24 ago 2018
momentos televisivos que dejaron a los españoles clavados en el sofá
Momentos televisivos que dejaron a los españoles clavados en el sofá.
Hechos que cambiaron nuestra historia, eventos deportivos o finales de series legendarias: todos consiguieron que la audiencia se multiplicase y nadie pudiese apartar la mirada.
La inauguración de Barcelona 92 (TVE, 1992) El
25 de julio de 1992 a las 22:40, 6.811.000 espectadores, un 64,9% de la
audiencia, contuvo la respiración mientras una flecha en llamas cruzaba
el cielo del Estadio de Montjuic.
El arquero Antonio Rebollo, que había
recibido el fuego olímpico del último relevista, el legendario alero
del Barcelona y de la selección española Juan Antonio San Epifanio,
“Epi”, acababa de protagonizar el momento más icónico de los primeros (y
únicos) Juegos Olímpicos celebrados en España. Pero esa noche hubo más
imágenes inolvidables en TVE, como el Mediterráneo recreado por La Fura
Dels Baus, el futuro rey Felipe VI entrando en el estadio como
abanderado español mientras la infanta Elena se deshacía en lágrimas o
el entusiasta "hola" que daba la bienvenida a los 12000 atletas que
desfilaron por el estadio y a los 3500 millones de espectadores que
siguieron el evento desde todos los rincones del mundo.
Para ver el
momento de la flecha, haz clic aquí. Para ver el "hola", aquí.
Aznar-González, el primer debate televisado (Antena 3, 1993)
El 24 de mayo de 1993, 9.662.000 de espectadores siguieron en Antena 3 el primer debate televisado entre dos aspirantes a la presidencia del país.
El por entonces presidente Felipe González y el candidato del Partido Popular José María Aznar se enfrentaron en directo en un formato inédito en España, pero que en Estados Unidos, donde se había patentado la idea, ya había resultado decisivo en más de una ocasión para dirimir quién iba a llegar a la Casa Blanca.
La primera en su primera edición, el 25 de septiembre de 1960, cuando un jovial y sonriente John F. Kennedy vapuleó al mucho más experimentado, pero avejentado, Richard Nixon. Conscientes de la importancia del evento, los asesores de ambos contrincantes mantuvieron una lucha encarnizada por controlar hasta el más mínimo detalle del debate moderado por Manuel Campo Vidal, desde los tiempos, el contenido de los bloques y los turnos, hasta la temperatura del plató o el aire acondicionado.
Una semana después, Telecinco emitía el segundo de los debates, a menos de siete días de las elecciones generales, y obtenía una audiencia ligeramente superior, 10.524.000 espectadores, un 75,3% de la audiencia dejaba claro el interés que despertaba el futuro político del país.
Rosa en Eurovisión (TVE, 2002) Las
audiencias millonarias que había obtenido 'Operación Triunfo' hacían
presagiar que la participación de su flamante ganadora, Rosa López, en
Eurovisión obtendría un dato espectacular.
Pero los más de doce millones
de espectadores –ocho de cada diez personas que en ese momento se
encontraban viendo la televisión– que siguieron la actuación de la
granadina superaron cualquier expectativa.
Esos números resultaban
inéditos desde que la irrupción de las privadas fragmentase para siempre
las audiencias y duplicaban los de la edición anterior: el sexto puesto
conseguido por el 'Dile que la quiero' de David Civera había sido
seguido por cinco millones y medio de espectadores.
El 'Europe's living a
celebration' interpretado por Rosa, con Bisbal, Chenoa, Geno,
Bustamante y Gisela a los coros, no pasó del séptimo puesto pero renovó
el interés de los espectadores por un formato que había perdido el favor
de un público para el que las victorias de Massiel y Salomé quedaban ya
demasiado lejos.
La farmacia de Lourdes Cano cierra sus puertas (Antena 3, 1995)
El
28 de diciembre de 1995, en plenas fiestas navideñas, 11.527.000 de
espectadores vieron como Lourdes Cano y Adolfo Segura, o lo que es lo
mismo, Concha Cuetos y Carlos Larrañaga, colocaban el cartel de “Cerrado
por amistad” en la botica más famosa de la televisión española.
Un
final del que se habían rodado tres versiones para que la incógnita se
mantuviese en secreto hasta el último momento. 'Farmacia de guardia' fue
la primera producción propia de Antena 3, que en una clara apuesta por
el entretenimiento familiar de calidad había confiado su desarrollo al
maestro Antonio Mercero.
El responsable de que millones de españoles
sintiesen más familiares las playas de Nerja que las de sus propios
destinos vacacionales gracias a 'Verano azul' volvió a pulsar con
acierto la tecla de la emoción y el público se rindió nuevamente ante la
aparente sencillez de sus tramas.
Con su 48% de media de cuota de
pantalla, 'Farmacia de Guardia' mantiene todavía hoy el honor de ser la
serie más vista de la historia de España desde la irrupción de las
cadenas privadas.
