Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 ago 2018

El divorcio que conmociona los Hamptons: 5.000 millones de dólares y 800 cuadros de Warhol

La separación de los millonarios Libbie y David Mugrabi se dirime estos días en Nueva York. 

Sin acuerdo prematrimonial y con dos hijos, él se compromete a una pensión de 22.000 euros mensuales.

David y Libbie Mugrabi en una fiesta en Nueva York en octubre de 2017.
David y Libbie Mugrabi en una fiesta en Nueva York en octubre de 2017. GETTY

 

Rusia vuelve sin tanques a Europa central.............................. Guillermo Altares

La influencia de Moscú en el continente marca el 50º aniversario de la Primavera de Praga.

 

Ciudadanos checos rodean tanques soviéticos, el 21 de agosto de 1968 en Praga. REUTERS
Checoslovaquia, el país que invadieron los tanques del Pacto Varsovia hace ahora 50 años para acabar con la Primavera de Praga, ni siquiera existe.
 De hecho, tampoco existen ni el Pacto de Varsovia ni la Unión Soviética, el Estado que dirigió la intervención militar.
 Sin embargo, la influencia de Moscú en Europa es todavía uno de los grandes problemas de un continente que recuerda estos días el aplastamiento del experimento democrático más importante que tuvo lugar en el antiguo bloque comunista.
La República Checa y Eslovaquia, los dos países en los que se dividió Checoslovaquia en 1989 tras la llamada Revolución de Terciopelo, son ahora miembros de la UE y de la OTAN.
 Han conmemorado el 50º aniversario de la invasión con un tema principal en la agenda: hasta dónde llega la influencia rusa.
 El presidente checo Milos Zeman, un antiguo socialdemócrata reconvertido al populismo, es uno de los políticos occidentales más partidarios del Kremlin, tanto que ha llegado a justificar la anexión rusa de Crimea. 
Como escribió en The Observer John A. Tures, profesor de Ciencia Política de LaGrange College (EE UU), con motivo de la elección de Zeman:
 "Al final de la década de 2000, la República Checa sufría las mismas tres erres que el resto de los países europeos:
 recesión, refugiados y Rusia".
Los checos asistían atónitos a la apertura liberal y se preguntaban hasta dónde iba a permitir el líder soviético Leónidas Breznev que se desmandasen.
 A las 23.00 horas del 20 de agosto de 1968 encontraron su respuesta cuando comenzaron a cruzar la frontera los 2.000 carros de combate y 250.000 soldados que participaron en la invasión. Aunque la mayoría de los efectivos eran soviéticos, también se sumaron otros cuatro países del Pacto de Varsovia: Hungría, Polonia y Bulgaria, más algunas fuerzas especiales de la RDA.

En cuestión de días, el Pacto había desplegado 600.000 soldados y en los siguientes meses las aguas volvieron al cauce socialista con una oleada de represión que el régimen llamó "proceso de normalización". 
Trescientos mil checos huyeron a Occidente y un número imposible de calcular fueron detenidos o retirados de la vida pública.
 Sin embargo, la resistencia se prolongó: el 16 de enero de 1969, el estudiante Jan Palach se quemó a la bonzo en Praga para protestar contra la ocupación.
 Oficialmente, 150 personas murieron durante la intervención, un número muy inferior a las miles de víctimas que provocó la invasión soviética de Hungría en 1956.
"En la Operación Danubio, Rusia instó a que fuese el Pacto de Varsovia quien realizase la invasión, aunque Moscú claramente la dirigió", señala el profesor John A. Tures por correo electrónico. "Lo hizo de esta forma para demostrar que muchos otros países le apoyaban en esta política. 
Un colega búlgaro me contó hace unos años que los soldados de su país ni siquiera sabían qué estaba pasando y sólo cuando llegaron descubrieron que estaban participando en una invasión. 
Hoy, la aproximación rusa es muy diferente.
 En vez de tanques, Vladímir Putin financia a los partidos populistas con un discurso antioccidental".
Tanto en los países entonces invadidos como en los países invasores, la influencia rusa es hoy un tema central, con la sensación de que Moscú nunca ha renunciado totalmente a su área de influencia durante la Guerra Fría. 
"El presidente checo Milos Zeman es probablemente el más importante aliado de Rusia en toda Europa central", explica Veronika Vichová, analista y coordinadora del programa Kremlin Watch en el centro de estudios liberal checo European Values. 
"La aproximación a Moscú de los países que formaron parte del Pacto de Varsovia es muy diferente.
 La República Checa dio algunos pasos para frenar la influencia rusa, pero la situación está lejos de ser ideal. Eslovaquia y Hungría son vulnerables por diferentes motivos.
 En el caso del primer ministro húngaro Viktor Orbán, apoya la influencia rusa, mientras que Eslovaquia padece graves problemas de desinformación y corrupción.
 Polonia es consciente de la amenaza y ha desplegado políticas contra la influencia hostil".
 Los tanques son un recuerdo remoto de un problema nunca cerrado.

