l poeta catalán Luis Bagué Quílez lo ha obtenido al mejor libro de poesía de 2017.
El escritor y académico Javier Marías estaba a la cabeza de las buenas críticas de este año con Berta Isla, editada por Alfaguara. Esta novela es la decimoquinta de Marías (Madrid, 1951), transcurre entre 1969 y 1995 protagonizada por Berta Isla y su marido, Tomás Nevinson, que se convierte en espía.
El ponente del jurado José María Pozuelo Yvancos ha señalado que Berta Isla es una "novela de gran altura en el contexto de la narrativa europea y supone una continuación del arco abierto en Tu rostro mañana, de la que hereda algunos personajes".
Pozuelo ha añadido que la novela "se sirve del género del espionaje para hacer bajar al lector a las profundidades de la condición humana y con su original estilo combina reflexión y acción, al que añade momento líricos para entrar en grandes asuntos universales como el amor, los secretos, la impenetrabilidad del otro o la falta de ética de las cloacas del Estado".
El premio de poesía en lengua castellana para Luis Bagué Quílez muestra una obra que camina entre lo políticamente incorrecto con referentes de pinturas rupestres, las redes sociales, Velázquez, Don Quijote, el toro de Osborne o la alta velocidad e incluye una visión reflexiva y escéptica del mundo.
Los premiados en lengua catalana han sido en narrativa Els fills de Llacuna Park (Los hijos de Llacuna Park), de María Guasch, y en poesía Convivència d'aigües (Convivencia de aguas), de Zoraida Burgos, mientras que en lengua gallega los galardonados han sido Emma Pereira, por Bibliópatas e fobólogos y Lupe Gómez en poesía por Camuflaxe (Camuflaje).
En lengua vasca los premiados han sido Aingeru Espaltza por Mendi-joak (Mal de altura) y Luis Garde por el libro de poesía Barbaroak baratzean (Bárbaros en el jardín).
En el caso del premio en lengua gallega a Lupe Gómez, natural de Curtis (A Coruña), el jurado ha destacado de Camuflaxe, su octavo libro, que "sobrevuela la voluntad de plantear un ejercicio mimético para identificarse con un entorno en el que se constata la desaparición del mundo rural y la fuerza de lo telúrico".
En narrativa gallega la coruñesa Emma Pedreira ha sido premiada por una obra que "abraza el género del relato corto para reflexionar de la presencia de los libros en la vida con humor e ingenio construyendo metáforas de nuestro tiempo".
El miembro del jurado Javier Rojo ha resaltado los premios en lengua vasca como el libro de Aingeru Epaltza, que supone un símbolo en el que "confluye el ansia de la libertad y los sentimientos de la fatalidad opresora", en el que aparecen amistad, arrogancia, envidia y pequeñas miserias de los personajes, mientras que de la obra de Luis Garde ha remarcado sus imágenes relacionadas con la idea de o muro que se construye en Occidente contra la llegada de inmigrantes.
En el caso de los premios en lengua catalana, María Guasch ha sido galardonada por una historia en la que una joven profesora de lengua en una prisión reconoce en la cárcel a una mujer. En poesía en catalán el premio a Zoraida Burgos ha sido para un libro que rescata toda su obra en un solo volumen.
Estos galardones los concede la Asociación Española de Críticos Literarios desde 1956 a los mejores libros de narrativa y poesía publicados en España el año anterior, tanto en castellano como en gallego, euskera y catalán.
Presidido por Ángel Basanta, el jurado que ha fallado el premio ha estado integrado por José Manuel Pozuelo Yvancos, Ángel Luis Prieto de Paula, Araceli Iravedra, José Antonio Ponte, Enrique Turpin y Francisco DÍaz de Castro.