Isabel Preysler se asoma a la portada de la revista ¡Hola! de esta semana en biquini. La socialité
se muestra así 23 años después de sus últimas fotos con esta prenda de
baño y parece no solo que el tiempo no ha dejado huella en su cuerpo
sino que ha retrocedido. Preysler por genética, cuidados físicos y
cuidados tecnológicos no parece una mujer que ya ha cumplido los 67
años. Ni rastro de celulitis, ni una mancha en su piel y ni mucho menos
un signo de flacidez. Las fotos son presentadas por la publicación como un robado de Isabel Preysler mientras pasaba sus vacaciones en Maldivas acompañada de su novio, Mario Vargas Llosa. La pareja ha pasado allí un tiempo de descanso alojados en un lujoso y exclusivo hotel pero al que sí han tenido acceso los fotógrafos de la revista. ¡Hola!
es desde hace años la publicación de cabecera de la familia. Durante
este tiempo apartados del mundanal ruido, Preysler se ha dedicado a
nadar y pasear mientras que el premio Nobel ha pasado muchas horas
escribiendo.
Hacia mucho tiempo que Preysler no era portada. Durante la pasada
primavera estuvo muchas semanas apartada de la vida social de ahí que se
hablara de que se había tomado un tiempo de descanso para mejorar su
físico y descansar. Y es que desde que la socialité inició su
relación con Vargas Llosa hace casi cuatro años, no ha dejado de viajar
por todo el mundo acompañando a su pareja que mantiene una intensa vida
cultural.
Entender todos los desencuentros de Concha Noguerales y su hija,
lleva su tiempo. En el relato, contado por Noguerales, hay un divorcio,
deudas, reproches, una traición y denuncias. El resultado es que madre e
hija no se hablan desde hace años y hace seis que Noguerales no puede
ver y hablar con sus tres nietas. La
terrible resolución de la relación madre e hija ha aniquilado el
contacto de tres niñas con su abuela. Al principio del desencuentro
Noguerales acudió al juez, que le concedió tres horas con estas cada dos
semanas, los sábados. “Pero mi hija consiguió que el encuentro fuera en
su casa y una vez allí me hacía la vida imposible”, relata. Finalmente,
ella misma le escribió a la jueza y le dijo que en esa circunstancia no
quería ver a sus nietas porque les hacía más mal que bien. Han pasado
seis años. “Algunas veces me las cruzo por el pueblo pero no podemos
hablarnos”, afirma. “Es horrible”. Guadalupe de la Fuente es la portavoz de Asociación de Abuelos
Separados de sus Nietos y dice que hay tres motivos por los que un
abuelo puede perder de vista al hijo de un descendiente: una separación,
la muerte o, en algunos casos, los desencuentros. Según expresa de La
Fuente, algunos hijos aplican “la extorsión” cuando quieren lograr algo
que sus padres no les otorgan.
“Mi nieta ya es adolescente y temo que
quede marcada.
En algunos casos los nietos se enfadan cuando descubren
los motivos del alejamiento de sus abuelos”, explica de la Fuente
“Que nos impidan ver a nuestros nietos es un tipo de maltrato”,
razona de la Fuente. “En mi caso lo que pasó es que mi hijo tuvo una
niña con 19 años. Después se separaron, la madre rehízo su vida y esta
nos prohíbe ver a la niña”, cuenta.
En algunos
casos los nietos se enfadan cuando descubren los motivos del alejamiento
de sus abuelos”.
De la Fuente lleva once años al frente de la asociación “ayudando a
otros abuelos en este calvario”, afirma. “Hay personas malas y los niños
y también los abuelos son muchas veces daños colaterales”, sostiene. Una vez al mes la asociación organiza un encuentro con una trabajadora
social para aconsejarles y que estos hablen, se desahoguen y comprueben
que no están solos. Noguerales y su marido fueron una de las dos parejas
presentes en esta reunión el pasado mes de julio.