Revolución intelectual

Aunque el gran impulsor de la Primavera de Praga fue Alexander Dubcek (1921-1992), los intelectuales tuvieron un papel crucial en el clima de revuelta que permitió al político comunista lanzar sus reformas.
 En 1967, los miembros de la Unión de Escritores protestaron contra la censura y ese mismo año un entonces joven escritor checo llamado Milan Kundera publicó su primera novela, La broma, una obra que contenía críticas políticas nada veladas (aunque su autor la ha considerado siempre una historia de amor). 
Kundera publicaría en 1984 la gran obra de aquellos meses, La insoportable levedad del ser. 
El dramaturgo Václav Havel, que sería el primer presidente democrático de Checoslavaquia (y el último, ya que el país desapareció), vio como todas sus obras eran prohibidas durante la represión soviética.
El periodista Ben Lewis narra en su libro sobre los chistes comunistas Hammer & Tickle (juego de palabras que se puede traducir como El martillo y la risa) una historia que puede servir para resumir el ambiente de libertad creativa que se vivió antes de la invasión.
 Aprovechando la apertura, el eslovaco Jan Kalina escribió un libro llamado 1001 chistes y lo envió a imprenta, con tan mala fortuna que, como era habitual, no había papel. 
 Pero en 1969, ya con el país dominado por la URSS, llegó el papel y a alguien se le ocurrió imprimir el libro... Los 25.000 ejemplares se vendieron en dos semanas. Kalina acabó juzgado y condenado a trabajos forzados acusado de ser un agente occidental. 
El país no estaba ya para bromas ni para libertades.


Durante la Guerra Fría, Moscú ya había demostrado en 1953 en la República Democrática Alemana (RDA) y, sobre todo, en 1956 en Hungría, que no iba a tolerar ninguna apertura en los países que se encontraban entonces en su área de influencia.
 Sin embargo, desde su elección en enero de 1968 como secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia, Alexander Dubcek puso en marcha una serie de reformas democráticas, lo que llamó "el socialismo con rostro humano". 
Sin cuestionar la pertenencia al Pacto de Varsovia —la organización militar de los países socialistas, opuesta a la OTAN— y sin defender una economía capitalista, Dubcek introdujo una mayor libertad de expresión y aumentó la participación de los ciudadanos en la vida política. 
Sobre todo, cambió el clima social del país.

Paterna rememora el horror....................... Maria Josep Serra

Memoria Histórica

Comienzan los trabajos de apertura de la fosa 112 en la que hay un centenar de restos de fusilados del franquismo.

La dictadura franquista ejecutó a 2.238 personas en una zona muy cercana al cementerio de Paterna (Valencia). 
La Guerra Civil ya había terminado, pero el régimen continuó hasta 1956 fusilando a cientos de personas que luego eran enterradas en fosas comunes.
 Fueron años de miedo y silencio en un pueblo que hoy tiene más de 68.000 habitantes, pero que en los años cuarenta era una pequeña población que no superaba los 6.000.
Un municipio agrario muy vinculado, por su cercanía, apenas cinco kilómetros, a Valencia, cuyo cementerio estaba rodeado por un cuartel militar de grandes extensiones donde los soldados realizaban sus prácticas.
 En esos terrenos, concretamente en el lugar conocido como el paredón de España, una antigua galería de tiro, fueron fusiladas personas procedentes de diferentes localidades de la Comunidad Valenciana y del resto de España. 
 Muchas de esas personas todavía permanecen sin identificar en fosas comunes del cementerio de Paterna.

Es el caso del padre de Desamparados Bayona, de 85 años, de Cullera (Valencia), que el lunes quiso estar presente junto a su hermana Juana en la apertura de la fosa 112.
 Iba en silla de ruedas y se protegía del sol con una sombrilla.
 Tenía 7 años cuando fusilaron a su padre, Vicente Bayona Ros, de 33 años. 
Era concejal de Sanidad y director del hospital de sangre de Cullera.
 Su nieta, Desamparados Selfa, que la acompaña, asegura que su abuelo no tenía las manos manchadas de sangre.
 “Fue injusto. No los juzgaron como civiles. Ellos no eran militares”, señaló ayer recordando que salvó la vida a unas monjas a las que recomendó que se quitaran el hábito y se pusieran el uniforme de enfermeras. 
“Durante el juicio no las dejaron entrar para que declararan a su favor”, comenta.
Carmen Gómez Sanz es la presidenta de la Asociación de Familiares de las Víctimas del Franquismo de la Fosa Común 112 de Paterna.
 Su abuelo, Vicente Gómez, era el alcalde republicano de Tavernes de la Valldigna y presidente del Consejo Municipal durante la guerra. 
Tenía 45 años cuando fue fusilado. “Era extraordinario. Salvó muchas vidas y a él no lo pudo salvar nadie”, apunta Gómez.
 “Ese fue su delito, luchar por la libertad”, destaca su nieta, que ha lamentado el espectáculo “dantesco” que supone abrir las fosas. “Yacen en ellas personas enterradas como animales y no se merecen eso.
 Se merecen una sepultura digna y por eso estamos luchando, por recuperar los cuerpos y llevarlos donde tienen que estar, a sus ciudades, a sus pueblos, con sus familiares”, manifestó.

