Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 abr 2018

Javier Marías, premio de la Crítica por la novela ‘Berta Isla’

l poeta catalán Luis Bagué Quílez lo ha obtenido al mejor libro de poesía de 2017.

Javier Marías, en su casa de Madrid, el pasado febrero.
Javier Marías, en su casa de Madrid, el pasado febrero.

El novelista Javier Marías, por la novela Berta Isla, y el poeta catalán Luis Bagué Quílez han sido galardonados este sábado con los Premios de la Crítica, que otorgan anualmente los críticos literarios a los mejores libros de narrativa y poesía. 
El escritor y académico Javier Marías estaba a la cabeza de las buenas críticas de este año con Berta Isla, editada por Alfaguara. Esta novela es la decimoquinta de Marías (Madrid, 1951), transcurre entre 1969 y 1995 protagonizada por Berta Isla y su marido, Tomás Nevinson, que se convierte en espía.
El ponente del jurado José María Pozuelo Yvancos ha señalado que Berta Isla es una "novela de gran altura en el contexto de la narrativa europea y supone una continuación del arco abierto en Tu rostro mañana, de la que hereda algunos personajes".
 Pozuelo ha añadido que la novela "se sirve del género del espionaje para hacer bajar al lector a las profundidades de la condición humana y con su original estilo combina reflexión y acción, al que añade momento líricos para entrar en grandes asuntos universales como el amor, los secretos, la impenetrabilidad del otro o la falta de ética de las cloacas del Estado".

El premio de poesía en lengua castellana para Luis Bagué Quílez muestra una obra que camina entre lo políticamente incorrecto con referentes de pinturas rupestres, las redes sociales, Velázquez, Don Quijote, el toro de Osborne o la alta velocidad e incluye una visión reflexiva y escéptica del mundo.
Los premiados en lengua catalana han sido en narrativa Els fills de Llacuna Park (Los hijos de Llacuna Park), de María Guasch, y en poesía Convivència d'aigües (Convivencia de aguas), de Zoraida Burgos, mientras que en lengua gallega los galardonados han sido Emma Pereira, por Bibliópatas e fobólogos y Lupe Gómez en poesía por Camuflaxe (Camuflaje). 
En lengua vasca los premiados han sido Aingeru Espaltza por Mendi-joak (Mal de altura) y Luis Garde por el libro de poesía Barbaroak baratzean (Bárbaros en el jardín).
En el caso del premio en lengua gallega a Lupe Gómez, natural de Curtis (A Coruña), el jurado ha destacado de Camuflaxe, su octavo libro, que "sobrevuela la voluntad de plantear un ejercicio mimético para identificarse con un entorno en el que se constata la desaparición del mundo rural y la fuerza de lo telúrico".
 En narrativa gallega la coruñesa Emma Pedreira ha sido premiada por una obra que "abraza el género del relato corto para reflexionar de la presencia de los libros en la vida con humor e ingenio construyendo metáforas de nuestro tiempo".
El miembro del jurado Javier Rojo ha resaltado los premios en lengua vasca como el libro de Aingeru Epaltza, que supone un símbolo en el que "confluye el ansia de la libertad y los sentimientos de la fatalidad opresora", en el que aparecen amistad, arrogancia, envidia y pequeñas miserias de los personajes, mientras que de la obra de Luis Garde ha remarcado sus imágenes relacionadas con la idea de o muro que se construye en Occidente contra la llegada de inmigrantes.
En el caso de los premios en lengua catalana, María Guasch ha sido galardonada por una historia en la que una joven profesora de lengua en una prisión reconoce en la cárcel a una mujer. En poesía en catalán el premio a Zoraida Burgos ha sido para un libro que rescata toda su obra en un solo volumen.
Estos galardones los concede la Asociación Española de Críticos Literarios desde 1956 a los mejores libros de narrativa y poesía publicados en España el año anterior, tanto en castellano como en gallego, euskera y catalán.
Presidido por Ángel Basanta, el jurado que ha fallado el premio ha estado integrado por José Manuel Pozuelo Yvancos, Ángel Luis Prieto de Paula, Araceli Iravedra, José Antonio Ponte, Enrique Turpin y Francisco DÍaz de Castro.
 

 

Pedro Duque estalla en Twitter contra Metro de Madrid: "¿Qué broma es esta?"

Y la explicación que le han dado ha enfadado aún más al astronauta.