El abogado Luis Zarraluqui no se sorprende ante estos casos porque en
su trayectoria ha visto muchos desencuentros familiares. “Hay dos
casuísticas para que se dé una separación de este tipo”, empieza. “Aquellos abuelos que están a buenas con su hijo y por tanto con
facilidad para ver a sus nietos y aquellos que, por los motivos que
sean, no se llevan bien con sus hijos y estos les impiden ver a estos”,
explica. “Si se llevan bien los derechos están incluidos en los de su
hijo y los podrán ver sin problemas. El problema es cuando se llevan mal
con este y no les deja verlos. Ambas partes lo sufren mucho”. En esos casos, los abuelos deben pedir que se abra un procedimiento
para tener derecho a visitas. “Se puede llegar a complicar mucho más: si
el hijo ha fallecido, o si está divorciado de su pareja, o no vive en
la misma ciudad que el nieto… El mes tiene los días que tiene y el niño
necesita una vida ordenada”. En algunos casos los abogados se ven
obligados a hacer cuadrantes con organización tipo militar en los que
queda muy claro qué tiempo tiene cada uno con el niño o la niña. “Pueden
llegar a ser muy complicados, pero lo que rige todo es el beneficio del
menor”. El caso de Fuensanta (nombre falso), extremeña, es completamente
distinto y tiene final feliz. Su hijo y su mujer se separaron en una
etapa en la que este estaba deprimido. Ella logró la custodia y la
separación de sus descendientes le hundió aún más y acabaron
despidiéndole. Dos años más tarde se recompuso y pidió la custodia
compartida, lo que requirió de la complicidad de Fuensanta, que no solo
alojó a su hijo, sino que accedió a alojar a sus nietos durante las dos
semanas en las que tuvieran la custodia. Fue determinante que su hijo,
entonces de seis años, le dijera al juez que echaba de menos a su padre: “Quiero ver a mi papi”, declaró ante el magistrado. “La situación con la madre es complicada”, cuenta Fuensanta. “Lo ha sido
siempre y ahora lo es cada vez más. Pero gracias a haber logrado la
custodia a mis nietos los disfruto muchísimo”, afirma. “Ahora eso sí”,
termina esta abuela: “Tengo mucho más trabajo del que yo desearía,
pues mi colaboración es necesaria y eso me resta libertad. Y me
preocupo más por ellos que por un nieto normal y para ellos soy
diferente de una abuela-abuela”.
La guerra entre Arantxa Sánchez-Vicario y Josep Santacana sigue
abierta y suma un nuevo capítulo. Según ha revelado TVE, Santacana, en
proceso de divorcio de la extenista, ha presentado una demanda en un
tribunal de Miami para reclamar que se establezca un régimen de visitas
para poder ver a sus dos hijos en común, Arantxa, de 9 años y Leo de 7. Los
niños viven en un piso de la ciudad de Florida con su madre y acuden a
la misma escuela en la que la extenista es directora del programa de
deportes. El abogado de Sánchez-Vicario, Ramón Tamborero, ha dicho a EL
PAÍS que ella afirma que no ha puesto trabas a Santacana para visitar a
sus hijos y que no existe ninguna sentencia que se lo impida: “Según
ella, él ha podido pero no ha querido verlos en meses”.
Tanto Sánchez-Vicario como el empresario Santacana siguen haciendo su vida
por separado en Miami y con dos frentes judiciales abiertos. Uno, en
Florida, el de la custodia de los pequeños; y el otro, en España, en un
tribunal de Esplugues de Llobregat, el del divorcio. La defensa de
Santacana solicitó que este segundo proceso se llevase a cabo en su país
supuestamente para que se respetasen las capitulaciones que firmaron al
casarse, en las que se fijó la separación de bienes, y su cliente quede
a salvo del litigio de ella con el Banco de Luxemburgo por una deuda
pendiente de unos 7,5 millones de euros. El abogado de la tres veces campeona de Roland Garros todavía pugna
porque el divorcio se dirima también en Miami. Ha presentado un recurso
ante el Tribunal de Esplugues en el que argumenta que el matrimonio
construyó su vida en común en Miami y solicita a la juez que no se declare competente. Esperan la resolución en septiembre.