Los trabajos en la fosa 112 del cementerio municipal de Paterna empezaron el lunes con la esperanza de encontrar los restos de un centenar de fusilados del franquismo. Es la octava exhumación que se realiza en esta localidad apoyada financieramente por la Diputación de Valencia. 
“Estamos intentando devolver la dignidad al país. 
Hasta ahora hemos exhumado 250 cuerpos y cuando acabe la legislatura esperamos haber recuperado el 20% de los ejecutados en Paterna”, indicó Rosa Pérez Garijo, diputada de Memoria Histórica de la corporación provincial.
Los arqueólogos siguen las fuentes aportadas por el historiador Vicente Gabarda, el registro del cementerio y los testimonios de las familias localizadas. 
“Es un caso único porque todavía viven ocho hijos de los represaliados”, señaló el responsable de la exhumación, Miguel Mezquida, quien ha indicado que los trabajos se prolongarán durante dos meses.
 Después, los restos se mandarán para su análisis genético a la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid. 
 Es el caso de mi Abuelo materno Clemente Ortiz, era Comandante de la República y si estaba en Valencia era porque alli quedaban los restos de la República del Gobierno de Negrin.
Siempre que yo me acercaba a Valencia mi madre me decía que pusiera unas flores en la fosa común dónde estaba mi abuelo, su padre.
ël  se creyó lo de no tener las manos manchadas de sangre y pensó que sería así. Un hermano suyo se fue a la URSS y se salvo de una muerte injusta. 
Al llegar la Transición mi madre empezó a recabar pruebas por ser su hija, siempre le respondian que no constaba en ninguna parte. Hasta que mi madre sintió miedo y lo dejó. Me dió cartas desde la carcel. Ella tenía 14 años y había huido a Valencia porque Franco estaba en el Norte, y masacraba a todos por "Rojos".
Tengo las cartas , mi madre consideró que yo podría entender tantas cosas desde la Esperanza hasta la Desesperación.
Mi abuelo tuvo un juicio de cinco minutos y lo condenaron a muerte, él en su caso pensó que se la conmutarian por Cadena Perpetúa.
Mi abuela fue a Madrid a pedir Clemencia y mi madre con otra hija de un militar republicano esperó a que salieran en el camión de la muerte, Cuando lo vieron, salieron corriendo las dos llamando a sus padres...."Estamos aquí" no están solos. 
Ellos no pudieron verlas pero si oirlas.
Cuando ya estaban ejecutados un soldado dejó que mi Madre limpiara la sangre a su padre y le dió la carta que escribian de despedida manchada de sangre.
Lloré cuando la leí la 1ª vez y aún lloro cuando las leo.
Y por eso ponía flores en la fosa común en Paterna.
Creo que debo continuar lo que mi madre me dijo pero no sé a qien dirigirme...Cuando leo ya vienen a por nosotros y además imagino a mi madre corriendo detrás para decir "papá no estás solo , estoy contigo....y lavarlo que ella posteriormente comenta para identificarlo y después el silencio...a un tio de ella en los interrogatorios le partieron las dos piernas.
!!Que alguien me ayude a encontrar un contacto!!!. Mi madre ya está con él en eso que decimos para no sentir la Nada. Nunca supe después en su vida podía cantar como diría Serrat: Cuando yo era niño y mi madre cantaba......jamás transmitió nada , eso me lo contaron cuando yo, participaba del Movimiento Universitario y me detuvieron por tirar panfletos.....no se quejen los que están por aplicarles el 155. A mi abuelo nunca le dieron otra opción que la muerte.
Si alguien lee esto y de verdad quiere ayudarme que se ponga en contacto.....si me quieres escribir ya sabes mi paradero.....
El paredón de Paterna fue el lugar elegido el pasado año por el líder socialista Pedro Sánchez para avanzar su propuesta de reforma de la ley memoria histórica aprobada en 2007 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.