WireImage
Desde que Metro de Madrid cambió los billetes sencillos y bonos de diez viajes por la tarjeta multi han sido muchas las quejas que el suburbano ha recibido por parte de los usuarios.
 Sobre todo, de aquellos que solo pasan unos días en la capital y, aún así, se ven obligados a comprar una tarjeta recargable que cuando se van de vuelta a sus casas, saben que no volverán a usar nunca más.
Pero no es el único fallo que tiene el sistema de pago.
 Otros usuarios no comprenden por qué es tan difícil el método de combinación de los distintos billetes que se pueden acumular en la tarjeta.
El último en cargar contra el Metro por este sistema adoptado por el Consorcio de Transportes de Madrid ha sido Pedro Duque.
 El astronauta ha tenido un percance en el aeropuerto y es que, aunque llevaba la tarjeta cargada con el título correspondiente, el torno no le ha permitido pasar porque tiene que comprar un billete adicional correspondiente al suplemento del aeropuerto.
Duque ha compartido su enfado en su cuenta de Twitter, donde ha explicado la situación mencionando al perfil oficial de Metro. "Tengo la tarjeta roja. 
He metido dinero, bastante. Intento entrar en el aeropuerto y la máquina me dice que ¿tengo que meter otra vez dinero para el suplemento? ¿No les gusta el otro dinero que metí? ¿Qué broma es esta?", ha escrito el astronauta.


 

Joaquín Sabina, hospitalizado en Madrid por un problema circulatorio

El cantante suspende el concierto que tenía programado esta noche en A Coruña.

Sabina
Joaquín Sabina en una rueda de prensa este lunes en Quito. EFE
Joaquín Sabina ha aplazado el concierto que tenía previsto ofrecer este mismo sábado en el Coliseum de A Coruña a causa de un problema de salud. 
Según han informado desde la organización de su gira, Lo niego todo, Sabina se encuentra ingresado en Madrid por un problema circulatorio, por lo que se ha visto obligado a "aplazar" el concierto de este sábado, para el que se habían vendido más de 6.000 entradas.
La nota de prensa dice que "el artista se encuentra ingresado por un problema circulatorio en Madrid", sin dar más detalles sobre el estado de salud del cantante.
 En febrero pasado, Joaquín Sabina suspendió varios conciertos en México por problemas leves de salud, tras sufrir un mareo y una caída.
 Los médicos le aconsejaron entonces reposo absoluto durante 72 horas
Los gestores están trabajando ya en la búsqueda de una nueva fecha para este concierto, que será anunciado en los "próximos días". Aunque las entradas adquiridas serán válidas para esta nueva fecha, los responsables del concierto abrirán un plazo de devolución para aquellos que no puedan asistir.

 

Carmen Thyssen, la baronesa se serena a los 75

La viuda del barón Thyssen espera resolver pronto el préstamo de su colección de arte al Estado mientras disfruta de sus hijas gemelas de 12 años y de la paz con Borja, su primogénito.

Carmen Cervera, baronesa Thyssen, en una imagen de 2016.
Carmen Cervera, baronesa Thyssen, en una imagen de 2016.

 

Los 75 años pueden ser buena edad para encontrar el equilibrio. Pero resulta toda una hazaña en quien no puede parar quieto. Algunos de sus amigos admiran en Carmen Cervera su facilidad para tirar hacia adelante cuando vienen mal dadas.
 Pero al mismo tiempo lamentan que le cueste relajarse, algo tan sencillo como disfrutar cada momento de lo que uno tiene.
En su caso, es mucho.
 Aunque se encuentre también peligrosamente desequilibrado.
 Y a la vista. Como una metáfora visible de sí misma, Tita Cervera puede aparecer con un trapo de Zara a juego con un diamante de Harry Winston. 
O mostrar en algunas de sus casas un Picasso con un objeto de mercadillo.
Buena parte de su felicidad depende en estos momentos de algunas decisiones cruciales a cerrar. 
Todavía mantiene varios frentes abiertos.
 El primero es Hacienda. Aunque el cerco de Cristóbal Montoro haya disminuido, Carmen Cervera mantiene su domicilio en Andorra y hace escapadas a sus casas de Madrid, Málaga y Sant Feliu dels Guixols.
 Otro es el destino de su colección, valorada en 700 millones de euros.
 Unos 1.000 cuadros entre los que realmente solo 200 merecen la pena mientras el resto, sobre todo pintura española del XIX o contemporáneos, no son en absoluto tan cotizados como los Gauguin que quiere vender sin trabas y cuando le apetezca.
El tercero y más importante son sus hijos.
 Con Borja, el mayor, hay paz tras años de luchas y desencuentro gracias, entre otras cosas a una jugosa pensión anual de 2,5 millones de euros para el chaval, que tiene 38 años y cuatro hijos con Blanca Cuesta.
 Las gemelas, Carmen y Sabina, de 12 años, necesitan tranquilidad para el futuro mientras le ponen al día en tecnología y la enseñan a usar las virtudes del whatsapp.

