
  • Abrigo de charol de Miu Miu, pañuelo con detalle de pelo de Loewe, pendientes de Chanel; anillos con forma de estrella y luna, ambosrnde Dior; anillos pequeños de Jupiter by Bornay, sandalias de pelo de Stella Luna y perfume Black Opium Sound Illusion, de Yves Saint Laurent. 
    Abrigo de charol de Miu Miu, pañuelo con detalle de pelo de Loewe, pendientes de Chanel; anillos con forma de estrella y luna, ambos de Dior; anillos pequeños de Jupiter by Bornay, sandalias de pelo de Stella Luna y perfume Black Opium Sound Illusion, de Yves Saint Laurent..
    Poncho irregular de paño de Ports 1961, camisa de organza de Olivia Vintage y pendientes dorados de Ellery. En los párpados, Couture Palette, de YSL. 
    Poncho irregular de paño de Ports 1961, camisa de organza de Olivia Vintage y pendientes dorados de Ellery. En los párpados, Couture Palette, de YSL.  

Para iluminar nuestra historia..............................Juan José Millás

Para iluminar nuestra historia Juan José MillásPOR QUÉ NO EXISTE un museo de la llama? Tal es lo que nos preguntamos al contemplar este museo en llamas.
 Acostumbrados, pongamos por caso, a la del mechero, ya hemos olvidado cómo era la del mixto de cera, incluso la del fósforo de madera. 
Ha habido a lo largo de la historia una sucesión de llamas que no tenemos dónde revisitar porque no se encuentran ya en ninguna parte. 
En mi infancia, por ejemplo, había muchos cortes de luz, por lo que en las despensas de los hogares se guardaba un atado de velas, a las que llamábamos bujías, cuya llama minusválida ilumina aún nuestra memoria, aunque nos resultaría imposible mostrarla a nuestros hijos.
 Cada siglo ha tenido sus llamas. ¿Cómo eran las del medievo, cómo las Renacimiento, las de la Ilustración, las del Romanticismo? ¿A la luz de qué clase de fuego se llevaron a cabo las pinturas rupestres? 
 Aparte de la que producen en la actualidad las cocinas de gas, ¿qué otras llamas de las inventadas por el hombre resultaría interesante recuperar para exhibirlas como cuadros en una pinacoteca?
Cierro los ojos y recorro las salas de ese museo imaginario donde tropiezo con la llama furiosa de la soldadura autógena, la llama naranja del testigo del calentador de gas, la llama promisoria del cóctel molotov, incluso la simbólica llama del amor.
 Todas podríamos hallarlas en ese museo que iluminaría nuestra historia del mismo modo que el chorro de agua de la manguera de la foto parece que da luz al incendio del Museo Nacional del Brasil, pobre. 
¿Qué clase de pirómano, por cierto, osaría prender fuego a un museo de la llama?