Santacana y Sánchez-Vicario dejaron de vivir juntos hace dos años,
según declaraciones del empresario. Se casaron en 2008 en España
–segundo matrimonio de la extenista– y en 2013 comenzó a resquebrajarse
su relación, de acuerdo con la versión que dio él a la revista ¡Hola!: "Se nos acabó el amor”, dijo. “Se acabó poquito a poquito. Nos ha
perjudicado todo lo que nos ha sucedido. La presión, los años de tensión
con la familia, el triste proceso judicial que tuvimos con la familia
de Arantxa". En una entrevista con la misma publicación, Sánchez-Vicario
se lamentó de haberse casado con Santacana: "El tiempo ha demostrado
que me equivoqué. No me arrepiento de haber dado todo por amor, me
arrepiento de haberle dado todo el control de lo que tenía. Tenía que
haber separado el amor del resto de mi vida". La madre de la extenista, Marisa Vicario, ha acusado ha Santacana de
expoliar la fortuna de su hija: “Cuando se casaron ella tenía muchas y
buenas propiedades. Todo desapareció, se lo ha quitado todo”.
Sánchez-Vicario, tras su separación, ha retomado relaciones con su familia
después de su sonora ruptura en 2012, cuando ella publicó unas memorias
en las que acusó a sus padres de apropiarse de sus ganancias.
El
Ayuntamiento creará una sala expositiva alternativa para la cantante si
se mantiene la oposición de su heredera que data de 2006.
Estaba llamado a convertirse en el gran espacio
cultural de Chipiona.
Más de mil metros cuadrados en los que se debería
rendir homenaje a la artista más internacional de la localidad gaditana.
Sin embargo, el Museo de Rocío Jurado
no consigue zafarse de las trabas que cercenan cualquier intento de
apertura, desde que se anunció su frustrada puesta en marcha en 2011.
La
hija y heredera universal de la artista, Rocío Carrasco,
se niega a dar su permiso para la apertura por una posible
irregularidad en la construcción del espacio.
Ahora, el Ayuntamiento ha
planteado una vía alternativa: habilitar una sala expositiva temporal en
el que se expondrán recuerdos y regalos que conocida como la más grande realizó a amigos y conocidos de Chipiona.
“Si no nos da el sí quiero, habrá un plan b
para mantener viva la memoria de Rocío”, anuncia Javier Díaz, concejal
de Turismo de la localidad y coordinador de las gestiones para la
apertura del museo.
¿Pero qué ha ocurrido en estos años para que el
espacio no consiga ver la luz?
Desde que pocos meses después de la
muerte de la artista, en 2006, se anunciase la intención de crear un
espacio expositivo en su pueblo natal; el proyecto ha estado salpicado
de problemas, sospechas de irregularidad y medias verdades.
El último
sobresalto llegó este lunes cuando el periódico ABC anunció que la alcaldesa, Isabel Jurado, estaba dispuesta a abrir el museo en 2019 sin esperar la autorización de Carrasco.
Sin embargo, ni 24 horas después el Ayuntamiento
chipionero ha salido al paso de esta afirmación para desmentirla.
“La
alcaldesa no quiso decir que iba a abrirlo sin el permiso de Rocío
Carrasco porque eso no es posible.
Lo que se está planteando es
habilitar una sala temporal con otros objetos y recuerdos de vecinos que
han vivido cosas con ella”, explica Díaz.
Será este el parche con el
que el Consistorio pretende llenar el vacío de un espacio expositivo que
ya está construido y terminado, pero que no goza con el visto bueno de
la hija de la artista.
A ella pertenece el 90% del material expositivo
que llena el museo y que está conformado por más de 400 trajes, premios y
diversos objetos personales como muebles o el piano en el que ensayaba.