Carmen Thyssen con su hijo Borja y su mujer, Blanca Cuesta, en 2017 en la presentación de una exposición del Museo Thyssen en Madrid.
Carmen Thyssen con su hijo Borja y su mujer, Blanca Cuesta, en 2017 en la presentación de una exposición del Museo Thyssen en Madrid. Getty Images
Un detalle que utilizan como buena baza los responsables de Cultura. 
El mantra de los negociadores es el siguiente: si decide dejar los cuadros en España, muy bien. Si se los lleva, también. En el entorno de la baronesa aseguran que está próximo un acuerdo a cerrar por 10 años. 
 Desde el ministerio afirman que no tanto y que a ellos, con prorrogas de seis meses, les viene perfecto.
 La solución, como muy tarde, en julio.
Una advertencia al público: si Cervera decide no dejar su colección en España, no afecta casi nada al museo Thyssen.
  La exposición permanente, el grueso de la pinacoteca con unos 800 cuadros, es la del barón, que quedó en Madrid, gracias en gran parte al empeño de Tita. Para siempre.

Tita negocia fuerte.
 Pero apenas asusta. Un día se presenta en el ministerio con el argumento de que unos rusos riquísimos se la quieren comprar. Estos nunca aparecen. 
En el fondo, los representantes del Estado sienten y saben que la quiere dejar en su sitio porque, entre otras cosas, sólo el traslado a donde fuera costaría más de un millón de euros.
En el Gobierno ven más problema a futuro con su hijo Borja. 
 Pese a que este muestra interés en implicarse dentro del patronato y las actividades del museo temen que sea él quien más desea vender. 
En el fondo, dicen, su madre es una auténtica coleccionista.
 Él, no.
Pero uno de los argumentos públicos de Carmen Cervera para disponer a sus anchas de la colección es que necesita líquido. ¿Cómo mantener si no una estructura de cerca de 70 empleados entre abogados, asesores, asistentes, secretarios, servicio en sus mansiones, jardineros…? Además de un yate, el Mata Mua, en honor al cuadro de Gauguin y en continuo trajín por el Mediterráneo. 
A duras penas sostiene unos gastos corrientes que algunos sitúan en los 400.000 euros mensuales.
La Baronesa Thyssen Carmen Cervera durante la inauguración de la exposición de la firma Louis Vuitton en el Museo Thyssen.
La Baronesa Thyssen Carmen Cervera durante la inauguración de la exposición de la firma Louis Vuitton en el Museo Thyssen. GTRESONLINE
Tampoco es que ella gaste mucho en su imagen.
 No va a la peluquería. 
Tampoco hace rallies por restaurantes con tres estrellas Michelín. Come sano, sin exuberancias.
 Ensaladas y cosas muy básicas a la plancha, aunque de vez en cuando se da un homenaje con una mariscada acompañada de amigas como la infanta Pilar de Borbón y su hija Simoneta.
 Pese a mantener buenas amistades con la familia real, es antipija y nada snob, dicen sus allegados.
Y en sus gustos artísticos también se refleja a sí misma.
 En la decoración de su casa prima lo que ella llama el estilo Marco Polo. 
Un diálogo entre lo oriental y lo mediterráneo digno de la ruta de la seda.
 Huye de los retorcimientos de Francis Bacon o la desolación de Lucien Freud.
 Le gustan los artistas con luz, aquellos que reflejan la alegría de vivir.
 Entiende de eso con una familiaridad natural, nada académica ni relamida. Se interesa por el arte mediante biografías de creadores y su contemplación, no a base de plomizos tratados de tesis doctoral.

Para másteres, en su caso, la vida. 
Fue Miss España, miss Europa y se quedó a un paso de llevarse la corona del universo. 
Antes de alcanzar su rango de baronesa y gran parte de su actual fortuna gracias a Heinrich Thyssen, se casó con el actor Lex Barker, el actor que dio vida a Tarzán después de Johnny Weissmuller.
 Más tarde con Espartaco Santoni, con quien llegó a casarse en Los Ángeles y que acabó poco tiempo después tras una apasionada y tortuosa relación que el actor, productor y empresario venezolano contó con todo tipo de detalle en unas memorias.
 A su hijo Borja lo tuvo con Manuel Segura, con quien aún mantiene una muy buena relación. 
Y si se montan un día en su coche y suena dentro la muy habitual voz de Frank Sinatra, pregúntenle cuando el crooner la persiguió y le libró de sus acosos Marilyn Monroe… 
Pero esa es otra historia. 
Digna de unas memorias ya, a sus 75 años.