El programa de Bertín Osborne en la casa de Lydia Bosch fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista.
La primera dificultad que surge a contemplar Mi casa es la tuya (Telecinco) es la de encontrar su categoría en el ámbito digital. ¿Programa del corazón?, ¿documental?, ¿concurso?, ¿talk show?, ¿cocina?... pues un poco de todo, pero poco.
Inicialmente puede parecer un programa de entrevistas: el conductor del programa, Bertín Osborne, recibe al invitado o acude a su domicilio, y mantiene una relajada entrevista de cerca de una hora.
Bueno, una entrevista exactamente, no.
Para ello el entrevistador necesitaría documentarse algo sobre el entrevistado.
Saber quién es, qué ha hecho y procurar desvelar en alguna medida su personalidad.
El programa de este viernes fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista.
. El programa de este viernes fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista. Osborne reconoció no haber visto ningún capítulo de la serie que justificaba la presencia de la actriz e incluso pidió a los asistentes que le hicieran "un resumen rápido". Los presentadores y cortijeros son así.
Tras la primera charla se incorporaron Luisa Martin y Francis Lorenzo, también de la serie y responsables del menú -pulpo a feira y espaguetis marinera- y, por último, aparecerían los, entonces, tres niños hijos del médico ahora ya maduros hechos y derechos.
Mucho ja, ja, je, je y la certeza de la sabiduría de Joâo Guimâraes Rosa cuando escribió que "cada nostalgia es una especie de vejez".
La audiencia sabía previamente de la larga sombra que sobrevolaba sobre el disuelto matrimonio de la invitada.
Era, o podía ser, el reclamo morboso del programa, algo tan querido por la cadena de los salvadores supervivientes, mujeres, hombres o viceversa.
No se habló directamente del asunto pero surgió esporádicamente tres o cuatro veces, las suficientes para saber que había dejado varias cicatrices.
Misión cumplida con educación, sin acritud.
Guerrero, que ahora tiene 31 años, continuó en la televisión durante un tiempo tras el final de Médico de familia, pasando a la serie Ana y los 7.
Su última aparición televisiva fue en el concurso Mira quién salta. Ahora, ha reorientado su vida como empresario y es socio de varios restaurantes de Madrid.
Isabel Aboy (35 años) continuó en la actuación con la serie Periodistas, tras lo que se centró en su carrera de Psicología, estudios que compatibilizó con su trabajo en el teatro y como modelo.
Aunque ha seguido apareciendo con cuentagotas en televisión y en algunos eventos, Aboy se ha centrado en su carrera como psicóloga.
En cuanto a la más pequeña del clan ficticio, Marieta Bielsa (26 años), dejó la televisión para centrarse en los estudios, y terminó cursando Economía y Negocios Internacionales alejada completamente de la actuación.