Todas estas piezas fueron depositadas hace años en las
instalaciones municipales, aunque nunca se llegó a rubricar un convenio
entre la hija y el Ayuntamiento que permita su exposición. En noviembre
de 2017, el Consistorio envió a Carrasco una propuesta del mismo en el
que se recogía, entre otras cosas el pago de un canon anual de 30.000
euros por la cesión de las pertenencias de la artista.
Como respuesta,
la heredera contestó que antes “quería tener acceso al expediente de
construcción del Museo”, rememora Díaz. Sus reticencias se centran en el
proceso judicial por unas posibles irregularidades cometidas por el
Ayuntamiento en la gestión de las subvenciones con las que se construyó
el Palacio de Ferias y Exposiciones que acoge el museo.
Sospechas de irregularidad
Entre 2008 y 2010, el Consistorio gobernado entonces por el PSOE
recurrió al Plan de Reindustrialización estatal, conocido como Reindus,
para la construcción del edificio.
Cuando el PP accedió a la Alcaldía
en 2011 realizó una auditoría, descubrió las irregularidades y se
personó en una causa judicial aún pendiente de resolver.
De entrada, el
Ayuntamiento tiene que devolver dos millones de euros de esa subvención.
Ante este panorama, Carrasco teme que todo este embrollo judicial acabe
afectando al nombre de su madre.
“Pero ese proceso judicial es
independiente ya que el edificio cumple todos los requisitos”, detalla
Díaz.
De hecho, la apertura del museo sí cuenta con el apoyo de la
familia Mohedano, distanciada de Rocío Carrasco.
Con todo, el Consistorio autorizó a la hija de la
artista a acceder a los 7.000 folios que componen el expediente de
construcción del Palacio de Ferias.
“Está a su disposición aquí en el
Ayuntamiento o solicitando una copia, pero no ha hecho ninguna de
ambas”, añade el concejal de Turismo.
De hecho, Díaz reconoce que hace
“más de dos años” que perdió la comunicación directa con Carrasco.
El
contacto se reduce ya a cartas y algunas “han venido devueltas”.
Mientras tanto, los bienes de la cantante, pese a ni existir un convenio
que lo regule, siguen almacenados y custodiados por el Ayuntamiento.
Por su parte, el museo está listo y a falta de los equipos informáticos.
“Si Rocío Carrasco diese el sí, en tres meses podría estar abierto”,
añade el edil chipionero.
Estas no son las únicas trabas que el espacio se ha
encontrado en este tiempo.
Pese a que, en 2011 se anunció su apertura
inminente, el nuevo equipo de gobierno popular descubrió diversas
carencias del edificio.
Entre ellas, no poseía licencia de apertura como
museo de la Junta de Andalucía
y ni siquiera existía un inventario detallado de los bienes.
Sin
embargo, con el escollo presente el Ayuntamiento teme poder acabar en
una vía muerta de difícil solución.
Todo ello frente al interés generalizado que existe en
la localidad por contar con un espacio expositivo dedicado a su artista
más universal.
En la actualidad, quien quiera acercarse a la huella de
la cantante en la ciudad tiene que conformarse con su mausoleo en el
cementerio, el santuario de la Virgen de Regla o el exterior de la casa
familiar en la que presenciaba siempre la procesión de la patrona.
Además, justo en estos días y hasta el próximo 24 de agosto, la
localidad acoge la celebración de la IX Semana Cultural Rocío Jurado que
ha contado con la presencia de parte de la familia Mohedano; el viudo
de la cantante, José Ortega Cano, y su hija, Gloria Camila Cano.
Sin embargo, la ausencia en el pueblo de un lugar
visitable que permita conocer la importancia de la artista es evidente.
La apertura de la sala temporal que ahora plantea el Ayuntamiento como
‘plan B’ sería un parche transitorio, mientras que se resuelve el
embrollo del museo.
Díaz cree que ese espacio, ubicado en una
instalación municipal ya existente, se podría habilitar con relativa
facilidad, dado que en el pueblo se conservan diversos recuerdos de la
artista.
“Ella [por Rocío Jurado] fue muy generosa con sus fans
chipioneros y les regalaba fotos e incluso trajes”, remacha el concejal
con orgullo.