Y también atesora un capital emocional mucho más
valioso: más de 20 años después de su final todavía hay quien tras
atascarse abriendo una puerta en la dirección equivocada no puede
reprimir un “¡Para dentro, Romerales!”.
Para volver a ver el final de la
serie, haz clic aquí.
Iniesta de mi vida (Telecinco, 2010)
El
once de julio de 2010, exactamente a las 22:55:56, Andrés Iniesta
enchufaba a bocajarro un pase de Cesc Fábregas que se colaba en la
portería del portero holandés Stekelenburg y elevaba a España al olimpo
del fútbol mundial.
Tras agotar el tiempo reglamentario (y las fuerzas)
parecía que los penaltis serían los encargados de dirimir cuál de las
dos selecciones levantaría por primera vez una Copa Mundial, pero la
magia del pálido centrocampista del Barcelona acortó los plazos y
minutos después el capitán Iker Casillas elevaba el trofeo hacia el
cielo sudafricano.
El 85,9% de la audiencia, 15 millones de espectadores
según los audímetros –pero con toda seguridad muchos más, ya que el
evento fue seguido tanto en las casas como en los bares y en cientos de
pantallas instaladas en plazas públicas– estalló en un grito colectivo
mientras Camacho lanzaba aquel sentidísimo “Iniesta de mi vida” y el
héroe del partido corría desaforado hacía ningún lugar mientras
homenajeaba ante el mundo al llorado Dani Jarque.
Para volver a ver el
gol de Iniesta, haz clic aquí.
El 11-S contado en directo por Matías Prats (2001, Antena 3)
“¡La
otra Torre Ricardo, la otra torre! ¡Es otro avión!”, exclamaba Matías
Prats ante la imagen en directo de la Torres Gemelas envueltas en una
densa humareda.
Eran aproximadamente las tres de la tarde del 11 de
septiembre de 2001 y lo que minutos antes había sido calificado por el
presentador como el choque aparentemente fortuito de una avioneta contra
una de las torres del World Trade Center se reveló ante sus ojos, ante
los del corresponsal Ricardo Ortega –que tres años después fallecería asesinado en Haití–
y ante los de la atónita audiencia, como un ataque terrorista masivo
que marcaría un antes y un después en la historia moderna.
En España más
de doce millones de espectadores siguieron la tragedia en directo.
Todas las televisiones nacionales modificaron su parrilla para cubrir el
suceso, TV-3 mantuvo su cobertura en directo durante más de doce horas y
a lo largo de la tarde y toda la noche de aquel martes fatídico las
imágenes grabadas por los profesiones se mezclaron con las recibidas a
través de las cámaras domésticas de los viandantes y vecinos que habían
sido sorprendidos por el suceso
. El mundo había cambiado para siempre y,
por primera vez, lo había hecho en directo.
El "¡Se sienten, coño!" que arregló un discurso del rey (TVE, 1981) A
pesar de que muchos consideran que presenciaron la entrada del militar
golpista Antonio Tejero en el hemiciclo en riguroso directo, lo cierto
es la televisión sólo emitió esas imágenes una vez que el Congreso fue
liberado.
La primera noticia televisiva sobre lo que estaba sucediendo
en aquel momento trascendental llegó a través del informativo conducido
por Joaquín Arozamena, presentador del programa informativo que el
segundo canal emitía a las ocho de la tarde y que ese día se programó
simultáneamente en las dos cadenas como él mismo recuerda.
Las icónicas imágenes que han llegado hasta nosotros fueron grabadas
por el operador de TVE Pedro Francisco Martín para ser emitidas a
posteriori como parte de la información sobre la investidura del
presidente Calvo Sotelo, pero lo que sucedió aquella tarde les dio un
valor incalculable e hizo que se multiplicaran en las pantallas del
mundo durante décadas. Horas después, ya durante la madrugada del día
24, TVE emitía el mensaje el rey Juan Carlos con el que se daba por
finalizado el conato de golpe de estado.
Que en 1981 todavía no se
midiesen las audiencias televisivas impide conocer el verdadero alcance
de aquella información, aunque es fácil aventurar que, excepto los más
pequeños, aquellos para los que aquel suceso sólo significó un día sin
colegio, absolutamente todos los españoles estaban sentados expectantes
frente al televisor.
Para volver a ver el discurso del rey Juan Carlos, haz clic aquí.
Los irrepetibles años de lujo y desvarío hollywoodiense en el Castellana Hilton
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El Hilton se construyó sobre el palacete del siglo XVIII del marqués del Mérito. Abrió sus puertas en 1953 y fue el primero de la cadena en Europa. Ava Gardner —que se alojaba en el hotel— con Frank Sinatra a la salida del bar Chicote.Efe -
La actriz Bette Davis, en una terraza del edificio en 1958, cuando vino a rodar John Paul Jones.Luis Alonso (Efe) -
El torero Luis Miguel Dominguín se viste de luces en el hotel para su reaparición en los ruedos en 1957.Jaime Pato -
El hotel conserva objetos de diseño. En la imagen, lámparas de techo y de mesa.C. Jiménez (archivo histórico del COAM, legado de Javier Feduchi
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Las juergas de Ava Gardner, Frank Sinatra y Marlon Brando en Madrid
Esta es una crónica sentimental de unos años
irrepetibles.
Ahora se llama hotel InterContinental Madrid (paseo de la Castellana, 49), pero en aquellos años de glamour,
lujo y desvarío hollywoodiense fue bautizado como Castellana Hilton.
Sucede que hoy también es mi cumpleaños y quiero brindar con Ava, y con
todos los fantasmas que aún pululan por el hotel, con un vodka dry bien mezclado con sus lágrimas de Noilly Prat.
Pero antes de visitar el bar hago un quiebro para subir a la habitación
que siempre ocupaba Ava y en la que residió por primera vez en cuanto
pisó Madrid.
Allí me planto, frente a la suite presidencial 716, también
llamada suite Miró.
Me acompañan dos amables empleadas del
hotel que se ofrecen a mostrarme la estancia en la que tantas historias
sucedieron, confundidas la mayoría por la fantasía y la leyenda.
Cuando
abren la puerta disimulo como puedo la descarga de emoción que me
atraviesa el pecho.
El sueño de un mitómano. Vuelan los aires de furia
de Frank Sinatra frente a su Ava desmelenada, con su media sonrisa, tan
bella en su rímel corrido de ira.
El hotel ha sufrido varias modificaciones desde el momento en que el Hilton cambió de manos, pero la suite
716 apenas ha sido retocada y sigue teniendo la misma estructura
elegante y distinguida.
Al entrar se halla una gran sala de estar, y de
frente, una cristalera que da acceso a una terraza privada que ocupa el
chaflán del ático del edificio, con vistas al paseo de la Castellana.
Y a
la derecha, su dormitorio, con dosel recogido sobre una cama grandiosa;
y allí también un gran baño, una cocina y varios armarios.
Y en la
parte opuesta, un discreto escritorio de añejo castaño oscuro.
Una
magnífica habitación de 140 metros cuadrados cuya tarifa en la
actualidad supera los 1.000 euros por noche.
Repaso con la vista cada
uno de sus rincones, abro de par en par las puertas de la terraza y pido
a mis acompañantes que me permitan estar a solas un rato allí dentro.
Ante mí, por el amplio salón de estar de la 716, pasa Frank Sinatra
con su orgullo italiano y 20 peluquines en uno de sus maletines de
viaje.
Su colección de bisoñés superaba los 60, pero Franky no lo
ocultaba.
Era uno de esos casos de hombres que se avergonzaban de su
calvicie, pero no de sus peluquines.
Dicen que solo una vez se dejó ver
sin peluquín en público, el día del funeral de su amigo Gary Cooper,
en señal de respeto.
El año 1953 tocaba a su fin y Frank apareció en el
Castellana Hilton al enterarse de la relación de su amada Ava con el
torero Luis Miguel Dominguín.
Apenas llevaban dos años casados y ya se
habían distanciado, pero Frank no pudo soportar el desplante con el
torero y reaccionó como un loco, destrozando el mobiliario y lanzándole a
la cara a Ava un fajo de billetes de 100 dólares: “Aquí tienes los
19.000 dólares que me dejaste”.
La relación entre los dos astros fue un cóctel explosivo de amor y
odio que se prolongó hasta la muerte de ella.
Pero el idilio de Ava con
el torero lastimó el corazón de Frank.
La leyenda dice que cuando Ava y Luis Miguel acabaron de hacer el amor en esa suite
del Hilton, él se levantó y comenzó a vestirse. “¿Adónde vas?”, le
preguntó ella. “A contarlo”, contestó él. Aunque, como suele ocurrir, se
funde la realidad con la fantasía en todos los sucesos de fuste.
Carlos Abella tiene escrito que cuando le preguntó a Luis Miguel por ese
episodio, este le dijo: “¿Tú crees que yo hice eso? No, hombre, no.
Me
quedé en la habitación con ella, pero luego, cuando estuve con los
amigos, me pareció ingenioso contarlo de esa manera”.
Cierto es que Ava Gardner bebía por los codos, iba rebotando de un bar a otro, de un tablao a otro, y luego remataba la faena con quien le daba la gana.
Se cuenta que una noche, en plena Puerta del Sol, se descalzó,
paró un camión de la basura y pidió al conductor que le llevara al
hotel. Pero el gran productor Tedy Villalba comentó en su momento que
“no era follar por follar, lo que le ocurría era que le aterraba
quedarse sola por las noches”.
A Ava le gustaba bañarse con leche en su suite e iluminarse tan solo con velas. En una ocasión, durante el rodaje de 55 días en Pekín, se encaprichó de un botones del hotel, un joven chicarrón de casi dos metros de altura, y le invitó a entrar a su suite.
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